Un
día yo pregunté:
¿Abuelo,
dónde esta Dios?
Mi
abuelo se puso triste,
y
nada me respondió.
Mi
abuelo murió en los campos,
sin
rezo ni confesión.
Y
lo enterraron los indios
flauta
de caña y tambor.
Al
tiempo yo pregunté:
¿Padre,
qué sabes de Dios?
Mi
padre se puso serio
y
nada me respondió.
Mi
padre murió en la mina
sin
doctor ni protección.
¡Color
de sangre minera
tiene
el oro del patrón!
Mi
hermano vive en los montes
y
no conoce una flor.
Sudor,
malaria y serpientes,
es
la vida del leñador.
Y
que naiden le pregunte
si
sabe donde esta Dios:
¡Por
su casa no ha pasado
tan
importante señor!
Yo
canto por los caminos,
y
cuando estoy en prisión,
oigo
las voces del pueblo
que
canta mejor que yo.
Si
hay una cosa en la tierra
más
importante que Dios
es
que naiden escupa sangre
pa’
que otro viva mejor.
¿Qué
Dios vela por los pobres?
Tal
vez sí, y tal vez no.
Lo
seguro es que Él almuerza
en
la mesa del patrón.
Atahualpa
Yupanqui, pseudonimo de Héctor Roberto Chavero ( 1908- 1992).
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