La alerta sísmica se activó alrededor de las 7:55 horas en la CiudadEl Sismológico Nacional indicó que fue de 6.1 de magnitud, con epicentro en la Unión Hidalgo, Oaxaca. Aunque en un principio se informó magnitud de 6.4, con epicentro al norte de Ixtepec, Oaxaca, posteriormente fue ajustado..
En la Cd de Mx diversos inmuebles fueron desalojados y se suspendieron momentáneamente labores en zonas dañadas por sismo del martes pasado.
"Por protocolo y ante la activación de la alerta de hoy, se suspende actividad en las zonas afectadas por el sismo del 19 de Sep. en la #CDMX", tuiteó el Secretario de Protección capitalino, Luis Felipe Puente.
Miguel Ángel Mancera, tuiteó que se activaron los protocolos de revisión.
Too bien...en la Ciudad..
Empero, en la zona del Istmo de Tehuantepec se terminaron por derrumbar algunas viviendas y el edificio de Moda Hogar que se encontraba frente al parque central de Juchitán de Zaragoza.
De igual forma, informaron que el puente de Asunción Ixtaltepec que se encontraba resentido por el terremoto de 8.2 grados en la escala de Richter el pasado siete de septiembre, también se cayó.
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‘Fake news..Qué lamentable !
La verdad nos hará libres.." Juan 8:31
Hay un fantasma de nombre Sofia.....No existió, nos engañaron, se valen las disculpas...
Esto es inadmisible....
¿Por qué armaron esta historia?
¿Quien o quienes fueron?
¿Por qué?...
Hay muchas justificaciones, pero el periodismo de investigación trabaja...;
Todo puede resumirse a lo dicho por esta señora que culpa a todos los medios y les mienta la madre por falsas noticias.
https://www.facebook.com/fred.alvarez1/posts/10155251752458369?comment_id=10155251772438369¬if_t=feedback_reaction_generic¬if_id=1506119031391303
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Con respecto al tema el financiamiento publico de los partidos políticos....
El PRI propone que se lo quiten de las prerrogativas de 2017; el Frente Ciudadano, conformado por el PAN, el PRD y MC, pide procesar una ley que elimine el financiamiento público y se otorgue a damnificados, Y Morena planteó entregar el 50 por ciento de su financiamiento de 2018 para darlo a través de un fideicomiso, lo que no sería inmediato.
Mmm
"El PAN y Morena sólo quieren aportar del gasto de campaña, y nosotros hablamos del 25 por ciento de todo, del total del financiamiento. Ellos hablan del 2018, pero la emergencia es ahorita; deben entregarse los recursos de inmediato", explicó el priista Arturo Zamora,
Las dirigencias nacionales del PAN y el PRD dijeron que la actitud del tricolor es oportunista por tratar de dar un uso político a la discusión sobre los recursos.
"Quieren patear el bote. Los recursos se necesitan ahora, y ellos hablan de una reforma a futuro. Es una clara y abierta simulación", denunció Zamora.
Miguel Carbonell adelantó que, de aprobarse la propuesta del Frente, podría aplicar hasta las elecciones federales de 2021, ya que la Constitución establece que, una vez iniciado el proceso electoral, no se pueden modificar las reglas de la contienda.
Si procediera la propuesta hecha por el PRI, "tienen que renunciar formalmente y de manera explícita a ese dinero para que sea transferido a la SHCP", explicó.
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Las columnas políticas hoy, 23 de septiembre de 2017
Templo Mayor/Reforma
ALGUIEN debería explicarles a los partidos políticos que las promesas a futuro no sirven para resolver las urgencias del presente. O lo que es lo mismo: si no quieren donar para los damnificados y la reconstrucción, que lo digan de una buena vez pero que no le jueguen al vivo.
POR un lado, PAN, PRD y MC plantean eliminar al 100 por ciento el subsidio a los partidos, pero no tienen la fuerza legislativa para lograrlo y, aunque se llegara a aprobar, por ley no aplicaría para este proceso electoral sino para el de 2021. ¡Ya pa' qué!
POR el otro lado, Morena dice que sí le entra, pero que hasta el próximo año y en cómodas mensualidades. Y los del Partido Verde se dicen encantados con la idea, pero ya sabemos cómo son. Curiosamente, el único que ya puso en la mesa su lana fue el PRI: 258 millones de pesos.
SI LOS dirigentes partidistas necesitan que les expliquen lo que es el altruismo, que se den una vuelta por la tlapalería Materiales del Parque, en Sonora 128. En medio de la tragedia, ese pequeño negocio donó su inventario para las labores de rescate: palas, picos, guantes, cuerdas, lámparas, pilas y demás fueron a parar a manos de los brigadistas completamente gratis. Y sin necesidad de convocar a conferencias de prensa, ni grabar videos en Facebook.
ALGO RARO está pasando en la Ciudad de México, pues antenoche estaba citada una reunión en el C5 en la que participarían el jefe de Gobierno y los 16 delegados. Pero sólo llegaron siete y quien los atendió fue la secretaria Patricia Mercado.
LA SOLIDARIDAD se pinta sola y la promotora cultural Lorena Hernández organizó una macrosubasta de arte en beneficio de los damnificados del sismo. Entre los artistas que han aceptado donar parte de su obra están figuras de la talla de Manuel Felguérez y el mismísimo Gabriel Orozco. También se está invitando a particulares a compartir su acervo. ¿Cuántos de los políticos que son conocidos coleccionistas le entrarán con su cuerno? Es pregunta puntillista.
AL QUE se le amargó su sueño de ser gobernador de Jalisco fue al empresario dulcero Enrique Michel quien, sorpresivamente, se bajó de la contienda por la candidatura de Morena.
AUNQUE adujo "motivos personales", todo indica que le pasó lo mismo que a Ricardo Monreal: apoyó con todo a Andrés Manuel López Obrador, le dijeron una y otra vez que él era el bueno y, a la mera hora, al Rey del Mazapán lo hicieron polvorón.
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Bajo Reserva/ El Universal
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Frentes Políticos/ExcelsiorI. Acusaciones de salva. Durante la audiencia de imputación a Rodrigo Medina de la Cruz, exgobernador de Nuevo León, por el delito de peculado, trascendió que usó el helicóptero del gobierno del estado para realizar viajes personales y lo puso también al servicio de amigos. Érika Irigoyen, fiscal de la Subprocuraduría Anticorrupción, detalló que el testimonio de tres pilotos de la aeronave avala las acusaciones. Asimismo, tienen las bitácoras del helicóptero. Los vuelos se realizaron, principalmente, en fin de semana, entre 2013 y 2014. Le han buscado por todos lados y Medina de la Cruz sigue libre. ¿Hay algo más sólido o sólo son aspavientos legales?
II. Mucho qué explicar. Denuncian que al ingresar a territorio morelense, los camiones de ayuda para los damnificados son desviados a las bodegas del DIF estatal, y que el gobernador Graco Ramírez y su esposa, Elena Cepeda de León, los entregan condicionados. La acusación es grave, pues también la sustenta Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca, quien denunció que tres cargamentos que iban para la diócesis jamás llegaron, pues el gobierno incauta y se queda con la ayuda para entregarla con su bandera política. Ramírez se defiende en Twitter: “Vamos a garantizar transparencia este proceso de apoyos, que nadie los engañe y pretenda lucrar con el dolor y la necesidad de las familias”. A ver si es cierto.
III. Necedades. Autoridades aduanales de Matamoros fueron denunciadas por la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) por obstaculizar el paso de víveres donados por ciudadanos estadunidenses en apoyo a las víctimas de los sismos del 7 y 19 de septiembre. Osvaldo Castillo Hernández, presidente de la Canaco en Matamoros, afirmó que la autoridad está aplicando exigentes requisitos que impiden el ingreso de insumos en al menos cinco estados del país. Exigen que sean sensibles a la tragedia. Lamentó que, pese al llamado que hiciera el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, los aduanales no brinden las facilidades. A ver, ¿qué parte no entienden de que estamos en contingencia? ¿O cuánto quieren?, porque si se trata de eso, pónganle precio a su nivel de corrupción.
IV. Presión ciudadana. México rompió el pico más alto de tráfico en Change.org, la plataforma para el cambio social en la que se recolectan firmas para diversas causas. La marca histórica se logró gracias a diversas peticiones específicas: que los partidos políticos entreguen las partidas presupuestales para sus campañas, que ascienden para 2018 a unos siete mil millones de pesos. “Si tú le quitas dinero a los partidos políticos, en época de campaña, tienes que cambiar estructuralmente muchas cosas… Reordenar la ley. Y eso ya no da tiempo”, manifestó Angélica de la Peña, senadora perredista. Miguel Ángel Osorio Chong, titular de la Segob, no está de acuerdo. Precisó que cuando hay voluntad política, siempre hay tiempo. Piénsenlo bien, legisladores. El horno no está para bollos. No le busquen.
V. Héroes. Ante la tragedia por los sismos en México del 7 y 19 de septiembre, el apoyo que han brindado los binomios caninos de la Secretaría de Marina ha acaparado los reflectores a nivel mundial, pues los perros de búsqueda y rescate Chichí, Evil, Eco, Ariel, Titán y, en particular, Frida, que ha salvado a más de 50 personas en México y otros países, han conseguido reconocimiento por la labor que brindan en la búsqueda de sobrevivientes. Los brigadistas se unen con la inteligencia, destreza y la capacidad olfativa de rastreo de los canes. También hay que destacar que un complemento importante para el éxito de los rescates ha sido la ayuda internacional, países como Japón, Israel, Chile, Colombia, Panamá, EU y España han contribuido con tecnología de punta o personal capacitado para la búsqueda de personas bajo los escombros.
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Salvador García Soto/ Serpientes Escaleras....
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Arsenal/
FRANCISCO GARFIASExcelsior
“No vuelvo a dejar que Mariana se vaya en Uber…”
Un chofer de taxi equivocado, un demente en tu camino, y adiós vida. Miedo a toparte con un conductor desequilibrado
El 19-S tenía preparado un texto sobre el impacto en los jóvenes que produjo el emblemático caso de la joven Mara Fernanda, violada y asesinada en Puebla el 8 de septiembre, presuntamente por Ricardo Alexis, chofer de Cabify.
Pero el violento sismo que enlutó a México ese día nos obligó a cambiar el tema de la columna. Lo retomo tal como lo escribí:
La angustia se reflejó en el rostro de mi hijo Francisco, de 21 años, cuando hablamos del caso de Mara Fernanda, violada, asesinada y arrojada en una barranca de Puebla.
“Me siento mal. No vuelvo a dejar que Mariana (su novia) se vaya en Uber…,” me dijo con expresión de amargura.
Sus palabras me llamaron la atención. Parecían parte de una reflexión colectiva sobre la pesadilla. Cualquiera puede ser víctima: la novia, la hija, la hermana, la amiga, la sobrina.
Un chofer de taxi equivocado, un demente en tu camino, y adiós vida.
Lo recordaba esta semana Wendy Selene Pérez en su muro de Facebook:
“Mara había tomado un taxi cuando la asesinaron. Lesby paseaba a su perro cuando la estrangularon. La pequeña Valeria iba protegiéndose de la lluvia cuando el chofer la violó y la mató.
“Mariana Joselín salía de la tienda de barrio cuando el asesino abusó de ella en una carnicería y la mató como una res.
“Y el niño de siete años que iba en el auto con su papá (en la carretera Puebla-México) cuando lo acribillaron…”.
La reacción de mi hija Renata, de 28 años, fue una mezcla de miedo e impotencia. Miedo a toparte con un chofer desequilibrado, abusivo, mañoso.
Impotencia porque los llamados “taxis seguros” son todo menos eso.
Moverse solas en la noche es muy arriesgado, sobre todo para las mujeres.
El caso de Mara sacudió conciencias, movilizó gente en todo el país; sacó los mejores y los peores comentarios.
Entre éstos últimos, están las misóginas palabras del rector Job César Reyes Romero, de la Universidad Madero de Puebla, sobre la desaparición de mujeres.
Una reflexión retrógrada indigna de un académico.
“Para mí se debe a la descomposición de la sociedad y libertades que las chicas tienen ahora. Cualquiera puede salir a altas horas de la noche; tienen libertad y autonomía para viajar en su carro. “Y en esa libertad y descomposición de la sociedad se vuelven presas de gente que tiene la intención de lastimarlas”, subrayó.
El famoso colega poblano, Arturo Rueda, no se queda atrás en el tamaño de las barbaridades que dijo:
“La muerte de Mara es la mitad responsabilidad de Mara y la mitad responsabilidad del taxista. Uno, Mara pierde el conocimiento por lo bebida que iba o, dos, hubo acuerdo para irse al hotel con él…”.
Sin comentarios.
El caso es un balazo para Cabify y Uber. Por lo pronto, a la primera compañía le fue revocado el permiso de operar en Puebla.
La compañía mostró carta de no antecedentes penales del chofer Ricardo Alexis. Pero luego se supo que el sujeto, ya en la cárcel, estaba mezclado con los huachicoleros y que lo habían corrido de Uber.
¿Por qué tenía esa carta? Ahí le dejamos la pregunta.
Fue necesario un terremoto para que los partidos accedieran a donar sus prerrogativas ante la emergencia humanitaria por los sismos.
Nadie se quiere quedar atrás. Es un asunto de votos en año electoral. El que se niegue pierde terreno y quizá hasta el registro.
El PRI devolvió el jueves 258 millones de pesos.
Andrés Manuel López Obrador no necesitó de los sismos para anunciar, primero, una donación de 20% de sus prerrogativas.
Se pasó por el arco del triunfo el aberrante argumento del INE en el sentido de que los recursos etiquetados a los partidos no se pueden desviar ni para una emergencia humanitaria.
El jefe máximo de Morena ya elevó a 50% la donación de los gastos de campaña para actividades de reconstrucción.
Ricardo Anaya, jefe nacional del PAN, adelantó ayer, en un comunicado, que su partido cederá también 50% de los gastos de campaña.
Dante Delgado tuiteó que el MC donará 10% de esos gastos.
Un experto en el tema, que se amparó en el anonimato, nos dijo que hay “manzanas envenenadas” en las propuestas de los partidos.
Argumentó que el dinero fuerte de las agrupaciones políticas no es el de los gastos de campaña, sino el de los gastos de operación ordinaria.
Nos hizo otra observación. La presión ciudadana obligará al Congreso a legislar para reducir los gastos de campaña.
La cantidad que le quede a cada partido en ese rubro bajará, porque las cantidades se fijaron en porcentajes.
Ante el “sí” de los partidos para que una parte de sus prerrogativas vayan a los damnificados de los sismos, la exsenadora independiente, Martha Tagle, nos dijo que se debe construir un Fondo Independiente de Reconstrucción, operado por un Consejo Ciudadano. “Hay que evitar suspicacias”, puntualizó.
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No nos vamos a dejar/Jorge Ramos Ávalos
Reforma, 23 Sep. 2017
CIUDAD DE MÉXICO.- Mi ciudad se quebró pero mi gente no. Regreso a algunas de las calles donde crecí y no las reconozco. Hay decenas de edificios caídos por el terremoto de magnitud 7.1 pero los pedazos de cemento están cubiertos por una manta de cascos azules, rojos y blancos. Los trabajadores paran, levantan el puño y piden silencio. Es la señal de que, quizás, han encontrado a alguien con vida entre los escombros. Luego, bajan los brazos y esa manta multicolor se vuelve a mover buscando otra oportunidad.
No muy lejos, detrás de una cinta de la policía, están esperando cientos de familiares. Dan las dos de la mañana y no se han ido. Ni se irán, hasta saber si su mamá, si su hermano, si su hijo, está entre los muertos.
Conchita está angustiada y enojada. Su hija Karen, una contadora, trabajaba en el cuarto piso de un edificio que se derrumbó en la colonia Roma y no saben nada de ella. Conchita sigue hablando de su hija en presente, como si hacerlo en pasado fuera un mal augurio. Me lleva hasta el límite marcado por la policía con una cinta amarilla y desafiante, casi gritando, se queja de que los rescatistas dejaron de remover piedras hace un par de horas y que la vida de su hija depende de que no paren. Al final la abrazo y ella acepta el abrazo entre lágrimas.
Brian no tiene casa. Se le cayó con el temblor. Él y su familia ahora viven en un coche. Pero se ha pasado el día ayudando en varios rescates. Lleva más de 24 horas sin dormir y aún está lleno de energía. "No puedo dormir mientras haya gente a quien ayudar", me dijo.
Su conducta refleja lo mejor de México. Además de una maravillosa solidaridad, los mexicanos han demostrado una extraordinaria capacidad de respuesta tras el sismo. Y estoy seguro que esto se va a extender a muchas otras cosas. Los mexicanos escogemos Presidente el próximo primero de julio del 2018 y este terremoto va a estar muy fresco en la memoria de los votantes.
La mentira sobre Frida Sofía -esa supuesta niña de 12 años que estaba a punto de ser rescatada en una escuela que se cayó- le quitó la poca credibilidad que le quedaba al gobierno en un momento crucial. Altos funcionarios de la Marina y hasta el propio secretario de Educación alimentaron durante las horas más críticas una falsa narrativa que convenía a un gobierno que se quería ver eficiente y compasivo ante la tragedia nacional.
Hay muchas pero la primera conclusión es que periodistas y ciudadanos no podemos confiar en la información que venga del gobierno de Peña Nieto. La actitud más saludable de cualquier reportero es desconfiar, siempre, de lo que dicen los gobiernos. Así como es imposible creer la versión oficial sobre la compra de la Casa Blanca y la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, también es muy difícil creer el cuento de un gobierno honesto y capaz tras el terremoto.
El temblor me sorprendió a miles de kilómetros, en Mexicali. Prendí la tele y fue un déjà vu. Otra vez, al igual que en el terremoto del 19 de septiembre de 1985, vi cómo los vecinos fueron los primeros en ayudar a otros vecinos. El Ejército, la Cruz Roja y los topos -esos increíbles seres que se meten y salen de los hoyos buscando vida- aparecerían más tarde. Pero los primeros rescatistas fueron ciudadanos.
Últimamente me he encontrado con grandes ejemplos del ingenio mexicano. En Mexicali conocí a muchos estudiantes de la universidad Cetys, cuyo objetivo a mediano plazo es estar entre los 10 mejores centros de estudio del mundo (y estoy seguro que lo van a lograr). Ante cada insulto de Donald Trump contra los inmigrantes mexicanos suelo pensar en el neurocirujano bajacaliforniano Alfredo Quiñones, quien ha salvado miles de vidas en la clínica Mayo y en los mejores hospitales de Estados Unidos. Y son manos mexicanas las de miles de jardineros y trabajadores que están limpiando y levantando a Texas y la Florida tras el paso de los huracanes Harvey e Irma.
El terremoto, es cierto, nos tiene a todos con el corazón apachurrado. Recuperarse de este brutal golpe va a tomar años. Pero en casi todas mis pláticas he encontrado un sorprendente y renovado optimismo entre los mexicanos. En las calles donde crecí de joven hay una energía, casi euforia, que nunca antes vi.
Ante la adversidad ha habido mil respuestas alentadoras del ingenio mexicano. Incluso en los momentos más difíciles -como ocurre después de un sismo- juntos sabemos salir adelante. Así como la movilización ciudadana tras el sismo de 1985 fue el preludio de las primeras elecciones democráticas en México en el año 2000, el terremoto de este 2017 ha dejado ya una clara lección: no nos vamos a dejar.
@jorgeramosnews
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Sismo político
SOBREAVISO / René Delgado
Reforma 23 Sep. 2017
Después del movimiento telúrico y la reactivación social empeñada en salvar vidas vendrá, sin duda, el sismo político.
Es prematuro determinar el epicentro y la magnitud de ese otro temblor, pero no hay duda que sacudirá a más de un gobernante, provocará vértigo a los dirigentes partidistas y fortalecerá o debilitará las posibilidades de éste o aquel otro aspirante presidencial.
En estos días de tragedia y dolor, el tino o desatino con que se conduzcan quienes administran, dirigen, ruletean, representan o pretenden el poder será determinante en su porvenir político. No es para menos, a la gente se le movió el piso en el centro y sureste de la República o, bien, le cayó el cielo encima en otras regiones del país. Y hoy, a diferencia de hace treinta y dos años, y pese a carecer aún de fórmulas de organización efectivas para auxiliarse y apoyarse entre sí, la gente confía más en sí misma que en la autoridad política.
Tanto se alejó la clase política de la ciudadanía que hoy duda al acercarse a ella o calcula cómo hacerlo sin irritarla más de lo que ya se encuentra. Y todavía falta recorrer un tramo duro, aquel donde la esperanza de rescatar vidas sucumbe ante el ruidero de la maquinaria pesada que hace sepultura o montaña de escombros del hogar querido. Y el tramo donde a la solidaridad espontánea la suplanta la burocracia establecida, exigiendo esto y aquello para acreditar la propiedad de la ruina a punto de ser derruida y, de ser el caso, recibir ayuda para reconstruir lo que se pueda o rehacer la vida en otro sitio.
A saber si no más de un miembro de la clase política resulta damnificado o víctima colateral del colapso.
Movimientos de ese otro sismo comienzan a percibirse.
El más notorio, quizá, el relativo a la demanda social de destinar al auxilio y la reconstrucción parte de las prerrogativas partidistas. En la plataforma change.org, la demanda sumaba hasta ayer al mediodía un millón trescientas mil firmas. Un reclamo que, ahora, particularmente el dirigente priista, Enrique Ochoa, quiere presentar como una propuesta propia y disputar que fue él y no el dirigente morenista, Andrés Manuel López Obrador, quien la formuló primero. Infantil la postura.
Lo curioso de la actitud de esos y los demás dirigentes partidistas dispuestos a reintegrar parte de las prerrogativas, es el concepto relativo a la propiedad de esos recursos: confunden donar con devolver. Quieren donar o renunciar a un cierto porcentaje de lo que reciben, siendo que en realidad sólo devolverían parte del dinero que les da la sociedad. No es lo mismo devolver que donar.
Acostumbrados a dar despensas y tinacos o a imprimirle un sesgo electoral a los padrones de los programas sociales, de seguro, les cuesta entender cómo es eso de prescindir de recursos sin asegurar del todo un voto a cambio.
Si hoy, en la emergencia, los dirigentes partidistas reconocen que son muchos los recursos recibidos por parte el Estado, el gesto -derivado de la presión social y no de una graciosa concesión- debería ser actitud permanente y, entonces, en vez de buscar la forma legal y extraordinaria de devolver parte de ese dinero, lo indicado sería reformar la fórmula que, año con año, incrementa las prerrogativas. ¿Están dispuestos a eso los dirigentes partidistas y los coordinadores parlamentarios?
La sociedad, al menos una porción considerable, pretende una democracia cara por querida, no por costosa. Más cuando al uso de las prerrogativas se suman cantidades extraordinarias de dinero sucio o, bien, destinado a propósitos distintos a los electorales.
Otro síntoma de ese temblor político por venir es el concerniente a la crisis de capacidad, legitimidad y representatividad de la autoridad política y, a causa de ella, la sobrecarga de tareas que desempeñan el Ejército y la Marina.
Las Fuerzas Armadas no pueden seguir siendo el recurso a emplear ante la ausencia, la ineficacia y la desconfianza en el gobierno, cualquiera que éste sea. Insistir en la idea de que, como quiera, ahí están los soldados y los marinos para lo que se ofrezca, puede acarrear diversos efectos colaterales. Uno, el agotamiento del instituto armado y el malestar de los mandos ante los distintos frentes que se les obliga a atender, a causa de la incapacidad de la clase política para resolver los problemas que, a veces, ella misma genera. Dos, la profundización del sentimiento encontrado que la población guarda con las Fuerzas Armadas, el uniforme es símbolo a veces de seguridad y auxilio y a veces de temor y miedo. Ni a la sociedad ni al instituto armado conviene esa relación. Tres, la tentación de encontrar en las Fuerzas Armadas la solución al fracaso de la política es, al final, un peligroso espejismo.
La clase política está abusando de las Fuerzas Armadas y es delicado.
Cómo sacudirán huracanes y sismos a la clase política está aún por verse y, en cierta medida, ello dependerá de la actitud y los pasos que dé.
Figurar sin comandar el auxilio y la reconstrucción sería un error. Esconderse o sobreexponerse, también. Caminar sobre las ruinas con la intención de sacar ganancia del cascajo, lo mismo. Etiquetar y administrar despensas o ayuda con sello electoral, ni se diga. Responder al reclamo social con disfraz de iniciativa propia, igual. Pretender derivar beneficios políticos del dolor o la necesidad social resultará contraproducente.
La estructura política estaba dañada desde antes del sismo, por absurdo que parezca, sus operadores deben andar sobre ella con pies de plomo.
EL SOCAVÓN GERARDO RUIZ
Hace 73 días se abrió el socavón en el Paso Exprés de Cuernavaca y el secretario Gerardo Ruiz Esparza sigue en pie. Al menos, el socavón debería llevar su nombre.
sobreaviso12@gmail.com
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Treinta y dos/Jorge Volpi
Reforma, 23 Sep. 2017
Monsiváis tenía razón: una sociedad que el PRI se había empeñado en mantener desarticulada desde el 68 se organizó de pronto.
En casa sólo estábamos mi padre y yo. Mi madre ya había salido a dejar a mi hermano a la secundaria y, sin imaginar la magnitud del desastre, al acabar el temblor lo dejó allí. Creo que apenas vimos caer algunos cuadros y un poco de yeso, pero, en cuanto salimos a la calle, vislumbramos el primer signo de la tragedia: la fumarola negra que ascendía desde los últimos pisos de la torre de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, en Eje Central y Xola. Sin televisión, celulares o redes sociales, hube de esperar a que mi padre volviese de su primer recorrido por las calles aledañas para atisbar la destrucción.Yo tenía 17 años y creo que esa noche, durante la réplica, atestigüé por primera vez el pánico en los ojos de una de nuestras vecinas del edificio de enfrente: tendría más o menos mi edad y no paraba de gritar, llorar y sollozar, aferrándose a sus padres luego de verse obligada a bajar las escaleras a toda prisa. Nuestra colonia, la Álamos, sufrió severos daños: al menos tres edificios en mi cuadra se vinieron abajo y muchos más en las inmediaciones. Desde esa mañana, mi padre se la pasó atendiendo a los heridos de la zona y a la postre recibió la Medalla 19 de Septiembre. Todos tuvimos noticias de muertes cercanas: uno de mis compañeros de salón, la madre de otro y la hermana de uno más. También entonces descubrí la solidaridad: ese respingo que lanzó a miles a colaborar en el rescate y la reconstrucción sin aguardar las instrucciones del gobierno.
Porque, si algo prevaleció en aquellas semanas por parte de las autoridades, fue la parálisis y la opacidad. Al dolor se sumó una rápida e inusual indignación pública: Miguel de la Madrid se demoró inexplicablemente en recorrer las zonas de desastre mientras Televisa parecía más preocupada por confirmar la resistencia de los estadios para el Mundial que por la suerte de las víctimas. Monsiváis tenía razón: una sociedad que el PRI se había empeñado en mantener desarticulada desde el 68 se organizó de pronto.
Más que ante el terremoto, el gobierno parecía aterrado ante la reacción de sus gobernados. Y con razón: a la rechifla sufrida por el Presidente en el Estadio Azteca meses después -burdamente silenciada por Televisa-, le siguieron las marchas que acompañaron a Cárdenas en 1988 y, de ahí en adelante, cada jaloneo mediante el cual la "sociedad civil" consiguió arrancarle más derechos y representación a un sistema agonizante hasta su derrota final en el 2000. Vista así, la reconstrucción de la ciudad emprendida desde 1985 se convirtió en el origen de la construcción de ciudadanía que hemos experimentado desde entonces.
Desafortunadamente, esta historia con tantos lados heroicos no es sólo una historia de éxito. El ánimo cívico que transformó a la capital y al país halló su culminación en la alternancia, pero se quedó corto en sus metas: los partidos pronto se adueñaron de nuestra incipiente democracia, al tiempo que los restos del autoritarismo revivieron en la guerra contra el narco -y sus extremos, como Ayotzinapa-, combinados con una corrupción endémica amparada en un sistema de justicia inoperante.
32 años después del sismo del 85, a esa sociedad civil le queda aún mucho por lograr. No hemos concluido el recuento de los daños cuando ya proliferan iniciativas para limitar nuestra perversa partidocracia. Vale la pena combatir por ellas: insistir en la reducción de los presupuestos de los partidos y la comunicación social del gobierno para emplear esos recursos en la reconstrucción, con los ciudadanos supervisando directamente el proceso. (Distinto a permitir que los partidos usen esos recursos, lo cual alentaría una inducción del voto aún peor que la del Estado de México).
Es momento de arrasar los últimos cimientos del viejo régimen y reedificar, sobre ellos, una estructura social más equitativa y un sistema judicial y de rendición de cuentas en verdad transparente y efectivo. Una lección de 1985 debe quedarnos clara en 2017: la movilización solidaria es capaz de arrinconar a los políticos.
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