La
Iglesia ya cuenta con 19 nuevos purpurados.
Ciudad
del Vaticano, 22 de febrero de 2014 (Zenit.org) Rocío Lancho García
Profunda
emoción se ha vivido esta mañana en la Basílica Vaticana, cuando hoy la Iglesia
celebra la Cátedra de San Pedro, así como la creación de 19 nuevos cardenales.
Pocos minutos antes de las 11 de la mañana, comenzaban a entrar las cardenales
en la basílica y entre ellos, para sorpresa de todos, el papa emérito Benedicto
XVI que ha estado presente durante toda la ceremonia sentado en primera fila.
Al entrar el santo padre Francisco antes de subir al altar, se ha acercado a
saludarle. En ese momento, Benedicto XVI se ha quitado su solideo en signo de
respeto.
Al
comenzar la ceremonia, el primero de lo nuevos cardenales, Pietro Parolín, ha
dirigido unas palabras en nombre de
todos los nuevos cardenales. El Secretario de Estado también ha dedicado unas
palabras de saludo al papa emérito. El
ya cardenal Parolín ha centrado su discurso en dos palabras: gracias y aquí
estoy. "Gracias por la confianza puesta en nosotros. Y la confianza que
sabremos responder, con fidelidad, generosidad y perseverancia a la llamada
contenida en el símbolo de la púrpura y explicitada por la exhortación que
acompaña la imposición de la birreta", ha indicado Parolín. Con respecto
al "aquí estoy", el neo cardenal ha afirmado que "queremos
hacerlo con sinceridad y convicción profunda". Así como para
"caminar, edificar y confesar juntos, como usted mismo nos exhortaba a
hacer el primer día de su pontificado".
Para concluir ha asegurado al Santo Padre "nuestra oración y
confiamos nuestros propósitos a María".
De
los 19 nuevos cardenales, 3 son mayores de 80 años y por tanto no electores
para el cónclave. Entre los nuevos purpurados hay 8 europeos, 7 americanos, 2
africanos y 2 asiáticos.
Tras
la lectura del Evangelio Francisco ha pronunciado unas palabras a todos los
presentes. En la homilía (leer texto completo aquí) el Santo Padre ha recordado
que "Jesús no ha venido a enseñar una filosofía, una ideología..., sino
una «vía», una senda para recorrerla con él, y la senda se aprende haciéndola,
caminando. Sí, queridos hermanos, esta es nuestra alegría: caminar con
Jesús". Asimismo ha advertido que "si prevalece la mentalidad del
mundo, surgen las rivalidades, las envidias, los bandos... Así, pues, esta
palabra que hoy nos dirige el Señor es muy saludable. Nos purifica
interiormente, proyecta luz en nuestra conciencia y nos ayuda a ponernos en
plena sintonía con Jesús, y a hacerlo juntos, en el momento en que el Colegio
de Cardenales se incrementa con el ingreso de nuevos miembros". A los
cardenales les ha invitado a dejar "que el Señor Jesús nos llame a sí.
Dejémonos convocar por él" y les recuerda que " la Iglesia tiene
necesidad de vosotros, de vuestra colaboración y, antes de nada, de vuestra
comunión, comunión conmigo y entre vosotros". Del mismo modo ha afirmado
que "la Iglesia necesita vuestras oraciones, para apacentar bien la grey
de Cristo, la oración, no olvidemos, que, con el anuncio de la Palabra, es el
primer deber del Obispo. La Iglesia necesita vuestra compasión sobre todo en
estos momentos de dolor y sufrimiento en tantos países del mundo".
A
continuación, el Papa ha leído la fórmula de creación y ha proclamado
solemnemente los nombres de los nuevos cardenales. Y le ha seguido la profesión
de fe y el Juramento. Cada nuevo purpurado se ha acercado al Santo Padre y se
ha arrodillado ante él para recibir el birrete cardenalicio, el anillo
cardenalicio y la asignación de un Título o Diaconía.
El
Santo Padre, al colocar el birrete sobre la cabeza del cardenal y dice que es
"rojo como signo de la dignidad del oficio de cardenal, y significa que
estás preparado para actuar con fortaleza, hasta el punto de derramar tu sangre
por el crecimiento de la fe cristiana, por la paz y armonía entre el pueblo de
Dios, por la libertad y la extensión de la Santa Iglesia Católica Romana".
Al
hacer entrega del anillo cardenalicio el Santo Padre señala que es "signo
de esa dignidad, de solicitud pastoral y de más sólida unión con la Sede del
Apóstol San Pedro". Asimismo, el Papa asigna a cada cardenal una Iglesia
de Roma ("Título" o "Diaconía") como signo de su participación
en el cuidado pastoral del Papa por la ciudad. Finalmente Francisco ha hecho
entrega de la Bula de Creación de Cardenales, asigna el Título o Diaconía e
ha intercambiado el beso de la paz con
los nuevos miembros del colegio cardenalicio.
Entre
los nuevos miembros se encuentra Loris Francesco Capovilla, de 98 años y
ex-secretario de papa Juan XXIII, que por razones de salud no ha podido acudir.
Recibirá el birrete color púrpura, en Sotto il Monte, donde reside actualmente.
Finalmente,
los nuevos cardenales han abrazado y han sido felicitados por los demás
miembros del colegio cardenalicio.
Para
concluir el rito, se ha rezado el Padrenuestro y Francisco ha impartido su
bendición a todos los presentes. Antes de abandonar la Basílica, y tras el canto
de la Salve Regina, el Santo Padre se ha acercado de nuevo donde estaba sentado
el papa emérito y se han saludado ambos con una amplia sonrisa.
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