30 ene 2011

Los funerales de don Samuel

El grotesco desfileRodrigo Vera e Isaín Mandujano
Revista Proceso # 1787, 30 de enero de 2011:
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis.- Políticos, empresarios y funcionarios de Chiapas ocuparon la primera fila durante las exequias de Samuel Ruiz García, el sacerdote que optó por los pobres a lo largo de sus 51 años de servicio en la entidad.
Los tres días que duraron las honras fúnebres del obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas –a quien los indígenas chiapanecos llamaban reverencialmente Tatic– fueron aprovechados para el lucimiento de personajes a los que Ruiz García criticó y que incluso fueron sus detractores.
Las primeras condolencias fueron las del gobernador de Chiapas Juan Sabines Guerrero y las de su antecesor, Pablo Salazar Mendiguchía.

Pero el equipo de Juan Sabines desplegó un operativo de seguridad que incluyó la participación de numerosos policías y la colocación de vallas metálicas alrededor de la catedral de San Cristóbal para impedir el paso de la multitud que empezaba a llenar la plaza principal. El despliegue de seguridad causó malestar entre los fieles y ante las protestas de la Organización del Pueblo Creyente, las vallas fueron retiradas.
Además el equipo de prensa de Sabines filtró a los medios locales que el gobierno chiapaneco pagó los gastos de los 12 días de permanencia de Ruiz García en el Hospital Ángeles del Pedregal, en la Ciudad de México, y que dispuso de un avión oficial para trasladar el cuerpo del prelado a San Cristóbal.
Sexenio demoledor

Después del gobernador chiapaneco desfiló frente al altar una fila de miembros de su gabinete. Uno de ellos fue Noé Castañón León, secretario general de Gobierno y quien fue cabeza del Poder Judicial local de enero de 1998 a diciembre de 2000, en el sexenio de Roberto Albores Guillén.
En noviembre de 1998, durante el gobierno de Albores, se editó el libro La guerra de los espejos, de Isabel Arvide, en el que se acusaba a Samuel Ruiz de ser la eminencia gris del levantamiento armado del EZLN.
En ese mismo periodo se orquestó el desmantelamiento de los municipios autónomos zapatistas, se persiguió a los estudiantes universitarios que apoyaban la causa zapatista y se encarceló a cientos de indígenas.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas –fundado por Samuel Ruiz–, en su empeño de sacar de prisión a los indígenas se enfrentó constantemente con Castañón León.
El Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de Acción Comunitaria refirió en un estudio que ese periodo –cuando Ernesto Zedillo era Presidente– fue el de más agresiones a las diócesis de San Cristóbal: asesinatos, persecución y encarcelamiento de diáconos y catequistas; expulsión de sacerdotes extranjeros y cierre de templos son algunos de los hostigamientos que documentó.
Pero el pasado martes 25 Castañón León rendía honores a Samuel Ruiz:
“Don Samuel representó una protección, una guía, una enseñanza, pero es una huella muy poderosa, indeleble en nuestra tierra. Es un jerarca de la Iglesia católica, pero más que eso es un hombre que supo entregar su vida a una de las causas más nobles que puede encauzar una persona, como es atender a los que tenían carencias, especialmente a la comunidad indígena de Chiapas”, dijo a la prensa.
Ante el féretro del obispo emérito también estuvo Luis H. Álvarez, exintegrante de la Comisión de Concordia y Pacificación y quien siempre acusó a Samuel Ruiz de no ser neutral y favorecer al EZLN desde su posición como miembro de la Comisión Nacional de Intermediación. En repetidas ocasiones Álvarez pidió que el obispo se retirara de esa instancia de negociación.
El panista se hizo presente desde la primera misa de homenaje al prelado, el lunes 24 en el Centro Universitario Cultural de la Ciudad de México. Ahí también estuvieron la coordinadora de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, Josefina Vázquez Mota, y el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
En Chiapas, donde fue presentado por el obispo Felipe Arizmendi como representante de Felipe Calderón, Álvarez se expresó en otro tono: “Samuel Ruiz García es un hombre ejemplar que a su paso por la tierra nos ha enseñado cuál debe de ser la actitud de cada uno de nosotros, fue un verdadero ejemplo que nos lleva a comprender cuán obligados estamos a asumir una actitud de servicio hacia el prójimo”.
Para Felipe Toussaint, exsacerdote que durante varios años fue colaborador cercano del obispo Ruiz, Álvarez “fue un hombre que se dedicó a golpear todo un proceso que don Samuel favoreció y ahora viene aquí a rendirle honores y pleitesía. Es algo que me parece muy contradictorio”.
En las exequias hubo otros políticos locales, como Mario Carlos Culebro Velasco, presidente del Poder Legislativo durante el gobierno de Albores Guillén y quien aprobó muchas de las leyes que agraviaron a las comunidades indígenas que defendía el prelado.
Enoch Araujo Sánchez y Jorge Lanz, dos empresarios católicos conservadores que disintieron de la pastoral indígena de Ruiz, estaban ahí junto al templete donde fue puesto el féretro del obispo el miércoles 26.
La escena más evidente de como un político sólo llegó a tomarse la foto fue la de Martín Esponda, excolaborador de Sabines, quien entró por una puerta trasera, se paró junto al ataúd para que su equipo de prensa capturara la imagen y se retiró de inmediato.
Nada de esto pasó inadvertido para los admiradores del obispo emérito. El párroco del santuario de Tila, Heriberto Cruz Vera, aseveró: “Ahora que he estado viendo a políticos queriendo hacer guardia, digo: ‘Es que Tatic así era’, su corazón así era, abierto a todos, no excluía a nadie y siempre decía que hay que dejar el mensaje a todos.
Comunicados

Incluso el EZLN acabó con un silencio de dos años. En un comunicado firmado por Marcos y Moisés se dice: “El grotesco desfile de personajes de la vida política local y nacional frente al féretro de don Samuel no es para honrarlo, sino para comprobar, con alivio, que ha muerto”.
Otras organizaciones hicieron manifiesto lo que consideraron un agravio a la memoria del prelado:
“Qué lejos estábamos de pensar que los lugares que concediste al pueblo, a tus diáconos, representantes y luchadores sociales iban a sustituirse por la jerarquía gubernamental y eclesiástica. Nos queda claro el desplazamiento de las estructuras que creaste, el ocultamiento de tus verdaderas posiciones que siempre fueron de una claridad meridiana. La forma en que se han conducido estas ceremonias, el uso de tu imagen, son innegablemente una contradicción a tu obra y a tu palabra, un pisotear tu verdadero camino y tus sueños de una iglesia india, de los pobres, excluidos y organizados”, afirman en un comunicado.
El documento fue firmado por el Colectivo Feminista Mercedes Olivera, Kinal Antsetik, Colectivo de Empleadas Domésticas de los Altos de Chiapas, el Grupo de Mujeres Colem, el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, el Colectivo Frecuencia libre 99.1 y el Colectivo La Puerta Negra.
“Nos robaron el espacio de la ceremonia, impidieron que expresáramos nuestra voz colectiva, suplantaron nuestro lugar, pero de lo que no podrán despojarnos es del compromiso de seguir caminando contigo hasta alcanzar nuestra liberación como pueblos”, concluyen

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