Diversas
intervenciones durante la Conmemoración de los 15 Años de Autonomía
Constitucional de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
-MODERADORA:
Interviene enseguida la Consejera de la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos, licenciada Ninfa Delia Domínguez Leal.
-LIC.
NINFA DELIA DOMÍNGUEZ: Señor Presidente Constitucional de los Estados Unidos
Mexicanos, licenciado Enrique Peña Nieto; señor Presidente de la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos, doctor Raúl Plascencia Villanueva; compañeros
Consejeros de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; autoridades que nos
acompañan.
Amigas
y amigos colaboradores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
A
15 años de erigirse con plena autonomía de gestión, la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos, nombre con el que hasta la fecha le conocemos, llegamos hoy a
un punto en que es prioritario valorar el peso de su historia.
A
la Comisión Nacional de los Derechos Humanos le sucede lo que a todo organismo
vivo: se transforma de acuerdo a su tiempo y circunstancias.
Es
fácil imaginar su rostro amable y solidario cuando protege; su mueca estoica
cuando observa; su expresión de satisfacción cuando promociona; su aspecto
reflexivo cuando estudia; y su imagen profesional cuando divulga los derechos
previstos por el orden jurídico mexicano.
Todo
esto, cuando cumple con la más importante de sus atribuciones: la preventiva,
orientada a la promoción, difusión y divulgación de los derechos humanos. Sin
embargo, casi en cualquier situación, también aquí hay otra cara de la moneda:
la correctiva, orientada a la defensa de esos mismos derechos, inherentes a
cada mexicano.
Proteger
y defender. Entre esos dos pilares se delimita el actuar de la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos. Y aquí es en donde más se valora la autonomía
que hoy conmemoramos, como atributo alcanzado por la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos, gracias a la Reforma Constitucional de 1999. Por cierto,
gracias al Constituyente Permanente, al hacerla posible.
Esta
autonomía se traduce, desde hace 15 años, en una separación orgánica,
administrativa y técnica del Ombudsman con respecto a los Poderes Públicos.
No
podría ser de otra manera. Un organismo defensor de los derechos humanos
asociado de alguna forma con el poder, estaría viciado de origen y constituiría
un engaño oneroso para la población.
Por
eso, es muy justificada la celebración de este 15 Aniversario. Nos sirve de
marco para recordar que alcanzar la autonomía de gestión y presupuestaria fue
un hito para la Comisión Nacional de los Derechos Humanos como también fue en
su momento un punto de partida.
La
promoción y defensa de los derechos humanos es una tarea siempre inacabada, es
decir, habrá que impulsar su progresividad y universalidad.
De
ahí para adelante ha trabajado sin subordinación alguna al poder.
Digo
mal, de ahí para adelante, su única sumisión es como debe de ser ante la ley y
ante cada ciudadano.
Las
causas prioritarias de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos son que
prevalezca el Estado de Derecho, combate total a la impunidad, combatir de raíz
la corrupción, alentar la cultura del respeto a los derechos humanos y la
legalidad, defender a las personas en mayor condición de vulnerabilidad y
proteger el derecho a la vida, porque cada vida cuando se arrebata impunemente
se traduce en una absurda y dolorosa pena de muerte infringida sin sentencia
previa ni tribunal posible al individuo, pero también a toda la sociedad.
Qué
indicadores nos dirán si esto se cumple y en qué medida.
Nos
los dirá el nivel de fortalecimiento que alcance cada vez la Comisión Nacional
de los Derechos Humanos.
Su
altísimo grado de credibilidad y confiabilidad, la escala de respeto que le
asigne la sociedad, el índice a la baja en cuanto al número de abusos de poder
y en grado extremo si tuviéramos necesidad de cerrar la Comisión Nacional de
los Derechos Humanos, porque ya no hubiera ninguna violación a los derechos
humanos que perseguir.
Mientras
llegamos a ese punto, el trabajo es arduo y compartido. La autonomía lograda
permite que no sólo el titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
sea el responsable de los trabajos de este organismo, sino que se apoye en su
grupo de consejeros ciudadanos, en quienes de forma honoraria recae la
representación social en el seno del Consejo Consultivo, cuyos miembros somos
designados por mayoría calificada en el pleno del Senado de la República.
Gracias,
por cierto, a todos mis colegas Consejeros, grandes hombres y mujeres de
México, que en la vida de la Comisión de Derechos Humanos han aportado sus
invaluables conocimientos, energía, entusiasmo para que el país alcance un
satisfactorio nivel de armonía y paz.
Gracias,
también, a las organizaciones de la sociedad civil por ser el origen y destino
de los trabajos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Gracias
a todo el sistema no jurisdiccional de defensa de los derechos, humanos
representados aquí por todos los Ombudsman del país.
Gracias,
por supuesto, a todo el personal que labora en la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos, y que ha trabajado para la CNDH durante estos 15 años,
porque, sus investigaciones se han traducido en cursos impartidos, textos base
y/o recomendaciones e informes que son el sustento de la autoridad moral que le
caracteriza.
Es
un honor para mí compartir con ustedes esta conmemoración del 15 aniversario de
la autonomía de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ya que ésta le
representa la suficiente libertad para el debido y estricto mandato
constitucional.
Gracias
por su atención, y que tengan todos ustedes un muy buen día.
-MODERADOR:
Enseguida, veremos la proyección del video 15 años de Autonomía Constitucional
de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
(PROYECCIÓN
DE VIDEO)
-MODERADORA:
Acto seguido, el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, el Secretario de
Gobernación y el Presidente de la CNDH, harán entrega de seis reconocimientos y
medallas por años de servicio a personal de la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos.
(ENTREGA
DE RECONOCIMIENTOS)
-MODERADOR:
Interviene en seguida, el Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos, doctor Raúl Plascencia Villanueva.
-DR.
RAÚL PLASCENCIA VILLANUEVA: Muy buenos días.
Licenciado
Enrique Peña Nieto, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos; doctor Raúl
Cervantes Andrade, Presidente de la Comisión Permanente del Congreso de la
Unión y Presidente del Senado de la República; licenciado José González Morfín,
Presidente de la Mesa Directiva de la Honorable Cámara de Diputados.
Licenciado
Rubén Moreira Valdez, Gobernador del Estado de Coahuila y Coordinador de la
Comisión de Derechos Humanos de la Conferencia Nacional de Gobernadores;
licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación; doctora Ximena
Puente de la Mora, Presidenta del Instituto Federal de Acceso a la Información
Pública y Protección de Datos; licenciada Ninfa Delia Domínguez Leal, Consejera
de esta Comisión Nacional de los Derechos Humanos; actuaria Eugenia del Carmen
Diez Hidalgo, Consejera de esta Comisión Nacional; doctor Jorge Bustamante
Fernández, Consejero de esta institución.
Ministro
en retiro Mariano Azuela Güitrón, Consejero de esta Comisión Nacional de los
Derechos Humanos; maestra Lía Limón García, Subsecretaria de Asuntos Jurídicos
y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación; doctor Luis García López
Guerrero, Primer Visitador General de la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos; señor doctor José Luis Soberanes Fernández, primer Ombudsman de la
autonomía constitucional de esta institución. Muchas gracias, doctor por
acompañarnos.
Estimadas
amigas y amigos presidentes; procuradores y defensores de derechos humanos de
los organismos públicos estatales en la materia; señora Isabel Miranda de
Wallace, Premio Nacional de Derechos Humanos de esta institución; estimadas
amigas y amigos:
En
principio permítanme agradecer la presencia del Presidente de los Estados
Unidos Mexicanos y de los Presidentes de las Mesas Directivas de ambas Cámaras
del Congreso de la Unión en éste muy importante evento que tiene como objetivo
conmemorar un hecho histórico para la vida institucional del país, el décimo
quinto aniversario de autonomía constitucional de la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos.
La
autonomía constitucional nos ha permitido atender con mayor eficacia a las
víctimas, a las personas y a los grupos en mayor situación de vulnerabilidad, a
los que no tienen voz para defenderse, a los que no tienen cómo acudir ante las
instituciones para hacer valer sus derechos. Ellos han sido nuestra principal
vocación y nuestra razón de ser: las niñas y los niños, las familias, los adultos
mayores, las mujeres, las personas con alguna discapacidad, los miembros de los
pueblos y comunidades indígenas, las personas migrantes, las víctimas de trata
y todas aquellas personas que padecen alguna violación a sus derechos humanos.
A
todos ellos, estamos abocados a defender, a acompañar y a tratar de remediar
las violaciones a los derechos humanos.
Quiero
aprovechar esta ocasión para ratificar el compromiso institucional de
consolidar la cultura de la legalidad y contribuir a la construcción de un
eficaz Estado de Derecho, que proteja y salvaguarde los derechos de todas las
personas, pero también en donde se cuente con una participación de todos, al
asumir los deberes que tenemos a nuestro cargo.
Lo
he dicho y lo quiero seguir reiterando: es fundamental hacer efectivos los
derechos de todas y cada una de los y las mexicanas, pero también es muy
importante que todos asumamos los deberes que tenemos para con la sociedad,
para con la ley, para con las instituciones de este Estado del cual formamos parte
y, por supuesto, para con nuestro país.
Sólo
así, respetando y haciendo efectivos los derechos, pero también cumpliendo con
los deberes que tendremos a nuestro cargo, podremos traducir todo ello en una
verdadera cultura de la legalidad, que nos lleve hacia la consolidación de un
verdadero Estado de Derecho.
Tal
y como se ha reconocido en muchos foros y espacios públicos nacionales e
internacionales, en México hemos tenido avances de gran importancia a nivel
normativo a favor de los derechos y libertades esenciales de las personas.
La
creación y la consolidación de la autonomía constitucional de este organismo es
una clara referencia, y la reforma constitucional de junio de 2011 es también,
una manera de observar cómo se han ido fortaleciendo la promoción y la defensa
de los derechos humanos en México.
No
obstante ello, también observamos a aún existen prácticas contra la dignidad
humana y el Estado de Derecho que no han logrado ser superadas. En ese
contexto, la lucha en contra de la desigualdad sigue siendo hoy por hoy una de
las principales demandas de gran parte de las y los mexicanos.
La
Comisión Nacional de los Derechos Humanos está comprometida en sumarse para que
puedan verse resultas esas problemáticas. Y precisamente, con las estrategias
que hoy por hoy hemos desarrollado, esta institución es referente internacional
y participa activamente en los órganos de dirección de diversos organismos,
como parte fundamental del Comité Internacional de Coordinación de todas las
instituciones nacionales de derechos humanos del mundo y, también, presidiendo
la Federación Iberoamericana del Ombudsman.
Por
las prácticas, las buenas prácticas administrativas y el ejemplo de trabajo que
llevamos a cabo, hoy por hoy, le otorgamos también cooperación técnica a una
docena de instituciones nacionales de derechos humanos de varios países, de
diversas regiones del mundo: de Centroamérica, Sudamérica, África, Asia.
Y,
también, estamos fomentando el establecimiento de instituciones defensoras de
derechos humanos en el ámbito nacional, como fue el caso de República
Dominicana, como fue el caso de Uruguay y como es el caso hoy mismo de la
institución nacional defensora de derechos humanos en Chile, a quien le estamos
otorgando cooperación técnica para que pueda en buena medida surgir y en buena
medida aprovechar las buenas prácticas que tenemos en nuestro país.
Estamos
conscientes de que los derechos humanos son un ciclo social, legal y político
que nunca se cierra. Su devenir, siempre presenta nuevas causas qué defender y
fomentar, tienen un gran poder transformador y son el indicador más fiel del
nivel de justicia y bienestar de una sociedad.
Todos,
todos debemos estar unidos en este tema. Debemos seguir haciendo conciencia,
construir sinergias y coaliciones plurales y lo más amplias posibles.
Aún
falta camino por recorrer, por eso, un proceso fundamental es la labor
educativa y de capacitación. Esto, como el mejor aliado para lograr la
prevención de violaciones a los derechos humanos.
La
aspiración de toda política pública debe ser prevenir y evitar que se den
transgresiones al orden jurídico y un compromiso de esta institución es abonar
a que podamos ver disminuidas las quejas en la materia.
En
2013, llevamos a cabo acciones sin precedentes en la historia de esta Comisión
Nacional de los Derechos Humanos y, también, en el año 2012. El año pasado se
llevaron a cabo un millón 200 mil capacitaciones a diversos servidores públicos
y personal en general.
De
igual manera, logramos publicar cerca de siete millones de diversos ejemplares
de materiales que buscan difundir y hacer efectivos los derechos humanos de
todas y todos los mexicanos.
Tal
y como se ha reconocido en muchos foros y espacios públicos, nacionales e
internacionales, hemos tenido avances de gran importancia en el país y la
capacitación que hemos realizado es una muestra de ello. Y el efecto de la
capacitación se está hoy por hoy reflejando en acciones efectivas y preventivas
muy importantes.
Hoy
por hoy, observamos una disminución de las quejas, particularmente, del
Ejército entre el año 2012 y 2013 de cerca del 50 por ciento. Y en el año 2014,
la tendencia va en un sentido muy similar.
Esto
es una clara referencia de que trabajando en la prevención de violaciones a los
derechos humanos se pueden dar mayores y mejores resultados.
También,
quiero reconocer públicamente que por primera vez, en el año 2013, desde hacía
más de una década, el Gobierno Federal aceptó todas y cada una de las
recomendaciones que emitió esta Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Señor
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos:
Esto
es algo que debemos reconocer, no solamente el discurso en el sentido de un
mayor apego a los derechos humanos, sino, también, el compromiso de que se
asuman todas las recomendaciones y más aún que se vayan cumpliendo.
Gracias
por ese apoyo, porque es un apoyo para todos los mexicanos.
Por
ello, debemos seguir así, por este camino, identificando los factores de riesgo
que pueden propiciar transgresiones a los derechos de las personas, o afectar a
grupos en situación de mayor vulnerabilidad; esa es la vía más efectiva para evitar
conductas que pueden tener consecuencias, muchas veces, irremediables para los
derechos humanos de las personas.
Licenciado
Enrique Peña Nieto, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
Amigas
y amigos:
Todas
las personas e instituciones comprometidas con la promoción y protección de los
derechos humanos en México, debemos hacer conciencia que las condiciones del
escenario nacional, social y político se modificaron sustancialmente en los
últimos tiempos.
Nos
corresponde, hoy por hoy, velar por el interés social y público desde el
horizonte de la defensa y la protección de los derechos de todas las personas.
Por ello, quiero aprovechar este evento, también, para reconocer el esfuerzo de
las y los colaboradores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Ustedes
son el rostro de esta institución, la cara de esta Comisión Nacional ante la
sociedad. Ustedes son quienes conocen de primera mano a las víctimas y quienes
se encargan de tratar de restablecer estas violaciones a los derechos humanos.
En
su trabajo diario, entrega, talento y colaboración radica la fortaleza de la
Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Los
exhorto a que sigamos en esta ruta de trabajo, de fortalecimiento de la
confianza y de las acciones efectivas de la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos, ésta es nuestra convicción y la responsabilidad que todos debemos
compartir.
Pero,
particularmente, los exhorto para que hagamos del tema de los derechos humanos
un compromiso, particularmente, un compromiso de todos.
Muchas
gracias, y enhorabuena por este décimo quinto aniversario.
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