Tras los atentados en Moscú, Putin exige la "eliminación" de los terroristas
Tras los sangrientos atentados de hoy en estaciones del metro de Moscú en los que murieron al menos 37 personas, el jefe del gobierno ruso, Vladimir Putin, exigió la "eliminación" de los terroristas .
"Estoy seguro de que los servicios de seguridad harán todo lo posible para encontrar y castigar a los atacantes ", señaló Putin durante una visita a Krasnoyarsk, en Siberia, y exigió a las autoridades del Ministerio de Transportes mejorar su aplicación de las medidas antiterroristas en el tráfico urbano.
Los ataques ocurrieron cuando dos mujeres suicidas se inmolaron en dos estaciones del metro. La primera fue en Liubianka poco antes de las 8;30 minutos después se produjo una segunda explosión en Park Kultury. Ambas estaciones están ubicadas en el centro de la capital rusa. Liubianka, se encuentra muy cerca de la oficina central del Servicio Federal de Seguridad (FSB). En esta estación, las fuerzas de seguridad lograron desactivar un cinturón cargado con explosivos que no llegó a detonar.
En tanto, en la estación de Park Kultury, el ataque dejó al menos 12 personas muertas, según fuentes policiales. Según las informaciones disponibles hasta ahora, ambas explosiones se produjeron en el segundo vagón de los dos trenes en el momento en que se encontraban detenidos en los andenes.
Se trata de los primeros atentados contra el metro de Moscú desde 2004, cuando un suicida islamista proveniente del Cáucaso causó más de 40 muertos.
Los expertos piensan que puede ser un acto de venganza por parte de islamistas del Cáucaso Norte por la reciente muerte de decenas de extremistas en la región a manos de las fuerzas de seguridad rusas.
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Dos terroristas suicidas causan decenas de muertos en el metro de Moscú
Dos terroristas suicidas causan decenas de muertos en el metro de Moscú
PILAR BONET
Moscú El País, 29/03/2010;
El terrorismo ha vuelto a golpear la ciudad de Moscú tras un largo intervalo y lo ha hecho en uno de sus sistemas más vulnerables, el metro , y en horas de máxima afluencia, con dos atentados cuidadosa y estratégicamente planeados para multiplicar el efecto desestabilizador y distorsionar al máximo el tráfico en el principal medio de transporte de esta metrópoli, que es utilizado cada día por nueve millones de personas .
Los atentados, que según datos provisionales han costado la vida a 38 personas y causado heridas a otras 70 -muchas de ellas de gravedad-, han ocurrido con un intervalo de algo más de media hora en dos estaciones clave, que se encuentran unidas entre sí por una misma línea (la línea roja) y son a la vez puntos de transbordo con otras líneas. Ha sido precisamente en la línea roja donde han sucedido las explosiones, primero en la estación Lubyanka, a las 7.56 horas de la mañana (dos horas antes en España), y luego, en Park Kulturi, a las 8.40 horas.
Aunque de momento ningún grupo se ha adjudicado la autoría del ataque, el Kremlin apunta como responsables a los islamistas de Cáucaso del Norte, una región plagada de insurgentes y cuyos líderes ya han amenazado con ataques a ciudades e infraestructuras en Rusia.
En los dos casos, las explosiones han tenido lugar en el interior de trenes cuando estos se encontraban en la estación, por lo que entre las víctimas hay tanto pasajeros a bordo de los vagones como los que se encontraban en los andenes. A los atentados han seguido confusión y momentos de pánico, según testigos, así como falsas alarmas sobre otros atentados que no se han confirmado.
Mujeres suicidas
El fiscal de Moscú Yuri Semen ha manifestado que las explosiones respondían a un mismo modelo y supuestamente han sido provocadas por terroristas suicidas que llevaban los explosivos pegados al cuerpo. Esta hipótesis ha sido avalada después por el Servicio Federal de Seguridad que ha añadido que los supuestos terroristas eran mujeres, y así se lo ha comunicado al presidente ruso, Dmitri Medvédev . De entrada se había barajado la posibilidad de que los explosivos se hubieran activado a distancia con un teléfono móvil.
El jefe del Servicio Federal de Seguridad (SFS), Alexandr Bórtnikov, ha afirmado que las mujeres suicidas procedían de Cáucaso del Norte. "Según los datos preliminares, los atentados fueron cometidos por grupos terroristas que tienen relación con el Cáucaso del Norte. Ésta es la versión principal", ha dicho Bórtnikov al informar a Medvédev, según las agencias rusas. Bórtnikov ha asegurado que "en el lugar de las explosiones se encontraron fragmentos de los cuerpos de dos mujeres suicidas (...), que se cree que proceden de Cáucaso del Norte". Las fuerzas de seguridad rusas buscan ahora a otras dos mujeres que acompañaron a las terroristas suicidas hasta la entrada del metro moscovita y que fueron filmadas por las cámaras de seguridad del metro. Asimismo, están tras la pista de un hombre de unos 30 años, con barba y vestido con una cazadora azul, gorra de béisbol oscura y zapatillas deportivas blancas, que también podría estar relacionado con el atentado.
La estación de Lubyanka se encuentra junto a la sede central del Servicio Federal de Seguridad (SFS), la antigua KGB de la Unión Soviética, por lo que el primer atentado puede considerarse un desafío simbólico contra la institución encargada de dirigir y coordinar la lucha contraterrorista.
Investigación por terrorismo
La última oleada de terrorismo en Moscú se remonta a 2004, año en que sucedió también la toma de rehenes en la escuela de Beslán, en Osetia del Norte, que se saldó con más de 300 muertos. En febrero de ese año se registró un atentado entre dos estaciones de metro en el que murieron 41 personas y 250 resultaron heridas. En agosto, junto a la estación de Rizhskaia, una explosión produjo la muerte de 10 personas. Antes había habido actos terroristas en el metro de Moscú en 1996 (cuatro muertos), 1998 (tres heridos), 2001 (veinte heridos).
El alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, se personó inmediatamente sobre el terreno. El fiscal general del Estado, Yuri Chaika, ha asumido la responsabilidad por la investigación y se ha incoada una causa criminal por terrorismo.
Las pistas de los atentados llevan a los insurgentes islamistas radicales del norte del Cáucaso . Recientemente, en una operación del Servicio Federal de Seguridad en Ingushetia resultó muerto Said Buriatski, nombre de guerra con el que se conocía al ideólogo del terrorismo suicida, que en realidad se llamaba Alexandr Tijomírov, y procedía de Ulan Udé, la capital de Buriatia, en Siberia. De padre buriato y madre rusa, Buriatski, que de pequeño fue educado en el budismo, se encargaba de preparar a terroristas suicidas. A él se le atribuye entre otras cosas el atentado contra el tren Nevski, en la ruta de San Petersburgo a Moscú, que sucedió el 27 noviembre 2009, y a resultas del cual perecieron 28 personas. Ahora, lo ocurrido en Moscú hace pensar que alguno de sus discípulos podría continuar la labor del maestro.
Nueva York y Washington activan un plan de seguridad tras el ataque de Moscú
El atentado en el metro de Moscú ha provocado que las autoridades de Nueva York activen un plan de seguridad en su sistema de transporte subterráneo. La policía ha duplicado el despliegue de efectivos que patrullan el servicio como precaución, según informan medios estadounidenses.
Asimismo, en la capital, Washington, la policía ha realizado patrullajes aleatorios con perros adiestrados en localización de explosivos en varias estaciones del metro de la ciudad, como parte del incremento de seguridad después del ataque de Moscú.
Aunque todo parece apuntar a que los atentados en la capital rusa están relacionados con el conflicto en el Cáucaso Norte, las autoridades han desplegado las medidas de seguridad que activan después de que se registra algún ataque en cualquier parte del mundo.
REUTERS
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