8 nov 2017

Muy bien por Nashieli, la ALDF y Mancera/ Ivonne Melgar

Muy bien por Nashieli, la ALDF y Mancera/ Ivonne Melgar
Excelsior, 8 de noviembre de 2017
Justo cuando las designaciones de los titulares de los organismos autónomos hacen crisis, los diputados y el gobierno de la CDMX hicieron lo correcto.
Me refiero a la elección por unanimidad de Nashieli Ramírez Hernández como presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
Muchas son las razones qué celebrar con este nombramiento y los significados que tiene, en un momento en el que nos urge dignificar el quehacer político.
DEFENSORA DEL PUEBLO

De entrada, destacamos el perfil de la nueva ombudsperson, ombuswoman, habría dicho con mucha razón Yuriria Sierra.
Se trata de una mujer con trayectoria en la defensa de los derechos humanos y con capacidades probadas en la construcción de respuestas a la violencia y la discriminación.
Nashieli participó, desde la sociedad civil organizada, en el diseño de Todos Somos Juárez, y fue pionera en México en el impulso de una agenda de atención a la temprana infancia y el trabajo infantil.
Comprometida con la equidad de género y la visibilidad de las violencias, la presidenta de la CDHDF acompañó el trabajo de consulta y cabildeo que dio paso al actual entramado jurídico a favor de la niñez y la infancia, establecido sobre la base del Interés Superior.

Con experiencia en la administración pública relacionada con programas sociales de combate a la pobreza y educación, Nashieli Ramírez Hernández conoce de las necesidades profundas de una sociedad tan plural como estratificada.
En el reciente proceso que dio paso a la Constitución de la CDMX, la titular de la CDHDF fue parte activa en la definición y defensa de diversos derechos de vanguardia, destacando el que articuló su programa de trabajo para este nuevo cargo, el del derecho a la ciudad.
TRANSPARENCIA PARLAMENTARIA
Pero no basta una buena trayectoria si ésta no es valorada. Y en el caso que nos ocupa, Nashieli tuvo la oportunidad de participar en un proceso de designación en el que los diputados de la Asamblea Legislativa del DF se tomaron en serio la tarea de evaluar perfiles y hacerlo de cara a las organizaciones de la sociedad civil que previamente propusieron criterios.
De manera que, a diferencia de lo que viene ocurriendo en la Cámara de Diputados y en el Senado cuando se trata de nombrar a los titulares de los organismos autónomos, bajo el modelo de cuotas partidistas y listas de personajes afines a éstas, aquí en el parlamento chilango hubo un método de auscultación que desmenuzó varios factores.
Acaso fue que andaban en el pasmo post sismo y el tema fue desatendido por los caciques de la política local. Lo cierto es que la Comisión de Derechos Humanos de la ALDF se puso a revisar a los aspirantes en función a su trayectoria, credenciales académicas, apoyos de las organizaciones, plan de trabajo y entrevistas con preguntas de los legisladores y representantes de la sociedad civil.
De manera inédita, en medio de las grillas parlamentarias, los diputados locales fueron calificando cada segmento, hasta contar con un puntaje final que permitió comparar perfiles. 
Quizá quienes esperaban arreglar la designación bajo la lógica de los cotos y compromisos previamente pactados, desestimaron los formatos de evaluación que los integrantes de la Comisión de Derechos Humanos registró.
La cosa es que cuando se pretendió negociar la designación al modo de siempre, de "éste es mi candidato", los jefes de las bancadas y líderes políticos de la ALDF —Mauricio Toledo y Leonel Luna— y funcionarios aledaños y cercanos al jefe de Gobierno, Miguel Mancera —como el consejero jurídico Manuel Granados y el operador político Héctor Serrano— se encontraron con que habían calificaciones y por lo tanto finalistas.
Ese primer filtro sustentado en el mérito y en las evidencias generó una cuarteta natural, porque se trataba de los aspirantes con mejores puntajes: Nashieli Ramírez, Hilda Téllez, Juan Carlos Arjona y Olga Noriega.
Había un hilo conductor en los perfiles más destacados: eran prospectos de la sociedad civil.
Sin duda el presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Luciano Jimeno del Partido Humanista, resultó determinante. Porque defendió a capa y espada este método de parlamento abierto.
Contó en esta apuesta con el involucramiento y el trabajo de la diputada del PRI, Mariana Moguel, quien de manera deliberada se comprometió con una designación legitimada por la ruta previamente trazada y en la que ella personalmente promovió la presencia y el seguimiento de las organizaciones civiles.
EL MEJOR MANCERA
De verdad que para quienes hemos atestiguado los procesos de designación de consejeros eelectorales en la Cámara de Diputados y recientemente la defensa del voto oculto en el Senado para la ratificación o no de la salida del ex fiscal electoral Santiago Nieto, lo sucedido en la Asamblea Legislativa sienta un precedente que bien vale la pena replicar pronto en los futuros procesos de designación pendientes.
Al final, contaron y mucho las cartas de apoyo a Nashieli Ramírez Hernández, de gente comprometida con los derechos humanos, así como su propuesta, en el marco de un proceso en el que destacó la competencia de hombres y mujeres con reconocimiento y experiencia.
A diferencia de otros procesos donde al final la guerra sucia y el lodo terminan por vetar o enterrar a los incómodos, en la ALDF se impuso la valoración de 12 prospectos representativos de lo que esta sociedad ha acumulado en la materia.
Pero todo esto no hubiera sido posible si en la jefatura de gobierno hubiera imperado la lógica de siempre, la de "por favor, sáquenme este acuerdo a cómo de lugar".
Y eso hay que decirlo y subrayarlo: Miguel Mancera supo leer el momento que vivimos y respetó el proceso de acercamiento a la transparencia parlamentaria que hicieron los legisladores.
¿Por qué el gobernante capitalino se ha dado el lujo de dejar en manos de la sociedad civil organizada a la CDHDF?
La pregunta es pertinente y aquí intentaremos responderla: porque Mancera sabe después del terremoto del 19 de septiembre que sin el activismo de sus mejores hombres y mujeres, esta CDMX no va a ningún lado.
Porque sin duda al conocer los resultados de la evaluación de perfiles, pudo comprender que el de Nashieli Ramírez Hernández responde al de una sociedad civil organizada madura que entiende el valor de la vigilancia del poder y del acompañamiento a las autoridades en el difícil y complejo reto del respeto a los derechos.
Miguel Mancera supo valorar el proyecto de dE una ombusperson que sabe que la tarea que viene es la de hacer realidad los derehcos de la Constitución y, como lo propuso la nueva titular, acompañar el proceso de reconstrucción.
Se que no estamos acostumbrados a reconocer los aciertos de nuestros gobernantes y que vivimos en una coyuntura donde las percepciones construidas desde la propaganda negra y la publicidad mandan.
Pero esta vez estamos en el deber de señalar que este Miguel Mancera, el que acepta romper la lógica de los cuates y las cuotas en la designación de la defensora del pueblo, el que reclama que el gobienro federal no está canalizando los recursos que la CDMX necesita, el que escucha las críticas ciudadanas, es el mejor Miguel Mancera que habíamos observado.
Muy bien por Nashieli, muy bien por los legisladores. Y muy bien por el jefe de gobierno.
LA CITA IMPERDIBLE
He llegado a pensar aquello que alguien dijo, sin duda tocado de santidad: que el paraíso puede ser el infierno, si en él no encontramos el amor verdadero", María Zambrano.
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