1 may 2018

Tenían experiencia en disolver cuerpos

Tenían experiencia en disolver cuerpos
REFORMA / Redacción, Cd. de México (01 mayo 2018).- 
En los cinco meses previos a la desaparición de los estudiantes de cine, sus victimarios atacaron a balazos a cuatro vendedores de droga que no querían trabajar para el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y asesinaron a tres ladrones, a quienes deshicieron en ácido.

En su testimonio ante la Fiscalía de Jalisco, Gerardo González González "El Cochi" aseguró que era dueño de un taller mecánico en Tonalá y que tenía como empleados a un sujeto apodado "El Tuntún" y al rapero Christian Omar Palma Gutiérrez "QBA".
Por los trabajos de mecánica, González les pagaba mil 500 pesos y por sus actividades criminales, 3 mil pesos, en ambos casos semanales.
"El Cochi" fue reclutado hace dos años por "El Flaco" para encabezar un grupo de sicarios cuya misión sería disuadir o barrer a "los chapulines" que no quisieran vender la droga del CJNG en Tonalá.
Chapulines
En su declaración, "El Cochi" recordó que entre octubre y noviembre pasados "El Flaco" le hizo el encargo de ir contra un ladrón apodado "El Escape", quien realizaba sus fechorías en la Colonia Basilio Badillo.
Junto con Jhonatan Josué Hernández Moreno "El Choco" y Jhonatan Alejandro Anaya Delgadillo "El Kalimba", "El Cochi" salía por las noches en un carro Aveo para buscarlo. No pasó mucho tiempo para que lo localizaran.
"Al estar dando una vuelta... nos topamos al "Escape", que llevaba a otro morro en una moto pequeña, por lo que entonces me le empareje y desde el interior del vehículo es que le disparé con una pistola calibre .45 y también "El Choco" le disparó en varias ocasiones con una pistola calibre .40.
"Los dos morros se dejaron caer al piso y vi que estaban heridos los dos y nos fuimos de ahí", relató.
Posteriormente, "El Cochi" repitió la tarea, cerca del Parque de la Solidaridad, pero con José Eduardo Castellanos Barajas "El Grillo". A la víctima le dispararon desde una moto.
"Fuimos a buscar a un muchacho al que le dicen "Lola" porque no entendía que no debía de vender el material de otro lugar, por lo que lo avistamos por una calle que se llama Altamira y ahí fue "El Grillo" el que le disparó", contó.
Ladrones
El rapero Christian Omar Palma Gutiérrez "QBA" o "Cuba" entró a trabajar apenas en diciembre pasado al taller de "El Cochi".
Palma dice en su testimonio ministerial que en febrero les robaron del taller una máquina hidrolavadora marca Karcher, una pulidora y varias herramientas mecánicas.
"El Cochi" y "El Tuntún" o "El Chaparro" observaron varias veces los videos de las cámaras de seguridad e identificaron al ladrón, un tipo que a veces llegaba al taller para pedir "para el refresco".
Dos semanas más tarde, dos sujetos llegaron al taller para informarle a "El Cochi" que ellos sabían dónde estaba la Karcher. Se encontraban ahí "El Chaparro", "El Choco" y "QBA".
Uno de los delatores empezó a ponerse nervioso cuando "El Choco" lo acusó de saber quién era el ladrón por ser su cómplice.
"La neta sí, pero el bato se avivó e hizo finanzas con la Karcher y se quedó con la lana", aceptó. "El Cochi" y su gente llevaron a los dos sujetos a una habitación contigua.
"'El Choco" le puso una soga en el cuello al primero de los que entraron al taller y con un tubo le hizo un torniquete hasta que lo mató.
"Después le pusieron una soga en el cuello al segundo de los batos y, mientras que yo lo sujetaba de los pies, "El Choco", "El Chaparro" y "El Cochis"... con un tubo hicieron un torniquete hasta que lo mataron", relató el rapero.
En la casa de "El Choco" colocaron los dos cuerpos desnudos dentro de un tinaco para vaciarle 60 litros de ácido --tres botes de 20 litros cada uno-- y luego vertieron agua con una manguera durante un minuto.
"El agua hizo reacción con el ácido y se escuchaba que burbujeaba y empezó a salir humo y olía muy feo, como a animal muerto", relató Palma.
Luego sellaron el tinaco con cinta de aislar y lo dejaron dos días. Al regresar, los sicarios lo destaparon y abrieron el desagüe en su parte inferior para llenar unos botes.
"Salieron como siete botes de líquido café con un olor a animal muerto espeso, y como estaba espeso lo batíamos con un palo de escoba para que saliera por el desagüe del tinaco", dijo el rapero, quien cuenta que el contenido de los botes lo vaciaron en un lote baldío.
Dos semanas más tarde, quien se había robado las máquinas del taller corrió la misma suerte que sus dos cómplices. ..
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Estaban jóvenes en casa de riesgo
Comandos armados irrumpieron dos veces en 2017 en el inmueble ubicado en la Calle de Ocotillo sin número, Colonia Los Amiales, en Tonalá. 
Nota de Abel Barajas/Reforma, (30 abril 2018).- ..
La casa donde grabaron un cortometraje los estudiantes que fueron levantados y asesinados por el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) era de alto riesgo.
Antes del caso de los jóvenes alumnos de cine, en la cabaña ubicada en Tonalá fueron detenidos cinco presuntos miembros del CJNG, además de que fue robada una camioneta y dos veces irrumpió un comando que dijo ser de la Fuerza Única de Jalisco en busca de armas y droga.
Según documentos judiciales, el 10 de julio de 2015 en esa finca fue detenido Diego Gabriel Mejía, presunto operador del CJNG, junto con cuatro de sus lugartenientes, en cuyos vehículos fueron aseguradas armas de fuego.
Los sospechosos hoy están presos en el Reclusorio Metropolitano de Guadalajara.
La versión que la Fiscalía de Jalisco ha recabado con testigos es que en aquel entonces la propietaria de la casa era Elizabeth Alcalá Juárez, madre de Joana Elizabeth Águila Alcalá, a su vez esposa de Diego Gabriel Mejía.
El presunto narcotraficante y su mujer habían tomado posesión de la casa de campo porque estaban en pláticas para comprarla. Vivieron de mayo a julio de 2015, pero quedó desocupada tras las capturas y la suegra del presunto narcotraficante regresó a vivir al inmueble.
Casi dos años después, en marzo de 2017, cuatro camionetas negras se estacionaron alrededor de la cabaña y de ellas descendieron sujetos armados, vestidos de negro y embozados.
Todos aseguraron ser policías, pero no se identificaron oficialmente y le dijeron a Alcalá Juárez que buscaban a "El Patrón". Ella preguntaba cuál patrón, sin embargo, los hombres la hicieron a un lado y entraron a su casa para revisarla.
Terminada su búsqueda, el comando se llevó una camioneta Toyota Tundra, gris, de la señora. A los dos días, Alcalá Juárez abandonó el inmueble y retomó su propósito de ponerlo a la venta.
El mismo 2017 compró la casa Edna Judith Aceves Félix, tía de Javier Salomón Aceves Gastélum, uno de los tres estudiantes levantados el 19 de marzo pasado.
La tía del joven, según el dicho de la vendedora, adquirió la casa en 3 millones de pesos con facilidades de pago y ya sólo debía 400 mil pesos.
Aceves Félix conocía a la vendedora del inmueble porque, de acuerdo con el testimonio de esta última, aquella rentaba y hasta le había comprado a la familia de Alcalá Juárez varias estéticas masculinas que hoy se indagan por supuesta trata de personas y prostitución.
Pero nuevamente en diciembre pasado tres camionetas se estacionaron afuera del domicilio y de ellas bajaron sujetos que dijeron ser de la Fuerza Única de Jalisco y que entraron al inmueble.
En su interior estaban Aceves Félix y su pareja sentimental Armando Ramírez Oviedo, a quienes preguntaban dónde estaban las armas y las drogas de "El Patrón".
Ninguno de los propietarios denunció en su momento los allanamientos y robos. Tampoco constan en la indagatoria documentos que acrediten los procesos de compra-venta que refieren. Por eso la Fiscalía de Jalisco supone que los subsecuentes dueños más bien fungieron como prestanombres de Diego Mejía. 
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Empiezan con robos y acaban de sicarios
REFORMA / Redacción
Guadalajara (28 abril 2018).- Al menos tres de los implicados en la desaparición de los tres estudiantes de cine comenzaron su camino criminal con robos, hasta convertirse en presuntos sicarios.
De acuerdo con registros periodísticos y reportes de Fiscalía, Juan Carlos Barragán González, alias "El Canzón", a sus 24 años, fue detenido el 7 de abril de 2011 cuando ingresaba a un domicilio donde había cerca de 3 mil 500 partes de auto robadas, en la Colonia Medrano.
Aunque no se informó el resultado de este proceso, para el día 11 de septiembre de ese mismo año fue capturado nuevamente, acusado de robar una cadena a una mujer en la Colonia Sagrado Corazón.
Era líder de la célula que desapareció a los alumnos de cine y fue ejecutado a tiros el pasado 2 de abril, presuntamente para borrar evidencia del asesinato de los estudiantes.
Gerardo González González, alias "El Cochi", uno de los detenidos, había sido capturado el 30 de noviembre de 2010, a los 20 años, cuando presuntamente intentaba atracar a una persona con una botella rota, en el centro de Guadalajara.
"El Cochi" se convirtió en sicario y fue el encargado de llamarle a "QBA" para desaparecer los cuerpos, según las indagatorias.
Finalmente, Christian Omar Palma Gutiérrez, nombre del rapero "QBA", de 20 años, habría iniciado también con robos a persona con arma de fuego, incluso desde antes de cumplir la mayoría de edad, según informes de la Fiscalía.
Después fue reclutado por la delincuencia organizada y se especializó en la disolución de cuerpos; la Fiscalía lo investiga por al menos otra desaparición por este método, registrada de igual manera en Amapola 450.
Cuestionado al respecto, Rubén Ortega Montes, investigador del CUCiénega, opinó que el factor criminógeno que lleva a los criminales a cometer delitos cada vez más violentos es la impunidad.
El especialista aseguró que sólo entre el 2 y el 3 por ciento de los delitos que se cometen en Jalisco recibe castigo.
Por su parte, el abogado penalista Jorge Huerta Partida criticó que en el Sistema Acusatorio Adversarial, bajo el principio de inocencia no se le puede fijar una garantía por la reparación del daño a los detenidos, y casi no hay delitos que ameriten prisión preventiva, por lo que salen libres y vuelven a delinquir sin miedo. 
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Confunden con narco a estudiante de cine
Los tres estudiantes son trasladados a una casa de seguridad donde interrogan y torturan a Salomón, quien muere por los golpes. Ante el deceso, deciden matar a los dos jóvenes.
REFORMA / Redacción, Cd. de México (26 abril 2018).- 
El Cártel Jalisco Nueva Generación secuestró y mató a tres estudiantes universitarios en Tonalá porque confundieron a uno de ellos con un narco.
El 19 de marzo, los sicarios creyeron que uno de los jóvenes era Diego Gabriel Mejía, "El Diego", un presunto narcotraficante rival que lleva tres años en prisión.
Gerardo González o Eduardo Gómez, "El Cochi", sicario inculpado por el crimen, declaró a la Fiscalía de Jalisco que creían que Javier Salomón Aceves era el sujeto al que estaban "cazando".
La tarea de los sicarios era vigilar y levantar a un hombre bajo de estatura, güero y medio calvo. No había mayores referencias.
Cuando interceptaron a los jóvenes en la carretera fueron sobre Javier Salomón, quien no era bajo de estatura, pero tenía un tono de piel similar.
"Entre 'El Fierros' y 'El Pimpollo' agarraron a un muchacho alto, gordo, barbón, pelirrojo, cara redonda, expansores en las orejas, traía un gorrito tipo beanie en la cabeza", relató el detenido.
Después de torturarlo se dieron cuenta de que estaban en un error, que no era el líder del denominado "Cártel Nueva Plaza".
"Empezamos a platicar con Javier sobre si él era Diego y qué hacía, quién era. Nos dijo que era estudiante de cine y que estaba haciendo un documental, y le empezamos a preguntar que si él conocía a Diego, nos dijo Javier que Armando era su tío, que no conocía al tal Diego, que su tío era Armando; le pregunté que de quién era la granja y me dijo que era de su tía Edna", declaró "El Cochi".
Cuando el estudiante mencionó a su tía Edna Judith Aceves Félix, dueña de la casa donde filmaron el cortometraje, intervino Juan Carlos Barragán González, "El Canzón", narcotraficante del CJNG que también participó en el interrogatorio y la tortura.
"El Canzón" sabía quién era la tía de Javier Salomón y la identificó como socia de Joana Elizabeth Águila Alcalá -esposa de "El Diego"- en el negocio de las estéticas que hoy son investigadas por prostitución y trata, según contó "El Cochi".
"("El Canzón") conocía a la señora Edna, que tenía estéticas masculinas con una tal Elizabeth, y (dijo) que le había prestado dinero a su primera pareja para que se operara", añadió.
'Se nos fue el muchacho'
De acuerdo con el relato de "El Cochi", Javier Salomón fue torturado a tablazos por José Eduardo Castellanos Barajas, "El Grillo", y "El Canzón".
En la casa de la Calle Lechuza, manifestó, también estaban Jhonatan Alejandro Anaya Delgadillo, "El Kalimba", Jhonatan Josué Hernández Moreno "El Choco", además de los sujetos identificados como "El Fierros" y "El Pimpollo".
"'El Grillo' y 'Canzón' se encontraban pegándole a Javier en la espalda y en las nalgas con una tabla, yo me salí de la casa y me fui a comer a mi casa. Cuando me salí en el domicilio de 'Canzón', únicamente se encontraban 'Kali', 'Choco', 'Fierro', 'Grillo', 'Pimpollo'", dijo a la Fiscalía.
"Alrededor de las 00:30 minutos me marcó 'Canzón', me dijo 'se nos fue el muchacho Javier', y me dijo que lo iban a pasar para hacerlo agua".
Las referencias que tiene la Fiscalía sobre la muerte de los tres estudiantes hacen suponer que les colocaron una soga al cuello para girarla con un tubo hasta asfixiarlos, como lo habían hecho antes con otras víctimas. A esta técnica le llamaban "torniquete".
Y esta sospecha se basa en el testimonio del joven rapero Christian Omar Palma Gutiérrez, "QBA" o "Cuba", a quien llamaron a las 03:00 de la mañana del 20 de marzo para que acudiera a la casa de "El Choco", en Amapola 450, Prados de Coyula, Tonalá, para disolver los cuerpos en ácido.
De la disolución de los cadáveres se encargaron el rapero, "El Cochi", "El Canzón", "El Choco" y un sujeto del que sólo se conocen sus alias: "El Tuntún" o "El Chaparro".
Los cadáveres de Jesús Daniel Díaz García y Marco Francisco García Ávalos fueron introducidos en un solo tinaco y el de Javier Salomón en otro. Al primer tambo le vaciaron cinco botes de ácido, y al segundo, sólo tres.
Una vez que los tinacos ya estaban sellados, "El Choco" empezó a rociar cloro en el piso y se puso a trapear. "El Choco" se fue a dormir y los demás salieron de su casa.
Dos días más tarde, "El Tuntún" llamó por teléfono al rapero y a "El Cochi" para pedirles que no se pararan por Tonalá.
"Como a los dos días 'El Chaparro' me marcó a mi teléfono celular y me dijo que no le marcara a 'El Cochi', que no me arrimara a Tonalá, que luego me contactaban para pagarme, según eso porque la habían cagado. Me dijo que cambiara de número de teléfono y que estuviera atento", dijo Palma Gutiérrez. 

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