Captura
de 'El Chapo', ¿labor de inteligencia o casualidad?
¿Trabajo
de inteligencia o una simple casualidad? Ésa es la pregunta que surge sobre la
captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, a raíz de la declaración de un hombre
publicada este miércoles por Excélsior, retomando información de la
averiguación previa AP/PGR/SEIDO/UEIDCS/069/2014.
Documentos
en poder de Excélsior revelan que en la detención de Guzmán participó un hombre
del que no se sabía nada. Declaración ministerial de su “secretario particular”
Excelsior, 26/03/2014
CIUDAD
DE MÉXICO, 26 de marzo.- La detención de Joaquín El Chapo Guzmán Loera,
ocurrida a las 06:40 horas del sábado 22 de febrero pasado, por efectivos de la
Marina-Armada de México, contó con un personaje clave de quien, hasta ahora, se
ignoraba su participación.
Se
trató de un hombre, de 1.80 metros que, asustado, “desesperadamente” hizo el
alto a una unidad de la Marina para señalar el lugar preciso en que se
encontraba el líder del Cártel de Sinaloa junto con un hombre fuertemente
armado: Carlos Manuel Hoo Ramírez, su escolta y uno de sus “secretarios
particulares”.
Por
primera vez, desde la captura del narcotraficante más importante del mundo,
Excélsior le da a conocer el relato, la versión de los dos marinos que
detuvieron al líder del cártel de Sinaloa y el testimonio de El Cóndor, el
escolta, el “secretario particular”, quien devela datos hasta hoy poco
conocidos.
Relata
que El Chapo Guzmán vivió durante los últimos tres años en Culiacán, la capital
de Sinaloa, y se da tiempo para describir la estructura organizativa del
holding; las sociedades y los enemigos de
El Chapo.
Habla
de sus compadres y allegados, de los hombres de confianza, de sus enlaces, de
las mujeres y las quincenas que recibían. De los hijos del capo de la droga.
Las venganzas.
La
captura
En
la denuncia de hechos, derivada de la
averiguación AP/PGR/SEIDO/UEIDCS/069/2014, se describe el relato de dos de los
marinos que intervinieron en la captura de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera el
pasado 22 de febrero.
El
parte informativo de ese mismo día, y ante agentes de la Subprocuraduría
Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), adscrita a
la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Salud, los
marinos, de quienes se omiten sus nombres por razones de seguridad, señalaron
que “siendo aproximadamente las 06:40 horas del día de hoy, del año en curso,
al encontrarnos realizando funciones propias de esta institución en el combate
en contra de la delincuencia organizada en el estado de Sinaloa, precisamente
en la ciudad de Mazatlán, los suscritos, a bordo de unidades oficiales,
mientras circulábamos por la Avenida del Mar, precisamente por el edificio
conocido como torre Miramar, una persona de aproximadamente 1.80 metros, de
complexión delgada, quien vestía pantalón de mezclilla y playera azul tipo
Polo, nos hizo el alto con las manos.
Yo,
quien estaba del lado del copiloto, le pregunté qué se le ofrecía, a lo que me
respondió que unos minutos antes había visto a una persona armada al interior
de la torre de departamentos conocida como Miramar, que estaba asustado y que
nos pedía ayuda desesperadamente”.
Los marinos, quienes hacían labores de
investigación y habían participado en el operativo realizado ocho días antes en
Culiacán, no tuvieron dudas.
Descendieron
del vehículo “con el fin de descartar cualquier
amenaza en contra de los vecinos del condómino”.
De
ese hombre misterioso, quien asustado, “desesperadamente” les pidió auxilio, no
hay, por el momento más pistas.
Aun
así, los marinos ingresaron al edificio por las escaleras, “realizando un
despliegue por todos los pisos de la citada torre. No encontramos ningún sujeto
armado en los pisos uno, dos y tres. Continuando con la búsqueda. Al llegar al cuarto piso, frente a las
citadas escaleras se encuentra el elevador por lo que doblamos a la derecha,
observando que, de frente, sobre el pasillo, está el departamento 402, y al
continuar avanzando doblamos a la derecha nuevamente y en ese momento que
doblamos a la derecha, como a dos o tres metros, frente al departamento 401,
por fuera, se encontraba una persona del sexo masculino con un arma larga en la
mano.
Fue
entonces –describe el marino– que le indiqué con voz fuerte y clara: ‘Armada de
México, tire el arma’”.
Ante
esta advertencia —sigue el relato— “el sujeto nos apuntó con el arma e ingresó
corriendo al departamento 401, por lo que ante la presencia de un arma larga
ingresamos en persecución de la persona armada sin perderlo de vista,
alcanzándolo en la sala del departamento 401. En ese momento tira el arma al
piso de la sala y dice “me doy, no hay problema”.
El
marino relata que en ese momento recogió el arma que tenía un aditamento
ensamblado consistente en un lanzagranadas calibre 40 milímetros.
La
persona que en ese momento había sido detenida era Carlos Manuel Hoo Ramírez,
El Cóndor. El escolta y “secretario particular” de uno de los hombres más
buscados por las policías del mundo.
En
el departamento, explicó el marino, había todo un arsenal por lo que le
exigieron les presentara la autorización respectiva para portar el armamento.
Hoo
Ramírez, en ese instante, respondió que no contaba con ellos, que las armas
eran para proteger a su jefe: Joaquín Guzmán Loera.
Justo
en ese instante, El Chapo Guzmán salió de otra habitación y se le detuvo.
El
Cóndor pasa
En
su declaración ministerial Carlos Manuel Hoo Ramírez, El Cóndor, contradice la
versión de los marinos en sólo dos puntos: Que cuando ellos entraron al
departamento, él estaba dormido. Que no les apuntó nunca con su arma, porque no
le dieron tiempo de hacerlo.
En
su declaración Hoo Ramírez sostiene que cumplía labores de “secretario
particular” de Joaquín Guzmán Loera.
Que
conoció a El Chapo porque Marcelino Ticante, El Fantasma, fue quien se lo
presentó en el rancho Los Pollos. Que entonces ambos formaban parte del
Ejército mexicano.
Explicó
que Ticante fue detenido por portación de armas, acopio y narcomenudeo en Costa
Rica, pero que actualmente se encuentra recluido en el penal de Almoloya de
Juárez
Quiero
señalar que mi función era propiamente de mandadero, ya que pasaba recados de
El Chapo a su compadre, a Dámaso López, El Licenciado”, originario de El Dorado,
perteneciente al municipio de Culiacán.
El
Chapo, insiste en su relato, hacía llegar a sus mujeres quincenas de entre 20 y
30 mil pesos. Dijo que ayuda a sus hermanos, a su mamá y a otros familiares con
700 u 800 mil pesos a la quincena. Que de la nómina de un millón 800 mil pesos,
él recibía pagos de 14 mil pesos a la quincena, aunque de aguinaldo “El Chapo
me dio diez mil dólares”.
Las
esposas, los hijos, la tarea
Hoo
Ramírez relata en su declaración ministerial que conoció a tres de las esposas
de Joaquín Guzmán Loera. Que la primera
es Griselda López Pérez, de aproximadamente 44 años, con quien tuvo cuatro
hijos: Joaquín, Quique, quien estudió administración y tiene entre sus
aficiones los jeeps; Ovidio, quien habría estudiado Contabilidad en Culiacán,
Sinaloa, y está casado con una sobrina de Manuel Torres, El M-1, a quien le
gustan los caballos.
Édgar,
que fue muerto en una confusión por gente del propio cártel de Sinaloa, y Gisel
Guadalupe, quien todavía estudia.
De
los dos primeros, El Cóndor revela que se dedican al tráfico de mariguana,
desde Los Remedios a Nogales, lo que hacen a través de camiones y avionetas.
Hoo
Ramírez precisa datos. Detalla que la pista que utilizan los hijos de El Chapo
Guzmán para sus actividades está ubicada en La Palma, Navolato, Sinaloa. Que
entre las aeronaves, disponen de dos avionetas Cessna 06, una café con líneas
verdes, y otra blanca con líneas azules. Que uno de los pilotos es Héctor
Macit, El 17. Explicó que los hijos de El Chapo reciben la mariguana de la
gente de El Cinco o El Yiyo, pero también de un agente de otro de sus
compadres: Ismael El Mayo Zambada.
La
segunda y tercera esposas
Siempre
según el testimonio de El Cóndor, la segunda esposa de El Chapo Guzmán es Emma
Coronel, quien era sobrina de Nacho Coronel. Que tiene 22 años. Que con ella
“tuvo dos cuatitas, Mali y María Joaquina”.
La
tercera esposa se llama Alejandrina o Alejandra, que es de Jalisco y vive con
sus hijos en Culiacán: Alfredo Guzmán, de 22 años, e Iván Archivaldo, de 24,
quienes, al igual que los otros
hermanos, se dedican al tráfico de mariguana, aunque en este caso
también al de las metanfetaminas.
El
Chapo Guzmán, dijo, tenía una persona encargada de sus comunicaciones y
cambiaba cada semana de teléfono. “Usaba pura Blackberry; El Nariz —a quien no identifica por nombre
propio— era el encargado de la compra de los aparatos.
Señala
al encargado de corromper autoridades
Para
El Cóndor, los pilotos con quienes trabajan son de confianza: Héctor Musque
Musquiq, además de otro ex militar: Guillermo Rivera, El Chaneque, quien
también hacía funciones de “secretario particular”. Que tanto él como El Chaneque cubrían un
periodo de veinte días continuos por otros veinte días de descanso.
En
otro momento de su declaración, Hoo Ramírez relata que entre sus funciones
estaba la de comunicarse con el contador (a quien tampoco identifica por nombre
y apellido) para que hiciera los pagos que le ordenara su jefe.
El
Cóndor sostiene que el encargado de coordinar la seguridad aérea de Mazatlán
era El Bravo y fue él quien los recibió al llegar al puerto antes de su
captura.
El
publirrelacionista
Pero
El Cóndor no para ahí. También delata a quien dentro de la organización se
encargaba de las relaciones públicas, de “conservar y buscar la relación con
las autoridades locales, municipales y estatales “para arreglarse con ellos”:
Dámaso López, El Licenciado, uno de cuyos hijos, apodado El Mini, también se
dedica a mover droga.
Culiacán,
el refugio
Hoo
Ramírez cuenta que en los últimos tres años “estuvimos viviendo en Culiacán, en
las casas que reventaron y en donde lo único que hacíamos era rotarnos.
Teníamos como cinco casas donde ocultarnos. Todas estas casas se encontraban
conectadas con un sistema de escape subterráneo que incluía el drenaje”.
De
la última casa de la que lograron fugarse, cuenta: “Fue como a las tres de la
mañana. Es una casa de dos pisos. Mi jefe se dio cuenta y abrió la tina,
salimos todos por el alcantarillado, lo que nos llevó al canal. Ahí buscamos la
forma de llegar a la avenida que fue por donde pasaron por nosotros para
llevarnos a Mazatlán. Las avionetas que eran utilizadas para mover droga hacia
la frontera también las usábamos como transporte, como en aquella ocasión que
nos llevaron a Los Cabos”.
El
círculo cercano
Al El Chapo le conocí una novia que se llamaba Mayran. También
conocí a la niñera que se llamaba Balbina y a El Guano, quien es hermano de El
Chapo; iba a visitarlo seguido y también se dedicaba a mover droga. Hay un
chavo a quien le dicen El Chef que se
encargaba de conseguir la mercancía en Colombia. La única forma de comunicarme
con él era a través de la Blackberry.
También
quiero decir que El Veinte, de apellido Peña, era jefe de seguridad, lo mismo
que otro al que le dicen Ramoncito”.
El
conflicto
En
su testimonio, Hoo Ramírez describe que la gente de El Chapo Guzmán sostiene
una disputa con los Beltrán, de Sinaloa, lo que incluye a El Chapo Isidro, uno de sus principales aliados y
controla el corredor norte de Sinaloa, desde Guasave a Sonora. Que El Chapo
también tiene problemas con la gente de Vicente Carrillo porque mandó a gente a
Chihuahua. Que una vez hizo alianza con Los Salgueiro y Los Güeros.
Otro
de los enemigos señalados es el M1, con quien El Chapo no guardaba ninguna
relación, pese a que uno de sus hijos estaba casado con una sobrina de él.
También
quiero decir que El Chapo Guzmán sacó a la gente de Jalisco porque traía
problemas con El Mencho”.
Las
tienditas
En
su declaración ministerial Hoo Ramírez asegura que todas las tienditas de
Culiacán, Sinaloa están obligadas a alinearse con El Chapo Guzmán, por lo que
deben comprarle la mercancía a él y pedirle su autorización.
Cocaína,
el viaje a EU
La
forma en que la organización manda mariguana
a Estados Unidos es vía Nogales, Sonora, por medio de Los Yiyos. La
droga que va a Estados Unidos sale de Culiacán, se embarca en el tren y se
envía a Cananea y de ahí a Nogales. El trasiego con mulas se usa en Nogales;
las armas se compran en Culiacán; las bazucas llegan de Colombia; la cocaína se
compra en Guayaquil; los aviones “tanqueaban” en Chiapas y llegaban a Culiacán.
Que la ruta era de Agua Prieta a Nogales y desde Culiacán salían las avionetas
con droga. Cuando venía de Ecuador la droga entraba por Jalisco y de ahí nos la mandaban a Mazatlán.
El
declarante ubica a Nogales como una plaza dominada por El Chapo, así como
Tijuana es controlada por Ismael El Mayo Zambada.
La
advertencia
Derivado
de la detención de su jefe, El Cóndor
advierte que es posible que se suscite un enfrentamiento entre El Negro
Bravo y El Licenciado Dámaso. “Van a creer
que El Licenciado fue quien puso a El Chapo, aunque creo que los hijos guardan
más afinidad con El Negro”. Hoo Ramírez
está seguro que será Ismael El Mayo Zambada, quien arreglará las cosas.
De Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, dijo no saber nada.
Las
redes
Los
24 vigilan la entrada de La Angostura y la Reforma para evitar que entre la
gente de El Chapo Isidro, que tiene la plaza de Guasave. “También quiero decir
que en Navolato están Los Carrillo y ahí nadie se mete. Eldorado es de El
Licenciado, así como Pueblos Unidos, Quila, en donde manda El Meño y en lugar
de El Chino Ántrax se quedó El Roque, quien controla Culiacán. La costa es de
El Licenciado Dámaso; en Mazatlán está El Negro Bravo. San Ignacio Esquinapa es
de El Negro Bravo. “Los Beltrán están para el lado de Nayarit, El Fuerte,
Choix y Ahome, donde le tapamos la
entrada a El Chapo Isidro. Los Salazar tenían amistad con El Chapo; El Papas le
ayudaba al 80, quien coordinaba las patrullas de seguridad. También El Cholo
Molacho, en los Mochis era muy fuerte en Ahome y en Guamuchil“.
Quien
tenía el negocio de los plátanos y los pepinos con coca, era El Nariz, el de
los teléfonos.”
El
encuentro con Caro Quintero
Según
Hoo Ramírez, el escolta y secretario particular de El Chapo Guzmán, su
jefe, junto con El Negro y El Chaneque
fueron a visitar a Caro Quintero “para saludarlo a un rancho que se encuentra
del lado de Los Caballeros”.
El
Negro Bravo fue mi compañero en un curso de las Fuerzas Especiales en el
Ejército, mide como 1:50, es de tez morena, con cuerpo marcado. Usa siempre una
gorra y lentes Praga (sic). La gente de El Negro se coordina con los hijos de
El Chapo. El Popeye es un encargado de las tiendas de El Bravo que tiene como
ayudante a El Gato. Están de la Cruz al Charco, en Mazatlán, y a veces
Culiacán. El Bravo cuando hay problemas se va para Mazatlán. El Bravo nos
recibió en Mazatlán, también quiero decir que El Bravo se ayuda con El Güero
para todo, que les paga a los jefes de la policía municipal, también a la
ministerial”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario