Fin de la Comisión Permanente a las 14:17 horas del día martes 28 de agosto de 2012
-EL C. PRESIDENTE SENADOR GONZALEZ MORFIN:
En otro punto de nuestra agenda de hoy informo a la Asamblea que los Grupos Parlamentarios acordaron exponer sus posturas sobre los trabajos de la Comisión Permanente durante el actual Receso, y harán uso de la tribuna en el siguiente orden: el Diputado Jaime Cárdenas Gracia, del Grupo Parlamentario del PT; el Senador Julián Güitrón Fuentevilla, del Grupo Parlamentario Movimiento Ciudadano; el Senador Tomás Torres Mercado, del Grupo Parlamentario del Partido Verde; la Diputada Mary Telma Guajardo, del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática; el Diputado Carlos Alberto Pérez Cuevas, del Grupo Parlamentario del PAN; y el Diputado Francisco Rojas del Grupo Parlamentario del PRI.
En consecuencia, tiene el uso de la tribuna, hasta por diez minutos el Diputado Jaime Cárdenas Gracia, del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo.
- EL C. DIPUTADO JAIME CARDENAS GRACIA: Gracias, compañeras y compañeros legisladores:
Vivimos en una sociedad en crisis en donde las instituciones electorales no garantizan aún que las elecciones sean libres y auténticas. Vivimos en una regresión de la incipiente democracia mexicana hacia formas de un nuevo autoritarismo nacional.
En un Estado fallido que no garantiza la igualdad entre los
mexicanos, en un Estado en el que las instituciones más relevantes están
subordinadas a los poderes mediáticos, económicos y trasnacionales.
En un Estado que no provee a los ciudadanos el bienestar
social, la democracia y la seguridad.
En un Estado en donde los derechos sociales, económicos y
culturales no son directamente exigibles a las autoridades.
En un Estado sin democracia participativa real.
En un Estado donde hay un divorcio que se ahonda día con día
entre clase política y ciudadanos.
No
tenemos, desde mi punto de vista nada que celebrar ni festejar al fin de esta
LXI Legislatura.
Sin embargo, sí tenemos que reflexionar sobre la precaria
situación en la que nos encontramos como país.
El proyecto político de los gobiernos neoliberales del PRI
y del PAN es equivocado, injusto, además de ilegítimo; ilimitadamente dicho
proyecto destina miles de millones de pesos a financiar a los poderosos, vía el
rescate de sus empresas, el fomento de las mismas, la condonación de sus deudas
y créditos fiscales, y mediante reformas legales o reglamentarias puestas a su
servicio.
También el proyecto neoliberal sirve para financiar la
seguridad pública y a la seguridad nacional, y regatea continuamente los
recursos indispensables para dar opciones de empleo e instrucción y esperanza
de futuro a más de 7 millones de jóvenes en el país.
El presupuesto destinado a financiera a los poderosos o a
las estrategias fallidas para combatir el crimen organizado es dinero erogado
en causas perdidas que lacera, menoscaba y sepulta los derechos sociales de
millones de mexicanos.
El Poder Legislativo de México debiera servir para legislar
a favor de la nación y del interés general, y no en provecho de los intereses
de los poderes fácticos, debiera servir para fiscalizar y controlar al Poder
Público, y debiera servir para pensar, coordinar y realizar la transformación
de la sociedad mexicana.
El máximo deber del Poder Legislativo no es legislar o
controlar al gobierno, su máximo deber es transformar el statu quo, remover y
cambiar las reglas y las instituciones que favorecen a unos cuantos en detrimento
de las mayorías.
Cuando el Poder Legislativo no propone un cambio nacional
profundo o se queda corto en el diagnóstico y en las propuestas y no toma
partido por la equidad, la justicia, la soberanía y la libertad no está
cumpliendo con sus fines.
Muchas veces esto ocurre en las legislaturas del Congreso
de la Unión. El Poder Legislativo es para darle dignidad a millones de
mexicanos, es para la acción social, es para el compromiso con los marginados y
desposeídos de este país. No es para quedar bien con los concesionarios de los
medios de comunicación electrónica o con el Gobierno de los Estados Unidos.
Hoy en día el Poder Legislativo tiene grandes tareas
pendientes, las instituciones del Estado se encuentran, como ya lo he
mencionado, secuestradas por los poderes fácticos, el aparato del Estado está
al servicio de ellos y no del interés general. La democracia nacional, la
supuesta democracia nacional es una burla.
¿Qué democracia puede haber cuando las instituciones no
garantizan que las elecciones sean libres y equitativas? ¿Qué democracia puede
haber cuando ésta no integra a los más pobres, cuando no ve por los excluidos y
marginados y gobierna para 400 grandes empresas que no pagan impuestos en
proporción a sus ganancias y beneficios? ¿Qué democracia es esa en donde el
poder auténtico es el poder económico que exige e impone sus decisiones e
intereses a las instituciones? ¿Qué democracia hay cuando el supuesto sistema
democrático está regido por el sistema no democrático del duopolio televisivo
de los sindicatos, las iglesias, las organizaciones empresariales, el Fondo
Monetario Internacional, el Banco Mundial o las oligarquías de los partidos?
El Poder Legislativo no sólo debe condenar el secuestro de
las instituciones por los poderes fácticos, el poder legislativo no sólo debe
proponer instituciones que representen el interés general y a los más pobres,
el Poder Legislativo está obligado a promover la insurgencia cívica y la
resistencia civil pacífica en contra de la opresión de la oligarquía y de los
poderosos que detentan el poder político mediático e ideológico, porque éste es
el más sagrado de sus derechos y el más indispensable de sus deberes, tal como
lo señalaba el artículo 35 de la Constitución Francesa de 1793.
El Poder Legislativo no puede ser pasivo ante los fraudes
electorales, ante la parcialidad de las instituciones electorales, ante la
injusticia de las sentencias de la Suprema Corte que sistemáticamente fallan a
favor de los intereses de los poderes fácticos ante las leyes aprobadas por el
propio Congreso que consienten el status quo injusto anti-democrático, anti-igualitario
y antiliberal. El Poder Legislativo no puede estar ausente ni ciego ante la
manipulación de los instituciones a favor de unos cuantos intereses.
Mi grupo parlamentario y el Movimiento Social, del que
formo parte, demanda un Poder Legislativo radical que vaya a la raíz de los
problemas y que proponga soluciones de fondo, que condene y luche por cambiar
el modelo neoliberal, que condene la liberalización en la economía que
empobrece y excluye a millones de personas, que luche por los derechos laborales
y alimentarios de los mexicanos, que defienda a la soberanía y el patrimonio
nacional, para que los recursos de los mexicanos, el petróleo, la energía
eléctrica, las minas, sean de los mexicanos. Queremos un nuevo Poder
Legislativo.
Sostenemos que si el Poder Legislativos sigue actuando como
hasta ahora, dándole la espalda a la sociedad, se quedará como otras
instituciones sociales sin respaldo ciudadano. Nosotros no queremos que esto
ocurra, porque podríamos propiciar un estado autoritario o un estado anárquico.
Nosotros deseamos un estado fuerte que esté fundado en la soberanía nacional,
en los derechos fundamentales y en los principios democráticos.
Nuestra salida como país exige una gran transformación y
comprende al menos diez temáticas:
1. La limitación y sujeción a controles democráticos y
jurídicos de los poderes fácticos.
2. La exigibilidad de derechos sociales para conseguir la
igualdad social.
3. La democracia participativa para que los ciudadanos sean
realmente los tenedores de la soberanía popular.
4. la democratización de todas las instituciones del país
para sustraerlas de élites sin rumbo y sin visión de Estado.
5. la Constitución normativa para que los derechos humanos
y los principios democráticos sean una realidad.
6. La defensa de la Constitución para contar con amplias y
diversas vías institucionales que garanticen a los ciudadanos su vigencia
plena.
7. Mecanismos anticorrupción no simuladores para poner fin
a la impunidad y a la corrupción de los poderosos.
8. La recuperación a favor de la Nación de nuestros
recursos naturales.
9. La soberanía nacional no subordinada al interés
extranjero; y
10. La sustitución del modelo neoliberal para construir un
estado del bienestar sustentable y responsable con los derechos humanos de
millones de mexicanos.
La LXI Legislatura del Congreso de la Unión concluye
debiéndole este cambio al país, la gran transformación de México para tener un
país democrático igualitario y solidario está pendiente.
Si la LXII Legislatura hace lo mismo que los legisladores
de la LXI Legislatura los mexicanos no tendrán esperanza, futuro y viabilidad
como Nación.
Compañeras legisladoras y legisladores, ¡Basta ya de tanta
decadencia y podredumbre en México! Hagamos, entre todos, el país que nos
merecemos.
Muchas gracias, compañeras y compañeros.
(Aplausos)
-EL C. PRESIDENTE SENADOR GONZÁLEZ MORFÍN: Gracias,
diputado Cárdenas Gracia.
Tiene
ahora el uso de la tribuna el senador Julián Güitrón Fuentevilla, del Grupo
Parlamentario Movimiento Ciudadano.
-EL C. SENADOR JULIÁN GÜITRÓN FUENTEVILLA: Con su venia,
señor presidente.
Distinguidos miembros de la Comisión Permanente:
Es para mí un privilegio dirigirme a ustedes en nombre de
Movimiento Ciudadano para decirles que una de las más grandes satisfacciones
que he tenido en mi vida es estar en este recinto. Breve ha sido mi estancia,
pero tan llena de satisfacciones que les puedo decir, para quien les habla, que
ha sido histórico ser senador de la República.
Tuve el privilegio de presentar trece iniciativas enfocadas
fundamentalmente a la protección de las familias mexicanas, a los graves
problemas que padecemos y, la última, para apoyar a la Universidad Nacional
Autónoma de México y la educación pública gratuita, proponiendo una reforma
para que el 8% del Producto Interno Bruto se dedique a la educación pública
gratuita.
Lo más importante que tenemos es la familia, sus miembros.
Lo que hacemos repercute para bien o para mal en la familia. Durante cinco
meses les agradezco su paciencia, el haberme escuchado en algunos casos, haber
secundado estas iniciativas que esperemos tengan frutos positivos, que ahora la
Cámara de Diputados o la nueva Legislatura las consideren para poder retomar su
destino, que es siempre proteger a la familia.
Para Movimiento Ciudadano, que se caracteriza porque es
representante de la social democracia razonada, no intuitiva, ni de golpes
mediáticos, sino buscando las soluciones para los grupos más vulnerables, para
reflexionar y para no dejar de considerar nunca, porque sería negar…la esencia
de mi profesión que sin leyes estaríamos en una anarquía y en un caos, tenemos
normas jurídicas que hay que perfeccionar, que hay me mejorar, leyes electorales, que como dice Machado: “al
hacer camino andamos y hay que volverlas a mejorar”. Cuando en el pasado se
decía “voto por voto” era como una fantasía,
hoy fue una de las iniciativas que presenté, por qué destinar antes si
estamos en un estado de derecho mientras no se declare jurídicamente quién es
el Presidente de este país.
Pero es evidente que una vez que las normas jurídicas que
rigen la vid de 115 millones de mexicanos tenemos que acatarlas, de otra manera
será imposible que haya una convivencia, que la familia esté protegida, que los
60 millones de mexicanos que están en la más vil pobreza, sigan en ella.
Les reitero mi agradecimiento el haber estado con quienes
tienen aquí prácticamente seis años y que estoy seguro han hecho un gran papel
o los diputados de la Comisión Permanente, porque de alguna manera es, en lo
personal un gran privilegio siento que soy parte de la historia porque he sido
investido de la facultad de poder iniciar leyes.
Eso es extraordinario, porque no está sujeto a ninguna
presión ni a un interés, sino a lo que cada uno de nosotros queremos por
México.
Muchas gracias. (Aplausos)
-EL C. PRESIDENTE SENADOR GONZALEZ MORFIN: Muchas gracias
señor Senador Güitrón Fuentevilla, y tiene ahora el uso de la tribuna el
Senador Tomás Torres Mercado, del Grupo Parlamentario del Partido Verde
Ecologista de México.
-EL C. SENADOR TOMAS TORRES MERCADO: Previo estimado
Presidente, González Morfín, previo a
esta participación última que no final de esta legislatura, de hacer un
recuento y hacer un ejercicio de un balance que seguramente la sociedad mexicana
está realizando ya, desde diversos foros, en el análisis político, en el
académico, el de la vida cotidiana de los mexicanos, de las mexicanas, respecto
a la utilidad de su congreso, de sus representantes populares, de los
representantes de las entidades
federativas, diputados y senadores, me parece que justo es decir que desde este
espacio político desde esta tribuna, hacer un reconocimiento público, merecido,
digo a quienes han coordinado y a quienes han conducido los trabajos de los
grupos parlamentarios, en la dialéctica que es propia de un Congreso como el
nuestro y de todos los congresos.
En el caso del Senado, por ejemplo, a Manlio Fabio
Beltrones, a José González Morfín, el primero del Partido Revolucionario
Institucional, al segundo que ahora preside, del Partido Acción Nacional, a
Carlos Navarrete, del PRD, a Ricardo Monreal del Partido del Trabajo, a Dante
Delgado de Movimiento Ciudadano y por supuesto al maestro Arturo Escobar y
Vega, Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de
México.
Veo justo también un reconocimiento porque el día de hoy
sin informarse no se puede vivir en
sociedad y menos se puede vivir en el debate, en la lucha, en la práctica
política, a los medios de comunicación, prensa escrita, la radio, la
televisión, a los medios electrónicos, al Canal del Congreso.
Igual a las áreas administrativas y de servicios
parlamentarios con trabajo eficaz, con
trabajo cuidado, con trabajo con resultados.
Concluye para los diputados de esta Legislatura la LXI para
el Senado de la República, también la LX en un México que es otro, en un México
que ha vivido sólo una fase de su vida política en donde coincidente concluirá
también el ejercicio del poder público
desde la Presidencia de la República en la alternancia, México es otro, porque
los partidos políticos son otros, pero también es otro, porque tenemos una
sociedad, una base social que ya demandó y reclamó en los foros de los
diputados y de los senadores, en los foros nacionales y en el extranjero, y un
Congreso que ya escuchó, aunque no todo, y ya recogió aunque no todo, las
demandas y los planteamientos de una base social y habrán de juzgarlo porque
habremos de vivirlo, una fase social que
será necesario sea escuchada para darle legitimidad a los debates del Congreso,
no solamente por su contenido técnico, lo he dicho y lo reitero, esa dinámica
social, y es dinámica porque tiene energía propia, porque tiene impulso, tiene
que sentir que está representada de verdad en su congreso, y he dicho para el
Senado de la República, y lo haré
extensivo para la Cámara de Diputados, que ha sido una instancia política que
ha contribuido a la fortaleza de las instituciones nacionales, a pesar de los debates en el
marco de los procesos electorales, y que
ha dado gobernabilidad con aportaciones superiores de algunos liderazgos.
Desde el Partido Verde Ecologista de México y con el
reconocimiento de que por su naturaleza un congreso no arroga en legisladores
en lo individual los bienes públicos que da, sino que reconoce su pluralidad en
un contexto complejo, de violencia, de dolor, de luto, de irresponsabilidad
política al decantar siempre, al no cumplir con el deber fundamental de la autoridad de dar
tranquilidad y paz a sus gobernados decir siempre que atraiga el asunto la
autoridad federal, porque la federal diga el 90 y tantos por ciento de los
antisociales son de la autoridad local.
A eso está llamado el pacto federal que soporta México, se
aprovechó o se ha desaprovechado el liderazgo desde el Ejecutivo federal en una
política interna que con firmeza convoque, coordine y haga sentir que el asunto
de gobierno para el gobernado no es federal, estatal o municipal, es del
gobierno.
El
Congreso vio, dio productos. Reformó la Constitución. Estableció para la
materia que es, no la mejor en la convivencia social, la materia penal cuando
se prestigia, es que están desvirtuadas las otras reglas de convivencia. Porque
no está funcionando lo demás.
Se dieron reformas
constitucionales. Se dieron reformas legales. Todo el entramado legal, que en
esta materia se pidió al Congreso se dio, diputados y senadores.
Hay una parte operativa que el Congreso no debe hacer. Pero
creo sin en cambio, creemos en el Partido Verde, que le ha faltado al Congreso
ser capaz de darse reglas y normas para medir la utilidad de las leyes que da;
en este entramado confuso, a veces.
Estamos en la actitud de reconocer, sí. Se dio una reforma
política. En primera persona también lo he dicho.
O un liderazgo de un
partido político. Y no es malo, aún sin su autorización, mencionarlo,
interpretando la realidad y el entorno político, decir: “vamos a darnos una
ley, para hacer una ley que nos permita en lo político avanzar”. El senador
Beltrones Rivera.
Y esto, finalmente, abrió en el marco de una reforma
constitucional, la participación ciudadana, sin partidos políticos; sin la
necesidad de la membresía de los partidos políticos. Hay quienes todavía dicen:
no, la sociedad no está preparada las candidaturas ciudadanas. Parece que sí estamos sólo preparados, para
que los ciudadanos nos legitimen a nosotros, que podemos formar parte del poder.
Consulta popular. Modalidades en la rendición del Informe.
La toma de protesta del Ejecutivo Federal. Órganos reguladores.
Y en otros temas fundamentales. El esfuerzo que aquí que
haga va ser cuantitativo. Pero sí debo destacar, que al igual, se ha dado una
reforma constitucional, en donde recoge y eleva a rango supremo la protección
de los derechos humanos. De suyo trascendente.
Y no aludo a los mecanismos de control, para hacer respetar
el contenido de estas reformas constitucionales.
Puede sonar cuantitativo, decía porque, enlistar y citar
cada uno de los tópicos, será materia de un informe y no de esta participación.
Lo que veo justo señalar, y a nombre del grupo
parlamentario del que formo parte, es que, en esa lógica del cuestionamiento,
que lo admitimos y que lo vamos a alimentar, en la de la polémica y el debate,
el Partido Verde, ha impulsado más del 50% de los temas que tienen que ver con
medio ambiente y con ecología. Y no sólo
en eso, ha llevado propuestas serias en materia de justicia, de seguridad
pública.
Con el apremio de la nostálgica campana, que ahora suena,
pero que también es símbolo que alimenta la alegría de lo que empieza, diremos,
que nuestro México no puede seguir esperando, para darle cumplimiento a los
anhelos de bienestar de su gente. De
que tenemos clara la agenda, que este país requiere, para recuperar la paz y la
tranquilidad; para incorporarlos a la agenda del crecimiento; pero sobre todo
basada en una participación ciudadana.
Finalmente,
finalmente, para coadyuvar a un México en paz; para coadyuvar a construir un
México próspero.
Gracias, por su
atención. (Aplausos)
-EL C. PRESIDENTE SENADOR GONZÁLEZ MORFÍN: Muchas gracias,
senador Torres Mercado.
Tiene, ahora, el uso de la tribuna, la diputada Mary Telma
Guajardo Villarreal, del grupo parlamentario del Partido de la Revolución
Democrática.
-LA C. DIPUTADA MARY TELMA GUAJARDO VILLARREAL: Gracias,
presidente.
Señoras y señores legisladores: La LXI Legislatura, ha
llegado a su fin, y con ello, se cierra un capítulo más de la historia moderna
del Congreso mexicano.
El Poder Legislativo es una institución fundamental en la
democratización de nuestro México. La independencia que ha adquirido, fruto de
su pluralismo, le ha permitido ejercer a plenitud sus atribuciones de legislar
y representar al pueblo, así como recuperar su función de control sobre el
Ejecutivo.
Una institución que rinde cuentas, es una institución
democrática. Las cámaras del Congreso y la Comisión Permanente, poco a poco han
ido comprometiéndose con el ejercicio de rendición de cuentas, frente a una
sociedad más activa y crítica que exige el mejor desempeño de sus legisladoras
y sus legisladores.
Con el impulso democrático que ha vivido el país, la
Comisión Permanente se ha convertido, en la caja de resonancia de los problemas
más importantes de la coyuntura y el espacio de encuentro de legisladoras y
legisladores para debatir esos problemas, buscar acuerdos y proponer
soluciones.
La LXI Legislatura, inició sus trabajos en medio de una
crisis económica, de grandes proporciones, traducida en deterioro social y
freno a las expectativas de bienestar, a la que se sumó la crisis de
inseguridad, convertida ya en un flagelo para la sociedad mexicana.
Por ello, la LXI
Legislatura, tenía la obligación de coadyuvar en el ámbito de sus atribuciones,
a la superación de la crisis económica, dar instrumentos al Gobierno, para
combatir la inseguridad y tomar las medidas necesarias para atemperar el
deterioro social.
Estoy convencida, de que actuamos responsablemente. Pero la
responsabilidad principal, recayó en el Ejecutivo, dada sus atribuciones
constitucionales y legales.
No obstante, la promesa de Felipe Calderón, de convertirse
en el gobierno del empleo. Hoy se traduce en un déficit de 1.6 millones de
empleos. En la multiplicación de las fuentes de trabajo precarias y en
crecimiento de la informalidad. La falta de economía, durante su mandato, y las
políticas equivocadas han provocado el derrumbe de los niveles de vida, la
existencia de 52 millones de pobres y un desastre en el campo.
Y que decir de la inseguridad. La guerra de Calderón,
dejará como saldo, 95 mil asesinatos en los últimos cinco años, según cifras
del INEGI, sin que hayan disminuido el narcotráfico y la delincuencia
organizada.
La estrategia seguida, hasta hoy, en el combate al narcotráfico,
ha sido un fracaso.
Por lo que toca al Congreso, la LXI Legislatura mantuvo su
independencia respecto al Ejecutivo, lo que confirma, que el diseño constitucional de división de poderes,
tiende a fortalecerse como una tendencia irreversible.
Ello, se expresó en que la agenda del Congreso, no la
definió el Ejecutivo, sino que estuvo sujeta a negociaciones y consensos; pero
sobre todo, atender la problemática de la Nación.
El pluralismo en el Congreso y la configuración de un
gobierno dividido, en el que ningún grupo parlamentario tuvo la mayoría
absoluta, no implicó parálisis legislativa, ni fue obstáculo para que este
poder del Estado realizará sus funciones de legislar, a favor de las mexicanas
y mexicanos, y contribuir al desarrollo de nuestro país…
La aprobación de la Ley de Ingresos y los Presupuestos de
Egresos para los años 2010, 2011 y 2012, confirman que se ejerció
responsablemente sus facultades y lo mismo ocurrió con las reformas de ley
aprobadas.
La mayoría de los dictámenes referidos a leyes o decretos
fueron aprobados por consenso, ello implicó que el grueso de la agenda
legislativa fue respaldado por todos los grupos parlamentarios, sin desconocer
que hubo discrepancia en varios temas, como ocurrió, por mencionar, la Ley de
Asociación Público Privadas o con la reforma constitucional e materia de
libertad religiosa.
De 32 iniciativas que el Ejecutivo envió a la Cámara de
Diputados se aprobaron 27, es decir, el 84 por ciento.
Esta Legislatura aprobó reformas sustantivas
que tendrán un gran impacto en la vida política del país y de los ciudadanos.
Citemos dos casos emblemáticos: las reformas en materia de Derechos Humanos
para elevarlos a rango constitucional y ampliar su reconocimiento y protección
en el país, y la reforma política, los logros más importantes de estas reformas
consisten de una en hacer tangible para la sociedad una nueva generación de
derechos que otorgan al ciudadano garantías constitucionales que estaban
reconocidas en tratados internacionales y lo colocan en el centro de la acción
protectora de la justicia.
La otra, en ofrecer
nuevas formas de democracia participativa, como la iniciativa ciudadana, las
candidaturas independientes y la consulta popular.
En ese mismo sentido
en el de los acuerdos relevantes, ambas Cámaras fueron capaces de darse un
nuevo marco jurídico para regular que sus procedimientos parlamentarios al
aprobar dos reglamentos, el Reglamento en la Cámara de Diputados y el
Reglamento en la Cámara de Senadores, que sustituyen el Reglamento interior del
Congreso de 1934, todo ello contribuirá para que los temas que quedaron
pendientes sean el inicio de la próxima Legislatura.
En el ámbito específico de la última Comisión Permanente
desarrollamos nuestros trabajos en medio del proceso electoral más importante
del país, en el que se renovaron los Poderes Ejecutivo y Legislativo federales,
y se celebraron elecciones locales en 15 entidades.
Este órgano del
Estado no fue ajeno al clima político nacional y varios de los asuntos tratados
no pudieron escapar a la confrontación postelectoral.
Al Grupo
Parlamentario del PRD lo animó siempre el propósito de traer a tribuna los
problemas políticos sociales y económicos más sentidos por la población. Este
fue el interés de presentar temas relativos al Movimiento Estudiantil Yo Soy
132, y su lucha por democratizar los medios de comunicación; la transmisión del
segundo debate de los candidatos presidenciales en cadena nacional; la
preocupación sobre el poder corruptor del narcotráfico y su penetración en la
actividad política; la evaluación de la estrategia gubernamental contra el
lavado de dinero; la publicación de la ley de víctimas actualmente vetada por
el Ejecutivo, la condena a las amenazas de muerte contra el Padre Alejandro
Solalinde; las agresiones contra periodistas y defensores de derechos humanos;
el llamado rescate de las concesiones otorgadas a MBS; y los homicidios
industriales de los mineros de la Florida y de Barroterán, Municipio de
Musquis, Coahuila, que han ensombrecido al país y que han puesto al desnudo la
negligencia de las autoridades del trabajo, responsables en gran medida de
estas lamentables tragedias.
Mención aparte
merecen los debates que esta Comisión Permanente protagonizó sobre la coyuntura
postelectoral. Quizá de todas las denuncias presentadas en tribuna, el caso
Monex sea el más escandaloso y sobre el que las autoridades electorales están
obligadas a resolver antes de que concluya la calificación de la elección.
Las denuncias sobre
la triangulación ilegal del dinero a las campañas, a través de compañías
dedicadas a negocios financieros; la compra encubierta de propaganda televisiva
a favor de un candidato; la compra del voto evidenciado con entrega de las
tarjetas Soriana; y el rebase de topes de campaña, deben de resolverse ya. De
probarse los ilícitos, castigarse severamente si se quedan sin resolver antes
de que concluya la calificación de la elección. El veredicto del Tribunal
Electoral quedará empañado.
Señoras y señores
legisladores, hoy concluye una etapa y está por comenzar otra. Los grupos
parlamentarios del PRD en la Cámara de Senadores y en la cámara de Diputados
ratificamos el convencimiento de haber hecho el mejor esfuerzo por darle un
nuevo impulso a la democratización del país y buscar siempre favorecer con sus
decisiones a los sectores más desfavorecidos de la población.
En su nombre,
agradezco al presidente de la Mesa Directiva, senador José González Morfín, y a
sus integrantes por la conducción eficaz, no siempre fácil de la Comisión
Permanente, y por la tolerancia con la que condujeron los trabajos.
A los coordinadores
y vice coordinadores de los grupos parlamentarios por la disposición al diálogo
y a la búsqueda de consenso en los pronunciamientos que formuló este órgano del
Estado y los acuerdos que se tomaron.
También agradezco a
los presidentes de las comisiones por la receptividad que hubo para debatir las
propuestas que formulamos y que les fueron turnados.
Finalmente es
importante agradecer a las mexicanas y a los mexicanos el apoyo que nos
otorgaron, el apoyo que nos brindaron, y los exhortamos a que sigan
participando más firmemente en la toma de decisiones para contribuir al
desarrollo de nuestro país. Pero que el buen corazón de las mexicanas y los
mexicanos, la templanza, su paciencia,
no sean obstáculos para exigir a sus gobiernos y a los legisladores que
rindan informes y que den cuenta de su desempeño, pero siempre esperando
contribuir a un México justo, a un México libre de violencia, donde existe
empleo y donde los jóvenes siempre tengan una esperanza, siempre tengan un
futuro pensando en que puedan acceder a la educación y a un empleo digno, para
que juntos y juntas podamos lograr un México para todas y para todos.
Muchísimas gracias.
(Aplausos)
-EL C. PRESIDENTE GONZÁLEZ MORFÍN: Muchas gracias diputada
Mary Telma Guajardo. Toca ahora el turno de hacer uso de la tribuna al diputado
Carlos Alberto Pérez Cuevas, del Grupo Parlamentario del Partido Acción
Nacional.
-EL C. DIPUTADO CARLOS ALBERTO PÉREZ CUEVAS: Muchas
gracias, presidente. Con su venia, señores legisladores.
Con esta sesión de la Comisión Permanente del Congreso de
la Unión se clausuran los trabajos de la LXI Legislatura. Los diputados
federales y senadores integrantes de los grupos parlamentarios del PAN,
presentamos al pueblo de México nuestras reflexiones respecto al significado y
trascendencia de la Legislatura que hoy concluye.
Quiero empezar con una mención sobre la situación de
nuestro Congreso. Es innegable que en los últimos años el Poder Legislativo en
México ha logrado por fin asumirse como un factor de equilibrio en nuestro
sistema político.
Las Cámaras consiguieron finalmente sacudirse la ignominia
del sometimiento al que la sujetó el presidencialismo meta constitucional
durante casi todo el Siglo XX.
Los legisladores somos actores políticos de especial
relevancia en la vida democrática del Siglo XXI. En los últimos años, en ambas
Cámaras del Congreso de la Unión, se ha dialogado como nunca, se ha negociado
todo, se han construido acuerdos de enorme complejidad y se han tomado
decisiones trascendentales para la vida de todos los mexicanos.
Sin embargo, el
nuevo protagonismo del Congreso no está exento de contradicciones. El
fortalecimiento que ha tenido el Poder Legislativo no corresponde a la imagen
que tenemos los legisladores.
El diálogo que hemos
sostenido ha derivado no pocas veces en desacuerdos o enfrentamientos que nos
han alejado de la genuina finalidad de buscar el entendimiento en las razones
compartidas por todos.
Las negociaciones no
sólo se alargan de manera indefinida en diversos casos, sino que dan una falsa
apariencia de la sociedad respecto a que las Cámaras no conocen el sentido de
la urgencia.
Los acuerdos han
sido producto en ocasiones de procesos que van reduciendo la calidad de las
leyes votadas y que al final no dejan satisfechos a ninguno de los grupos
parlamentarios. Basta un repaso por los dictámenes aprobados en estos años para
constatar que muchas de las decisiones que tomamos pudieron ser de mayor
calidad y trascendencia.
En estos años hemos
reformado la Constitución y las leyes para establecer una nueva relación
Ejecutivo-Congreso, desde la lógica del enfrentamiento y la lejanía, la
realidad del gobierno dividido que inició desde 1997 no suponía la división
entre los poderes, sino claro mandato de un nuevo equilibrio entre ellos,
decidido por el voto de los ciudadanos para repartir mejor el poder.
Sin embargo las
mayorías opositoras y algunos actores actores políticos han optado por
confrontar al tú por tú al Presidente de la República, su gabinete y a sus
políticas, posponiendo la redefinición de la relación Ejecutivo-Congreso
conforme a pautas democráticas y republicanas.
Al respecto queda como un primerísimo tema de agenda para
las próximas legislaturas la reforma política que solucione, entre muchos otros
asuntos, la carencia de genuinos mecanismos de contacto, colaboración,
entendimiento, diálogo, y rendición de cuentas entre el Poder Ejecutivo y
el Congreso de la Unión.
Ante la realidad de que ningún partido cuenta con la
mayoría calificada para reformar la Constitución, es preciso subrayar de nuevo
que no será suficiente la voluntad o la iniciativa de algún partido para que la
reforma política y las reformas trascendentales y el resto de cambios
fundamentales que requiere el país se concreten de manera automática.
Nuestra experiencia en la LXI Legislatura muestra que el
Congreso puede cumplir de mejor manera con sus responsabilidades en la medida
en que no se impongan en forma unilateral criterios condicionantes o plazos que
cierren la puerta al diálogo o intenten forzar acuerdos ajenos al consenso
básico entre los grupos parlamentarios.
Será importante también que la coyuntura electoral no
convierta a las cámaras en espacio para la revancha o el desacuerdo, que
“desaviene” el cumplimiento de nuestra
responsabilidad fundamental.
Al inicio de esta LXI Legislatura, en septiembre de 2009,
los grupos parlamentarios de Acción Nacional hicimos un diagnóstico de las
urgentes necesidades del país en aquellos momentos. Así también los grandes
retos que a nuestro juicio tendría que enfrentar el Poder Legislativo Mexicano.
En aquella ocasión advertimos sobre la inestabilidad financiera
internacional que afectaba al país, con una severa coyuntura económica, por lo
cual resultaba impostergable concretar de una vez un conjunto de reformas
estructurales que nos permitieran no sólo sortear con éxito esta situación
emergente, sino establecer las bases de una economía en constante crecimiento,
productiva al interior, competitiva en el exterior y, sobre todo, creadora de
empleos y capaz de remunerar mejor a los trabajadores mexicanos.
En congruencia con la trayectoria histórica del Partido
Acción Nacional en el Congreso Mexicano, propusimos a todos los grupos
parlamentarios fijarnos como meta la construcción de acuerdos trascendentes y
formar juntos la mayoría necesaria para aprobar las iniciativas planteadas en
nuestras respectivas agendas, proponer que el Congreso fuera una mayoría
constructiva en la que ninguna voz fuera excluida de antemano.
Los diputados federales y senadores de Acción Nacional
propusimos una agenda legislativa a la vista de todos, nuestra agenda fue
siempre una propuesta partidaria, y como tal, no se persiguió jamás imponerla a
toda costa, por el contrario, fue concebida como el conjunto de aportaciones y
compromisos desde nuestra perspectiva para
contribuir en el proceso de consolidar la vida democrática y las instituciones
públicas de México.
Nuestra agenda legislativa se constituyó como un programa
de avance y modernización en consonancia con los proyectos, programas,
políticas y acciones de gobierno, impulsadas por el titular del Ejecutivo Federal, el presidente
de la República, Felipe Calderón Hinojosa.
Cumplimos en todos lo que fue posible a la circunstancia de
ser la bancada del partido en el gobierno, pusimos toda nuestra energía y
capacidad en el intento de construir una mejor relación entre el Ejecutivo y el
Congreso, de concretar las reformas estructurales que México sigue requiriendo
y de legislar oportunamente en materias críticas como la seguridad, la
economía, la política social y el medio ambiente.
Quiero reiterar que los legisladores de Acción Nacional
entendemos que en un régimen democrático la relación entre los poderes debe ser
de equilibrio y no de de subordinación entre uno y otro.
Fueron muchos los años de historia de México en los que la
mayoría que dominó el Congreso de la Unión en el siglo XX, no sólo se sometió a
las reglas no escritas de un presidencialismo ni acotado, ni limitado, sino que
contribuyó servilmente a subrayar el predominio participando en los rituales
que marcaron el carácter autoritario del presidencialismo del siglo pasado.
Particularmente en la relación de equilibrio y cooperación
entre los diversos poderes, la Cámara de Diputados durante la LXI Legislatura
expresó en diversas ocasiones que entendía esta relación del Poder Ejecutivo
con el Congreso de la Unión, desde la perspectiva de equilibrio y división de
poderes.
Por lo anterior, el balance de esta legislatura es de
claros -obscuros, grandes leyes y reformas constitucionales que sin duda
logramos por acuerdos y diálogos, pero también la alta carga y responsabilidad
de no haber logrado los acuerdos y los consensos necesarios para las grandes
reformas trascendentes que el país hoy demanda.
De los aspectos positivos que en justicia debemos destacar
y que fueron impulsados por los diputados federales y senadores del PAN, sólo mencionaré algunos cuantos.
La aprobación de la Ley Federal Anticorrupción en
Contrataciones Públicas, la Ley General de Protección Civil, las Reformas
Constitucionales respecto de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la gran
Reforma Constitucional en materia de Derechos Humanos; la Ley de Migración, la
Ley sobre Refugiados y Protección Complementaria, y así un sin fin de leyes que
pudimos aprobar y de reformas constitucionales que pudimos crear.
Las iniciativas que propusimos y que formaron parte de la
minuta de reforma de política, sin duda
fueron sustanciales para esta minuta que al día de hoy todavía queda como una
reforma mediana y que requerirá en el futuro una gran reforma constitucional
para tener una reforma política integral.
Tomamos también decisiones políticas fundamentales en esta
legislatura, como pagarles a los exbraceros el dinero del que los despojó en
algún otro momento otros gobiernos, las ratificaciones y los nombramientos
hechos para designar a los integrantes de la Suprema Corte de Justicia, y sin
duda los paquetes económicos que hoy han marcado como la mayor cantidad de recursos a entidades federativas y
municipios.
En fin, no podemos decir que las decisiones que tomamos
fueron pocas o que fueron intrascendentes, eso no, eso no lo podremos decir
jamás, pero ello no justifica adoptar una postura autocomplaciente, o dar la
apariencia de que los logros de la presente legislatura son lo mejor que podía
lograrse.
Desde nuestra perspectiva si bien no es desdeñable lo
logrado, e inclusive es plausible y reconocible, es mucho menos de lo que se
pudo y debió hacer para actualizar el orden jurídico del país, como debemos
hacerlo.
En contraste con los avances anotados advertimos también
que durante esta LXI Legislatura se registraron situaciones que frenaron el
desarrollo del país y erosionaron el proceso democrático y que sin duda dejaron
una marca y una huella en esta legislatura.
Durante un año la Cámara de Diputados incumplió su
obligación constitucional de designar tres consejeros, al final lo logró con
grandes personajes y eso le dio estabilidad al sistema electoral.
Negativamente también nos marcó en la legislatura la
presencia de un diputado que fue introducido, encajuelado a tomar protesta en
el pleno, hecho que también se subsanó porque quedó marcado en ese tiempo por
la orden judicial y la banca de Acción Nacional votó en unanimidad en su
momento al propio desafuero.
Con todo respeto, queremos señalar que así como la LVII
Legislatura pasó a la historia parlamentaria y de nuestro país como aquella
donde el partido – Estado perdió el control del Poder Legislativo, desde
nuestra opinión esta LXI Legislatura pasará a la historia como aquella que hizo
grandes cosas, que logró grandes reformas, pero que se quedó corta en su
trabajo legislativo, ya que faltaron las reformas estructurales, como la
laboral, la política integral, la energética y la hacendaria.
Más allá de lo que haya ocurrido en la presente
legislatura, compañeras y compañeros diputados y senadores, México debe tener
una reforma laboral, eso es inevitable en un mundo donde la tecnología y la
dinámica comercial cambia los modos de producción, México debe modernizar tarde
o temprano su régimen fiscal porque necesitará recaudar con justicia en un
modelo donde todos paguen antes de que se agote la hoy riqueza petrolera,
porque se va a fortalecer federalismo, se redistribuirán gastos, pesos, y los
tres órdenes de gobierno, tiene la
obligación de aportar.
México deberá contar, a pesar de las oposiciones, con esta
reforma laboral que dio oportunidades a los trabajadores. México deberá tener
en el futuro una reforma energética porque tiene que incursionarse en la
explotación de nuevas fuentes renovables de energía, que el Estado no puede
aprovechar solo y que hoy están vedadas a la asociación del sector público.
México debe contar con una reforma política integral, se han quedado pendientes
el tintero y esta tendrá aun que valorarse para modernizar nuestras
instituciones.
México también deberá concretar la reforma del Estado, no
hay tiempo que perder, y sin duda son los reclamos que requeriremos. Esas
reformas se quedaron pendientes, se tienen que concretar en el futuro,
-concluyo, presidente-, con la participación de todos ustedes y de nosotros.
El futuro democrático de México seguirá consolidándose.
Nosotros en el PAN creemos en la ...eternidad, en el trabajo permanente y no en
la acción de un solo momento, fue así como Acción Nacional cumplió con un
capítulo más de su larga trayectoria parlamentaria, la participación de
miembros del Partido de Acción Nacional en el Congreso de la Unión, representa
tal vez la dimensión más importante del trabajo político del PAN a favor de
México hasta la actualidad.
Ha sido el Poder Legislativo el ámbito donde los miembros
del PAN hemos participado de la manera
más duradera en la función pública, donde con mayor vehemencia y claridad hemos
expuesto doctrina, ideas, propuestas, donde hemos elaborado iniciativas que
plantean soluciones específicas a los problemas de México.
Señoras y señores legisladores y legisladoras, en la Cámara
de Diputados los parlamentarios del PAN cumplimos nuevamente con la misión de
debatir democráticamente y de confrontar los puntos de vista con ideas,
visiones, de diversos puntos de vista de adversarios políticos .....
Los Diputados Federales de Acción Nacional cumplimos.
Los Senadores de Acción Nacional también cumplieron,
nuevamente con la misión de asegurar que el Congreso Mexicano siga siendo un
poder al servicio del pueblo.
Es un honor y un gran privilegio haber servido a México
desde esta trinchera legislativa, no me queda más que decirles, gracias a
todos, a los legisladores y a las legisladoras, y a los ciudadanos que
permitieron que tuviéramos este honor y este privilegio del servir desde la más
alta tribuna de la nación.
Muchas gracias.
- EL C. PRESIDENTE SENADOR GONZALEZ MORFIN: Gracias,
Diputado Pérez Cuevas; y toca el turno de
hacer uso de la tribuna al Diputado Francisco Rojas Gutiérrez del Grupo
Parlamentario del Partido Revolucionario
Institucional.
- EL C. DIPUTADO FRANCISCO ROJAS GUTIERREZ: Muchas gracias,
señor Presidente. Compañeras y compañeros de la LXI Legislatura: Con plena
satisfacción podemos afirmar que ésta, la LXI Legislatura al Congreso de la
Unión ha cumplido con responsabilidad y satisfecho sus compromisos con la
nación.
Concluye hoy un ciclo más en la vida republicana del país,
en el que dejamos testimonio de lo que debe significar para la república la
permanencia y enaltecimiento de los poderes públicos.
Hemos sido una oposición responsable que no ha entorpecido
las tareas de gobierno, a pesar de la diatriba y los ataques mediáticos.
Durante la LXI Legislatura aprobamos 93, de las 122
iniciativas del Ejecutivo.
Dictaminamos 11; están en proceso 16; y 2 fueron
consideradas improcedentes.
Al país no le conviene un Poder Legislativo débil, que no
sea un contrapeso institucional en el equilibrio de poderes, esencia de la
democracia.
Por eso, a la conclusión de nuestro esfuerzo dejamos un
legado de trabajo y acuerdos parlamentarios plenos para que la nación siga
siendo.
El Poder Legislativo es la más clara muestra de la
representación nacional, venimos de todo el país para exponer, disentir y
agregar nuestras ideas para enfrentar el pensamiento de los demás, y en esa
búsqueda lograr los acuerdos que traducidos en normas, honren los grandes
principios de la república y perfilen nuestro rumbo.
El Congreso es la mejor garantía de que no habrá un solo
mexicano que no encuentre un espacio o a un legislador que escuche sus
preocupaciones y que atienda sus demandas.
No hay un solo tema en la vida del país que no encuentre
aquí la posibilidad de su discusión en la importancia de su realización.
No hay una sola acción de la sociedad que no haya merecido
un debate, una propuesta, un punto de acuerdo, una iniciativa de ley, una
discusión plural o una posibilidad real para que culminen con la satisfacción
de una respuesta.
Por eso tiene tanta importancia el acuerdo no escrito que
suscribimos todos para prestigiar el trabajo del Congreso, para mostrar
nuestras diferencias con la mayor vehemencia sin que se prejuicie la
posibilidad al final de un acuerdo honorable o de una pausa para que el debate de
las cuestiones que nos separan espere un tiempo mejor que permita avanzar en lo que ya hemos
coincidido.
Si hay alguna sabiduría en el Congreso Mexicano, ésta se
muestra cotidianamente en la voluntad de los legisladores de todos los
partidos, que han sabido a través del tiempo enfrentar la crítica para ubicar
en su dimensión real lo que los intereses afectados exponen o magnifican en su
legítimo ánimo de convencer a los demás de sus propias razones.
El Poder Legislativo debe seguir por esa senda para que la
sociedad paulatinamente reconozca que en el Congreso está su representación
auténtica, y que ésta en sus acuerdos finales sólo responderá a los mejores
intereses del país.
La experiencia de los últimos años ha evidenciado que en el
Congreso se pueden lograr acuerdos y se puede legislar independientemente de
qué partido tenga la mayoría en cada cámara.
Si hay alguna aportación a la política contemporánea del
país, es justamente la evidencia de que las fuerzas políticas, por opuestas que
sean, encuentran las vías para producir la legislación que satisfaga las
necesidades esenciales de la vida pública.
Así como no tiene justificación el mayoriteo, tampoco,
tampoco resulta una fatalidad para el Congreso el que no existan mayorías
absolutas. La legislación que surge del
acuerdo es la que garantiza su positividad y vigencia, es la que realmente va a
satisfacer a los mexicanos en función de los temas de la discusión.
Si en asuntos como la Seguridad Nacional, la Reforma
Laboral, la Legislación para la Banca de Desarrollo o la Reforma Hacendaria no
ha habido la oportunidad aún de encontrar los consensos y el acuerdo final para
arribar a un andamiaje nuevo, es porque hay asuntos en cada tema que han
ameritado segundas y terceras discusiones, opciones y alternativas.
Y además, porque debemos de escuchar a todos los
interesados y tratar de consolidar puntos de vista muchas veces opuestos.
En un congreso, donde desde 1997, los ciudadanos han votado
por una pluralidad, aprobado iniciativas ejerciendo la mayoría sin el consenso
debido, sólo hubiera representado un avance aparente que hubiera pasado de la
solución numérica a un problema social dañino para la marcha del país.
No se trata aquí de satisfacer caprichos, y menos de colmar
agendas mediáticas. Se trata de enfrentar los temas desde las distintas
visiones, todas ellas de buena fe, y encontrar el justo equilibrio que
garantice que las medidas que finalmente se acuerden, serán observadas, porque
hay la consciencia de que sirven para todos y que no son el resultado de una
medida coyuntural o peor aún, una consecuencia de la presión que sólo va a
estar esperando la oportunidad para su reiteración.
Algunos países, principalmente europeos viven ahora en
carne propia las limitaciones o excesos de medidas coyunturales que adoptaron
para salir de la crisis, que al final, ni resolvieron el problema ni aminoraron
la crisis que esperaban paliar.
Los mexicanos hemos sabido actuar con sensatez, porque
frente a la crisis hemos convenido desde el Congreso mantener los principios
esenciales incólumes que provienen de las conquistas, el estilo de vida, y las
preocupaciones de los mexicanos en el contexto de nuestra historia patria.
El listado de lo que hemos hecho es trascendente. Ha habido
en esta legislatura una producción constitucional y legal amplia en su número y
destacada en su calidad.
Hemos sido conscientes de que la labor legislativa no se
debe evaluar por la cantidad.
Aún así, aprobamos 501 dictámenes; 42 leyes nuevas; 23
reformas constitucionales; 408 reformas a leyes existentes; y 28 decretos; más
que en cualquier otra legislatura.
Pero, más allá, más allá del recuento pormenorizado de lo
que hemos hecho, que sin duda tiene que hacerse de manera puntual, está la
visión, el compromiso y el sentido del rumbo, del proyecto de vida
institucional que hemos logrado darle a nuestro trabajo.
En efecto, hay varias normas, acuerdos y leyes que
responden a la coyuntura y que a veces son el medio para conseguir fines
últimos; pero nunca hemos perdido el sentido de lo que el país necesita de
fondo para ir adelante. Por eso nuestro énfasis en los temas de salud, por eso
tantas discusiones para garantizar de verdad mejores oportunidades en materia
de salud pública. Por eso nuestro énfasis en educación, en la educación media
superior obligatoria, en la necesidad de garantizar un presupuesto histórico a
la educación pública, de ahí nuestro interés en profundizar en las vías que
ataquen las causas de la pobreza, de la marginación, de la desigualdad que son el germen de la
inseguridad, de la zozobra, de la vida injusta dominada por la violencia.
Hemos satisfecho las demandas para mejorar presupuestos y
leyes en materia de seguridad, como lo ha pedido el Ejecutivo, pero no nos
hemos quedado ahí.porque de verdad nos interesan las causas reales del
fenómeno, y de ahí hemos partido para reformar las leyes y producir otras
nuevas reconociendo que queda un largo tramo por avanzar.
Nos ha interesado concluir el ciclo exitoso de la
democracia que principia con la garantía del sufragio y concluye con el proceso
de rendición de cuentas. Nuestro trabajo no solamente ha sido para denunciar de
manera permanente los actos de corrupción, sino también para perfeccionar el
sistema de la rendición de cuentas con la institucionalidad y el apoyo
constitucional que requiere la complejidad de la vida política y administrativa
de este país.
Y en el otro extremo hemos ampliado los cauces de la
participación ciudadana con reformas destacadas en materia política que dan
certeza a los procesos de renovación electoral y amplían los márgenes para que
la ciudadanía, a través de las consultas públicas y las candidaturas
independientes, pueda exigir a los partidos un trabajo eficaz que perfecciones
sus propuestas y clarifique sus compromisos ante la ciudadanía nacional.
Insistimos también en los temas de las finanzas públicas de
la banca y de los energéticos porque es nuestra convicción, que en la base de
nuestro desarrollo sano está siempre la posibilidad de una economía por y para
los mexicanos, una economía interrelacionada, moderna, pero profundamente
mexicana.
En los momentos más agudos de la crisis financiera
logramos, a través de la aprobación oportuna de los paquetes económicos, los
consensos necesarios para que el país no sufriera más tropiezos, y eso fue un
éxito del que debemos vanagloriarnos todos.
Quienes hemos tenido el privilegio de convivir en esta
Legislatura pensamos en nuestra modesta aportación a la vida futura de México,
reflexionamos sobre los grandes retos que este país tiene que enfrentar para
seguir siendo viable, para poder resolver sus contradicciones. Estamos ciertos
que ha llegado el momento de ver más allá de nuestras diferencias para pensar
en que las generaciones nuevas tienen pleno derecho a vivir mejor.
El mundo está en la terrible encrucijada de la pobreza, la
desigualdad, la migración, la violencia y el deterioro del medio ambiente. Si
no hay una conciencia de lo que estos grandes retos representan para el mundo
vamos agotar nuestro ejercicio en disputas aldeanas, en regateos menores, en
omisiones injustificables que sólo van a servir para postergar la consolidación
de nuestro país en la democracia, en la libertad y en la justicia social para
todos, que es la única garantía de la igualdad y el bienestar.
Ahí está el reto, miremos al futuro, acompañemos este
cambio gubernamental con nuestro esfuerzo desde la trinchera en que nos
encontremos, en el espacio que más nos une, en el honor y en la satisfacción
plena que compartimos todos, el ser mexicanos, representantes en nuestro tiempo
de esta Nación generosa construida con el esfuerzo de muchas generaciones y que
hoy, en nuestras manos, espera la aportación de la unidad y de la grandeza
común.
Le solicito, señor presidente, atentamente que la
manifestación puntual de los avances de esta Legislatura queden incluidos en el
Diario de los Debates. Muchas gracias por haber compartido con ustedes este
alto honor. (Aplausos)
-EL C. PRESIDENTE SENADOR GONZÁLEZ MORFÍN: Muchas gracias,
diputado Francisco Rojas. Así se hará como lo ha solicitado.
Compañeras y compañeros diputados y senadores, sólo quiero,
si me permiten tomar un par de minutos para agradecerles a todos y a cada uno
de ustedes por su participación, su compromiso y su trabajo serio y profesional
a favor de México durante el Segundo Período de Receso del Tercer Año de la LXI
Legislatura.
Sin duda, la coyuntura político electoral de los últimos
meses trajo consigo muchos desafíos para la construcción de acuerdos, pero
puedo decir sin temor a exagerar que a pesar de los complejos momentos que se
vivieron en la arena política esta Comisión Permanente ha sido un espacio
institucional de diálogo, de responsabilidad y de consensos. Qué bueno que haya
sido así porque estoy convencido, como ustedes, de que México requiere que
todas las fuerzas políticas trabajemos hombro con hombro para encontrar
soluciones a los grandes desafíos que vive nuestra sociedad.
Hoy cerramos un ciclo de trabajo a favor de México, un
ciclo en el que el Poder Legislativo se afianzó como una institución clave para
la democracia y la vida pública. Hoy podemos afirmar que México tiene un Poder
Legislativo más fuerte, que asume plenamente su papel en la transformación de
nuestro país.
El común denominador del trabajo de todas y de todos
ustedes ha sido la voluntad democrática. Con voluntad democrática todos dimos
muestra de que a través del diálogo respetuoso sí es posible arribar a
consensos. Hago votos porque esa misma voluntad democrática siga siendo parte
del trabajo del Poder Legislativo en los años por venir.
Muchas gracias a mis compañeros integrantes de la Mesa
Directiva; muchas gracias a todos mis compañeros legisladores, diputados y
senadores de esta LXI Legislatura.
Gracias a los funcionarios del Senado por su apoyo siempre
profesional, responsable y de gran calidad, al doctor Garita, al licenciado
Noble y a todos los que de ellos dependen, creo que el Senado de la República
cuenta con un equipo profesional verdaderamente de primera.
Muchas gracias. Gracias a todos.
Compañeras y compañeros legisladores, ha sido un honor para
mí ejercer la Presidencia de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, y
ha sido un privilegio trabajar con todas y con todos ustedes, les deseo el
mayor de los éxitos en las tareas que decidan emprender, sé que desde
diferentes trincheras todos ustedes seguirán sirviendo a México y a los
mexicanos.
¡Enhorabuena a todos! (Aplausos)
-EL C. SECRETARIO DIPUTADO DÍAZ ESCÁRRAGA: Se les solicita
a las señoras y señores legisladores ponerse de pie.
(Todos de pie)
-EL C. PRESIDENTE SENADOR GONZÁLEZ MORFÍN: Gracias. Hoy 28
de agosto de 2012, la Comisión Permanente del Honorable Congreso de la Unión da
por finalizados sus trabajos correspondientes al Segundo Receso del Tercer Año
de Ejercicio de la LXI Legislatura.
Por la solemnidad y formalidad de esta Sesión ruego a todos
permanecer de pie para que entonemos nuestro Himno Nacional.
(Se entona el Himno
Nacional)
Gracias, compañeras y compañeros Legisladores.
El acta de esta Sesión está a su disposición para su consulta
en el monitor de su escaño. Debido a que no se han recibido observaciones sobre
su contenido voy a pedir a la secretaría consulte a la Asamblea, en votación
económica, si se aprueba el acta de esta última Sesión de la Comisión
Permanente.
-EL C. SECRETARIO DIPUTADO DÍAZ ESCÁRRAGA: Consulto a la
Asamblea, en votación económica, si se aprueba el acta de la Sesión de este
día.
-Quienes estén porque se apruebe, favor de levantar la
mano.
(La Asamblea
asiente.)
-Quienes estén porque se rechace, favor de levantar la
mano.
(La Asamblea no
asiente.)
Aprobada el acta, señor presidente.
-EL C. PRESIDENTE SENADOR GONZÁLEZ MORFÍN: Muchas gracias.
Si hubiere algún motivo para que sesione nuevamente esta Comisión Permanente en
el actual receso la Presidencia a mi cargo estará atenta, y en su caso les
convocará oportunamente.
Muchas gracias. Se levanta la Sesión.
(SE LEVANTO LA SESION A LAS 14:17 HORAS)
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