4 oct 2016

El caso Culiacán en columnas… martes 4 de octubre

 El enojo del general (Secretario)/ Raymundo Riva Palacio
Estrictamente Personal
El Financiero,
Para cualquier secretario de la Defensa, la utilización de calificativos lanzados en lenguas de fuego como “enfermos, insanos, bestias y criminales”, como llamó el general Salvador Cienfuegos a quienes emboscaron a una patrulla en Culiacán este viernes con un saldo de cinco soldados muertos, es inusual. Pero que utilice una retórica tan violenta, tan indignada, tan fuera de proporción al venir de quien viene, el general secretario, lleva a preguntar por qué está tan enojado el jefe de las Fuerzas Armadas. En un año y medio, su estado de ánimo se ha modificado y su lenguaje ha cambiado notoriamente.
 El comparativo natural es con el 2 de mayo de 2015, un día después de que criminales derribaran un helicóptero en Jalisco donde murieron ocho militares y una policía federal, cuando el general Cienfuegos habló en un homenaje con lenguaje enérgico pero no desproporcionado. Ese día expresó “nuestro reconocimiento perenne a ellos y nuestro apoyo incondicional para sus padres, esposas e hijos, así como nuestro compromiso absoluto para continuar trabajando sin descanso en la salvaguarda de los buenos mexicanos, siempre respetando la ley y a las personas, y en coordinación estrecha con los entes de gobierno”.
 En el homenaje a los soldados emboscados en Sinaloa, el secretario dijo el sábado: “Este artero y cobarde ataque no es sólo una afrenta al Ejército o a las Fuerzas Armadas; es también una afrenta a la naturaleza humana, a la convivencia colectiva, a los principios sociales, a las leyes que nos hemos dado y al Estado de derecho. Nuestros soldados fueron emboscados por otro grupo… de enfermos, insanos, bestias criminales con armas de alto calibre... Seres sin conciencia... sepan que vamos con todo, con la ley en la mano y la fuerza que sea necesaria. Nadie por encima de la ley. Que la fuerza que apliquen tendrá la respuesta que corresponda por parte de la autoridad”.
 El fraseo y el tono de los discursos son totalmente diferentes, como si hubieran sido construidos por distintas personas. ¿Qué ha pasado en un año? Muchas cosas. En el campo de la política, el presidente dejó al Ejército desamparado. Por ejemplo, no corrigió al exprocurador Jesús Murillo Karam cuando calificó el enfrentamiento con criminales e inocentes en Tlatlaya en 2014 como “matanza”, y permitió que el entonces subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda, ofreciera a los padres y abogados de los normalistas de Ayotzinapa hablar con miembros del Batallón 27 de Infantería y revisar su cuartel en Iguala. Estas dos decisiones, que afectaron el respeto del general al interior del Ejército y con los generales retirados, fueron agotando la paciencia del secretario con el poder civil.
 El presidente Peña Nieto pide siempre apoyo para las Fuerzas Armadas, pero donde podía haber probado sus dichos con hechos, no lo hizo. En el Presupuesto de 2017, dejó que la Secretaría de Hacienda las golpeara. Le quitó 45.7 por ciento para adquisición de radares, aviones, helicópteros e instalaciones militares –a la Secretaría de la Marina la dotó con recursos para un Centro de Entrenamiento y un nuevo Sistema de Inteligencia–, y no autorizó compra de nuevo armamento para las Fuerzas Especiales, que tiene 10 años de antigüedad, pese a que en ese campo los criminales cada vez están mejor equipados. Por otra parte, de los 91 proyectos y programas de inversión de las Fuerzas Armadas, sólo le otorgó presupuesto para 14, dentro de los cuales se encuentra el pago del nuevo avión presidencial, que se lleva 70 por ciento de ese recurso.
 El maltrato político y presupuestal no reconoce el costo que han tenido que pagar los militares en la guerra contra el narcotráfico. Informes internos de la Secretaría de la Defensa revelan que hasta el primero de agosto de 2016 el total de militares caídos durante los últimos nueve años de combatir al narcotráfico ascendía a 468, de los cuales Tamaulipas, con 113 efectivos caídos, era la entidad donde más violencia habían enfrentado, seguida de Michoacán con 53 y Sinaloa, donde se dio la emboscada del viernes, con 50. De ese total, 43 por ciento cayeron en ataques con armas de fuego y 7.3 por ciento fueron 'ejecutados' por el crimen organizado. La mayor parte de los caídos, el 60 por ciento, eran soldados; el 20 por ciento eran cabos y el 12 por ciento sargentos. Es decir, la tropa que trabaja en las carreteras y montañas del país. El desgaste es mucho. De 2007 a agosto de este año el total de ataques que han sufrido es de tres mil 813.
 Si el discurso del general Cienfuegos cambió tan radicalmente en lo retórico en un año, también la reacción táctica. Tras la emboscada del viernes, ordenó un despliegue militar a Sinaloa de envergadura. La noche del mismo viernes llegaron a Culiacán un centenar de miembros del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales, los llamados GAFES, que son los comandos de élite del Ejército, para combatir a los responsables del ataque. La reacción del secretario de la Defensa no tiene precedente en lo que va de la administración, y es contraria a la forma como Peña Nieto y su gobierno han reaccionado ante los desafíos criminales, llena de tonos duros pero abundantes en acciones laxas.
 El general Cienfuegos se apartó de la racional en Los Pinos, que lo dejó solo, según sugieren sus acciones. Lo que le queda es recuperar el respaldo interno de sus oficiales y de los generales retirados que tanto le criticaron su tibieza ante el poder civil.
 Twitter: @rivapa
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EJÉRCITO HERIDO/ José Cárdenas
El Universal, 
A estas horas nadie de la sociedad civil ha expresado una sola palabra de solidaridad para los militares abatidos, ni sus familias. Nadie los ha consagrado como víctimas.
 La emboscada del viernes contra un convoy militar sembró fuego, sangre y terror en Culiacán… y estremeció al país. Por lo menos 60 sicarios asesinaron a cinco militares; hirieron gravemente a una decena.
 El atentado es grave desafío contra las Fuerzas Armadas.
 El caso anterior de gran impacto fue el derribo de un helicóptero —el primero de mayo del año pasado— en el que viajaban 18 elementos; hubo tres muertos, tres desaparecieron y doce heridos.
 Vale la pena reflexionar las palabras de advertencia, furia e indignación del general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional, a quien seguramente los políticamente correctos criticarán porque hubo fallas de inteligencia militar mientras aclaman a Roger Waters, el hijo de su Pink Floyd, que vino a exigir la renuncia del Presidente.
 “…Enfermos, bestias y criminales”, llamó el general Cienfuegos a los responsables de la emboscada; “(…) el ataque no nos hará bajar la guardia ni nos va a amedrentar.”
 “No descansaremos hasta que los asesinos sean juzgados. Sepan que vamos con todo, con la ley en la mano y la fuerza que sea necesaria (…) que la fuerza que apliquen tendrá la fuerza que corresponda por parte de la autoridad.”
 “Este artero y cobarde ataque no es sólo una afrenta a las Fuerzas Armadas, es también una afrenta a la naturaleza humana, a la convivencia colectiva, a los principios sociales, a las leyes que nos hemos dado…”
 El Ejército debe participar activamente en la búsqueda de los atacantes. Y si lo hace con la ley en la mano, obtendrá no sólo el reconocimiento sino el respeto de la sociedad agraviada y amenazada por el crimen organizado.
 De acuerdo con datos oficiales, desde enero de 2013 las tropas federales han sufrido 943 agresiones. Sesenta y nueve soldados han sido asesinados; 325, heridos.
 A estas horas nadie de la sociedad civil ha expresado una sola palabra de solidaridad para los militares abatidos, ni sus familias. Nadie los ha consagrado como víctimas ni se han publicado desplegados en clamor de justicia para ellos. Ni Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos han tenido para los caídos una sílaba de piedad.
 ¿Será que los soldados carecen de derechos humanos?
 EL MONJE COMPUNGIDO: “Se ha quitado la vida Luis González de Alba, uno de los hombres más libres de México. El último acto de su salvaje libertad”, escribió en Twitter @aguilarcamin. Luis publicó su último texto este domingo 2 de octubre: “Habrá una manifestación de chavos que no saben qué es lo que no se olvida porque ya lo olvidaron o nunca lo han sabido”; el dirigente histórico de aquel movimiento estudiantil sí lo sabía (lea usted su primera novela Los días y los años). Luis eligió precisamente esa fecha, 48 años después; se arrancó la vida… se fue al diablo. Vaya “Mi último tequila” en memoria del genial potosino, activista, periodista, escritor… y homosexual; abrumadoramente lúcido.
 @JoseCardenas1
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Exigirán a CNDH defender a militares agredidos/Jorge Medellin
Estado Mayor, 4 de octubre del 2016
Este jueves 6 de octubre decenas de civiles, militares en retiro y familiares de militares en el activo exigirán a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que defienda los derechos de los militares y marinos atacados con saña por grupos de la delincuencia organizada.
El planteamiento será entregado por escrito en la sede de la CNDH, en donde un grupo de abogados que representan a cientos de familias de militares en activo y en el retiro entregarán un documento demandando que la comisión deje de ser omisa en sus funciones y defienda también los derechos de la tropa y la marinería que diariamente está expuesta a ataques del crimen organizado en cualquier parte del país.
El grupo de abogados que asesora a los civiles inconformes será encabezado por el litigante César Gutiérrez Priego, hijo de fallecido general Jesús Gutiérrez Rebollo.
En breve entrevista, el abogado penalista señala que este es el momento para alzar la voz de manera contundente y efectiva en busca de respuestas y posturas claras por parte de la CNDH como instancia defensora de los derechos de los mexicanos.
“Quienes venimos del medio militar, al igual que miles de civiles, estamos hartos de los crímenes y de la brutalidad de los sicarios de todos los cárteles y de que siempre se deje en la indefensión a los militares y marinos que combaten al narco en todos los lugares en donde se les ordena hacerlo”, explica.
Lo que exigiremos es una postura definida y contundente de la comisión para que también haga valer los derechos del Ejército y de la Marina cuando son atacados por los narcotraficantes y no se quede nada más con la versión y una parte de la historia, agrega Gutiérrez Priego.
Nuestro planteamiento es sencillo y contundente, explica; “la Constitución y los tratados internacionales firmados por distintos gobiernos en México señalan que cuando grupos civiles atacan a las instituciones, se deben hacer valer los mecanismos de seguimiento, protección y respeto a los derechos humanos vigentes en favor de la parte que es atacada”.
Eso es lo que queremos que se cumpla ya, de una vez, porque no se ha hecho, no sea defendido a los militares ha causado un enorme descontento en los cuarteles, añade César Gutiérrez.
El documento que será entregado a la CNDH surge en el contexto del ataque y asesinato contra cinco militares ocurrido en Culiacán, Sinaloa, en donde sicarios del cártel de Sinaloa emboscaron a un convoy de la 24 Compañía de Infantería No Encuadrada (24 CINE) que trasladaba a Juan Oscar Ortiz, El Kevin, herido en un enfrentamiento cerca del municipio de Badiraguato.
Regular a las fuerzas armadas
En este marco, el senador del Partido Acción Nacional (PAN) Roberto Gil Zuarth, presentó un proyecto de Ley de Seguridad Interior en el que se buscará darle certeza jurídica y delimitar la actuación de las fuerzas armadas mexicanas que realizan labores policiacas y de apoyo a la seguridad pública, ante la ineficacia de los cuerpos policiacos del país.
Gil Zuarth explicó que mientras esta situación no cambie, el Ejército, La Marina y la Fuerza Aérea deberán seguir en las calles del país haciéndole frente al crimen organizado.
El panista indicó que su proyecto de ley plantea un marco de acción legal que le dará certeza jurídica al Ejército, Armada y Fuerza Aérea en misiones de apoyo a las fuerzas civiles de seguridad pública.
La iniciativa propone un marco que establezca cuándo, con qué recursos, en qué tiempos y en qué situaciones habría actuaciones en regiones y estados del país, señaló.
De lo que se trata también es de regular la facultad del Ejecutivo para desplegar tropas en auxilio de los poderes municipales y estatales.
La propuesta de Gil Zuarth presenta innovaciones como la de crear un órgano colegiado que se encargaría de coordinar la manera en que se daría el despliegue de fuerzas especiales, lo cual se podrá solicitar al jefe del Ejecutivo.
Esto podría ocurrir siempre y cuando el Senado reconozca que en alguna región, zona o estado del país se dan las condiciones de una afectación a la seguridad interna, añadió Zuarth.
Jorge Medellín
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Dice Anable Hernández que 'El Chapo' ya no controla ni su casa
Anabel señaló en entrevista con Aristegui Noticias que quizá estemos por primera vez ante la verdadera caída de 'El Chapo' Guzmán, "y esta no es una caída propiciada por el gobierno, sino por su familia".
Como responsable del incremento de la violencia en Sinaloa, señaló a Alfredo Beltrán Guzmán, alias 'El Mochomito', quien se ha abocado a una fuerte lucha contra el Cártel de Sinaloa, mientras que estando preso, Joaquín 'El Chapo' Guzmán, 'ya no controla ni su casa' comentó.
Lo ocurrido en meses pasado en contra de la casa de la mamá del líder del Cártel de Sinaloa, ha acelerado una inestabilidad en esa zona y también en otras partes del país.
La periodist, consideró que 'El Chapo' ha hecho aún más evidente su descontrol desde que se supo del secuestro de sus hijos Iván y Alfredo Guzmán Salazar, en Puerto Vallarta; desde entonces se recrudeció la violencia, apuntó.
En cuanto a los hechos ocurridos el pasado viernes en Culiacán, donde murieron cinco militares y más de 10 resultaron heridos, mencionó que aún no logra definir si fue un ataque por parte del mismo Beltrán Guzmán, “quien pudo haber iniciado esto para dinamitar la zona del Chapo Guzmán”.
Pero apuntó que “quizá estemos por primera vez viendo la verdadera caída de 'El Chapo' Guzmán con todas las consecuencias que esto puede traer y esta no es una caída propiciada por el gobierno sino por su propia familia”,
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‘Malova’ te deja caliente Sinaloa, Quirino/Hugo Páez
Impacto, 
Las “bestias criminales”, como calificó Salvador Cienfuegos Zepeda a los atacantes del convoy militar en Culiacán, Sinaloa, de paso por Badiraguato, es una muestra del sexenio de Mario López Valdez. Destacable el hecho, sin duda, pero apenas debajo de esa intensidad de violencia que caracteriza al estado.
Los ciudadanos viven la peor de las tragedias sociales en las adicciones como el principal flagelo, de crecimiento exponencial en los últimos 10 años, y en ese delirio que encadena el consumo de drogas proliferan los asaltos y robos a casa-habitación.
Un problema sórdido que deja “Malova” a Quirino Ordaz Coppel, ya que los sinaloenses han optado por recurrir a la justicia de los “jefes de plaza” por la desconfianza e incapacidad de la autoridad. Como nunca, las clínicas de rehabilitación, atestadas de jóvenes adictos al crack, proliferan sin lograr bajar las cifras del drama.
Sin embargo, la violencia cruzó, de nuevo, los límites el viernes en la madrugada; pegó al Ejército, mostró el descontrol en la región y provocó la respuesta cliché y el lugar común de la autoridad, que promete hacer justicia y llegar a las últimas consecuencias en la emboscada donde fueron abatidos cinco militares en Culiacán, seis de los cuales están gravemente heridos.
La declaración de una testigo de los hechos es dramática: “La gente se reía de los militares; se burlaban de ellos; les gritaban que chingaran a su madre, que eran delincuentes de las fuerzas del Ejército… fueron más de 40 minutos; todo el tiempo gritos y burlas muy fuertes; parecía que traían micrófono en las camionetas; tal vez una hora de balacera y no llegaron refuerzos”, y la de un albañil que presenció el tiroteo, a las 3:30 horas, por el presunto rescate de Julio Ortiz Vega “El Kevin”. El testigo señala que hasta las 5:00 de la mañana llegaron las patrullas y ambulancias, según publica el periódico El Noroeste: “Parecía una zona de guerra con metralla y granadas… ya para qué; en la noche, ni un cabrón hubo para hacerles el paro a los vatos”.
En lo que va del sexenio, tres comandantes han pasado por la III Región, Militar, los generales Moisés Melo García (2012 a enero del 2014), Emilio Zárate Landeros (de enero de 2014 a enero de 2015) y, actualmente, Alfonso Duarte Múgica, quien se refirió a los posibles atacantes, en conferencia de prensa, como “Los hijos del ‘Chapo’”, “El Guano”, “El Mochomito”, sin dar los nombres correctos. El general Salvador Cienfuegos debería exigir más precisión y formalidad.
Ninguno de los tres generales de la región que abarca Sinaloa y Durango, su área de movilidad, detuvo a Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”. En Mazatlán fue capturado por elementos de la Secretaría de Marina de Vidal Soberón Sanz y en Los Mochis por la Policía Federal de Enrique Galindo Ceballos.
Y una muestra de falta de tacto: El sábado en la tarde, el general secretario Salvador Cienfuegos Zepeda dejó esperando a los soldados heridos en el hospital militar regional de Mazatlán -seis muy graves-, como prometió en el homenaje de cuerpo presente a los cinco elementos caídos en el enfrentamiento del viernes en Culiacán. A las 15:15 horas viajó de la capital de Sinaloa directo a México. En el terreno al costado del nosocomio castrense se quedaron pintados los círculos blancos donde aterrizaría el helicóptero con el secretario de la Defensa para dar un mensaje de alivio a las víctimas y familiares. El general no llegó…
twitter: @hugopaez

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