Este martes 7 de julio el Papa Benedicto XVI ha hecho pública la tercera encíclica de su pontificado Caritas in veritate ("Caridad en la verdad") un documento importante de la Doctrina Social de la Iglesia.
La encíclica es un documento de 127 páginas, dividida en seis capitulos y 79 parágrafos, auque sigue a las dos previas encíclicas del pontificado de Joseph Ratzinger: Deus caritas est ("Dios es amor"); Spe salvi ("En la esperanza somos salvados"), se concentra en nuestro tiempo. De entrada recoge los pensamiento de Benedicto XVI sobre la crisis mundial y las vías de salida.
La encíclica retoma la temática social contenida en la Populorum progressio de Pablo VI, que vio la luz en 1967. Más de cuarenta años después, Benedicto XVI señala que la caridad debe conjugarse con la verdad. "Sin verdad, sin confianza y amor por la verdad no hay consciencia ni responsabilidad social y el comportamiento social cae en poder de intereses privados y de lógicas de poder, con efectos disgregantes para la sociedad, mucho más en una sociedad en vías de globalización, en momentos difíciles como los actuales", se puede leer en el documento, escrito y corregido palabra por palabra por Ratzinger.
En esta encíclica Benedicto XVI no pretende hacer política sino inspirar presentando la "caridad en la verdad" como orientación para la vida personal y social, explica uno de sus colaboradores: "La Iglesia no tiene soluciones técnicas que ofrecer[10] y no pretende «de ninguna manera mezclarse en la política de los Estados»[11]. No obstante, tiene una misión de verdad que cumplir en todo tiempo y circunstancia en favor de una sociedad a medida del hombre, de su dignidad y de su vocación (...) "Para la Iglesia, esta misión de verdad es irrenunciable".
El texto dara de que hablar, y se presenta justo en vísperas de la reunión del G-8, en Italia.
Algunas frases algunas frases de esta encíclica:
Caridad sin verdad: "Sin verdad, la caridad cae en mero sentimentalismo. El amor se convierte en un envoltorio vacío que se rellena arbitrariamente. Éste es el riesgo fatal del amor en una cultura sin verdad."
Caridad sin Dios: "Un cristianismo de caridad sin verdad se puede confundir fácilmente con una reserva de buenos sentimientos, provechosos para la convivencia social, pero marginales. De este modo, en el mundo no habría un verdadero y propio lugar para Dios"
La lección de la crisis: "La crisis nos obliga a revisar nuestro camino, a darnos nuevas reglas y a encontrar nuevas formas de compromiso, a apoyarnos en las experiencias positivas y a rechazar las negativas. De este modo, la crisis se convierte en ocasión de discernir y proyectar de un modo nuevo"
Papel del Estado: "El mercado único de nuestros días no elimina el papel de los estados, más bien obliga a los gobiernos a una colaboración recíproca más estrecha. La sabiduría y la prudencia aconsejan no proclamar apresuradamente la desaparición del Estado"
Globalización: "La verdad de la globalización como proceso y su criterio éticofundamental vienen dados por la unidad de la familia humana y su crecimiento en el bien. Por tanto, hay que esforzarse incesantemente para favorecer una orientación cultural personalista y comunitaria, abierta a la trascendencia, del proceso de integración planetaria".... "La globalización no es, a priori, ni buena ni mala. Será lo que la gente haga de ella"
Crecimiento demográfico: "No es correcto considerar el aumento de población como la primera causa del subdesarrollo, incluso desde el punto de vista económico"
Ética y economía: "La economía tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento; no de una ética cualquiera, sino de una ética amiga de la persona"
La encíclica es un documento de 127 páginas, dividida en seis capitulos y 79 parágrafos, auque sigue a las dos previas encíclicas del pontificado de Joseph Ratzinger: Deus caritas est ("Dios es amor"); Spe salvi ("En la esperanza somos salvados"), se concentra en nuestro tiempo. De entrada recoge los pensamiento de Benedicto XVI sobre la crisis mundial y las vías de salida.
La encíclica retoma la temática social contenida en la Populorum progressio de Pablo VI, que vio la luz en 1967. Más de cuarenta años después, Benedicto XVI señala que la caridad debe conjugarse con la verdad. "Sin verdad, sin confianza y amor por la verdad no hay consciencia ni responsabilidad social y el comportamiento social cae en poder de intereses privados y de lógicas de poder, con efectos disgregantes para la sociedad, mucho más en una sociedad en vías de globalización, en momentos difíciles como los actuales", se puede leer en el documento, escrito y corregido palabra por palabra por Ratzinger.
En esta encíclica Benedicto XVI no pretende hacer política sino inspirar presentando la "caridad en la verdad" como orientación para la vida personal y social, explica uno de sus colaboradores: "La Iglesia no tiene soluciones técnicas que ofrecer[10] y no pretende «de ninguna manera mezclarse en la política de los Estados»[11]. No obstante, tiene una misión de verdad que cumplir en todo tiempo y circunstancia en favor de una sociedad a medida del hombre, de su dignidad y de su vocación (...) "Para la Iglesia, esta misión de verdad es irrenunciable".
El texto dara de que hablar, y se presenta justo en vísperas de la reunión del G-8, en Italia.
Algunas frases algunas frases de esta encíclica:
Caridad sin verdad: "Sin verdad, la caridad cae en mero sentimentalismo. El amor se convierte en un envoltorio vacío que se rellena arbitrariamente. Éste es el riesgo fatal del amor en una cultura sin verdad."
Caridad sin Dios: "Un cristianismo de caridad sin verdad se puede confundir fácilmente con una reserva de buenos sentimientos, provechosos para la convivencia social, pero marginales. De este modo, en el mundo no habría un verdadero y propio lugar para Dios"
La lección de la crisis: "La crisis nos obliga a revisar nuestro camino, a darnos nuevas reglas y a encontrar nuevas formas de compromiso, a apoyarnos en las experiencias positivas y a rechazar las negativas. De este modo, la crisis se convierte en ocasión de discernir y proyectar de un modo nuevo"
Papel del Estado: "El mercado único de nuestros días no elimina el papel de los estados, más bien obliga a los gobiernos a una colaboración recíproca más estrecha. La sabiduría y la prudencia aconsejan no proclamar apresuradamente la desaparición del Estado"
Globalización: "La verdad de la globalización como proceso y su criterio éticofundamental vienen dados por la unidad de la familia humana y su crecimiento en el bien. Por tanto, hay que esforzarse incesantemente para favorecer una orientación cultural personalista y comunitaria, abierta a la trascendencia, del proceso de integración planetaria".... "La globalización no es, a priori, ni buena ni mala. Será lo que la gente haga de ella"
Crecimiento demográfico: "No es correcto considerar el aumento de población como la primera causa del subdesarrollo, incluso desde el punto de vista económico"
Ética y economía: "La economía tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento; no de una ética cualquiera, sino de una ética amiga de la persona"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario