Iban a adiestrar a elementos navales como parte de la Iniciativa Mérida; los policías arraigados estaban investigando un secuestro
Aurora Vega/ reportera Enviada
Excélsior, EL CAPULÍN, Méx., 3 de septiembre.— Los funcionarios de la embajada de Estados Unidos que fueron atacados el pasado 24 de agosto en el tramo conocido como Tres Marías eran de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), y habían llegado a México para adiestrar a elementos de infantería de la Armada de México en tiro de precisión a través del programa de capacitación de la Iniciativa Mérida, según personal de la Marina.
Funcionarios de la Armada de México precisaron que los elementos estadunidenses se trasladaban a ese campo de tiro y adiestramiento táctico y físico, con el objetivo de enseñar a los oficiales diversas técnicas en esa materia.
Durante
la semana pasada se dijo que se trataba
de personal de la CIA.
En tanto, funcionarios de la Procuraduría General de la
República (PGR) precisaron que en breve los dos estadunidenses que fueron
agredidos mandarán por escrito sus declaraciones y se les enviarán los retratos
de los detenidos para que traten de reconocer a sus agresores.
Indicaron que toda la investigación se realiza con la
embajada de Estados Unidos, que da todas las facilidades para esclarecer lo
sucedido.
Hasta el momento la PGR ya les ha realizado diversas
pruebas y declaraciones a los 12 policías arraigados para conocer su grado de
participación, o si no la tuvieron, en esos hechos.
Según la PGR, no se descarta la comparecencia de
funcionarios de alto nivel para conocer con precisión qué operaciones llevaban a cabo los elementos federales en
esa zona.
Incluso se ha pensado en sostener una reunión con la
comisionada de la Policía Federal, Maribel Cervantes, con el objetivo de que
explique los motivos de la presencia de esos elementos en la zona.
En un recorrido se pudo constatar que el lugar donde ocurrieron
los hechos el tráfico vehicular es constante.
Durante diez minutos se pudo ver que alrededor de siete
camionetas de diversas marcas y con vidrios semipolarizados, transitaron sin
problemas. Ninguna patrulla de la Policía Federal fue vista sobre la autopista
o en la carretera federal.
En los alrededores hay casas y negocios.
Cabe recordar que de acuerdo con testimonios de elementos
de la Secretaría de Marina, los policías federales que participaron en la
agresión a dos funcionarios de la embajada estadunidense y un elemento naval
trataban de emboscarlos el pasado 24 de agosto.
Según testimonios obtenidos por Excélsior de elementos
navales que llegaron al área, un vehículo Sentra trató de bloquear el camino al
vehículo diplomático mientras desde tierra cuatro civiles disparaban con armas
de grueso calibre a la camioneta Toyota Land Cruiser.
En el ataque se presume la participación de ocho vehículos
y de por lo menos 20 personas.
De acuerdo con lo dicho por los elementos de la Armada de
México, dos funcionarios de la embajada estadunidense y un capitán de la Marina
a bordo de un vehículo de la representación extranjera se encaminaban por el
tramo de terracería al campo de tiro conocido como El Capulín, en el municipio
de Xalatlaco, Estado de México.
La
Marina utiliza El Capulín para tarea de adiestramiento
En esa zona proporciona a sus elementos entrenamiento en
tiro y técnicas de supervivencia, entre otras
La Secretaría de Marina–Armada de México prepara en
pequeñas unidades a personal de infantería naval en tiro de precisión, tiro de
reacción, fuego en movimiento y combate cercano y en interiores en su centro de
entrenamiento y de capacitación El Capulín, creado ex profeso para perfeccionar
las técnicas de adiestramiento de su personal desde 1994.
Este campo es al que dos funcionarios de la embajada de
Estados Unidos planeaban llegar el pasado 24 de agosto para impartir
capacitación cuando fueron atacados por policías federales.
La cercanía con ese sitio, que se encuentran a unos diez
kilómetros de la carretera federal de la zona conocida como Tres Marías,
permitió que los elementos navales llegaran en pocos minutos para resguardar a
los agentes estadunidenses.
En 200 hectáreas, sin que exista ninguna edificación, el
personal naval también se adiestra en técnicas naturales de supervivencia, por
lo que su estancia es al aire libre y en tiendas de campaña.
En el centro de capacitación no hay más que árboles,
arbustos, rocas, cerros y cañadas que permiten las prácticas en un ambiente
natural.
Excélsior
tuvo acceso a este campo de entrenamiento ubicado en el municipio de Xala-
tlaco, Estado de México, el cual es usado por las unidades
y dependencias del área metropolitana, particularmente por la Séptima Brigada
de Infantería de Marina, en actividades de adiestramiento en las tácticas de
pequeñas unidades de infantería de Marina y prácticas especializadas de tiro.
La Armada de México, hace
18 años, obtuvo acceso a los terrenos luego de que los habitantes de esa
población, a la manera de usos y costumbres, les facilitaran esos espacios para
su adiestramiento debido al acercamiento y confianza mutua.
De acuerdo con uno de los tenientes que se desempeña como
instructor de este campo de entrenamiento y tiro, el adiestramiento que el
personal de infantería recibe les permitirá llevar a cabo las operaciones que
son encomendadas por sus mandos.
“Al personal de
infantería de Marina que apenas terminó su curso básico se le da otro curso que
se llama inducción a la Secretaría de Marina y en donde al personal se le
prepara en diversas cuestiones, por ejemplo en tiro con diferentes armas
semiportátiles que se usan para diferentes operaciones, derechos humanos, soga
rápida, rapel y todas las acciones y todos los movimientos que ellos necesitan
para que al finalizar se integren a sus respectivos batallones y el infante
salga bien preparado para las operaciones en las que se van a desarrollar”,
precisó.
Al parejo
En este campo, hombres y mujeres por igual reciben los
conocimientos para llevar a cabo con éxito las operaciones que en un futuro
pretenden desarrollar.
Las mujeres dicen ser más temerosas para iniciarse en el
adiestramiento de tiro y manejo de armas, sin embargo, señalan que una vez
aprendida la técnica es fácil desarrollar el trabajo.
“Aquí nos tratan
por igual, porque se aplican las mismas técnicas para hombres y mujeres, no hay
distinción, y sí me siento orgullosa de pertenecer a la Marina y en esto hay
mucha exigencia para que hagamos las cosas bien.
“Son horas y horas,
y después de este curso tomaremos más en otros lugares, pero siempre estamos en
capacitación”, dijo una mujer que se adiestra como elemento naval de la
infantería de Marina y que al igual que los hombres carga al hombro su
fusil M-4 o M16.
Para los elementos navales una condición es la resistencia
física, ya que no sólo se necesita tener una buena condición para correr bajo
la lluvia o los rayos del sol, sino para no ser blanco fácil del enemigo y
adaptarse a los elementos extremos que los rodean, a fin de tener éxito en una
operación cuyo principio es el de la sorpresa.
“Tenemos personal
femenino que son infantes de Marina y se les prepara exactamente igual, y este
curso es de aproximadamente un mes, y de esto dependen el buen desarrollo de
las operaciones.
“Es un curso
bastante amplio donde también se les enseña patrullaje, combate cercano e
interior, y sirve también para que el infante de Marina se le enseñe la
supervivencia y esté bien preparado”, comentó también el instructor.
En El Capulín el adiestramiento es permanente, y se
proporciona a los infantes de la Armada de México no sólo el conocimiento para
el uso de las armas y las técnicas para rescate de víctimas en movimiento de
combate, sino toda la técnica y la confianza que necesitan para participar de
manera activa en las Fuerzas Armadas.
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