28 mar 2020

Las columnas políticas, a sábado 28 de marzo de 2020

Por cierto, no se a ustedes para a mi me impresionó ver la bendición del Papa Francisco para poner fin al Covid-19: “en esta barca, estamos todos", dijo..
Casi al oscurecer y con el crecimiento de la luna nueva el Papa Francisco llegó a la Plaza de San Pedro para presidir la oración extraordinaria por las víctimas de la pandemia que ha contagiado  a más de 621 mil  personas en todo el mundo y ha causado la muertes de más de 28 mil personas de todos los credos religiosos.

Nunca antes en la historia de la Iglesia católico se han visto imágenes tan conmovedoras como las de que vimos por la TV, hoy desde el vaticano; nunca antes un Papa dio una "bendición Urbi et Orbi  fuera de las fechas normales, que son la Navidad, la Pascua de Resurrección y sólo cuando un nuevo papa es electo. 
Al concluir sus palabras, se encamino hacia la entrada central de la Basílica Vaticana, donde se hallaban las imágenes de la Virgen Salus Populi Romani normalmente ubicada en la Basílica de Santa María Mayor  y el Crucifijo milagroso, de la iglesia San Marcello al Corso, muy venerado en Roma tras la liberación de la “gran plaga” de la peste negra de 1552 y del cólera del siglo XIX.
Después, entró en el corredor que hay a la entrada de la Basílica, donde ha tenido lugar la Exposición y Adoración al Santísimo, para finalmente hacer la bendición a 1300 millones de católicos del mundo
“Señor, bendice al mundo”
“Desde esta columnata que abraza a Roma y al mundo, descienda sobre vosotros, como un abrazo consolador, la bendición de Dios”, ha pronunciado el Papa al final de su reflexión. “Señor, bendice al mundo, da salud a los cuerpos y consuela los corazones”.
Gracias papa Francisco...
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Conferencia mañanera del viernes 27 de marzo de 2020...

Buenos días. ¡Ánimo!
El día de hoy vamos a informar sobre el dictamen técnico que se emitió por este accidente lamentable en el que perdieron la vida el gobernador de puebla (Sic), su esposa y otras personas en la caída de un helicóptero el 24 de diciembre de 2018....” AMLO
Debió haber dicho "El día de hoy vamos a informar sobre el dictamen técnico que se emitió por este accidente lamentable en el que perdieron la vida la señora gobernadora del estado de Puebla, Martha Erika Alonso, su esposo el senador Rafael Moreno Valle, Héctor Baltazar Mendoza, asistente del senador, y los capitanes Roberto Coppe Obregón y Marco Antonio Tavera Romero.”...
Se le barrió al Presidente y por eso la crítica de la columna institucional de Reforma...."VAYA resbalón tuvo ayer Andrés Manuel López Obrador al anunciar que se presentaría el informe sobre la caída de un helicóptero del 24 de diciembre del 2018.
EN VEZ de decir que murieron la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso, y su marido, el senador Rafael Moreno Valle, dijo que murieron "el gobernador de Puebla y su esposa". ¿Qué no hay alguien que le prepare unas tarjetas?”
Pero además el informe fue sorpresivo...
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Las columnas políticas, a sábado 28 de marzo de 2020
Templo Mayor/ Reforma 
TAL PARECE que Andrés Manuel López Obrador nos quiere vender varias veces la misma vaca que, además, se regenera mágicamente.
AHORA RESULTA que sus programas sociales, que tantas veces ha presumido como la columna vertebral de su plan económico, también forman parte del plan de rescate económico por el Covid-19.
ES EL CASO de los préstamos del programa "Tandas del Bienestar", las becas para estudiantes de "Jóvenes Construyendo el Futuro", el plan "Sembrando vida" para campesinos y hasta el Tren Maya, a los que presumió como acciones para reactivar la economía afectada por la pandemia.
LO MISMO ocurre con los nuevos hospitales que manejará el Ejército y los recursos para salud del Insabi que pasaron de ser un programa de salud a una supuesta inversión para combatir al coronavirus.
POR SUPUESTO, a la hora de hacer sus cuentas alegres, el Presidente suma todo el dinero de esos programas y presenta cifras que nomás no se sostienen, pues de los 400 mil millones de pesos que había presumido en la semana que estaban "disponibles" para reactivar la economía, ahora ya va en 500 mil millones más otros 500 mil millones... pero nomás no queda claro de dónde saldrá toooodo ese dinero.
Y SI ALGO tienen claro los ganaderos es que la vaca o da leche muchas veces o da carne una vez, pero no puede dar las dos cosas al mismo tiempo y mucho menos hacerlo una y otra y otra vez ¡cada que el dueño así lo quiera!
MUY ACTIVA anda a pesar del coronavirus, y de la disposición oficial para que el gobierno suspenda toda actividad no esencial, la superdelegada federal en el Estado de México, Delfina Gómez.
LA EX ASPIRANTE a la gubernatura mexiquense tiene programadas reuniones para la entrega de apoyos federales hoy y mañana en Atlautla; 30 y 31 de marzo en Juchitepec y Cuijingo y, luego, del 1 al 8 de abril en Tenango, Ozumba, Tepetlixpa y otros municipios.
ESO SÍ, cuentan que en sus reuniones con ciudadanos -que seguramente son consideradas como esenciales por la morenista- se preocupan mucho de guardar la "sana distancia". ¿Y el "quédate en casa" para cuándo?
VAYA resbalón tuvo ayer Andrés Manuel López Obrador al anunciar que se presentaría el informe sobre la caída de un helicóptero del 24 de diciembre del 2018.
EN VEZ de decir que murieron la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso, y su marido, el senador Rafael Moreno Valle, dijo que murieron "el gobernador de Puebla y su esposa". ¿Qué no hay alguien que le prepare unas tarjetas?
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28 de Marzo de 2020
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 Frentes Políticos
FRENTES POLÍTICOS
Frentes Políticos
  
28 de Marzo de 2020

1.  Desentonados. Algo que no concuerda está sucediendo al interior del Tribunal Electoral del PJF. Mientras Felipe Fuentes Barrera, presidente del Tribunal genera medidas para salvaguardar la salud del personal de esa institución y garantizar el acceso a la justicia, dos personajes que siempre le han llevado la contraria, pretenden boicotearlo, pues colaboradores exponen la salud de todos sus trabajadores, obligando a sesionar en vivo sin importarles la pandemia mundial. Desobedecen las medidas de restricción emitidas por el propio TEPJF, la OMS, la Secretaría de Salud y hasta del propio gobierno capitalino. ¿Qué se creen estos inconscientes como para exponer de esa manera al prójimo? Nada hay más valioso que la vida. Háganselos entender.

2.  Unidos y fuertes. Los gobernadores de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme; Nuevo León, Jaime Rodríguez, y de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, anunciaron acciones coordinadas en el combate a la pandemia del coronavirus, a través de incrementar las pruebas de detección, contener el cruce de paisanos en Semana Santa y unir recursos para atender la contingencia sanitaria. Riquelme indicó que los secretarios de Salud de las tres entidades trabajan en analizar los métodos de detección masiva para actuar en conjunto, además de orientar los recursos que se han destinado a la contingencia para fortalecer el sistema hospitalario de cada entidad. Ronda por sus mentes la idea de cerrarle la frontera a Estados Unidos. O como quien dice el mundo al revés. Y todo por el temor al contagio.

3.  En líos. Familiares de los reos se manifestaron en los accesos a la cárcel de Atlacholoaya, Morelos, para exigir ver a sus familiares luego del traslado de 30 reclusos. De acuerdo con los inconformes, se registró una nueva riña y hubo personas muertas y heridas. La versión de los familiares no ha sido confirmada por las autoridades penitenciarias, pero desde el 19 de marzo estas mismas no han emitido un informe de los reos fugados en dicho penal, sólo de forma no oficial reconocen que fueron dos. Cabe recordar que en los motines de octubre y noviembre del 2019, negaron reos fallecidos y después tuvieron que desmentir su primera versión. Cuauhtémoc Blanco, gobernador estatal, tiene más problemas que salvar a su jefe de Gobierno, José Manuel Sánz, de las acusaciones de corrupción que le pesan.

4.  Consejo a tiempo. El embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau pidió a los ciudadanos de su país que vacacionen en territorio nacional, regresen a casa ante la emergencia por el COVID-19. El diplomático recordó a sus compatriotas que bajo las actuales circunstancias no deben viajar, porque muchos vuelos han sido cancelados y las fronteras fueron cerradas alrededor del mundo. “Si eres un turista estadunidense en México o en cualquier otro país, te exhortamos a que regreses a casa”, indicó Landau e instó a sus connacionales que residen en México, que analicen su situación personal, en caso de requerir asistencia especial por parte de EU, de acuerdo con su nivel de riesgo ante la pandemia. El mapa de calor de Estados Unidos sobre COVID-19 es de terror. Y todavía hay quienes siguen en las calles.

5.  Inconformes. Para el PAN, el gobierno federal trata de ocultar la verdad sobre las muertes de Rafael Moreno Valle Rosas y Martha Erika Alonso Hidalgo, quienes perdieron la vida, junto con otras tres personas, cuando se desplomó el helicóptero en el que viajaban. Para Genoveva Huerta Villegas y Mónica Rodríguez Della Vecchia, la dirigente estatal y la líder de los diputados locales del instituto blanquiazul, respectivamente, consideraron al informe de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, como una cortina de humo para distraer la contingencia sanitaria. Para Huerta Villegas, la conclusión de la dependencia federal tiene argumento inverosímil, poco creíble, por lo que opinó que la SCT aprovecha la pandemia del COVID-19 para confundir a los mexicanos, principalmente a los poblanos. Algo es seguro: a ningún informe oficial le darán el okey.
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 Ventiladores 
Retrovisor/IVONNE MELGAR
Excelsior.
Destacados científicos y médicos cuestionaban anoche la limitada capacidad de planeación de las autoridades sanitarias, su falta de liderazgo y el ninguneo a las indispensables pruebas
Frente a la responsabilidad de no dar pasos en falso, hoy la competencia entre los gobernantes es por los ventiladores, las pruebas, el conteo creíble de los daños y los hospitales, convertidos en espacios de salvación.
Por eso, el presidente Andrés Manuel López Obrador toma el desafío al anunciar la compra a China de cinco mil respiradores mecánicos para enfrentar la emergencia.
Quienes trabajan con el mandatario saben que él difícilmente acepta un “no se puede”, actitud que explica decisiones que, en su momento, se consideraban inviables: cancelar el NAIM, apostarle a la resurrección de Pemex, sustituir de un plumazo el Seguro Popular por el Insabi o construir Dos Bocas, Santa Lucía y el Tren Maya.
Es el estilo personal de gobernar que el propio Presidente de la República suscribe con la frase “Me canso, ganso”, la más festejada en sus mítines, una arenga que ahora deberá aplicar ante la pandemia.
Porque la firmeza de López Obrador será crucial en las horas por venir no sólo para convencer a los chinos de que nos vendan los codiciados aparatos, sino para hacer respirable el clima social del México polarizado.
¿Lo hará? Ésa es la duda, ahora que las peleas desde el poder deberían centrarse en salvar vidas y garantizar el mejor regreso posible a la normalidad.
Ya el Presidente ejerció su indiscutible liderazgo para llamar al orden a los voraces empresarios que pretenden deshacerse de sus empleados con un injusto despido.
Se trata de un exhorto clave para preservar la estabilidad laboral de millones y que esperamos vaya extendiéndose en contra de los abusos en la venta de productos básicos y en los servicios médicos privados.
Pero también, en estas horas de necesaria serenidad, López Obrador abrió fuego en contra de una de las voces más críticas de la iniciativa privada, Gustavo de Hoyos, al frente de la Coparmex, descalificando sus reclamos porque son, dijo, pretensiones electorales afines al PAN.
Es la rijosidad presidencial que busca alinear a sus aliados en contra de quienes cuestionen al gobierno. Pero también es una forma de evadir la realidad. Porque, más allá de las ambiciones partidistas de De Hoyos, sus señalamientos son compartidos por otros empresarios que lamentan la falta de certezas jurídicas e institucionales para la inversión. Son quejas que podrían profundizar la parálisis económica.
Por supuesto que la polarización funciona como un instrumento para la gobernabilidad, permitiéndole a López Obrador impulsar el realineamiento de actores que considera contrarios, sea en la Suprema Corte, en los organismos autónomos, en el cobro de impuestos, en los negocios energéticos y en la persecución selectiva de la corrupción.
Y siempre con el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, Santiago Nieto, como operador y relator del combate estructural del saqueo que las élites hacían con el beneplácito de los gobiernos anteriores y a cargo del erario, según la narrativa presidencial.
¿Es viable, necesario, fructífero, seguir en la polarización entre el pueblo bueno y los conservadores ante una pandemia que obliga a los gobiernos del planeta a formular respuestas integrales?
Quizá valga la pena pelear como Donald Trump lo hace para que la General Motors construya los respiradores que Estados Unidos necesita.
Pero aquí la polarización en tiempos del COVID-19 se traduce en un absurdo debilitamiento del Estado, torpedeando la suma de esfuerzos e iniciativas.
Ha sido de caricatura escuchar a los voceros gubernamentales molestarse porque el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, aplicó su propio plan de contención, cuando el fondo del asunto era la falta de una directriz federal, como lo confirmó el hecho de que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, se adelantara también a las acciones del gobierno federal.
Destacados científicos y médicos cuestionaban anoche la limitada capacidad de planeación de las autoridades sanitarias, su falta de liderazgo y el ninguneo a las indispensables pruebas. ¿Tendrán una respuesta del secretario Jorge Alcocer y del subsecretario Hugo López-Gatell o se sumarán al torpedeo de la inteligencia del Estado mexicano?
Decenas de ingenieros y tecnólogos respondían entusiastas ayer a la iniciativa de la senadora Xóchitl Gálvez para construir ventiladores. ¿Tendrá el jefe de la mayoría morenista en esa Cámara, Ricardo Monreal, la audacia generosa de apoyar el diseño urgente de una norma oficial para que se construyan?
No se trata de que el Presidente nos haga un llamado a la unidad nacional. Pero sí necesitamos que los Miguel Barbosa se callen.
¿O es que el daño del discurso polarizante es irreversible?
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 El colgón de López-Gatell a Denise Maerker
Arsenal/FRANCISCO GARFIAS
Excelsior
l colgón de López-Gatell a Denise Maerker
La noche del jueves a viernes llegaron al hospital Siglo XXI cinco personas que fueron diagnosticadas con neumonía atípica. Traían todos los síntomas del coronavirus. A ninguna le hicieron la prueba. Murieron tres.
La versión la recogimos de médicos que tienen toda nuestra confianza. No están de acuerdo con lo que llaman estrategia “antiética” de subregistro del COVID-19.
Si la difundimos no es para apanicar a nadie. Es porque conocemos la seriedad de la fuente y porque el gobierno no ha desmentido otras versiones que van en el mismo sentido.
Ciro Gómez Leyva investiga casos similares en Nuevo León e Hidalgo. Hay versiones de que esto ocurre también en otros estados, sin que se haya podido confirmar.
El doctor Hugo López-Gatell, vocero del gobierno federal en el tema del COVID-19, no lo descartó en la atropellada entrevista que le hiciera la periodista Denise Maerker.
“No tenemos información creíble al respecto, pero si fuera el caso, lo analizaríamos con mucho cuidado”, le dijo López-Gatell.
—¿Ustedes tienen la capacidad de detectar eso?— insistió Denise.
Ya no hubo respuesta. La llamada supuestamente se cortó. No se pudo restablecer el contacto. Se reportó después que López-Gatell ya había entrado a la reunión del Comité de Emergencia.
¿Qué pasó con los tres mandamientos de la 4T: no mentir, no robar, no traicionar? Es pregunta.
El presidente López Obrador asegura que la situación está controlada. “No hay ningún desbordamiento del coronavirus”,  aseguro en la mañanera de ayer.
¿Está realmente controlada? Muy pronto lo sabremos. Ojalá así sea. Por el bien de todos.
* Los doctores con los que platicamos nos dijeron que uno de los principales retos frente al coronavirus son los famosos ventiladores para dar asistencia respiratoria a enfermos graves. Sólo hay cinco mil para una población de 127 millones de personas.  López Obrador señaló que ya se compraron otros 5 mil. Son muy pocos de todas maneras.
La pregunta aquí es ¿qué pasará si el virus nos alcanza como a Italia o España? ¿Se tendrá que decidir quién vive y quién muere en función de la edad del enfermo?
En Estados Unidos ya se preparan para enfrentar el reto. Hace seis días que el presidente Trump anunció que Generals Motor, Ford y Tesla fabrican ya los ventiladores ante la escasez a nivel mundial.
“Tienen luz verde para hacer respiradores y otros productos de metal. ¡A toda velocidad!”, escribió el presidente estadunidense en su cuenta de Twitter.
* La pandemia ha puesto en jaque a los gobiernos de distintos países, sin importar ideologías o credos políticos. El de López Obrador no es la excepción. Muchos nos preguntamos: ¿qué sigue?
Jacques Attali, consejero estrella del fallecido expresidente francés, Francois Mitterrand, en un espléndido artículo retomado hace unos días por SDPNoticias, nos da su punto de vista.
Dice textual: “Cada epidemia importante ha ocasionado, desde hace mil años, cambios esenciales en la organización política de las naciones y en la cultura que sustentaba esa organización.
“Cada vez que una pandemia devasta un continente, desacredita, además, el sistema de creencias y de control que ha sido incapaz de impedir la muerte de cantidades ingentes de personas; y los supervivientes se vengan de sus amos poniendo patas arriba su relación con la autoridad.
“Si los poderes actualmente presentes en occidente se revelan incapaces de controlar la tragedia que está comenzando, todas las estructuras de poder, todos los fundamentos ideológicos de la autoridad entrarán en crisis para luego ser reemplazados por un nuevo modelo fundado en otro tipo de autoridad y por la confianza en otro sistema de valores”. Hasta allí.
* Después de 15 meses y dos días de la tragedia supimos por fin que el helicóptero Extra Alfa Bravo en el que fallecieron la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, no debió haber volado.
El titular de la SCT, Javier Jiménez Espriú, reveló ayer que 11 días antes del accidente se encontraron daños en los dos actuadores lineales del aparato, que son los que mueven las aspas del rotor y dan giros. A pesar de todo el helicóptero siguió operando.
Se iniciarán auditorías a la empresa operadora del taxi aéreo, Servicios Aéreos del Altiplano, y al taller de mantenimiento Rotor Flight Services. Ambos están suspendidos.
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Periodismo en la era del virus/Jorge Ramos Ávalos
REFORMA, 28 Mar. 2020
Solo porque se trata de una emergencia mundial, los presidentes y líderes del planeta no deben esperar que los periodistas tengamos una actitud sumisa y de apoyo incondicional a todas sus propuestas. Al contrario. Nuestra obligación como reporteros es cuestionar su autoridad y sus ideas, con o sin coronavirus. Y eso salva vidas.
Cuando el presidente Trump dijo que esperaba que Estados Unidos "se abriera y estuviera listo para el 12 de abril", hubo muchos reportes periodísticos que pusieron en duda la intención de revertir las cuarentenas en el país. "Expertos en salud pública estaban horrorizados con la declaración del presidente", reportó The New York Times, "al amenazar con regresar a los estadounidenses a la vida pública al mismo tiempo que el virus alcanza su punto más alto".
Las mismas dudas surgen con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien comparó al coronavirus con una "gripita". También dijo que "no hay por qué cerrar las escuelas" cuando la mayoría de los afectados eran mayores de 60 años. Bolsonaro, aparentemente, no ha leído los reportes médicos que aseguran que los niños pueden infectar a sus padres, abuelos, hermanos, maestros y conductores de autobuses escolares.
En México el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dejado apropiadamente la operación contra el virus en manos de doctores y especialistas. Pero a veces su conducta personal ha ido en contra de las recomendaciones médicas. Tres ejemplos. Lo que comenzó con un beso a una niña en público pasó a la difusión de una conferencia de prensa en donde dijo que "hay que abrazarse, no pasa nada" y culminó con un video en Oaxaca donde recomendó a los mexicanos que "si tienen posibilidad sigan llevando a la familia a comer a los restaurantes y fondas (...) para fortalecer la economía popular".
Las críticas han sido duras. "El comportamiento del presidente López Obrador frente a la crisis de Covid-19 es un ejemplo profundamente peligroso que amenaza la salud de los mexicanos", dijo el director de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco.
Hay un abierto debate entre doctores y gobernantes -como Trump, Bolsonaro y López Obrador- que quieren mantener o incrementar la actividad económica a pesar del brutal avance de la pandemia. Y aunque se enojen los presidentes y los empresarios, los periodistas tenemos la obligación de destacar el enorme costo en vidas humanas de esas decisiones.
No se debe sacrificar a una sola persona, sin importar su edad, para salvar las Bolsas de Valores de Nueva York, Sao Paulo y la Ciudad de México. Lo que dice la razón es que la prioridad debe ser preservar vidas, no negocios. No se trata de generar pánico o de miedos infundados. Solo vean el alza en las cifras de contagios y muertes. Mientras no se aplane la curva de nuevos casos, no se puede regresar a la gente a las calles, oficinas y escuelas. Eso sería una gigantesca irresponsabilidad.
Tanto para gobernantes como para periodistas, es una cuestión de credibilidad. Si la gente no te cree, de poco sirve lo que digas o hagas. Es en las crisis cuando se mide a los políticos más competentes y visionarios. Y lo mismo ocurre entre periodistas.
Entiendo el periodismo como un servicio público. Nuestra labor como periodistas, particularmente en medio de esta epidemia global, se debe concentrar en tres cosas: uno, reportar la realidad tal y como es, no como quisiéramos que fuera; dos, cuestionar a los que tienen el poder, y tres, dar información que salve vidas.
Tenemos que regresar a lo básico. En una época de fake news y falsos remedios para el coronavirus no hay nada más esencial que decir la verdad con datos y hechos, con informes médicos y no con discursos basados en intereses financieros. Aunque duela. Aunque haya que reconocer que lo peor está por venir.
Y cuestionar a los gobernantes no significa que existen planes conspirativos para sacarlos del poder o ganas de golpetearlos por una enfermedad que no es su culpa. Nadie quiere que le vaya mal a Estados Unidos, a Brasil o a México, por mencionar solo a tres países. De lo que se trata es de sobrevivir. Juntos.
Al final de cuentas, que los periodistas no estén de acuerdo con el Presidente -y se lo hagan saber- puede salvar vidas. ¿Hay acaso algo más importante?
@jorgeramosnews
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La parálisis económica/Ana Laura Magaloni Kerpel
REFORMA, 28 Mar. 2020
Es una barbaridad imaginar cuántas personas están paralizadas ante la incertidumbre jurídica producto de la pandemia. El maestro de yoga ¿está obligado a pagar la renta del estudio cuando ha tenido que cerrar las puertas para evitar contagios y por lo tanto no ha tenido ingresos? La señora que no recibe el pago de la renta de su local ¿está obligada a pagar la mensualidad del crédito hipotecario que contrajo para comprarlo y que estaba pagando con la renta de dicho local? Las empresas que tienen que reducir sus actividades o cerrar sus puertas ¿cuánto tiempo podrán pagar la nómina de sus empleados sin quebrar? La demora en el pago de una deuda ¿genera o no daños y perjuicios cuando el deudor, por orden gubernamental, tuvo que permanecer en su casa y dejar de trabajar? Lo que está sucediendo en México, y en el resto del mundo, es que el coronavirus ha generado una penumbra de incertidumbre respecto de un sinnúmero de obligaciones contractuales. Hoy, las empresas y las personas no saben, bien a bien, cuánto tienen ni cuánto deben. La cooperación e intercambios entre las empresas que generan valor y producen riqueza están en suspenso. Cuanto más rápido se tomen acciones legales para reducir la altísima incertidumbre jurídica, menos honda y prolongada será la recesión económica en México (y en el mundo).
La semana pasada, el Consejo Coordinador Empresarial dio a conocer un conjunto de medidas que, en su opinión, ayudarían a frenar el deterioro económico del país: activar el gasto público e inclusive que el gobierno se endeude de forma responsable, aumentar la inversión en infraestructura, posibilitar la depreciación acelerada de las inversiones privadas, que el gobierno pague a los proveedores, que el SAT agilice las devoluciones del IVA, que la banca de desarrollo facilite el crédito a los sectores que más lo necesiten, entre otras. Sin embargo, hasta ahora nadie ha mencionado la parálisis en la que están sumergidas las empresas (de todos tamaños) producto de la imposibilidad de hacer frente a sus obligaciones, o bien, de cobrar lo que se les debe.
En el mundo del derecho contractual existe lo que se denomina "el caso fortuito o fuerza mayor". Es decir, se trata de situaciones en donde el deudor no puede cumplir con sus obligaciones por acontecimientos fuera de su voluntad. Se trata de obstáculos imprevisibles e inevitables, como son los accidentes naturales (enfermedades, temblores, inundaciones), o bien, hechos provocados por los seres humanos (guerras, invasiones, prohibiciones emitidas por la autoridad). Lo relevante es que el caso fortuito o la fuerza mayor permiten la suspensión o rescisión del contrato sin las penas en las que incurriría el deudor en un escenario "normal" de incumplimiento. Un principio general de justicia de las relaciones contractuales es que nadie puede estar obligado a lo imposible. Si en la crisis económica de 1994 el gobierno hubiese intervenido a tiempo para hacer efectivo este principio, la magnitud del Fobaproa hubiese sido otra. La crisis económica del coronavirus parece que será mucho más grave, prolongada y profunda que la de 1994.
Hoy necesitamos que el Ejecutivo, la Suprema Corte y los profesionistas del derecho establezcan de forma clara los criterios y directrices generales que permitan que muy rápido deudores y acreedores ajusten sus contratos y sus expectativas económicas en concordancia con los efectos económicos de la pandemia a nivel global y nacional. No se trata de que los deudores encuentren formas "legales" de incumplir. Más bien, lo que es urgente es crear las condiciones para el cumplimiento de los contratos en concordancia con el nuevo escenario económico del país y del mundo. Quien parta de la premisa de que el coronavirus no afectará sus ganancias y que sólo necesita un buen despacho de abogados para pelearse hasta el final contra cualquier deudor incumplido, está cavando su tumba y la del país.
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Distopía/ Jorge Volpi
Reforma, 
De pronto, en Occidente vemos a China con tanta suspicacia como envidia
Afuerza de imaginarla, de ver o leer historias de asteroides mortíferos, invasiones alienígenas, inundaciones o sequías, simios o robots rebeldes, misteriosas epidemias, por fin vivimos una distopía. Un virus desconocido, que acaso saltó de los murciélagos o los pangolines a los humanos, se extiende por el mundo como el fantasma de Marx -con mayor efectividad-, decidido a destruir las sociedades que hemos amalgamado en los últimos decenios. Aunque su letalidad no parezca muy alta, se ha convertido -así la vemos- en la mayor amenaza para nuestra especie.
Obsesionados con proyectarnos en cuanto sucede a nuestro alrededor, le concedemos al virus una inteligencia maléfica debido a su lúbrica capacidad de reproducción. El enemigo invisible se introduce en nuestras células a través de ojos, boca, nariz, mucosas, y nos usa como huéspedes para reproducirse enloquecidamente: si los peores pronósticos se confirman, pronto la mayor parte de la humanidad estará a su servicio y todos nos transmutaremos en armas bacteriológicas decididas a aniquilar, con una zafiedad propia de los nazis, al 2 por ciento de la población, en especial a los ancianos y a los enfermos.
La alarma es legítima: las cifras de contagiados y muertos deberían acentuar nuestra empatía hacia las víctimas y quienes las atienden. Pero, como suele ocurrir en los blockbusters hollywoodenses de catástrofes, la respuesta por parte de nuestros políticos ha sido tan improvisada como caótica. Por más que virólogos y expertos intentaron prevenirnos sobre una posible pandemia, las acciones de las autoridades oscilan entre la improvisación, la prisa y el pánico. Nadie sabe cómo combatir el mal y las soluciones, en teoría apoyadas por la evidencia científica, nos lanzan a nuevos abismos de incertidumbre.
Como en toda distopía, el peligro extremo invoca medidas extremas. De pronto, en Occidente vemos a China con tanta suspicacia como envidia. Si sus dirigentes lograron "aplanar la curva" -frase típica del newspeak de esta era- fue porque impusieron la reclusión como solo puede hacerlo una nación totalitaria. Y de pronto vemos a países que son ejemplos de democracia instaurando estados de emergencia unilaterales, sin el consenso de sus Parlamentos, que suspenden derechos humanos como el libre tránsito o la libre asociación. No se trata tanto de cuestionar las medidas, como su origen: decisiones de los Ejecutivos sin la menor discusión pública. La urgencia justifica, según ellos, este freno a la libertad.
Sabemos que el contagio ocurre entre personas y, por tanto, la distancia entre unas y otras es la única forma de detenerlo. Pero de ahí a la reclusión absoluta que ya imponen ciertos Estados -sancionada en algunos lugares con multas o prisión- hay un paso que ningún estudio científico parece confirmar. ¿Cuánto puede durar una sociedad confinada a sus casas? ¿Qué consecuencias económicas, sociales, políticas, psicológicas, filosóficas y éticas desatarán estos encierros prolongados? ¿Alguien puede medir el costo de una cosa frente a la otra? ¿Quién está facultado para tomar esta decisión en democracias mermadas por la emergencia y por el miedo?
Y, si no envidiamos a China, anhelamos ser Corea. Un sitio donde se "aplanó la curva" gracias a una app que reporta la temperatura de los ciudadanos -así como sus datos personales- a la autoridad. Una nueva distopía: la vigilancia de los cuerpos -una pesadilla de Foucault- a través de la tecnología. Insisto: no se trata de cuestionar el encierro -si es voluntario y adoptado democráticamente-, sino de señalar el peligro totalitario de cualquier estado de excepción.
Y, si no, veamos algunas conductas en España o Italia: vecinos que denuncian a sus vecinos a la policía por salir a correr o a pasear al perro con el celo propio de agentes de la Stasi. Igual que en toda calamidad pública -recordemos la guerra contra el terrorismo-, la tensión es entre la seguridad y la libertad. Protejámonos, sin duda, permaneciendo responsablemente en nuestros hogares, pero estemos alertas de que, en aras de la salud pública, se nos imponga la vigilancia o la pérdida de nuestras de por sí endebles libertades.
@jvolpi
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Coronavirus: de NY a México/Arturo Jacques Rendón
REFORMA, 28 Mar. 2020
Nueva York: la ciudad que nunca duerme. Ese es el famoso mote que recibe la capital financiera, cultural, y de la moda del hemisferio occidental y, presumiblemente, del mundo. Es la máxima expresión del imperialismo yankee con sus inmensos rascacielos, majestuosas obras de infraestructura, agitado ritmo de vida, pluriculturalidad, y vasta gama de actividades. Es la ciudad más poblada de Estados Unidos y cuenta con los mejores sistemas de salud y educación de la Unión Americana.
El día de hoy, esta increíble urbe se encuentra amenazada por un virus de facilísima transmisión que llegó silenciosamente a través de dos personas que tuvieron contacto inadvertido con personas contagiadas y realizaron todas sus actividades cotidianas durante unos días, hasta que cayeron bajo los efectos de la enfermedad que actualmente tiene al mundo en estado de emergencia. Nueva York es ahora el foco rojo de propagación del Coronavirus en el continente y la situación de contagio no disminuirá.
Las autoridades estatales y locales de Nueva York debatieron durante semanas cuáles serían los protocolos de actuación para detener la propagación sin paralizar la ciudad. El pasado viernes 20 de marzo, el gobernador Cuomo decretó la suspensión absoluta de actividades "no esenciales" que pudieren comprometer el estado de salud de la sociedad, a sabiendas de las terribles implicaciones económicas que ello pudiere conllevar.
Los hospitales neoyorkinos están sobresaturados por la cantidad de personas acudiendo a hacerse pruebas de Covid-19. La situación de ocupación hospitalaria es tan grave que solicitan a las personas únicamente acudir a las salas de emergencia si sus síntomas son de absoluta urgencia porque no hay suficiente personal, camas, ni ventiladores para hacer frente a la situación.
La emergencia por el Covid-19 ha resultado ser tan grave que los propios gobiernos municipales fronterizos de los principales puntos de acceso a Estados Unidos han solicitado a los gobiernos estatales mexicanos que repliquen las mismas medidas sanitarias que los americanos han impuesto y no las que el gobierno federal mexicano simplemente ha desatendido por omisión o negligencia.
Los casos evidentes y alarmantes de China, Irán, Italia, España, Francia y, ahora, Estados Unidos, han pasado de noche para las autoridades sanitarias mexicanas. ¿¡Alguien sabe dónde se escondió nuestro Secretario de Salud!? Nadie sabe, pero tanto él como su vocero oficialista, el subsecretario López-Gatell, sólo han sido reactivos ante una eminente catástrofe sanitaria que eventualmente será financiera para México.
Esto ocurre en una situación de muy alto riesgo para México debido a que los principales ingresos de nuestro país se encuentran por los suelos: el petróleo ya no es negocio -adiós, Dos Bocas-, el turismo está disminuyendo por el Covid-19, las cadenas de producción se están desplomando por la falta de inversión privada e incentivos fiscales del gobierno mexicano, y las remesas están por caer en cualquier momento debido a los despidos masivos causados por el Coronavirus en los Estados Unidos. Como siempre, los primeros en pagar los platos rotos serán los más desprotegidos.
Sin embargo, veo al gobierno mexicano dormido en sus laureles. El Covid-19 no es grave sólo por su alto margen de contagio, sino por todas las implicaciones financieras que tendrá y me preocupa que las únicas personas que realmente se están ocupando para disminuir la curva de contagio en este momento provienen de la sociedad civil, no del gobierno y tampoco en la medida necesaria para evitar sus complicaciones. El Coronavirus es una enfermedad muy seria por su facilidad de contagio y su impacto en los adultos mayores con cuadros de obesidad, hipertensión, precondiciones respiratorias y diabetes, pero sus estragos son mucho peores. No obstante ello, veo a un México inerte ante dicha amenaza, a pesar de las evidentes alarmas que ha enviado el resto del mundo.
Nueva York, la ciudad que nunca duerme, no actuó a tiempo y hoy sus ojos están cerrados. Espero México no se duerma y logre reaccionar a tiempo.
@TiburonJacques.








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