10 mar 2016

Columnas políticas hoy, jueves 10 de marzo de 2016

Columnas políticas hoy, jueves 10 de marzo de 2016
Bajo Reserva/ El Universal
 El Yorch, la PGR y UNAM
 Algunas razones tienen en la Rectoría de la UNAM, bajo el mando de Enrique Graue, para estar indignados por el caso del auditorio Justo Sierra. Y no sólo porque una juez reclasificó el delito contra el anarquista conocido como El Yorch, detenido el pasado 26 de febrero, para dejarlo como no “grave” por la posesión de 50 grapas de cocaína y 300 gramos de marihuana, sino porque este sujeto será puesto en libertad y seguramente volverá a sus “aposentos” en el recinto de la máxima casa de estudios, que por cierto lleva 16 años ocupado por grupos ajenos a la institución. Al margen de la decisión de un juez, el equipo de la PGR manejó la versión de que en el arresto de El Yorch había coordinación con la Universidad. Sin embargo, nos informan, los agentes federales detuvieron al sujeto sin dar el aviso a Rectoría y las autoridades universitarias se enteraron cuando los anarquistas estaban golpeando al personal de la institución y colocando barricadas en el circuito escolar. Todo un enredo…
 Una negra visión de Layda

 Sin ocultar su molestia, senadores de varios partidos criticaron la actitud de su compañera legisladora Layda Sansores por su participación el pasado martes en la entrega de la medalla “Elvia Carillo”, en el marco del Día Internacional de la Mujer. El galardón fue otorgado por el órgano legislativo a la mexicana Rosario Marín, ex tesorera del gobierno de Estados Unidos. Nos dicen que senadores consideraron que doña Layda pintó en su discurso un México donde todo es negro y negativo. Claro, dijeron, la nación afronta muchos retos y problemas y Sansores tiene total libertad de exponer sus puntos de vista. Pero en este tipo de ceremonias ayudaría más una visión con mayor balance y contraste, nos comentan.
 Oaxaca se calienta
 A la callada, el candidato de la coalición del PRD-PAN al gobierno de Oaxaca, José Antonio Estefan Garfias, ha tenido dos reuniones con el senador priísta Eviel Pérez Magaña, quien se quedó en la recta final por la candidatura tricolor frente a Alejandro Murat. Nos cuentan que don Pepe Toño, ex militante priísta, busca acercamientos con sus ex compañeros de partido para capitalizar los enconos y las inconformidades generadas por la designación de don Alejandro, ex director del Infonavit. En la estrategia perredista apuestan a que Estefan Garfias capitalice el voto de los priístas inconformes con la designación de su abanderado. Todo esto ocurre a unas horas de que se abra el registro de los candidatos para la elección del 5 de junio.
 Otra de la elección oaxaqueña
 El ex perredista Benjamín Robles, por cierto, se prepara para la embestida legal del contendiente de la coalición PRD-PAN, José Antonio Estefan Garfias. Don Benjamín tiene listos los argumentos para enfrentar en los tribunales electorales la impugnación que prepara don Pepe Toño, quien arguye que Robles no puede ser aspirante del PT porque compitió en el proceso de elección interna perredista, en una situación similar a la que ocurrió con Marcelo Ebrard, quien al no ser elegido como aspirante a diputado federal amarillo, se apuntó en las listas de Movimiento Ciudadano. Y, al final, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tumbó las aspiraciones de don Marcelo. En su caso, Robles dice que legalmente nadie le tirará su candidatura petista, que trae doble blindaje.
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MÁS CONTROL A LOS BANCOS/Editorial El Universal
 La frase “muy grande para caer” se ha popularizado en el mundo financiero cada vez que una gran crisis pone en riesgo a las mayores instituciones de crédito. Ese concepto está detrás de los famosos “rescates” que los gobiernos hacen de los bancos cada vez que éstos se meten en problemas por jugar a la alquimia con el dinero de la gente. México, por supuesto, no está exento de ese riesgo.
En abril las autoridades financieras mexicanas van a determinar cuáles bancos son los que representan un riesgo para el sector y por lo cual tienen que constituir y mantener un porcentaje adicional de capitalización para evitar un contagio de la banca que opera en México, dijo el titular de la Unidad de Banca, Valores y Ahorro de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Narciso Campos.
Es decir, el Estado determinará si una entidad es de tal tamaño e importancia en el mercado que —por su interconexión con otros agentes similares— pudiera ocasionar un potencial colapso de todo el sistema financiero.
La paradoja en el caso mexicano es que ese riesgo pueda existir a pesar del conservadurismo que caracteriza a la banca dedicada en el país. A raíz de la crisis económica de 1995 los bancos en México han buscado ingresos sin arriesgar mucho. Prestan el equivalente a 26% del Producto Interno Bruto nacional, de acuerdo con el Banco Mundial, cifra ínfima en relación con el promedio de países similares. En Brasil la banca privada contribuye en 61% a la creación de riqueza; en Chile, 71%; en Bolivia, 40%.
En este sexenio se aprobó una ley financiera para incentivar el otorgamiento de crédito y limitar el cobro de comisiones. Sin embargo, a juzgar por sus ganancias reportadas, los bancos no dejan del todo la estrategia de sacar beneficios garantizados sin favorecer a la sociedad mexicana. 
Es el sector bancario el que puede impulsar el desarrollo a través de los créditos. Para ello necesita ser controlado por dos vías: vigilar que no tome riesgos desmesurados y obligarlo a prestar dinero a la población.
¿Por dónde empezar? Sigue existiendo falta de regulación y supervisión que se constata cuando las autoridades en Estados Unidos revelan casos de lavado de millones de dólares al crimen organizado en México sin que en este país se hiciera algo al respecto. Además, a diferencia de las investigaciones sobre lavado de dinero en otros países, aquí es imposible tener acceso a datos y documentos de las personas físicas o morales que cometieron el crimen.
Ojalá las medidas anunciadas en el marco de la implementación de la reforma financiera sean apenas el inicio.
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Cuatro desastres mediáticos, y de los otros/ Jorge Fernández Menendez.
Excelsior,
¿No nos hemos enterado de que Ted Cruz es tan intolerante, xenófobo, ultraconservador y antiinmigrante como Trump?
Cuatro capítulos para documentar nuestra falta de optimismo, recordando al ausente Carlos Monsiváis. El primero, sin duda, la telenovela de El Chapo Guzmán. Es verdad que el detenido jefe del Cártel del Pacífico quería hacer una película con Kate del Castillo, pero todo esto se ha convertido lisa y llanamente en un culebrón, una telenovela y de las malas. De todas partes surgen familiares, esposas, hijos, hijas, reconocidas y no, surgidas de la nada (incluso como Rosa Isela, con acta de nacimiento librada a sus más de 30 años de edad), abogados serios y patito, periodistas duros que se tornan indulgentes. Un día denuncian algo terrible e imposible de comprobar, al otro lo desmienten, al siguiente dicen que quieren que se extradite al capo, al otro día que es mentira. Lo único cierto es que existe una intensísima campaña de relaciones públicas de El Chapo, en la que colaboran, consciente o inconscientemente, personajes públicos, medios, políticos, partidos y lo único que no hacen las autoridades responsables del caso, en primer lugar la PGR, es exhibir en forma amplia y clara quién es El Chapo, las investigaciones que se han realizado en torno a sus actividades y las de su familia, el seguimiento a las rutas del dinero generado por este personaje, incluyendo el de sus familiares y la red criminal que lo cobija.

Ésa es responsabilidad de las autoridades y es la única forma de contrarrestar esta campaña, bien diseñada y realizada, que busca tener a El Chapo todos los días en los medios, abusando de la increíble indulgencia que muchos tienen respecto al personaje y sus actividades, para mostrarlo como un tipo relativamente normal, mujeriego, pero bueno con sus esposas e hijos, tanto que se lo pelean, al tiempo que se siembran todo tipo de dudas sobre las autoridades aunque ni una esté basada en un dato duro. Y El Chapo sigue ganando amparos. Un desastre.

Segundo capítulo. Jorge Emilio Esquivel Muñoz, El Yorch, uno de los líderes del grupo Okupa Che, que no es ni alumno ni maestro ni trabajador de la UNAM, pero que tiene ocupado el auditorio Justo Sierra desde hace 14 años y que está preso en un penal de Hermosillo, Sonora, podrá quedar libre tras pagar una fianza de ocho mil 725 pesos que le impuso el Juzgado 11 de Distrito en materia de procesos penales, luego de reclasificar el delito y determinar que las acusaciones en su contra no son graves. El Yorch había sido detenido el pasado 24 de febrero en posesión de 50 envoltorios de cocaína en piedra, 26 pastillas sicotrópicas de Rivotril y una bolsa con 300 gramos de mariguana. Olvidemos por un momento que, además, fue detenido mientras vendía droga en la zona de Copilco, ¿cómo una juez, la misma que le había dictado el auto de formal prisión, puede reclasificar el delito y argumentar que esa enorme cantidad de droga era para consumo personal? El rector Enrique Graue, con toda razón, se mostró indignado con la juez y con la PGR. Y el Justo Sierra continúa tomado. Otro desastre.

Tercer capítulo. El gobernador Jaime Rodríguez, El Bronco, sigue exhibiendo un gobierno lleno de huecos, insuficiencias y falta de profesionalismo, independiente, pero amateur. Ahora fue el turno nada menos que del procurador del estado, Roberto Flores Treviño, famoso por haber sido el abogado defensor de El Barzón en los años 90 y luego de Gloria Trevi durante su fuga por Brasil. Resulta que Flores Treviño fue detenido y procesado en Estados Unidos, en Las Vegas, en tres ocasiones distintas, por jugar en los casinos y tratar de pagar sus deudas con cheques sin fondos. Un procurador polémico, jugador compulsivo que no paga sus deudas y, además, transa. Una perfecta combinación. El Bronco, por cierto, lo ratificó ayer en su cargo. Un desastre.

Cuarto capítulo. Suman ya casi 300 mil los spots que muestran a AMLO haciendo campaña presidencial anticipada. Luego de meses de exhibición, el TEPJF decide que se debe sacar el mentiroso spot del aire. El candidato presidencial de Morena lo quita y pone otro igual, donde sólo obvia la fecha de 2018 y, además, se victimiza. El TEPJF y el INE siguen pasmados, pero el instituto y, sobre todo, su inefable consejera Pamela San Martín (que por supuesto defendió el derecho de AMLO a mantener su spot al aire) sigue su cruzada contra los medios y los comunicadores que ejercemos nuestro derecho de criticar la forma en que se exhiben cientos de miles de spots de los partidos ordenados por el INE. El instituto, dice San Martín, tiene el deber de tutelar nuestros derechos. Y ahí siguen sin que partidos, legisladores y autoridades hagan nada. Un desastre.


Hablando de desastres. ¿No nos hemos terminado de enterar que en la carrera republicana por la Casa Blanca, Ted Cruz es tan intolerante, xenófobo, ultraconservador y antiinmigrante como Donald Trump?, ¿o que Marco Rubio no está muy lejos de Trump o Cruz?

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