El periódico El Financiero es un periódico serio, aunque escriba ahí Hiriart y otros, pero en términos económicos, por ejemplo, Bloomberg, la agencia económica financiera es de primera, tiene todo el prestigio, pero como todo, a veces vuelan....”AMLO
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Calma, señor presidente/Raymundo Riva PalacioEstrictamente Personal/
El Financiero.., 21 de junio de 2019..
rivapa
Andrés Manuel López Obrador tiene la mecha muy corta. No es el primer presidente que es explosivo. De los últimos sexenios, Felipe Calderón y Ernesto Zedillo se 'prendían' rápidamente o eran muy groseros con sus colaboradores. La diferencia con López Obrador es que aquellos cuidaban que sus explosiones no fueran públicas, mientras que él exterioriza todo –justifica que su pecho no es una bodega–, y tiene fijaciones en la cabeza. Ayer, molesto por el titular principal de El Financiero sobre la caída del empleo durante mayo, volvió a 'disparar', de la nada, contra Pablo Hiriart, quizás el columnista más crítico del presidente.
López Obrador tiene otros clientes en las mañaneras. Mexicanos contra la Corrupción y Reforma son sus preferidos, a quienes identifica –con otras palabras– como cabezas de playa del neoconservadurismo mexicano y bastión de la resistencia a su proyecto de nación. En esto también es diferente a sus antecesores. Carlos Salinas, molesto por la cobertura de El Financiero sobre la deuda externa, le retiró toda la publicidad de gobierno, mientras que José López Portillo le retiró la publicidad a Proceso con una frase que se volvió clásica: “No pago para que me peguen”.
Los medios no son su único blanco matutino. Dependiendo del tipo de acciones que va a seguir su gobierno, son víctimas de su retórica las instituciones autónomas, el Poder Judicial, los empresarios, los banqueros, políticos del viejo régimen y quien se le atraviese en el camino, incluidos miembros de su gabinete, a quienes con inusual regularidad descalifica y desmiente. Las tensiones con actores políticos, agentes económicos o con organizaciones de la sociedad se acentúan porque sus molestias se dirimen en público, a diferencia de sus antecesores, que lo procesaban con discreción, pero también con mayor efectividad.
No quiere decir que el presidente no tenga derecho alguno de expresar su inconformidad con lo que se dice o se publica, pero pierde esa efectividad de antaño porque parecen pleitos callejeros entre iguales. Y aunque López Obrador tiene un comportamiento más de opositor y líder social que de presidente, esa dinámica de conflicto es asimétrica y pierde por el desbalance. Por ejemplo en el caso de las medicinas, donde ha hablado de presuntos actos de corrupción, pero por la manera casuística e informal pero agresiva que utiliza, él mismo quita valor a sus señalamientos –perfectamente documentados por cuanto a abusos–, porque parece ser uno más de sus agarrones cotidianos.
Quien le caliente la cabeza antes de subirse al paredón que instaló en el Salón Tesorería en el Palacio Nacional, es a quien más debería de reclamarle que lo coloque en una situación que a nadie, empezando por él, ayuda. El presidente ha utilizado la mañanera para controlar la agenda y construir consenso para gobernar, pero la forma como lo hace ha llevado a que no controle la agenda –domina el tiempo de exposición, pero los temas de coyuntura los coloca la prensa, que muchas veces lo arrollan en la arena pública– ni tenga el consenso necesario para un gobernante, particularmente en situaciones tan complejas y delicadas como las que vive México y su gobierno.
El consenso que solidifica todas las mañanas López Obrador es con sus clientelas incondicionales, que lo respaldarán incluso hasta la ignominia. Ellos son importantes en elecciones, pero insuficientes para gobernar. La construcción del consenso no puede ser dinamitado todos los días. Requiere el apoyo nacional real, donde cabe la discrepancia, para que comprometa a todos los sectores a respaldar el cambio radical que desea para el país. Muchas cosas que plantea son necesarias y se habían convertido en indispensables para sanear la vida pública, pero la forma, no el fondo, es lo que lo acota al prevalecer su carácter mercurial sobre su cabeza. Maneja un modelo más apegado a las mayorías populistas –que se dan con mayor frecuencia en los regímenes parlamentarios– que a la democracia madisoniana, que busca siempre los consensos para afinar la toma de decisiones.
Cualquiera de los dos es funcional y puede ser eficiente, pero dentro de un marco de análisis convencional. López Obrador es todo menos convencional. Muy pragmático, cuenta con la legitimidad de los años de lucha política y de las urnas para poder moverse entre las tormentas, a veces sumido en contradicciones, sin que tenga costo político en su fuerza para gobernar. Pero como él mismo lo reconoce, el apoyo popular que hoy respalda a su personalidad no será para siempre. Lo que hace lo definió nítidamente Sergio Aguayo, quien el lunes escribió en su colaboración en Reforma al hablar de la mesura ante el presidente Donald Trump y la derrota ideológica de la 4T, que la actitud de López Obrador es “rijosa en el interior y sumisa hacia el exterior”.
Rijoso es una persona conflictiva, que pelea. Ese es López Obrador, mediante la percepción construida y proyectada a nivel nacional en la mañanera. Eso no le conviene a él, a su gobierno o al país entero. Los mexicanos siempre andamos en busca de un líder, y difícilmente habrá alguien que vivió un presidente con sus cualidades de liderazgo. Pero ese líder tiene que ser para todos, no sólo para una minoría, que aprecien y respalden su energía y voluntad política para cambiar las cosas. Se requiere convencer no amedrentar, persuadir a quienes discrepen con él pero sin amagos ni amenazas. Si así lo hiciera, muchos que hoy lo ven con temor le darán el apoyo, que tampoco debe regatear. Temple y calma se necesita de López Obrador, que a cambio obtendrá lo que requiere para su éxito sexenal, respaldo y respeto nacional.
Nota: Alejandro Díaz de León asumió la dirección del Banco Mexicano de Comercio Exterior el 25 de noviembre, un mes después de que se aprobara la transacción financiera para la compra de Fertinal, por lo que no participó en el proceso de esa operación, como se reportó en esta columna el miércoles.
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En la mañanera de ayer, el C. Presidente dijo:
PRESIDENTE : Es que son visiones distintas.
Si uno ve la prensa puede tener una idea de que las cosas no están bien en la economía del país. Yo tengo otra información, es parte de mi trabajo.
INTERLOCUTOR: Pero son datos del Seguro Social.
PRESIDENTE: Sí, mis datos del Seguro Social, aquí los traigo, porque sabía que me iban a preguntar.
PREGUNTA: ¿Cuáles son, presidente?
PRESIDENTE: Aquí están. Este es el boletín, comunicado. Se les entrega hoy.
PREGUNTA: Este comunicado habla de la caída de…
PRESIDENTE: Sí, nada más que la prensa, con todo respeto, no quiero pues que se vaya a entender, porque ya hacen hasta mesas redondas para decir que estamos nosotros limitando la libertad de expresión, no es eso, es que es muy importante el debate, la democracia es debate, es pluralidad, son mensajes de ida y vuelta; nosotros vamos a ser respetuosos siempre de la libertad de expresión, pero consideramos que debemos de polemizar. Esto es importante, no quedarnos callados.
¿Por qué voy a aceptar un cuestionamiento, si no tiene fundamento, si no hay argumentos, si está sesgado, si es tendencioso? Haría yo mal. Ofrezco disculpa.
En el caso de los empleos, aquí está el boletín del Seguro Social.
¿Qué es lo que no toma en cuenta la prensa, de manera particular El Financiero?
Independientemente de la interpretación, ustedes saben que las estadísticas se pueden manejar de muchas formas, hay hasta un dicho sobre el manejo de las estadísticas que voy a buscar, a conseguir, que sirven para todo, de acuerdo a como se acomoden.
INTERLOCUTOR: Presidente, ¿estos datos que presentó la prensa son falsos?
PRESIDENTE : No, aquí está. Déjame contestarte.
¿Qué es lo que no está tomando en cuenta en este caso El Financiero?
Que hay 481 mil jóvenes inscritos también en el Seguro, que si se suman cambian completamente el informe o el resultado.
INTERLOCUTOR: ¿Pero esos son empleos formales, considerados?
PRESIDENTE: Sí.
INTERLOCUTOR: ¿Empleos estándares o son parte de los programas sociales?
PRESIDENTE: Sí, parte de los programas, pero son empleos.
Ah, ¿no son? Es un asunto de criterios, porque estos jóvenes, 481 mil 548. Está en el boletín, esto no se toma en cuenta.
PREGUNTA: Si estos 400 mil jóvenes hubieran sido dados de alto durante el mes de mayo es un dato comparable, si estos 400 mil jóvenes son desde que inició el programa no es un dato comparable.
PRESIDENTE : Sí, pero aún con tu razonamiento de que no se toma en cuenta que es sólo mayo, de estos 481 mil hay inscritos en mayo.
INTERLOCUTOR: Sí está hablando en abril son 281 mil, en mayo 481.
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Ahí está, miren.
PREGUNTA: ¿Cuántos fueron dados de alta en el lMSS durante el mes de mayo?
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Doscientos, si en abril eran 281
y en mayo 481, son 200 mil, estos no son tomados en cuenta. Primero, número uno.
Número dos. No están aquí 200 mil de Sembrando Vida.
INTERLOCUTOR: (inaudible)
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: No, que no están dados de alta en el Seguro, estos sí, porque se está buscando el mecanismo para Sembrando Vida.
Entonces, es depende de cómo se analicen los datos, pero vamos por partes.
Esto es en lo que corresponde al empleo. Dices: ‘El consumo’, no de mala fe, sino porque hay una atmósfera en ese sentido envolvente, hablas de posible recesión.
INTERLOCUTOR: Sí, es una percepción también.
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Sí, por eso, la percepción. Yo tengo información del aumento en el consumo, o sea, que se ha incrementado el consumo de la gente y tengo el dato de las tiendas departamentales de abril y de mayo.
INTERLOCUTOR: ¿Y no lo tiene el dato ahí?
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: No, porque me estoy reservando porque quería yo, lo que pasa que se adelantan las cosas.
Quiero informar el día 1º de julio, que me den oportunidad para informar, porque quiero demostrar con datos duros que está bien la economía, que hay empleos, que están mejorando los salarios, que hay control de inflación, que se está fortaleciendo el peso, pero ya no quiero adelantar más porque entonces, ¿qué cosa voy a decir el 1º de julio?
INTERLOCUTOR: Bueno, nos esperamos al 1º de julio.
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Entonces, espérenme. Yo entiendo que hay esta polémica, es un buen debate porque les vamos a ganar a los tecnócratas conservadores corruptos, les vamos a demostrar de que es mejor nuestra política económica. Ese es el desafío.
Entonces se desesperan y cada vez que tiene oportunidad va las ocho columnas: ‘Se cae la generación de empleos como nunca’. Un sensacionalismo exagerado, con todo respeto.
El periódico El Financiero es un periódico serio, aunque escriba ahí Hiriart y otros, pero en términos económicos, por ejemplo, Bloomberg, la agencia económica financiera es de primera, tiene todo el prestigio, pero como todo, a veces vuelan.
INTERLOCUTOR: Pero estos datos de Bloomberg hablan de una caída en mayo del flujo de inversión extranjera en la Bolsa Mexicana de Valores del 89 por ciento en comparación con el año pasado.
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Hay que ver datos.
Yo tengo información de que ha llegado mucha inversión a la Bolsa Mexicana de Valores, mucha inversión extranjera, tengo esa información.
Vamos a que yo presente mi informe el día 1º de julio y pueda dar respuesta sobre lo que realmente está sucediendo en la economía.
Yo estoy contento, tranquilo. No puedo, fíjense, decir más, porque me estoy reservando para el día 1º, pero estoy contento.
INTERLOCUTOR: Adelantar un poquito nada más, para la tranquilidad.
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Les adelanto de que hay crecimiento, les adelanto de que hay control en la inflación, les adelanto que el peso es fuerte, les adelanto que nunca en 36 años se había incrementado el salario como se hizo en este año del 2019, les adelanto que está aumentando el consumo, lo que significa que hay circulante, les adelanto que está llegando inversión extranjera, les adelanto que evitamos que se impusieran aranceles, les adelanto que vamos muy bien y que además hay bienestar en la gente.
¿Cuándo, díganme, cuándo se había llevado a los pobres el apoyo que les está llegando ahora?
Les voy a poner un ejemplo nada más, porque esto a lo mejor los expertos no lo toman en cuenta, es una variable que no es considerada.
Imagínense una pareja de adultos mayores que está recibiendo ahora cinco mil 100 pesos de pensión, ancianos respetables, una pareja, ya tiene para ayudarse en sus alimentos.
¿Y cuántos?
Todos los adultos mayores.
¿Cuándo se había visto esto?
Contéstenme los expertos. Pero eso no se toma en cuenta. Eso no es una variable importante, eso no es un elemento a medir, para nosotros sí.
Entonces, estoy muy satisfecho, muy tranquilo por eso, tengo mi conciencia tranquila y estoy optimista. La transformación, la Cuarta va.
Y espérenme al 1º. Les voy a puntualizar: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis. Tengo que hacer un ejercicio de síntesis que no es fácil, para no tardarme tanto.
Resumir, pero es muchísimo, mucho. No dejo de considerar que hay oposición, y qué bueno que tengan una visión distinta y que haya critica, y tenemos que garantizar, lo he dicho muchas veces, en la práctica, no sólo en el discurso o con palabras, el derecho a disentir, eso es importante.
Que algunos tienen otra visión, pues están en su derecho de seguir manteniendo. Siempre ha habido una oposición y siempre, repito, ha habido un pensamiento conservador, siempre.
Y no estoy pensando en tener el apoyo de todos los mexicanos, sería un afán dictatorial, o sea, es apostar al totalitarismo, que no hubiese crítica, que no hubiese oposición, que todos pensáramos de la misma manera, sería aburrida la vida.
Lo importante es que haya una sociedad crítica, participativa, que tengamos debates, que haya polémica y que también no haya tanta sensibilidad o exquisitez cuando hablamos y no nos ponemos de acuerdo o tenemos posturas distintas, porque es la piel tan delgada. Vamos a hablar y además sin odios, o sea, no hay ningún problema.
Creo que hoy, si no hoy, mañana, voy a conversar con el director de El Financiero, pero no por esto, sino porque ya teníamos pensado platicar.
INTERLOCUTOR: La Jornada trae la nota casi exactamente igual.
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: De tiempo atrás. Sí, todos. Somos libres.
Ayer, por ejemplo, cinco senadores votaron en contra y de los cinco, cuatro del movimiento nuestro. Tienen todo el derecho de hacerlo, somos libres.
¿Ustedes creen que yo voy a hablarle por teléfono a un diputado, a un senador? ‘Oye te pido de favor que consideres, tengo el informe de que estás pensando votar en contra, ayúdanos’. ¿Me veo en eso? No, cada quien es responsable de sus actos y somos libres.
Ya se acabó lo de la línea de: A ver, todos tienen que disciplinarse.
Hay cambios, es interesante todo lo que está sucediendo y lo único que he dicho es que cada quien es responsable de sus actos. Y hay que rendirle explicaciones, hay que darles explicaciones a los ciudadanos, rendir cuentas a los ciudadanos; no a los jefes, a los líderes, a los caudillos, a los caciques, al ciudadano, que es el protagonista principal en esta historia.
Va.
PREGUNTA: ¿Puedo preguntar?
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Sí. Ah, cómo no.
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