¿Un acto sacrílego?
- La policía italiana recuperó este viernes 3 de enero el pedazo de tela con sangre del difunto Papa Juan Pablo II, un día después de hallar el relicario de oro y cristal robado de una iglesia que contenía la reliquia.
- A la tela recuperada le faltaban algunos filamentos y hebras de oro.
En un principio se afirmó por varios medios que había sido robada una de las cuatro ampolletas que existen en el mundo que contienen la sangre de Karol Joseph Wojtyla.
La sangre fue extraídas al papa polaco durante los últimos días de su vida para ponerlas a disposición del Centro de Transfusiones del Hospital Bambino Gesù; años después –mayo de 2011-, una muestra fue donada al santuario por el secretario personal del Papa Juan Pablo II, Cardenal Stanislao Dziwisz después de la beatificación del Papa polaco. (la imagen)
Los criminales entraron sin forzar la puerta de la sacristía, rompieron el cristal de una ventana y cortaron los barrotes que protegen el relicario, junto a la ampolla también fue sustraído un crucifijo del altar.
Los carabinieri de L'Aquila realizaron una inspección en el lugar del robo; las pesquisas se intensificaron mientras la Procuraduría de la República abrió un expediente.
El presidente de la Asociación Cultural del Santuario de Juan Pablo II en San Pedro de la Ienca, perteneciente a la Diócesis de L’Aquila, Abruzo Italia, Pasquale Corriere, explicó de inmediato que “se trata de un robo muy grave a nivel mundial, un sacrilegio que afecta a todos los católicos en el mundo y no solo a los habitantes de este pequeño pueblo”. “No sé quien ha podido hacerlo, pensamos que ha podido ser un robo bajo comisión porque si los ladrones buscaran dinero habrían roto también las cajas de la limosna”, añadió.
En un principio algunos medios señalan que existiría “la posibilidad de que los ladrones se hubieran desecho del objeto sagrado”.
Pocos días después del robo de la reliquia, el Arzobispo de L’Aquila, Giuseppe Petrocchi, clamó por la devolución del relicario del papa polaco : “Llamo a los autores de esta despreciable acción a que se abran a la luz del Evangelio y que restituyan cuanto antes a la Iglesia la reliquia de nuestro Protector –Juan Pablo II–, que pronto será elevado a los honores de los altares”, denunció el 28 de enero Mons. Petrocchi en una carta publicada.
Pocos días después del robo de la reliquia, el Arzobispo de L’Aquila, Giuseppe Petrocchi, clamó por la devolución del relicario del papa polaco : “Llamo a los autores de esta despreciable acción a que se abran a la luz del Evangelio y que restituyan cuanto antes a la Iglesia la reliquia de nuestro Protector –Juan Pablo II–, que pronto será elevado a los honores de los altares”, denunció el 28 de enero Mons. Petrocchi en una carta publicada.
“Renuevo mi confianza en los Carabineros y los investigadores, quienes dirigen la búsqueda, con la esperanza de que encuentren la verdad en medio a esta profanación, que ofende profundamente la consciencia religiosa y civil de nuestro pueblo”, añadió.
Una semana después los agentes de la ley encontraron el porta reliquia con la sangre del papa polaco fue encontrada en la sede del Sert (Servicio de toxicodependencia), en la localidad de Collemaggio, según ha publicado el diario italiano La Reppublica.
Hasta el momento hay tres detenidos con problemas de adicición quienes confesaron haber robado el relicario y la cruz del templo; los detenidos son jóvenes de 18, 22 y 23 años.
Ellos mismos han sido los que han indicado donde se encontraba el relicario – el crucifijo- , en el antiguo hospital psiquiátrico de Santa María de Collemaggio, empero, la ampolleta con un minúsculo trozo de tela que contiene la sangre, todavía no se ha recuperado.
Se recupero, según agencias este día 31 de enero.
Aseguraron los ladrones que su intención era vender el relicario y que, al desconocer el valor de lo que contenía, por lo decididieron deshacerse del mismo.
Más de medio centenar de agentes de la policía italiana buscaron el trozo de tela empapado con la sangre del pontífice, que el cardenal polaco, Stanislaw Dziwisz, entregó a la comunidad de Los Abruzzos como "una muestra de su amor hacia la montaña".
La tela con sangre es un fragmento de la sotana que Juan Pablo II vestía el 13 de mayo de 1981, cuando recibió un disparo durante un intento de asesinato.
Recordenos que Juan Pablo II se encontraba muy unido a lesa zona donde se erige el pequeño santuario donde se ha cometido el robo, muy cerca de la montaña de Gran Sasso, cerca de los Apeninos, donde el papa Woytila acudía con cierta frecuencia a pasear, meditar e incluso a esquiar.
Recordenos que Juan Pablo II se encontraba muy unido a lesa zona donde se erige el pequeño santuario donde se ha cometido el robo, muy cerca de la montaña de Gran Sasso, cerca de los Apeninos, donde el papa Woytila acudía con cierta frecuencia a pasear, meditar e incluso a esquiar.
El periódico La Nación señaló que en un primer momento se barajó la posibilidad de que se tratase de un robo para realizar algún rito satánico, pero posteriormente se pensó en la posibilidad de que se trate de un robo vinculado a un coleccionista privado.
Incluso la policía sospechó que el robo habría sido encargado bajo comisión, ya que las alcancías que guardan las donaciones de las limosnas quedaron intactas.
Existen pocas reliquias de sangre de Juan Pablo II en el mundo, una de ellas fue llevada a México en 2011 y peregrinó por diversas ciudades del país durante varios meses. Dos de estos contenedores fueron entregados al secretario particular del Papa, Stanislao Dziwizs, y los otros dos fueron custodiados en el hospital por las religiosas que atendían a Juan Pablo II.
Muchas iglesias católicas cuentan con reliquias de santos y otras figuras sagradas para ser veneradas por los fieles.
En agosto de 2012, tres ladrones a bordo de un tren robaron una mochila de un sacerdote que contenía un relicario a forma de libro en el que se encontraba la ampolla de sangre de Juan Pablo II, pero fue encontrada pocas horas después al haber sido abandonada cerca de la estación de ferrocarril de Marina di Cerveteri, en el litoral de Roma.
Juan Pablo II y el papa italiano Juan XXIII serán canonizados el próximo 27 abril en una celebración única en el Vaticano, anunció el papa Francisco. Ese día se celebra la Divina misericordia, una fiesta creada por el pontífice polaco.
Juan Pablo II y el papa italiano Juan XXIII serán canonizados el próximo 27 abril en una celebración única en el Vaticano, anunció el papa Francisco. Ese día se celebra la Divina misericordia, una fiesta creada por el pontífice polaco.
¿Hubo sacrilegio?
Lo que hicieron estos jóvenes es un robo común; si tuvieran conocimiento de lo qiue hiucieorn sereía un delito grave; un sacrilegio real castigado por la mismísima Congregación para la Doctrina de la Fe
¿Qué dice el Código de Derecho Canonico?
Art. 3 § 1. Los delitos más graves contra la santidad del augustísimo Sacrificio y sacramento de la Eucaristía reservados al juicio de la Congregación para la Doctrina de la Fe son:
1º Llevarse o retener con una finalidad sacrílega, o profanar las especies consagradas, de que se trata en el can. 1367 del Código de Derecho Canónico y en el can. 1442 del Código de Cánones de las Iglesias Orientales;
Art. 1367 Quien arroja por tierra las especies consagradas, o las lleva o retiene con una finalidad sacrílega, incurre en excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica; el clérigo puede ser castigado además con otra pena, sin excluir la expulsión del estado clerical.
Sacrilegio
El sacrílego es aquél que no siente respeto o le falta al respeto a lo que otros consideran sagrado. Lo que perciben como su crimen es llamado sacrilegio y si este crimen les parece deliberado se lellama profanación.
Comete sacrilegio personal el que insulta la persona de un sacerdote o en el ejercicio de sus funciones;
Comete sacrilegio local el que profana lugares sagrados (altares, iglesias, cementerios, etc.)
Comete sacrilegio real el que profana las cosas sagradas (los santos sacramentos, la hostia, los santos Evangelios, los vasos sagrados, las reliquias, las cruces, las imágenes y los ornamentos).
La profanación de la eucaristía es el acto de arrojar o retener la hostia eucarística y por extensión cualquier acto voluntario de abierto desprecio hacia la misma. Se asocia, entre otros, a sectas y personas identificadas con el satanismo o lo oculto. Las hostias sagradas son profanadas para celebrar diversos ritos como ritos paganos, brujerías e inclusive misas negras.
En la Iglesia latina quien sea encontrado culpable de profanación recaerá sobre él, la pena de la excomunión "latae sententiae".
El Consejo Pontificio para la Interpretación de los Textos Legislativos aclara el Canon 1367 del Código de Derecho Canónico como sigue: Queda excomulgado automáticamente no sólo quien "arroja" o "retiene" indebidamente hostias o vino consagrados, sino también, quien, "sin sacarlas del sagrario, de la custodia o del altar, las hace objeto de un acto externo, voluntario y grave de desprecio”.
En este caso la excomunión no requiere el pronunciamiento del obispo o del tribunal eclesiástico.
La profanación de la eucaristía es el acto de arrojar o retener la hostia eucarística y por extensión cualquier acto voluntario de abierto desprecio hacia la misma. Se asocia, entre otros, a sectas y personas identificadas con el satanismo o lo oculto. Las hostias sagradas son profanadas para celebrar diversos ritos como ritos paganos, brujerías e inclusive misas negras.
En la Iglesia latina quien sea encontrado culpable de profanación recaerá sobre él, la pena de la excomunión "latae sententiae".
El Consejo Pontificio para la Interpretación de los Textos Legislativos aclara el Canon 1367 del Código de Derecho Canónico como sigue: Queda excomulgado automáticamente no sólo quien "arroja" o "retiene" indebidamente hostias o vino consagrados, sino también, quien, "sin sacarlas del sagrario, de la custodia o del altar, las hace objeto de un acto externo, voluntario y grave de desprecio”.
En este caso la excomunión no requiere el pronunciamiento del obispo o del tribunal eclesiástico.
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Mehmet Alí Agca, el hombre que disparó contra Karol Wojtyla en la plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981, salió libre tras cumplir 19 años de cárcel en Italia, Agca fue indultado en 2000 por el entonces presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, y enviado a Turquía, donde tenía pendiente otra causa por el asesinato de Abdi Ipecki, director del diario Milliyet, perpetrado dos años antes de la agresión a Juan Pablo II; de ese cargo salió libre en enero de 2010.
Muchas sombras rodean aún el atentado de la plaza de San Pedro. Es poco probable que Agca, que militaba en un grupo ultranacionalista turco, conociera toda la trama, a tenor de los interrogatorios a los que fue sometido. Algunas investigaciones sitúan el origen de los hilos en los servicios secretos soviéticos y búlgaros.
Agca, se convirtió al cristianismo, y es devoto de Juan Pablo II, que le visitó en su prisión italiana y le perdonó.
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