23 feb 2010

Otro "zapatazo", y detención de militares e Turquía

Un detenido en Sevilla por lanzar un zapato al primer ministro turco
El agresor, que no acertó a dar a Erdogan, es un kurdo con pasaporte sirio, según precisaron fuentes policiales
REYES RINCÓN | Sevilla EP, 23/02/2010;
La visita este lunes de Recep Tayyip Erdogan al Ayuntamiento de Sevilla ha acabado con un detenido por lanzarle un zapato al primer ministro turco. Los hechos se produjeron cuando Tayyip salía del Ayuntamiento y se disponía a entrar en su coche. En ese momento, según fuentes municipales, un hombre lanzó un zapato contra el primer ministro al grito de "Kurdistán libre". El agresor, que no acertó a darle al dirigente turco, es kurdo con pasaporte sirio y que estaba en trámites para ser expulsado de España, según precisaron fuentes policiales. Además, la policía española le había retirado el pasaporte.
Erdogan había acudido al Ayuntamiento para recibir el premio 2009 de la Fundación Sevilla NODO Entre Culturas, impulsada por la capital andaluza. Dos testigos de los hechos explicaron que el incidente se produjo frente a la puerta de la sede municipal, donde el coche oficial esperaba al primer ministro. Los testigos aseguraron que Erdogan estaba entrando en el coche cuando el agresor arrojó el zapato.
Tras el incidente, fueron los escoltas del primer ministro los que se abalanzaron sobre el agresor. Luego, agentes el Cuerpo Nacional de Policía se lo llevaron esposado. Poco antes de la medianoche, el agresor seguía en dependencias policiales. El zapato, según los testigos, permaneció varios minutos en el suelo y, finalmente, fueron los escoltas de Erdogan los que lo recogieron.
El primer ministro tiene previsto entrevistarse este martes con el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, tras lo cual se desplazará a Córdoba en visita privada antes de regresar a Turquía.
La visita de Erdogan a España ha coincidido con la detención de medio centenar de militares en la mayor redada contra una trama golpista en la historia de la Turquía moderna. Los arrestos masivos fueron confirmados por el propio Erdogan, que se amparó en el secreto sumarial para no dar más detalles de la operación policial.
El gesto de arrojar calzado contra otra persona supone una de las mayores ofensas que existen en la cultura árabe. Los zapatazos, como se conoce popularmente a este tipo de acciones, cobraron importancia mediática cuando el periodista iraquí Muntazer al Zaidi arrojó uno de sus zapatos contra George Bush a finales de 2008 para protestar por la invasión de Irak.
Desde entonces, este gesto se ha convertido en símbolo de protesta, como en el caso protagonizado por el agresor kurdo y el primer ministro turco este lunes en Sevilla. El conflicto kurdo se ha cobrado más de 40.000 muertos en Turquía desde que, el 15 de agosto de 1984, la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) se alzara en armas contra el poder central de Ankara para lograr la autonomía de los 12 millones de kurdos que viven en Turquía.
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Redada en Turquía contra el golpismo
La policía detiene a medio centenar de militares por intentar derrocar a Erdogan
J. C. SANZ / AGENCIAS - Madrid / Ankara - 22/02/2010
Decenas de policías de la unidad antiterrorista lanzaron en la madrugada del lunes una de las mayores redadas contra una trama de militares golpistas en la historia de la Turquía moderna. Medio centenar de altos mandos de las Fuerzas Armadas han sido detenidos casi al mismo tiempo en Ankara, Estambul, Esmirna y Bursa. Entre los arrestados figuran tres antiguos miembros de la cúpula militar: el ex jefe de la Armada, almirante Ozden Ornek; el ex jefe de la Fuerza Aérea, general Ibrahim Firtina, y el antiguo número dos del Estado Mayor, general Ergin Saygun.
La fiscalía turca les acusa de haber diseñado en 2003, pocos meses después de la llegada al poder del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista moderado), una sangrienta campaña de desestabilización contra el Gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan: la Operación Balyoz (Mazo). A los detenidos también se les implica en la trama golpista llamada Ergenekon, por la que ya están siendo procesadas más de 200 personas, entre ellas, generales y oficiales, altos cargos públicos e intelectuales de extrema derecha.
En esta última redada contra los militares sospechosos de haber urdido la Operación Mazo fueron además arrestados otros 14 generales en situación de reserva, cuatro almirantes y 27 coroneles y oficiales. Todos ellos fueron trasladados por vía aérea a Estambul para ser interrogados por la fiscalía antiterrorista.
El Ejército turco, que cuenta con una larga tradición de intervenciones en la política en defensa del modelo de Estado fundado por Mustafá Kemal, Atatürk, en 1923, ha expulsado del poder a cuatro Gobiernos durante el último medio siglo. Hace apenas cuatro años, la cúpula del Ejército intentó sin éxito vetar la elección de Abdulá Gül, número dos de Erdogan, como presidente de la República.
La Operación Mazo, detalladamente aireada por la prensa turca tras ser destapada hace un mes por el diario liberal Taraf, es un amplio catálogo de acciones encubiertas concebidas por el Ejército para intentar sembrar el caos en Turquía y crear un estado de opinión entre la población que sirva para propiciar un golpe de Estado. La lista de posibles provocaciones incluye el derribo intencionado de un caza-bombardero turco sobre las disputadas aguas del Egeo, para culpar a continuación a la aviación de combate de Grecia. O la colocación de bombas en dos de las principales mezquitas de Estambul durante el rezo del viernes. Incluso se había previsto a lo largo de las 5.000 páginas redactadas por los conspiradores un atentado perpetrado por comandos militares disfrazados de combatientes yihadistas contra un museo del centro histórico de Estambul durante una visita escolar.
Los altos mandos del Ejército han negado la existencia de la operación y aseguran que los documentos sólo recogen "planes teóricos" de operativos antiterroristas presentados durante un seminario de formación militar. El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Ilker Basbug, ha cancelado hoy su viaje oficial a Egipto tras la ola de arrestos de mandos castrenses en sus propios domicilios.
El ministro del Interior, Besir Atalay, aseguró que todas las detenciones y registros se habían llevado a cabo a requerimiento de jueces y fiscales. La policía se incautó también de documentos y ordenadores en la sede de una fundación de antiguos miembros del Ejército.
Erdogan en Madrid
El primer ministro turco, de visita oficial en Madrid, se ha limitado a confirmar que se habían practicado más de 40 detenciones por orden judicial y que no podía dar más detalles sobre la operación policial ya que se encontraba aún bajo secreto sumarial, informa Miguel González.
La redada se enmarca en el duro pulso que libran desde hace siete años un Gobierno de base islámica y conservadora frente al aparato del Estado laico y unitario, amparado siempre por el Ejército. El Gobierno de Erdogan, respaldado por dos arrolladoras victorias electorales (2002 y 2007), abrió la vía del reformismo y el acercamiento a la Unión Europea para desmantelar el rígido sistema kemalista heredado de la guerra fría, plasmado en la Constitución surgida del golpe militar de 1980.
Erdogan ha reiterado en Madrid que proyecta someter a referéndum una amplia reforma constitucional para recortar los poderes de los militares y modernizar el sistema judicial. El AKP, el partido del primer ministro, estuvo a punto de ser ilegalizado en 2008 por el Tribunal Constitucional tras haber sido acusado de "ser un foco de actividades contra el Estado laico".
Desde entonces, policías y fiscales turcos se han esmerado como nunca hicieron antes en sacar a la luz en la prensa las tramas ocultas del denominado Estado profundo, al que se atribuye la cadena histórica de golpes contra el poder civil en Turquía.
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De agravio árabe a gesto de protesta mundial
El gesto de arrojar calzado supone una de las mayores ofensas en la cultura árabe.- El periodista iraquí Muntazer al Zaidi lo popularizó cuando arrojó uno de sus zapatos a George Bush
EL PAÍS - Madrid - 23/02/2010
Lanzar un zapato a otra persona, gesto conocido popularmente como zapatazo, se ha convertido en un acto de protesta en todo el mundo, sobre todo desde que el periodista iraquí Muntazer al Zaidi arrojase uno de los suyos en diciembre de 2008 contra el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, como protesta por la invasión de las tropas estadounidenses en su país. "Éste es un beso de despedida del pueblo iraquí, perro", espetó entonces al Zaidi al mandatario estadounidense.
En aquella ocasión, Muntazer al Zaidi admitió haberlo hecho con premeditación, ya que arrojar un zapato a cualquier persona es una de las mayores ofensas en la cultura árabe. De hecho, en Irak la tradición popular dice que no hay mejor forma de acabar con los escorpiones que sacudirles con la suela de la zapatilla.
El periodista iraquí, a pesar de sufrir castigos durante el tiempo que pasó detenido y enfrentarse a una pena de tres años de prisión, de los que luego cumplió solo nueve meses, se convirtió en un héroe nacional en su país. La gesta traspasó fronteras y apenas unos días después del zapatazo Irán convocó un concurso de lanzamiento de calzado contra caricaturas de Bush, mientras que un fabricante turco que reclama la paternidad de modelo del famoso zapato recibía cuantiosos encargos de todo el mundo. No había pasado una semana y en internet ya proliferaban los videojuegos que invitaban a hacer puntería con el rostro de Bush, el vídeo de la agresión recibió millones de visitas enYouTube y 7.000 personas se declararon fans de Al Zaidi en Facebook.
Desde entonces, los zapatazos han protagonizado otras situaciones de protesta. Un par de meses después de aquel primer zapatazo mediático, el primer ministro chino Wen Jiabao fue el objetivo de otro lanzamiento de calzado mientras pronunciaba un discurso en la universidad británica de Cambridge. El lanzador, un miembro del público, erró en el tiro y el zapato quedó lejos de Wen Jiabao, pero su osadía tuvo repercusión mediática y culminó una serie de acciones de protesta convocadas esos días en Reino Unido para condenar la política de derechos humanos de China y, especialmente, la situación del Tíbet.
En diciembre de ese mismo año, justo doce meses después del zapatazo a Bush, al Zaidi probó su propia medicina, ya que durante un acto ante la prensa en París, un partidario de la política estadounidense en Irak le arrojó un zapato.
El último de esta lista de célebres zapatazos ha llegado este lunes, cuando un hombre ha arrojado un zapato al grito de "Kurdistán libre" contra el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, durante la visita de este al ayuntamiento de Sevilla.

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