Cunden en el país minibandas de plagiarios: Sales
Gustavo
Castillo García, reportero
Periódico
La Jornada, Jueves
30 de enero de 2014, p. 7
La
industria del secuestro desafortunadamente se convirtió en un tema que afecta a
todas las clases sociales: obreros, estudiantes, comerciantes, etcétera, y cada
vez más las bandas –ya no de una gran estructura como lo fueron las de Andrés
Caletri y de Daniel Arizmendi, porque esas ya no existen–, están integradas por
jóvenes que en algunos casos no superan los 25 años de edad, afirmó Renato
Sales Heredia, comisionado nacional antisecuestro, quien también reconoció que
hay bandas en las que participan policías de todos los niveles.
La
estrategia, aseguró, tendrá que dar resultados lo más pronto posible para
recuperar la confianza ciudadana y para disminuir la incidencia delictiva.
Además de supervisar y capacitar a todos los grupos policiacos especializados
en el tema, se creará un centro nacional desde el cual se controlen los
inhibidores de señal telefónica en los penales, ya que, tanto en centros
federales como locales, los aparatos se convirtieron en negocio de custodios.
También se ha detectado que en cárceles estatales de mínima seguridad hay
presos que salen durante las noches, dirigen plagios y regresan a pasar lista
en las mañanas.
088,
número teléfonico para reacción inmediata
En
entrevista con La Jornada, sostuvo que la puesta en marcha de un mecanismo
nacional de alerta (el número teléfonico 088) se convertirá en el instrumento
que active de manera inmediata a todas las autoridades, tanto para casos en los
que una persona sea privada de su libertad y sus captores exijan rescate, como
los secuestros virtuales y exprés.
En
los virtuales, puntualizó que una llamada de los familiares permitirá que de
manera inmediata se localice a la víctima mediante sistemas de
georreferenciación y se evite cualquier pago.
“Este
es el mayor reto de mi vida profesional. El diagnóstico del que se parte
permite inferir la gran cifra negra de casos que no se denuncian; los sitios
donde se concentra la mayor parte de los delitos, y que suman 74 por ciento de
lo que se conoce oficialmente en las procuradurías estatales y la General de la
República.
“Hay
que reconocer si la cifra de casos que se conozcan aumenta en un futuro, no es
que se esté trabajando mal; no significará que subió el delito, estaremos
visibilizando el problema. Eso es lo primero que tenemos que hacer: reconocer
que hay un problema para poder enfrentarlo y recuperar la confianza de la
ciudadanía en las autoridades.
“No
se pueden mantener los incentivos perversos de ocultar tus cifras y te doy más
dinero, y eso es lo que ha ocurrido. Hay entidades que prefieren no reconocer
el aumento en el número de denuncias y sólo inician actas circunstanciadas para
evitar que a la hora de la asignación de fondos se les brinden menos recursos.
Hay
corporaciones que han despedido a sus elementos por no acreditar la prueba de
polígrafo, porque no tienen buen manejo de su estrés; o por el contrario, casos
en los cuales se detecta que tienen vínculos con bandas criminales ¡y lo que
hacen es despedirlo, en lugar de enviarlo a la cárcel!
–Parece
que el combate al secuestro es un tema que se atiende de manera cíclica, se
crean unidades especializadas y se ponen en marcha estrategias, y luego las
abandonan los gobiernos; así ocurrió en 2000 y en 2006. ¿Ahora qué va a
ocurrir?
–La
idea de las unidades es muy buena y sobre todo con capacitación para sus
elementos, pero se debe utilizar el dinero que se otorga para ellas en su
equipamiento, porque luego hay casos en los que se compran vehículos como si
fueran para las unidades, pero se los otorgan a algún subdirector, o en lugar
de comprar un equipo geolocalizador que hace más falta, se compraron 20
patrullas. El dinero debe etiquetarse y los elementos sólo deben realizar las
tareas para las que fueron entrenados. ¡Nada de que él también es bueno
investigando robos!
“En
los lugares donde menos secuestros se cometen es porque hay buenas unidades
antisecuestro.
Las
unidades y sus agentes deben estar perfectamente arropados, con protección
social, buenos salarios y programas de capacitación adecuados, porque combaten
el delito más lacerante para la sociedad. Se debe ser capaz de dotarlos de
todos los elementos tecnológicos y no desaparecerlos cuando no haya secuestros.
–¿Investigarán
a aquellas corporaciones que reportan que en 95 por ciento de los secuestros
que atendieron se liberó a la víctima, pero nunca se recuperó el monto del
rescate?
–Eso
puede implicar mucha corrupción y que se esté fomentando, directa o
indirectamente, el secuestro. Existe la posibilidad de que haya elementos
involucrados.
Lo
que tenemos que hacer es liberar a las víctimas, recuperar el botín y continuar
investigando hasta llevar a los delincuentes a la cárcel.
–¿Hay
muchos agentes de la policía involucrados?
–No
tenemos un gran número. Sabemos que hay policías de todos los órdenes y esferas
involucrados. Pero no podemos dar un porcentaje.
–¿Existen
grandes bandas como en el año 2000?
–Lo
que tenemos son muchas banditas dispersas, algunas fruto del desmantelamiento
de algunas grandes bandas del narcotráfico, como Los Zetas en Tamaulipas, o
como Los caballeros templarios, que se dedican a extorsionar, robar comercios o
cometen secuestros virtuales, y eso lo vamos a combatir con la localización
georreferenciada.
–La
edad de los plagiarios...
–Ha
disminuido muchísimo y sus edades fluctúan entre los 16 y los 15 años.
–¿Se
concentrará a los secuestradores en penales determinados?
–Las
cifras no están claras de cuántos están en un fuero u otro. No sabemos cuántos
están sentenciados este año o en años anteriores. Eso no puede ser. No puede
seguir así el tema, porque no se tienen registros de quiénes ya salieron, ni
datos biométricos de los acusados ni tampoco hay registros eficientes de sus
huellas, porque no fueron bien tomadas.
http://www.jornada.unam.mx/2014/01/30/politica/007n1pol#sthash.8BRELys9.dpuf
No hay comentarios.:
Publicar un comentario