El Presidente Calderón asistió este martes, a las 9:30 horas a la Reunión Nacional de Consejeros Regionales de BBVA Bancomer, en el Salón Terraza Virreyes del Hotel Camino Real.
Martes, 7 de Julio de 2009 Discurso
Gracias.
Muy buenos días amigas y amigos.
Muy estimado Francisco González Rodríguez, Presidente de BBVA. Bienvenido nuevamente.
Muy estimado ingeniero Ignacio Deschamps, Presidente del Consejo de Administración y Director General de Bancomer.
Muy distinguidos Consejeros de BBVA, primero a todos los visitantes a México, bienvenidos a este gran país. Me alegra que hayan decidido celebrar su reunión en México, que los recibe con los brazos abiertos, y que además, estoy seguro, los atenderá muy bien, como se merecen y que agradece muchísimo su visita.
Lamento el no poderme reunirme ya en específico con ustedes, porque saldré ya en unos momentos más a la Cumbre del G8-G5, pero desde luego que refrendo mi respeto por esta gran institución.
Muy distinguidos Consejeros de BBVA Bancomer en todo el país, que hoy nos acompañan.
Amigas y amigos:
México necesita y necesita hoy de la participación activa y del liderazgo de sus ciudadanos en la vida nacional. Y en particular quiero referirme a que necesita de la participación activa y el liderazgo de su sector económico, y en particular del sector bancario, para superar los retos que enfrenta en la actualidad.
Y por eso para mí es de enorme satisfacción el poderme reunir con los consejeros, estar en esta Reunión Nacional de Consejeros de BBVA Bancomer.
Saludo con afecto a los directivos de esta institución y reconozco el muy importante trabajo que todos realizan en favor de nuestra economía y de nuestro sistema financiero. Un trabajo que ha llevado a BBVA Bancomer a ser la institución más grande, en términos de activos, de portafolio crediticio y de captación de recursos.
También quiero felicitarles por seguir apostando por México y por realizar inversiones muy importantes; es una gran noticia la que han dado a conocer en el marco de esta reunión, una inversión de 900 millones de dólares en nuestro país, fundamentalmente para la construcción de dos grandes torres corporativas que, seguramente, se enmarcarán, estoy seguro, en el recuerdo de México, a propósito de la Conmemoración del Bicentenario de su Independencia y del Centenario de su Revolución.
También quiero felicitar a BBVA por una razón que poco se conoce, pero que, por lo menos ampliamente en el público, pero creo que es fundamental.
En esta crisis económica global, en donde se discute cada vez menos si es o no la más grave en décadas, por supuesto que lo es, pero que ha sido una crisis global detonada o marcada, por lo menos inicialmente y de manera muy dramática, por la quiebra severa de las más grandes instituciones bancarias y financieras del mundo. Una crisis que ha sido marcada por inimaginables volúmenes de dinero público aplicado, precisamente, para el rescate de tales instituciones financieras en Estados Unidos, en Europa, en Asia.
A mí me parece que es de reconocerse que BBVA no sólo es de las pocas instituciones, que se pueden contar casi con los dedos de una mano, que no requirieron dinero de ningún Gobierno, sino que BBVA es la única institución de su tamaño en el mundo que no sólo no requirió dinero del Gobierno, sino tampoco requirió salir a hacer una recapitalización para componer su balance.
Éste es un mérito que habla de la solidez y de la fortaleza de BBVA a nivel mundial y que, por supuesto, beneficia no sólo a la economía global, sino que beneficia también al país.
Quiero compartirles algunas ideas, además, sobre la situación de nuestra economía, lo que estamos haciendo y lo que podemos hacer para superar la coyuntura internacional.
Es obvio, México se ha visto afectado por una de las crisis económicas y financieras globales más severas desde la Segunda Guerra Mundial. La parte más difícil de esta situación se ha reflejado justo en los indicadores económicos del primer semestre, particularmente en la actividad industrial, aunque no sólo en ella.
Sin embargo, también es cierto, por una parte, que si la economía camina en ciclos, como ha quedado demostrado a lo largo de la historia de la humanidad, también es cierto que ese ciclo está dando muestras esporádicas aún, incipientes, pero alentadoras de que puede estar llegando a su fin y que lo peor puede quedar pronto atrás.
Hay algunas señales en este sentido; unas señales, estos brotes verdes de los que hablan algunos, pero también otras que diferencian a México o la situación en México respecto de otras situaciones en el mundo. Por ejemplo, el tema de desempleo. La tasa de desempleo en México, con todo lo que nos preocupa y que es severa, se mantiene por debajo de los niveles registrados en otros países.
En España, por ejemplo, la tasa de desempleo es de 18 por ciento; en Estados Unidos registra una tasa cercana al 10 por ciento; en nuestro país la tasa de desempleo es de 5.3 por ciento.
Hay otro dato vinculado con el empleo. No sólo los millones de puestos de trabajo que se han perdido en la economía americana, con la cual estamos muy vinculados; sino todavía en el mes de junio los datos de nuevos desempleados en la economía americana fueron cercanos o superiores al medio millón de nuevos desempleados.
Era de esperarse, por ejemplo, que en México, toda proporción guardada, registrara cifras proporcionalmente equivalentes. Sin embargo, amigas y amigos, la buena noticia es que en nuestro país, en México, según los datos del registro del Instituto Mexicano del Seguro Social; es decir, empleos formales pagados con su cuota obrero-patronal, en el mes de junio no sólo no se registra un aumento en el desempleo, sino que, incluso, se registraron casi 20 mil nuevos empleos formales en el Seguro Social en el mes de junio.
Por supuesto, no son de la dimensión que requerimos, pero también a mí me parece que es un dato alentador, insuficiente, incipiente, como se quiera matizar, y con razón; pero alentador al fin.
Asimismo, hay muestras de una mayor confianza de los inversionistas en los mercados financieros internacionales y en nuestro país en particular.
Por ejemplo, la reacción positiva que tuvieron calificadoras de riesgo ante una colocación de tres mil 500 millones de pesos en el mercado bursátil, que hizo el Fondo de Vivienda del ISSSTE, el FOVISSSTE; otra más realizada por el INFONAVIT, por más de dos mil 500 millones de pesos y otra más de una empresa mexicana muy prestigiada, que no puedo decir su nombre, pero que ya es la panificadora más grande del mundo, y que también hizo una colocación muy exitosa, es ciertamente Grupo Bimbo.
Otra. También, después del severo impacto que tuvo, sobre todo el Sector Turismo a raíz del brote de influenza en México, del virus A/H1N1, que además la probabilidad que impacte tan directamente y tan inicialmente, un virus nuevo en una Nación y particularmente en la ciudad más grande del mundo, era una probabilidad remota, pero ocurrió, tuvo una repercusión importante en el Sector Turístico.
Sin embargo, ya hoy, en las últimas cifras, el ingreso de turistas extranjeros está ya registrando niveles similares al del año anterior y la ocupación hotelera se está acercando, precisamente, a las ocupaciones similares, en este mes, al de hace un año. Y esperamos que el verano mexicano, el periodo vacacional pueda registrar tasas equivalentes.
Por cierto, tuvimos la Reunión de la Organización Mundial de la Salud, la semana pasada aquí en nuestro país, y hubo un reconocimiento a que México hizo lo correcto en el manejo de esta crisis. Y además, podemos ver lo que está ocurriendo en otros países, que teniendo el tiempo que nosotros no tuvimos para tomar medidas preventivas, porque el brote no sabemos si inició aquí, pero efectivamente impactó primeramente aquí de manera muy dramática.
Problemas que están teniendo otros países con el manejo de una crisis epidemiológica, como la que nosotros tuvimos y que afortunadamente ha sido declinante en nuestro país.
Hoy contamos, amigas y amigos, con una economía más sólida que en crisis anteriores, que han impactado severamente a los mexicanos.
Este hecho se refleja en datos concretos y no es un tema de percepción. Comentábamos una expresión que creo que varios hemos escuchado, lo comentábamos en la mesa: digo, la crisis sí está fuerte, aunque a mí todavía no me ha pegado tanto, o hay algunas expresiones de este tipo, varía en sectores y varía en personas.
Pero hay datos importantes que pueden reflejar eso. Por ejemplo, hoy tenemos bajos niveles de endeudamiento público y bajos niveles de inflación.
Al cierre del primer trimestre del 2009, la deuda pública externa amplia de México es del 11 por ciento del Producto Interno Bruto Nacional; es decir, menos de la mitad de lo que existía en 1994 en proporción del PIB.
A diferencia de la crisis del 95, por ejemplo, que todos tenemos muy presente, donde hubo una pérdida del poder adquisitivo de las familias brutal, por tasas de inflación cercanas a tres dígitos, incluso que rebasaron los cien puntos porcentuales, tasas de interés que igualmente llegaron a ese pico.
Aquí se recordó también que entonces Bancomer tuvo que poner un tope a las tasas del 80 por ciento.
A diferencia de entonces, en que hubo una pérdida del poder adquisitivo de las familias, fundamentalmente por la inflación, de más del 20 por ciento en promedio, con todo y la severidad de esta crisis y, sobre todo, por el esfuerzo que hemos hecho por contener la inflación, por sincronizar la política monetaria, que autónomamente define el Banco Central, con otras medidas de política pública, administrativas, eso hace que las variaciones en el ingreso disponible en el poder adquisitivo de las familias, en esta ocasión, no han registrado variaciones superiores al tres por ciento.
Otra más. Nuestro comercio exterior está balanceado. Uno de los factores que quebraron al país, que detonaron y aceleraron su crisis en 95, fue el terrible desequilibrio en las cuentas externas. Hoy, el déficit en cuenta corriente fue de sólo 0.6 por ciento del PIB al primer trimestre de este año, en contra del déficit de más de siete por ciento del PIB observado en el 94. Y algo más, también en el mes de junio, el último dato disponible, incluso, la cuenta, la balanza comercial de México registra un superávit.
Otra más. Se cuenta con flujos y disponibilidad de capital adecuados, lo cual se refleja en nuestras reservas internacionales, que ascienden a 75 mil millones de dólares, a lo cual hay que sumarle la disponibilidad de una línea de crédito por 77 mil millones de dólares que tenemos, tanto con la Reserva Federal de Estados Unidos, como con el Fondo Monetario Internacional, y que no ha sido necesario utilizar.
Finalmente, amigas y amigos, en la crisis anterior, 94-95, el sistema bancario fue una gran parte del problema. Hoy es, debe ser, una gran parte de la solución.
Tenemos un sistema financiero sólido, con un nivel de capitalización respecto a sus activos en riesgo de más del 15 por ciento, una cifra muy cercana a la que tiene Bancomer y, de hecho, el crédito a las empresas, que fue severamente contraído, y qué digo contraído, desapareció en el 94-95, en esta ocasión mayormente el crédito a las empresas ha tenido tasas positivas, en parte también, hay que reconocerlo, por el trabajo de esta gran institución apoyando a las empresas del país.
Pienso que estas fortalezas de nuestra economía sí se han complementado con medidas contracíclicas oportunas que hemos establecido. Por ejemplo, el impulso a las obras de infraestructura. Al primer trimestre de este año, con todo y recesión, y con todo y estancamiento, el gasto del Gobierno Federal, hablo por lo que a nosotros toca, en obras públicas, en carreteras, en puertos, en aeropuertos, superó, casi duplicó el gasto Federal en obras públicas del primer trimestre del año pasado, que a su vez había sido el más alto en la historia para un primer trimestre.
Otra. La puesta en marcha de programas de protección al empleo. Por ejemplo, el Programa de Preservación del Empleo, que protege al sector exportador industrial de México, que más rápidamente se vio afectado por la caída de la demanda americana y que ya cubre a casi un cuarto de millón de trabajadores en un esquema en el que, en caso de tener que detenerse la producción fabril, el Gobierno está dispuesto a pagar, según el caso, hasta un tercio del salario del trabajador con tal de que éste no sea despedido.
O el caso de Empleo Temporal, lo que hemos hecho con familias de muy bajos recursos para que nos ayuden a limpiar las carreteras, a limpiar los arroyos y los ríos, abrir brechas cortafuego para prevenir incendios y que nos permitió enfrentar una de las temporadas más adversas en términos climatológicos.
Lo que estamos invirtiendo en limpiar nuestras zonas arqueológicas, las pirámides; empleos temporales de seis meses que nos han permitido generar, en el primer semestre del año, casi medio millón de fuentes de trabajo para esas familias más pobres del país.
El haber congelado precios de energéticos en esta situación crítica, así sea en la duración de la crisis, que nos permitió también contribuir a abatir las tasas de inflación; el fortalecimiento de la seguridad social, el impulso al crédito de la vivienda.
Quiero decirles, amigas y amigos, que éste es otro factor diferenciador. En la crisis 94-95 la contracción del gasto del Gobierno contribuyó, en ese año, con más del dos por ciento de caída del Producto Interno Bruto.
Este año o este periodo de crisis, el gasto del Gobierno, el esfuerzo de ejercicio presupuestal y el Programa de Infraestructura fundamentalmente, contribuyen al crecimiento con un factor de 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto.
En suma, amigas y amigos, estamos enfrentando una crisis muy adversa, sí; pero la estamos enfrentando y estoy convencido de que está México en mejores condiciones que en el pasado para retomar la ruta de crecimiento. Pero para que eso sea posible, hoy más que nunca, necesitamos apoyar al sector productivo, para generar mayor crecimiento económico y más y mejores empleos.
El Gobierno Federal está haciendo su parte. Lo estamos haciendo, entre otras cosas, además de lo que ya he comentado, a través de la Banca de Desarrollo. Tan sólo en materia de crédito, al mes de mayo; es decir, sin contabilizar todo el semestre, porque siguió creciendo este dato en el mes de junio notablemente, se habían destinado 33 mil millones de pesos para apoyar a las pequeñas y medianas empresas, las PyMES en México, a través del crédito.
La semana pasada, el Gobierno Federal anunció el Programa de Compras de Gobierno, que va a destinar 17 mil millones de pesos en los próximos tres meses, para compras a pequeñas y medianas empresas mexicanas a través de licitaciones que ya están listas, y en su mayoría ya han sido publicadas.
En fin, amigos, estos esfuerzos, estoy convencido, deben complementarse con más crédito de la Banca privada para multiplicar los apoyos financieros al sector productivo.
BBVA Bancomer ha hecho un esfuerzo medular en este rubro, ha logrado una expansión anual del crédito a empresas, de más del 20 por ciento, mientras que el crédito de la Banca en conjunto creció a un ritmo de casi el 11 por ciento; es decir, Bancomer estuvo al doble, prácticamente, del sistema bancario nacional en términos de financiamiento a las empresas mexicanas, lo cual reconocemos.
Yo creo que este ejemplo de crédito al sector productivo tiene que expandirse a todo el sector financiero. Hoy, más que nunca, se requiere una actuación decidida por parte de la Banca comercial para apoyar a la planta productiva, no sólo porque México demanda la visión y el compromiso de la Banca para reactivar el crecimiento de nuestra economía, sino también porque sabemos que el inicio de una recuperación económica también marca la apertura de oportunidades de negocio que, de consolidarse, generan, precisamente, los cambios y los aciertos en las instituciones.
Éste es un momento, en resumidas cuentas, amigas y amigos, de aprovechar la fortaleza del sector bancario en beneficio de México.
Amigas y amigos:
También quiero comentar que el pasado domingo los mexicanos acudimos a las urnas para renovar la Cámara de Diputados. Más allá de su nueva composición, vale la pena señalar que tuvimos una jornada electoral ordenada y, en ese sentido, ejemplar, que da cuenta una vez más de la solidez y la fortaleza de nuestras instituciones democráticas.
Hoy estoy dispuesto, amigas y amigos, el Gobierno Federal reitera la mejor disposición y la mejor voluntad del Gobierno para dialogar y para colaborar con la nueva Legislatura, a fin de superar los desafíos del país.
Está muy claro que la contienda ha quedado atrás y que ésta es la hora de los acuerdos; porque uno de los retos más apremiantes de México, sin duda alguna, es revertir los impactos de esta crisis económica internacional.
Hoy es el momento del entendimiento y del acuerdo, particularmente para mantener las condiciones sólidas generales de estabilidad macroeconómica; porque han sido y serán las que nos permiten enfrentar la crisis con mayor solidez, porque han sido una diferencia fundamental respecto de otros periodos críticos en la economía mexicana en el pasado.
Por esa razón, el Ejecutivo Federal, a mi cargo, presentará a la consideración de la nueva Cámara de Diputados el Paquete Económico 2010, para que esa Legislatura lo analice, lo discuta, lo enriquezca y, en su caso, lo apruebe.
Será fundamental que tanto el Legislativo, como el Ejecutivo, trabajemos juntos en el necesario fortalecimiento de las finanzas del Estado y en preservar su estabilidad y su solidez.
Asimismo, será de capital importancia que avancemos en el impulso a la agenda de competitividad económica, a fin de darle mayor dinamismo a nuestro mercado laboral, mejorar nuestro marco regulatorio, aumentar la eficiencia fiscal y fortalecer el ambiente de competencia en el país; ello constituirá una señal clara a los mercados y a los inversionistas sobre la responsabilidad en la conducción de la economía nacional en este complejo entorno mundial.
Es la hora de los acuerdos y es la hora también de la responsabilidad con el país.
Yo hago un llamado a todos los presentes, a todo el sector bancario del país, al resto de los actores políticos y sociales, para que promovamos los cambios que México necesita, para que promovamos los cambios que requiere nuestra economía, para crecer a tasas más altas, para generar más empleos y el bienestar que demandan los mexicanos.
México no puede quedar atrás en un ambiente económico global de competencia y de reacomodo de las potencialidades económicas del mundo.
Hoy, más que nunca, nuestra economía requiere ser fuerte, competitiva, generadora de empleos, pero para ello se requiere, precisamente, la corresponsabilidad de todos los que podemos, los que tenemos en nuestras manos hacer las transformaciones que reclama el país.
Yo les felicito por esta reunión e invito a ustedes y a todos los mexicanos a que sigamos trabajando con decisión y con empeño para construir el México que queremos, un México seguro, donde prevalezca la ley, el Estado de Derecho y el respeto a los derechos de cada quien.
Un México seguro, donde sea, precisamente, la seguridad pública garantía de una tranquila convivencia de nuestras familias. Un México más fuerte, el México competitivo que anhelamos; un México ganador en un entorno internacional que compite ferozmente.
Un México con justicia, con equidad social, con igualdad de oportunidades. Un México limpio, comprometido con el medio ambiente y con el patrimonio de las generaciones que vienen.
Un México donde todos, sin excepción, podamos vivir mejor.
Enhorabuena, y muchísimas gracias por su invitación.
Gracias.
Muy buenos días amigas y amigos.
Muy estimado Francisco González Rodríguez, Presidente de BBVA. Bienvenido nuevamente.
Muy estimado ingeniero Ignacio Deschamps, Presidente del Consejo de Administración y Director General de Bancomer.
Muy distinguidos Consejeros de BBVA, primero a todos los visitantes a México, bienvenidos a este gran país. Me alegra que hayan decidido celebrar su reunión en México, que los recibe con los brazos abiertos, y que además, estoy seguro, los atenderá muy bien, como se merecen y que agradece muchísimo su visita.
Lamento el no poderme reunirme ya en específico con ustedes, porque saldré ya en unos momentos más a la Cumbre del G8-G5, pero desde luego que refrendo mi respeto por esta gran institución.
Muy distinguidos Consejeros de BBVA Bancomer en todo el país, que hoy nos acompañan.
Amigas y amigos:
México necesita y necesita hoy de la participación activa y del liderazgo de sus ciudadanos en la vida nacional. Y en particular quiero referirme a que necesita de la participación activa y el liderazgo de su sector económico, y en particular del sector bancario, para superar los retos que enfrenta en la actualidad.
Y por eso para mí es de enorme satisfacción el poderme reunir con los consejeros, estar en esta Reunión Nacional de Consejeros de BBVA Bancomer.
Saludo con afecto a los directivos de esta institución y reconozco el muy importante trabajo que todos realizan en favor de nuestra economía y de nuestro sistema financiero. Un trabajo que ha llevado a BBVA Bancomer a ser la institución más grande, en términos de activos, de portafolio crediticio y de captación de recursos.
También quiero felicitarles por seguir apostando por México y por realizar inversiones muy importantes; es una gran noticia la que han dado a conocer en el marco de esta reunión, una inversión de 900 millones de dólares en nuestro país, fundamentalmente para la construcción de dos grandes torres corporativas que, seguramente, se enmarcarán, estoy seguro, en el recuerdo de México, a propósito de la Conmemoración del Bicentenario de su Independencia y del Centenario de su Revolución.
También quiero felicitar a BBVA por una razón que poco se conoce, pero que, por lo menos ampliamente en el público, pero creo que es fundamental.
En esta crisis económica global, en donde se discute cada vez menos si es o no la más grave en décadas, por supuesto que lo es, pero que ha sido una crisis global detonada o marcada, por lo menos inicialmente y de manera muy dramática, por la quiebra severa de las más grandes instituciones bancarias y financieras del mundo. Una crisis que ha sido marcada por inimaginables volúmenes de dinero público aplicado, precisamente, para el rescate de tales instituciones financieras en Estados Unidos, en Europa, en Asia.
A mí me parece que es de reconocerse que BBVA no sólo es de las pocas instituciones, que se pueden contar casi con los dedos de una mano, que no requirieron dinero de ningún Gobierno, sino que BBVA es la única institución de su tamaño en el mundo que no sólo no requirió dinero del Gobierno, sino tampoco requirió salir a hacer una recapitalización para componer su balance.
Éste es un mérito que habla de la solidez y de la fortaleza de BBVA a nivel mundial y que, por supuesto, beneficia no sólo a la economía global, sino que beneficia también al país.
Quiero compartirles algunas ideas, además, sobre la situación de nuestra economía, lo que estamos haciendo y lo que podemos hacer para superar la coyuntura internacional.
Es obvio, México se ha visto afectado por una de las crisis económicas y financieras globales más severas desde la Segunda Guerra Mundial. La parte más difícil de esta situación se ha reflejado justo en los indicadores económicos del primer semestre, particularmente en la actividad industrial, aunque no sólo en ella.
Sin embargo, también es cierto, por una parte, que si la economía camina en ciclos, como ha quedado demostrado a lo largo de la historia de la humanidad, también es cierto que ese ciclo está dando muestras esporádicas aún, incipientes, pero alentadoras de que puede estar llegando a su fin y que lo peor puede quedar pronto atrás.
Hay algunas señales en este sentido; unas señales, estos brotes verdes de los que hablan algunos, pero también otras que diferencian a México o la situación en México respecto de otras situaciones en el mundo. Por ejemplo, el tema de desempleo. La tasa de desempleo en México, con todo lo que nos preocupa y que es severa, se mantiene por debajo de los niveles registrados en otros países.
En España, por ejemplo, la tasa de desempleo es de 18 por ciento; en Estados Unidos registra una tasa cercana al 10 por ciento; en nuestro país la tasa de desempleo es de 5.3 por ciento.
Hay otro dato vinculado con el empleo. No sólo los millones de puestos de trabajo que se han perdido en la economía americana, con la cual estamos muy vinculados; sino todavía en el mes de junio los datos de nuevos desempleados en la economía americana fueron cercanos o superiores al medio millón de nuevos desempleados.
Era de esperarse, por ejemplo, que en México, toda proporción guardada, registrara cifras proporcionalmente equivalentes. Sin embargo, amigas y amigos, la buena noticia es que en nuestro país, en México, según los datos del registro del Instituto Mexicano del Seguro Social; es decir, empleos formales pagados con su cuota obrero-patronal, en el mes de junio no sólo no se registra un aumento en el desempleo, sino que, incluso, se registraron casi 20 mil nuevos empleos formales en el Seguro Social en el mes de junio.
Por supuesto, no son de la dimensión que requerimos, pero también a mí me parece que es un dato alentador, insuficiente, incipiente, como se quiera matizar, y con razón; pero alentador al fin.
Asimismo, hay muestras de una mayor confianza de los inversionistas en los mercados financieros internacionales y en nuestro país en particular.
Por ejemplo, la reacción positiva que tuvieron calificadoras de riesgo ante una colocación de tres mil 500 millones de pesos en el mercado bursátil, que hizo el Fondo de Vivienda del ISSSTE, el FOVISSSTE; otra más realizada por el INFONAVIT, por más de dos mil 500 millones de pesos y otra más de una empresa mexicana muy prestigiada, que no puedo decir su nombre, pero que ya es la panificadora más grande del mundo, y que también hizo una colocación muy exitosa, es ciertamente Grupo Bimbo.
Otra. También, después del severo impacto que tuvo, sobre todo el Sector Turismo a raíz del brote de influenza en México, del virus A/H1N1, que además la probabilidad que impacte tan directamente y tan inicialmente, un virus nuevo en una Nación y particularmente en la ciudad más grande del mundo, era una probabilidad remota, pero ocurrió, tuvo una repercusión importante en el Sector Turístico.
Sin embargo, ya hoy, en las últimas cifras, el ingreso de turistas extranjeros está ya registrando niveles similares al del año anterior y la ocupación hotelera se está acercando, precisamente, a las ocupaciones similares, en este mes, al de hace un año. Y esperamos que el verano mexicano, el periodo vacacional pueda registrar tasas equivalentes.
Por cierto, tuvimos la Reunión de la Organización Mundial de la Salud, la semana pasada aquí en nuestro país, y hubo un reconocimiento a que México hizo lo correcto en el manejo de esta crisis. Y además, podemos ver lo que está ocurriendo en otros países, que teniendo el tiempo que nosotros no tuvimos para tomar medidas preventivas, porque el brote no sabemos si inició aquí, pero efectivamente impactó primeramente aquí de manera muy dramática.
Problemas que están teniendo otros países con el manejo de una crisis epidemiológica, como la que nosotros tuvimos y que afortunadamente ha sido declinante en nuestro país.
Hoy contamos, amigas y amigos, con una economía más sólida que en crisis anteriores, que han impactado severamente a los mexicanos.
Este hecho se refleja en datos concretos y no es un tema de percepción. Comentábamos una expresión que creo que varios hemos escuchado, lo comentábamos en la mesa: digo, la crisis sí está fuerte, aunque a mí todavía no me ha pegado tanto, o hay algunas expresiones de este tipo, varía en sectores y varía en personas.
Pero hay datos importantes que pueden reflejar eso. Por ejemplo, hoy tenemos bajos niveles de endeudamiento público y bajos niveles de inflación.
Al cierre del primer trimestre del 2009, la deuda pública externa amplia de México es del 11 por ciento del Producto Interno Bruto Nacional; es decir, menos de la mitad de lo que existía en 1994 en proporción del PIB.
A diferencia de la crisis del 95, por ejemplo, que todos tenemos muy presente, donde hubo una pérdida del poder adquisitivo de las familias brutal, por tasas de inflación cercanas a tres dígitos, incluso que rebasaron los cien puntos porcentuales, tasas de interés que igualmente llegaron a ese pico.
Aquí se recordó también que entonces Bancomer tuvo que poner un tope a las tasas del 80 por ciento.
A diferencia de entonces, en que hubo una pérdida del poder adquisitivo de las familias, fundamentalmente por la inflación, de más del 20 por ciento en promedio, con todo y la severidad de esta crisis y, sobre todo, por el esfuerzo que hemos hecho por contener la inflación, por sincronizar la política monetaria, que autónomamente define el Banco Central, con otras medidas de política pública, administrativas, eso hace que las variaciones en el ingreso disponible en el poder adquisitivo de las familias, en esta ocasión, no han registrado variaciones superiores al tres por ciento.
Otra más. Nuestro comercio exterior está balanceado. Uno de los factores que quebraron al país, que detonaron y aceleraron su crisis en 95, fue el terrible desequilibrio en las cuentas externas. Hoy, el déficit en cuenta corriente fue de sólo 0.6 por ciento del PIB al primer trimestre de este año, en contra del déficit de más de siete por ciento del PIB observado en el 94. Y algo más, también en el mes de junio, el último dato disponible, incluso, la cuenta, la balanza comercial de México registra un superávit.
Otra más. Se cuenta con flujos y disponibilidad de capital adecuados, lo cual se refleja en nuestras reservas internacionales, que ascienden a 75 mil millones de dólares, a lo cual hay que sumarle la disponibilidad de una línea de crédito por 77 mil millones de dólares que tenemos, tanto con la Reserva Federal de Estados Unidos, como con el Fondo Monetario Internacional, y que no ha sido necesario utilizar.
Finalmente, amigas y amigos, en la crisis anterior, 94-95, el sistema bancario fue una gran parte del problema. Hoy es, debe ser, una gran parte de la solución.
Tenemos un sistema financiero sólido, con un nivel de capitalización respecto a sus activos en riesgo de más del 15 por ciento, una cifra muy cercana a la que tiene Bancomer y, de hecho, el crédito a las empresas, que fue severamente contraído, y qué digo contraído, desapareció en el 94-95, en esta ocasión mayormente el crédito a las empresas ha tenido tasas positivas, en parte también, hay que reconocerlo, por el trabajo de esta gran institución apoyando a las empresas del país.
Pienso que estas fortalezas de nuestra economía sí se han complementado con medidas contracíclicas oportunas que hemos establecido. Por ejemplo, el impulso a las obras de infraestructura. Al primer trimestre de este año, con todo y recesión, y con todo y estancamiento, el gasto del Gobierno Federal, hablo por lo que a nosotros toca, en obras públicas, en carreteras, en puertos, en aeropuertos, superó, casi duplicó el gasto Federal en obras públicas del primer trimestre del año pasado, que a su vez había sido el más alto en la historia para un primer trimestre.
Otra. La puesta en marcha de programas de protección al empleo. Por ejemplo, el Programa de Preservación del Empleo, que protege al sector exportador industrial de México, que más rápidamente se vio afectado por la caída de la demanda americana y que ya cubre a casi un cuarto de millón de trabajadores en un esquema en el que, en caso de tener que detenerse la producción fabril, el Gobierno está dispuesto a pagar, según el caso, hasta un tercio del salario del trabajador con tal de que éste no sea despedido.
O el caso de Empleo Temporal, lo que hemos hecho con familias de muy bajos recursos para que nos ayuden a limpiar las carreteras, a limpiar los arroyos y los ríos, abrir brechas cortafuego para prevenir incendios y que nos permitió enfrentar una de las temporadas más adversas en términos climatológicos.
Lo que estamos invirtiendo en limpiar nuestras zonas arqueológicas, las pirámides; empleos temporales de seis meses que nos han permitido generar, en el primer semestre del año, casi medio millón de fuentes de trabajo para esas familias más pobres del país.
El haber congelado precios de energéticos en esta situación crítica, así sea en la duración de la crisis, que nos permitió también contribuir a abatir las tasas de inflación; el fortalecimiento de la seguridad social, el impulso al crédito de la vivienda.
Quiero decirles, amigas y amigos, que éste es otro factor diferenciador. En la crisis 94-95 la contracción del gasto del Gobierno contribuyó, en ese año, con más del dos por ciento de caída del Producto Interno Bruto.
Este año o este periodo de crisis, el gasto del Gobierno, el esfuerzo de ejercicio presupuestal y el Programa de Infraestructura fundamentalmente, contribuyen al crecimiento con un factor de 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto.
En suma, amigas y amigos, estamos enfrentando una crisis muy adversa, sí; pero la estamos enfrentando y estoy convencido de que está México en mejores condiciones que en el pasado para retomar la ruta de crecimiento. Pero para que eso sea posible, hoy más que nunca, necesitamos apoyar al sector productivo, para generar mayor crecimiento económico y más y mejores empleos.
El Gobierno Federal está haciendo su parte. Lo estamos haciendo, entre otras cosas, además de lo que ya he comentado, a través de la Banca de Desarrollo. Tan sólo en materia de crédito, al mes de mayo; es decir, sin contabilizar todo el semestre, porque siguió creciendo este dato en el mes de junio notablemente, se habían destinado 33 mil millones de pesos para apoyar a las pequeñas y medianas empresas, las PyMES en México, a través del crédito.
La semana pasada, el Gobierno Federal anunció el Programa de Compras de Gobierno, que va a destinar 17 mil millones de pesos en los próximos tres meses, para compras a pequeñas y medianas empresas mexicanas a través de licitaciones que ya están listas, y en su mayoría ya han sido publicadas.
En fin, amigos, estos esfuerzos, estoy convencido, deben complementarse con más crédito de la Banca privada para multiplicar los apoyos financieros al sector productivo.
BBVA Bancomer ha hecho un esfuerzo medular en este rubro, ha logrado una expansión anual del crédito a empresas, de más del 20 por ciento, mientras que el crédito de la Banca en conjunto creció a un ritmo de casi el 11 por ciento; es decir, Bancomer estuvo al doble, prácticamente, del sistema bancario nacional en términos de financiamiento a las empresas mexicanas, lo cual reconocemos.
Yo creo que este ejemplo de crédito al sector productivo tiene que expandirse a todo el sector financiero. Hoy, más que nunca, se requiere una actuación decidida por parte de la Banca comercial para apoyar a la planta productiva, no sólo porque México demanda la visión y el compromiso de la Banca para reactivar el crecimiento de nuestra economía, sino también porque sabemos que el inicio de una recuperación económica también marca la apertura de oportunidades de negocio que, de consolidarse, generan, precisamente, los cambios y los aciertos en las instituciones.
Éste es un momento, en resumidas cuentas, amigas y amigos, de aprovechar la fortaleza del sector bancario en beneficio de México.
Amigas y amigos:
También quiero comentar que el pasado domingo los mexicanos acudimos a las urnas para renovar la Cámara de Diputados. Más allá de su nueva composición, vale la pena señalar que tuvimos una jornada electoral ordenada y, en ese sentido, ejemplar, que da cuenta una vez más de la solidez y la fortaleza de nuestras instituciones democráticas.
Hoy estoy dispuesto, amigas y amigos, el Gobierno Federal reitera la mejor disposición y la mejor voluntad del Gobierno para dialogar y para colaborar con la nueva Legislatura, a fin de superar los desafíos del país.
Está muy claro que la contienda ha quedado atrás y que ésta es la hora de los acuerdos; porque uno de los retos más apremiantes de México, sin duda alguna, es revertir los impactos de esta crisis económica internacional.
Hoy es el momento del entendimiento y del acuerdo, particularmente para mantener las condiciones sólidas generales de estabilidad macroeconómica; porque han sido y serán las que nos permiten enfrentar la crisis con mayor solidez, porque han sido una diferencia fundamental respecto de otros periodos críticos en la economía mexicana en el pasado.
Por esa razón, el Ejecutivo Federal, a mi cargo, presentará a la consideración de la nueva Cámara de Diputados el Paquete Económico 2010, para que esa Legislatura lo analice, lo discuta, lo enriquezca y, en su caso, lo apruebe.
Será fundamental que tanto el Legislativo, como el Ejecutivo, trabajemos juntos en el necesario fortalecimiento de las finanzas del Estado y en preservar su estabilidad y su solidez.
Asimismo, será de capital importancia que avancemos en el impulso a la agenda de competitividad económica, a fin de darle mayor dinamismo a nuestro mercado laboral, mejorar nuestro marco regulatorio, aumentar la eficiencia fiscal y fortalecer el ambiente de competencia en el país; ello constituirá una señal clara a los mercados y a los inversionistas sobre la responsabilidad en la conducción de la economía nacional en este complejo entorno mundial.
Es la hora de los acuerdos y es la hora también de la responsabilidad con el país.
Yo hago un llamado a todos los presentes, a todo el sector bancario del país, al resto de los actores políticos y sociales, para que promovamos los cambios que México necesita, para que promovamos los cambios que requiere nuestra economía, para crecer a tasas más altas, para generar más empleos y el bienestar que demandan los mexicanos.
México no puede quedar atrás en un ambiente económico global de competencia y de reacomodo de las potencialidades económicas del mundo.
Hoy, más que nunca, nuestra economía requiere ser fuerte, competitiva, generadora de empleos, pero para ello se requiere, precisamente, la corresponsabilidad de todos los que podemos, los que tenemos en nuestras manos hacer las transformaciones que reclama el país.
Yo les felicito por esta reunión e invito a ustedes y a todos los mexicanos a que sigamos trabajando con decisión y con empeño para construir el México que queremos, un México seguro, donde prevalezca la ley, el Estado de Derecho y el respeto a los derechos de cada quien.
Un México seguro, donde sea, precisamente, la seguridad pública garantía de una tranquila convivencia de nuestras familias. Un México más fuerte, el México competitivo que anhelamos; un México ganador en un entorno internacional que compite ferozmente.
Un México con justicia, con equidad social, con igualdad de oportunidades. Un México limpio, comprometido con el medio ambiente y con el patrimonio de las generaciones que vienen.
Un México donde todos, sin excepción, podamos vivir mejor.
Enhorabuena, y muchísimas gracias por su invitación.
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