¿Insensibilidad
o error estratégico?/José Antonio Sosa Plata
Publicado en la Silla Rota.com, 7 de febrero de 2013
Era
de esperarse. El conflicto que ha debido enfrentar el Gobierno de la República
en el marco de la tragedia ocurrida en el Edificio B de Pemex la semana pasada,
ha sido de gran magnitud. Pero la situación se tornó más delicada desde el
punto de vista político, al menos durante varias horas, por la información que
difundieron algunos medios en relación con el viaje que haría el Presidente
Enrique Peña Nieto (@EPN) junto con su familia hacia Punta Mita, Nayarit,
durante el puente vacacional.
Al
Presidente lo calificaron algunos de “frívolo” e “insensible”.
Como
se recordará, la información surgió sólo en el diario Reforma y la revista
Proceso. Sin embargo, se expandió con rapidez a las #RedesSociales, a muchos
medios digitales y algunas estaciones de radio, hasta el martes pasado.
Aunque
la nota no fue desmentida, el problema pasó a segundo plano.
La
respuesta que dio la Dirección General de Comunicación Social de la Presidencia
el domingo 3, mostrando en fotografías al Presidente trabajando la noche
anterior en la zona de la explosión, fue un freno efectivo para que el
conflicto no escalara.
Pero
el hecho se torna significativo por otras fallas.
Los
errores de comunicación que hubo durante las primeras horas después de la
tragedia, más la tardanza de poco más de cuatro días para dar a conocer las
causas del accidente, sólo han contribuido a incrementar la especulación.
Y
de paso, dejar la impresión de que no todo está bajo control.
Las
formas con las que se han manejado las conferencias de medios, declaraciones,
entrevistas, comunicados y el manejo de #RedesSociales distan mucho de lo que
se requiere en situaciones tan delicadas en las que la pérdida de vidas humanas
es el componente central.
La
sensibilidad de un líder no se limita a las cuestiones emocionales.
Los
elementos principales de una estrategia de comunicación para enfrentar
situaciones críticas son la claridad en la definición del problema, el sentido
de oportunidad para salir a los medios, la eficacia de los procedimientos, la
adecuada selección de espacios, voceros instrumentos, argumentos y tiempos.
Y
la efectividad en los compromisos y resultados comprometidos.
Al
hacer una revisión del manejo comunicacional que ha hecho el Gobierno de la
República hasta ahora, son evidentes los aciertos que lo han llevado a mantener
la situación bajo control, pero también que son preocupantes algunos de los
errores cometidos.
Para
corregir, es preciso actuar con rapidez y precisión.
Las
experiencias que hemos tenido en el país desde 1985, han dado lecciones muy
importantes de lo que debe y no debe hacer el Gobierno ante las situaciones
críticas provocadas por la naturaleza, la actividad política, la conflictividad
social y la inseguridad.
Los
costos para quienes fallaron han sido altos en términos de imagen.
Los
experimentó en carne propia, por ejemplo, el ex presidente Miguel de la Madrid
luego de las explosiones de San Juan Ixhuatepec en 1984, y en la gran cadena de
errores que cometieron él y su equipo cercano de colaboradores en el marco de
los terremotos de septiembre de 1985.
La
historia registró ambos hechos con una carga negativa.
Años
después, el gobierno de Carlos Salinas de Gortari enfrentó también situaciones
complejas, con consecuencias que afectaron su imagen, como el asesinato de Luis
Donaldo Colosio y la aparición en el escenario político del Ejército Zapatista
de Liberación Nacional (#EZLN) en 1994.
¿Qué
tan grave podría ser la tragedia en Pemex para el nuevo gobierno?
Por
el momento, el proceso está casi controlado y sin mayores riesgos. Sí hay mucho
que lamentar. Lo sucedido es doloroso e inaceptable. Por tal razón, las medidas
que se están tomando para evitar que este tipo de sucesos se repita en el
futuro son importantes, pero no suficientes.
Hay
tiempo y espacio de maniobra política para corregir lo que falta.
Los
errores en la comunicación del Gobierno de la República son comprensibles si se
toma en cuenta que apenas hace dos meses llegó al poder. Pero resulta
inexplicable cuando se considera la amplia experiencia política y gubernamental
que han tenido los titulares de la #PGR, #Segob y los secretarios de la Defensa
y Marina.
¿Qué
lecciones deja a la Presidencia de la República este incidente?
1. Que necesita hacer una revisión más
profunda de sus protocolos operativos y de comunicación social en torno a las
situaciones críticas que, con frecuencia, se enfrentan en el país.
2. Que se siguen incrementando los problemas
de imagen del Presidente de la República en un escenario en el que se requiere
fortalecer su liderazgo, basado en la capacidad y la experiencia para generar
confianza en la sociedad y las distintas fuerzas políticas con las que está
estableciendo acuerdos fundamentales, como el #PactoPorMéxico.
3. Que es indispensable hacer pronto una
evaluación sobre los niveles de efectividad de su estrategia de comunicación
política, con el fin de mantener el cumplimiento de los objetivos que se ha
propuesto desde el inicio de la Administración.
Es
lo deseable. Es viable. Y es posible.
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