15 feb 2010

La columna Bajo Reserva

Ha inisitido y preguntado varios día si Gómez Mont se va o se queda.
Mucha insistencia, más allá del interés periodístico.
Columna /Bajo Reserva
El Universal, 15 de febrero de 2010;
Cuestión de confianza
La molestia del presidente Felipe Calderón, nos cuenta una fuente muy cercana a Los Pinos, es que Fernando Gómez Mont se fue por la libre. Intercambió favores desde noviembre con diputados de Oaxaca: su apoyo para aumentar el IVA, a cambio de congelar alianzas. Calderón se enteró a mediados de enero de esto, y pidió al secretario de Gobernación acercarse a César Nava para ver qué salvaba. Pero ni Nava ni el resto del Comité Ejecutivo Nacional del PAN pudieron hacer algo: ya se había avanzado con la izquierda, especialmente en Oaxaca, en una coalición. Gómez Mont, nos dicen, con los dedos machucados, sin apoyo, en mal con el PRI, sólo tuvo una salida en ese momento: renunciar al PAN. La pregunta es: ¿Podrá seguir operando con la confianza del presidente Calderón?
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13 de febrero de 2010
Gómez Mont: ¿Saldrá? ¿Se queda?
¿Saldrá? ¿Se queda? Una buena cantidad de apuestas cruzaron entre políticos en las últimas horas sobre el posible recambio del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, luego de su renuncia al PAN. Una complicada decisión para Los Pinos. El argumento a favor de su permanencia es sólido: nunca había sido tan buen puente con los priístas, de cuya buena voluntad dependen las reformas, como ahora que “honró” su palabra. Pero los argumentos en su contra son igual de contundentes: ¿de qué sirve ser tan buen puente con el otro lado del río, si los cimientos de este lado están desmoronándose? Lo cierto es que muchos panistas están pidiendo su cabeza. Frente al dilema, Felipe Calderón optó por la prudencia: la reunión del Consejo Político del PAN que arranca hoy ofrece al Presidente el mejor de los termómetros para evaluar el costo político que le representaría conservar a su secretario. En esa reunión, muchos hablarán pestes del funcionario, pero habrá voces, como la del grupo de Diego Fernández de Cevallos, que defenderán o matizarán las críticas. Para el lunes Calderón ya sabrá a qué atenerse.
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12 de febrero de 2010
¿Resistirá Gómez Mont?
Esto no se acaba hasta que se acaba, como en el beisbol. El miércoles en la mañana, Fernando Gómez Mont era panista y su partido apuntalaba su cargo como líder del gabinete, como secretario de Gobernación. Hoy está sin partido; el PRI es su mejor aliado, mientras en el PAN y en el gobierno se ha desatado una campaña en su contra. “Linchamiento”, dice una fuente. “Consejeros del CEN, secretarios de Estado, los amigos del Presidente: todos se le han volteado”. Curiosamente, unos dicen que no deja Gobernación. Que el Presidente juega a mantenerlo (se lo llevó sin aviso a Ciudad Juárez) como puente hacia el PRI. Pero, ¿aguantará Gómez Mont el golpeteo que, por otra parte, Felipe Calderón mismo no desactiva? ¿Resistirá la Secretaría que conduce la política nacional esa permanente degradación que llega y llegará, a partir de ahora, desde el mismo gobierno y desde el partido que dirige casi personalmente el jefe del Ejecutivo federal? Ayer, nada menos, Juan Molinar Horcasitas (SCT) canceló una reunión con diputados y en minutos circuló la versión de que manejaba su auto hacia Bucareli, a tomar la silla de Gómez Mont. Alguien recordó que antes de hacer turismo, Rodolfo Elizondo era buen grillo, y ya lo candidatearon. Rogelio Carbajal, amigo presidencial, se incorporó hace días como subsecretario a la Función Pública, y eso lo volvió gallo. Se habla de Javier Lozano, de Josefina Vázquez Mota, de… usted nombre. ¿Resistirá Gómez Mont? ¿En serio?
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11 de febrero de 2010
¿Todo por el todo?
Ayer renunció al PAN el operador de la política interna del gobierno de Felipe Calderón, y con ello, se dice, anticipa su renuncia a la Secretaría de Gobernación y, desde luego, se despide de la precandidatura presidencial. ¿Pues qué pasó? El martes 9 en la noche, en la sede nacional del que fue su partido y fundó su familia hace décadas, hizo el último esfuerzo por impedir la alianza del PAN con la izquierda, en torno a Gabino Cué, por la gubernatura de Oaxaca. Gómez Mont, como otros panistas, no quiere a Cué. Pero hay mucho más que eso. El secretario renunció porque, para avanzar con el PRI en varios frentes (el presupuesto, una reforma fiscal), se había comprometido a detener la alianza en Oaxaca. Y casi lo logra. Casi convence a los consejeros. Obvio: no pudo. Entonces la coalición se tradujo en una afrenta de César Nava y su grupo en contra de sus esfuerzos por tender puentes. ¿Es posible que Nava, amigo y protegido de Felipe Calderón haya avanzado en esa alianza sin el apoyo del Presidente? Si Calderón apoyó a Nava, es porque calculó una ruptura en todas sus dimensiones; si, por el contrario, Nava se fue por la libre (difícil de creer), entonces el dirigente panista le habrá salido caro al mandatario. Ahora sí, el Presidente se juega el todo por el todo: ¿Se imagina qué pasará si, a pesar de las alianzas y con costos tan altos, el PAN no se recupera en 2010?
Comió con Francisco Rojas en Polanco; cenó con Alejandro Encinas en Palmas. Josefina Vázquez Mota se movilizó tratando de contener daños. Y no sólo ella: varios de los cercanos al presidente Calderón intentaron cerrar filas, exponer que la decisión de Fernando Gómez Mont es de él. Que se va solo. Que no se rompen pactos. Pero si Josefina se dedicó a tender puentes, otros operadores de Nava y a nombre del Presidente dijeron ayer que Gómez Mont fracasó como operador político del gobierno, y como panista. El perdedor es el Presidente. Esta coyuntura lo deja frente a dos caminos excluyentes: o mantiene viva la esperanza de las reformas en alianza con el PRI vía Gómez Mont, o apuesta a ganar elecciones estatales con coaliciones que dinamitan la posibilidad de las reformas. A Calderón le ganó, otra vez, la militancia panista al rol de jefe de Estado.

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