COLUMNA Ventana/José Cárdenas
El Universal, 19 de febrero de 2010;
Zapes, sapos y sopas
Entre la agonía por la renuncia de Fernando Gómez Mont y el escándalo de los gobernadores adictos a la homofobia, el PAN hace piruetas y malabares.
Este jueves, en sesión maratónica, los panistas deshojaron un ramo de margaritas: las candidaturas para Aguascalientes, con Raúl Gracia, delfín del gobernador Luis Armando Reynoso, como favorito; Hidalgo, con la ingeniera Xóchitl Gálvez, ¡de calle!; Puebla, para Rafael Moreno Valle con todo y PRD, y en Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Veracruz, joya de la corona electoral, fue la discordia. Es el tercer estado con más votantes (5.2 millones), después de Edomex y DF. Compitieron Gerardo Buganza (el del café), Miguel Ángel Yunes (el del pastelazo) y Juan Bueno Torio (el de la sopa). Una comisión de arbitraje mandó hacer encuestas. De acuerdo con Consulta Mitofsky, Buganza sumó 46.4% de los apoyos de quienes se dicen panistas, 24% Yunes, y 17.1% Juan Bueno. Los 52 integrantes del Comité Ejecutivo Nacional decidirían cómo elegir al “efectivo”. Al momento de escribir esta Ventana la pelea entre Buganza y Yunes era de pronóstico reservado. Había fuertes presiones de Los Pinos y Elba Esther para imponer a Yunes, a como dé lugar. De cualquier modo, el PAN está 23 puntos abajo del PRI en las preferencias jarochas. El priísta Javier Duarte, delfín del gobernador Fidel Herrera, va de la mano con los verdes; otro gallo cacareado es Dante Delgado de Convergencia; no pinta.
Caso aparte es Sinaloa. El priísta Mario López Valdez, Malova, quiere ser gobernador pese a las acusaciones que lo vinculan al narco. Sabe que Jesús Vizcarra, alcalde de Culiacán, es el elegido del gobernador. Con razón, Malova teme un desaire del PRI. López Valdez se reunió con César Nava y el verde Arturo Escobar. Reforma publicó la foto reveladora; también aparece Juan Molinar Horcasitas. Nada es casualidad. ¿Qué andaba haciendo el secretario de Comunicaciones? ¿Verificaba el cambio de frecuencia, de un político despechado? La imagen parecería adelantar que los días de Fernando Gómez Mont en el gabinete están contados, más allá del “generoso” apapacho presidencial. ¿Le habrán encargado a Molinar usar la brújula política, cuyo norte apunta a Bucareli?
Gómez Mont, en cambio, sufre rubor y encono. Entre zapes, traga sapos. El domingo 7 de febrero se reunió con el Presidente; el tema: las alianzas con el PRD y la negociación fallida con el PRI. Los trenes chocaron. Gómez Mont ofreció su renuncia a “todo”. Calderón le pidió “aguantar”. El secretario de Gobernación padece una andanada en los medios; lo zarandean como al cristo de Iztapalapa; la penitencia es el sacrificio; sudar la calentura de un Presidente infalible como el Papa.
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