*Título tomado de un verso del poeta Felipe Varela
Pero soy de la patria del agua y tengo sed;
pero soy del lugar a donde el sol bajó a hacer su casa
para que savia hubiera y sed tenemos.
Yo no lo sed.
Pero soy de donde el hambre, la muerte,
el guiño artero de la desesperanza.
Yo no lo sed…
Pero sí lo sed, hasta la última célula de mi estremecimiento.
Yo no lo sed, desierto, pero yo sí la sed y la maldigo,
sobre prestigios literarios pagados con el hambre,
sobre el puesto político ascendido sin pudores,
desde el saqueo, desde la raíz de barro y calcio de mis muertos.
En sólo tres golpes de dados se comieron a mi tierra.
¿Cuántos millones cuestan los críticos políticos y literarios
para que desde el mundo digan que eres Dios?
Dime cuánto tzotzil, dime cuánto tzeltal... …Yo… …desierto…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario