Perfil de Abraham García Ibarra por Miguel Alonso Rivera Bojórquez, tomada de De Ultima Hora @deultimahoralasnoticias
Se definía a sí mismo como “Periodista de muchos años. Aun antes que tinta, por mis venas corre savia de mar. Aparecido en Mazatlán, algunos amigos me llegaron a nombrar El abominable hombre de las marismas”.
Nació en Mazatlán y murió esta madrugada en la Ciudad de México. Fue cronista y protagonista de la historia del periodismo sinaloense. Por 66 años ejerció el periodismo. Inició en 1954 en los talleres de El Sol del Pacífico.
Al momento de su muerte era director editorial de Voces del Periodista en la Ciudad de México y una reconocida figura del Club de Periodistas de México, A.C. Autor de los Bárbaros del Norte: la Contra Mexicana y Apogeo y crisis de la derecha en México.
Mis más sinceras condolencias a su compañera de vida, su esposa Elva Elena; sus hijos Abraham, Elba Elena e Iván y sus nietas Laila Sahar, Ivanna Marina y Shareni, así como sus familiares y amigos.
Con el subdirector del matutino Manuel Ferreiro y Ferreiro, participó en la fundación de El Sol de Sinaloa el 1 de diciembre de 1956. El director fundador fue Ernesto Zenteno Carreón y era presidente de la organización el Coronel José García Valseca y director regional Antonio Toledo Corro.
Con Antonio “Toñico” Pineda Gutiérrez colaboró en El Sol Del Valle de Los Mochis, donde también participó Esteban Zamora Camacho. Estuvo una temporada en Puebla e hizo amistad con Miguel Ángel González Córdova. En Culiacán, también fue amigo de los hermanos Minor, Herberto y Jaime Sinagawa Montoya, Francisco Gil Leyva, Jesús Lazcano Ochoa, Arnoldo Martínez Verdugo y Carmen Aída Guerra Miguel, entre otras figuras.
Obligado al exilio por el entonces gobernador Leopoldo Sánchez Celis (1963-1968), la última semana de octubre de 1968 llegó a la Ciudad de México y lo esperaba Ernesto Álvarez Nolasco que le consiguió trabajo en el periódico El Día. En México hizo amistad con los personajes del periodismo de Siempre, Excélsior y La Jornada.
En septiembre de 1973 fue la fundación del periódico Noroeste y uno de los asesores más importantes que tuvo este matutino fue Abraham García Ibarra, siendo directivo del Día.
En los setenta compró El Correo de la Tarde. Francisco Chiquete lo recuerda en una interesante narración como el maestro que lo introdujo en el periodismo en El Correo de la Tarde antes de cumplir su mayoría de edad. Abraham daba cursos gratuitos de periodismo en los años setenta haciendo equipo con grandes mentores. El Correo de la Tarde era el decano de la prensa nacional, pero sus glorias estaban muy disminuidas en aquellos años y su equipo y mobiliario eran antiguos. Abraham lo compró emprendiendo una romántica aventura. El correo de la Tarde tuvo muchas pequeñas victorias como vivió severas agresiones y el propio Abraham debió sacar su pistola para repeler un ataque a balazos en las afueras del periódico. El Correo de la Tarde fue centro de peregrinación para todo tipo de movimientos sociales.
Finalmente, Abraham regreso a la Ciudad de México donde ejerció el periodismo hasta el último día de su vida. Descanse en paz.
Respetuosamente
Lic. Miguel Alonso Rivera Bojórquez
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