18 may 2016

Y tú ¿En qué familia vives?/Sylvia Teresa Manríquez

 Y tú ¿En qué familia vives?/Sylvia Teresa Manríquez
“No puede ser… ¿Cómo va a tener dos mamás?” decía un joven y otro respondía “Pues sí pero piénsalo… no pasa nada, hasta puede que le vaya mejor ¡tendrá dos mamás!”.
Estos comentarios fueron provocados por la nota que se publicó hace unos días en la que se da a conocer que el Registro Civil de Hermosillo otorgó acta de nacimiento a un bebé como hijo de una pareja de mujeres. Aquí el debate.
Leyendo sobre los cambios en la estructura familiar encontré una investigación de la Universidad Iberoamericana y el Instituto de Investigaciones Sociales que llamó mi atención porque señala que para el 2050 en México tendremos ya normalizados siete tipos de familias.

1. Parejas jóvenes sin hijos, quienes deciden aplazar el momento de tener bebés; 2. Padres y madres de 60 o más años que viven el llamado “nido vacío”; 3. Familia reconstituida, formada por parejas divorciadas o separadas con hijos e hijas de uniones anteriores; 4. Familias de parejas del mismo sexo; 5. Familia unipersonal, una persona viviendo sola; 6. Familia uniparental, los hogares donde sólo hay o madre o padre; y 7. Famiiia extensa, en la que conviven varias generaciones e incluye a personas que viven en la familia sin tener algún parentesco.  
 El bebé de la plática con que inicia este artículo pertenece a uno de estos tipos de familia, de parejas del mismo sexo, lo que sin dudas ubica, tanto al bebé como a sus mamás, en el centro del debate.
 Una se pregunta ¿quién dice que dos mujeres no pueden criar en forma propia? Es probable que eduquen en diversidad, con los principios de concordia y respeto que enarbola la bandera multicolor, lo que no implica que esa criatura tenga que crecer como homo, bi o transexual. Y ni pensar que fuesen dos hombres quienes deciden adoptar. El debate se acrecentaría.
 En el libro “Esta familia que ves” con textos de Alfonso Ochoa e ilustraciones de Valeria Gallo, editado en Querétaro en el 2014,se muestran de manera lúdica los tipos de familia con los que convivimos actualmente. Desde el “equipo de beisbol” en la que una madre divorciada aporta seis hijos y el padre divorciado llega con otros siete; hasta un hombre divorciado que vive solo, pasando por una pareja de hombres educando a una hija, una joven viuda que sostiene a dos hijos y tres generaciones, abuela, madre e hija bajo el mismo techo.
 En mi trabajo como mediadora de lectura he podido ver observar como en Sonora es común ver familias constituidas por abuela y abuelo que crían a nietos y nietas de diferentes hijos que han tenido que alejarse del núcleo familiar, o madres jóvenes con más de cuatro pequeños esperando que el esposo regrese algún día.
Pregunto si acaso estas situaciones no significan mucha más violencia que la de un bebé que es querido y protegido por dos mamás.
¿Por qué nos preocupa tanto la orientación sexual de quienes brindarán techo, alimentación, protección y amor? Mientras convivimos y somos permisivos con situaciones sociales que vulneran la seguridad y sano desarrollo de niños y niñas. Sin mencionar el intento de atropellar el derecho de cada persona a decidir como y con quien desea vivir.
El futuro ya está aquí con todos los tipos de familia mencionados y otros más.
 ¿Estamos listos para formar parte de estas familias? 
La verdadera pregunta debe ser ¿Estamos listos para formar parte de estas familias?
 El futuro ya está aquí con todos los tipos de familia mencionados y otros más.

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¿Y ocurrió el milagro!