27 ago 2013

Posicionamiento de Alejandro Marti en el CNSP: el código procesal

Posicionamiento de Alejandro Martí, representante de la Sociedad Civil e invitado permanente a este consejo.

Con su permiso, señor Presidente.
Señor Secretario de Gobernación; señor Procurador General de la República; señores Secretarios; señores Gobernadores; señor Jefe de Gobierno del Distrito Federal; señor Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad; estimados amigos y amigas, y colegas Consejeros Ciudadanos.
Desde luego, agradezco la oportunidad de estar nuevamente en este espacio de reflexión, discusión y toma de decisiones trascendentales para el país.
Vengo con nuevos ánimos y con toda la energía para seguir en la lucha por transformar nuestra realidad, y lograr un mejor futuro para nuestros hijos y nuestros nietos.
México ha cambiado significativamente en los últimos años. La presencia de cinco ciudadanos que representamos a la sociedad civil era impensable hace cuatro o cinco lustros.
Sin embargo, también las condiciones en las que nos encontramos en materia de seguridad y justicia son otras, lo que forzó la conformación de estos espacios donde podemos, juntos, poner sobre la mesa los temas más relevantes que nos afectan, positiva o negativamente a los ciudadanos.
Entiendo la enorme responsabilidad que implica ser portavoz de las inquietudes y necesidades de la ciudadanía.
Por ello en México SOS hemos puesto nuestro mayor esfuerzo y nuestros mejores talentos para incidir en el fortalecimiento institucional, de manera puntual, en la Reforma del Sistema Penal en nuestro país.
En la mejora y creación de leyes que funcionen eficazmente, y en una activación ciudadana que nos permita ejercer una corresponsabilidad comprometida con México.
En esta oportunidad, quiero tocar dos temas fundamentales, ambos relacionados íntimamente con la Reforma Penal:
La primera. La policía. Hemos estado presentes muchos años en este Consejo, y es desalentador, a veces, mirar y sobre todo vivir con resultados tan precarios en esta materia todavía.
Los ciudadanos no vemos con claridad los avances en relación al tema policial a nivel nacional. Especialmente, no vemos cristalizado los acuerdos surgidos en esta mesa. Por eso, nos preguntamos y exigimos respuestas sobre la homologación policial en todo el país, en salario, prestaciones laborales, y que corresponde al Séptimo Acuerdo de este Consejo, el 2 de agosto del 2012.
De los mandos únicos en las 32 entidades federativas, entendemos que ha habido problemas, pero es algo que sin esto no podemos seguir adelante. Es un acuerdo suscrito el 3 de junio del 2010, en la 28 Sesión de este Consejo.
Nos preocupa mucho qué ha ocurrido con la ley que permitirá contar con el Mando Único Policial Estatal. Exhorto que se hizo el 29 en este Consejo, de noviembre de 2010.
Y qué ha ocurrido con el Plan Nacional de Capacitación basado en el sistema, en el nuevo Sistema de Justicia Penal, que permitirá el desarrollo de habilidad de investigación y operación de las policías, acordado el pasado 17 de diciembre, que hoy el señor Procurador lo menciona.
Son sólo algunas preguntas que no han tenido una respuesta clara, pero le exigen la cabalidad de manera inmediata. La policía, estimados consejeros, permítame decir una obviedad; es un elemento trascendental dentro de la cadena de justicia.
Es esencial, para lograr una eficaz transformación en el Sistema de Justicia Penal. Ha sido un tema recurrente en los acuerdos a los que hemos llegado. Hay avances, pero no son suficientes.
Necesitamos, definitivamente, concretar una policía que tenga un mismo modelo a nivel nacional, una homologación de salarios y un mismo principio. Tenemos 440 mil policías, de los cuales tenemos 34 mil de la Policía Federal, como policía ejemplar. Ahí estuvimos en la última celebración, y es de orgullo ver que eso se esté dando, pero el trabajo de replicación y el trabajo individual en cada sección de la policía a nivel estatal, es fundamental.
Creo que es un tema toral para que la Reforma Penal, en aumento de su implementación, realmente funcione. Si no tenemos esa base, tendremos el grave riesgo de continuar con la impunidad en el país, y ni el sistema anterior, el inquisitorio, ni el acusatorio, funcionará si hoy no ponemos todo ese esfuerzo.
El Código Procesal Penal Único. La Reforma al Sistema de Justicia Penal cada vez se va consolidando de manera más firme en todo el país, y una herramienta que sea de gran utilidad para dicha consolidación, es la unificación del Código Procesal Penal.
El Código permitirá establecer procesos uniformes en todo el país, además de que establecerá pautas definitivas, tanto para los Poderes Federales, como para los estatales, sobre la implementación de la reforma con la justicia penal, quizá más importante en la reforma del último siglo.
Ya se han dado pasos importantes en el sentido de unificar el Código Procesal Penal, como es la reforma constitucional al Artículo 73, que permite al Congreso Federal emitir la legislación única en materia procesal penal y, de manera paralela, los trabajos de redacción del Código en el Senado.
A la fecha, quedan pendientes la aprobación del dictamen en el Senado, y posteriormente la aprobación en la Cámara de Diputados.
Estamos completamente convencidos, creo que hay, o las últimas informaciones que tenemos, es que 17 estados ya están a favor, y realmente esperamos y exhortamos a que sea de una gran mayoría, porque este instrumento será de gran utilidad para el país.
En los trabajos en el Senado en que han participado expertos, representantes de organizaciones civiles e instituciones del gobierno, muy en especial la Procuraduría General de la República, a la cual hago un reconocimiento, se ha obtenido un proyecto de código, el cual, desde su concepción, fue pensado como único, lo que da congruencia y consistencia a su contenido. Sin embargo, también establece claramente lo que queda bajo la competencia de los estados.
Otras ventajas importantes que se encuentran en el proyecto de Código Único, son:
Que se redactó considerando los principios del sistema acusatorio frente a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y que cuenta con la experiencia teórica y práctica de operadores directos en el Sistema Acusatorio Mexicano, y considera la experiencia de las entidades federativas, pues se tomaron en cuenta los códigos y las experiencias de todos los estados que ya habían empezado la reforma, lo cual generará mayor confianza en los estados que aún no lo han iniciado, independientemente del motivo.
Su relevancia es incuestionable. En los casi 203 años que tenemos de vida independiente, en nuestro Congreso nunca se había discutido codificación alguna en materia penal. Esa es una prerrogativa exclusiva del Poder Ejecutivo.
Por primera ocasión en la historia de México, se unificarán los procesos penales, reduciendo la impunidad que provoca la dispersión legislativa actual.
La forma en la que se ha construido el Código es, por sí, también histórica. Sienta un precedente de la participación ciudadana en la creación de un instrumento jurídico de tal envergadura, porque ha sido generado desde la ciudadanía y en que se ha establecido una estrechísima colaboración con las autoridades.
Y yo quisiera decirlo: esto es una muestra muy clara del nuevo México que estamos viviendo, que es un México de conciliación, es un México de unión de ciudadanía-Gobierno a intereses concretos.
Hoy, en la mañana, lo decía: Nadie de nosotros tiene la menor duda que el objetivo fundamental de este país, para todos, es la seguridad. Y en eso, hemos logrado una gran coincidencia. Y realmente saludo esa posición, tanto de Gobierno y ciudadanía.
Con este Código, se dará un paso definitivo para garantizar una justicia penal eficaz y eficiente, sin juicios farragosos e interminables, sin toneladas de papel archivados en miles de expedientes, sin inocentes en las cárceles, sin ministerios públicos desbordados por la burocracia y por la falta de capacidades para poder armar investigaciones con pruebas sólidas, y sin jueces que no participan en las audiencias ni en los careos.
Esa y otras razones convierten a este Código en una oportunidad histórica, que debe impulsarse con toda fuerza.
Es más, señor Presidente, me atrevo a decir que el Código de Procedimientos Penales Único sienta un precedente en la país, y que a raíz del compromiso que usted manifestó el día de su Toma de Poder, en el Código Procesal Único yo veía, en mi imaginación, muchísimos procedimientos de Gobierno que se pueden establecer como únicos, y la operatividad del país sería mucho más funcional y más medible. Y creo que este ejercicio, del Código, sentará la base para muchísimas cosas más, para el bien de México.
Desde México SOS, trabajaremos con un equipo fuerte de ahora en adelante, para desarrollar la Ley Federal de Delincuencia Organizada, que nos hace mucha falta, que cierra una pinza crucial para el eficaz funcionamiento del nuevo sistema de justicia penal, porque hay una diferencia enorme entre el fuero común y la delincuencia organizada, y hay que atenderla. Y es el riesgo. Y hemos recogido de los Gobernadores ese tremendo temor de que se nos mezclen.
Estimados miembros del Consejo Nacional de Seguridad Pública:
México necesita una policía digna y unificada, que sea modelo aspiracional y ético, que cuente con una homologación de criterios a nivel nacional para su salario, capacitación, seguridad social, formación y prestaciones que integren los elementos necesarios para su dignificación y eficacia.
México necesita la reforma constitucional al Artículo 73, para permitir la emisión del código. Ya se han sumado muchos estados desde este foro. Exhortamos desde la sociedad civil, con insistencia a los Congresos locales que aún no lo han hecho, para que aceleren su estudio y su promulgación.
México necesita y urge la aprobación de este código y, desde luego, muchísimas otras cosas pendientes en el Gobierno.
México necesita el compromiso formal desde los tres Poderes de la Unión, a nivel Federal y estatal.
México necesita que ciudadanos y autoridades trabajemos juntos, y aquí estamos para dar seguimiento a los acuerdos de este Consejo, para proponer acciones concretas que puedan incidir positivamente en las políticas públicas para reconocer los avances logrados por la autoridad, pero, también, para denunciar las fallas del sistema.
Muchas gracias.

 

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