Noroeste, 11 de Enero de 2021
La rebelión contra la alianza Pas-Morena
Observatorio/Alejandro Sicairos
Desde López Obrador a Delgado y Rocha
alexsicairos@hotmail.com
Por más larga de contar que sea, debe conocerse la encadenación de sucesos que llevó a que importantes líderes locales del Movimiento Regeneración Nacional se posicionaran en contra de la eventual alianza entre Rubén Rocha Moya, candidato de Morena a Gobernador, y el Partido Sinaloense, de Héctor Melesio Cuén Ojeda. ¿Qué hay detrás de la postura que cimbró al mundo político estatal y también agitó a la cúpula del régimen de la Cuarta Transformación?
Todo indica que no se trata de un movimiento espontáneo con el 9 de enero como fecha de nacimiento. Tampoco de un largo complot contra la postulación de Rocha Moya ni del deseo de que el partido del Presidente Andrés Manuel López Obrador pierda en Sinaloa la elección del próximo 6 de junio. Esas conjeturas hay que entenderlas como la reacción normal de quienes ven que se les viene encima un enjambre de abejas africanas.
Uno. En el contexto para saber qué hay detrás de los que combaten el bloque electoral PasMor, que en sí se trata de que el PAS y Morena vayan con candidatos comunes en municipios y distritos electorales locales a cambio de coincidir en alianza de facto por la Gubernatura, debe revisarse primero la declaración que emitió López Obrador el 4 de enero respecto al control que ejercen cacicazgos políticos en universidades públicas del país.
“Se tiene que hacer un esfuerzo en las universidades públicas respetando su autonomía para que se administre con honradez el presupuesto, que no se roben el dinero y que haya austeridad republicana. Tienen que haber un movimiento al interior de las universidades para que no haya corrupción y para que sí haya honestidad”, expuso el Mandatario.
Agregó: “Ya no el que haya caciques que manejan las universidades públicas en los estados; es una vergüenza que universidades grandes de estados importantes sean manejadas por una persona, sean de un solo hombre; no es esa persona el Rector pero es el que manda desde hace años y maneja el presupuesto de manera discrecional y a la vista de todo mundo”.
Dos. En la reunión a la que fueron convocados el 23 de diciembre supuestamente para dar a conocer quién sería el candidato de Morena en Sinaloa, el dirigente del partido, Mario Delgado Carrillo, indujo la posibilidad de la alianza con el PAS y todos los participantes en el proceso, excepto Rubén Rocha, se expresaron en contra de dicha eventualidad. Esto detuvo que se formalizara la coalición ante el Instituto Estatal Electoral, pero se operó a espaldas de los liderazgos locales para empujar las candidaturas comunes del PasMor.
Tres. A pesar de que para el 9 de enero Rocha Moya organizó una actividad de apertura de precampaña en Batequitas, Badiraguato, omitió el gesto conciliador de invitar a quienes participaron en el proceso interno que lo designó a él como candidato morenista. Cuando el bloque que deplora la alianza con el PAS acordó efectuar la conferencia de prensa conjunta, ninguno de sus integrantes sabía del evento político que el ex Rector de la UAS realizaría en la comunidad donde nació.
Cuatro. En cuanto el grupo anti PAS consensuó realizar el pronunciamiento del sábado se le enteró de ello directamente a Rubén Rocha Moya y se le explicaron los motivos, sin embargo, el candidato no intentó acercamientos para atenuar la postura que se hizo pública. Fueron operadores de la dirigencia nacional y el delegado estatal de Morena los que trataron de evitar la acción que aglutinó a la Senadora Imelda Castro; el Alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez; los diputados federales Yadira Santiago Marcos, Merary Villegas, Lucinda Sandoval e Iván Ayala, así como a los legisladores locales Beatriz Adriana Zárate y Victoria Sánchez.
Cinco. Al acordarse el posicionamiento contra la alianza de Morena con el PAS se precisó que de ninguna manera la inconformidad es por la candidatura a Gobernador de Rocha Moya. En el acuerdo se establece que se trabajará desde todas las posiciones morenistas para que el abanderado de la 4T gane la elección, pero en aquellos distritos o Ayuntamientos en que se concreten candidaturas comunes no habrá labor de apoyo de parte de los que rechazan esta alianza de facto.
En realidad lo que se quiere evitar es la consumación del dúo pasmorenista y los seis puntos que leyó Imelda Castro sustentan el porqué de la postura. Fue la Senadora que se sumó primero que nadie a la candidatura de Rocha, a los minutos de que éste fue “destapado” la tarde del 30 de diciembre, la misma que expresó el sábado a nombre de los principales liderazgos locales de su partido que “no aceptamos acuerdos ni negociaciones que signifiquen hipotecar el futuro político y electoral de Morena en Sinaloa”.
Partiendo del conocimiento de cómo se concatenaron tantos hechos para darle forma a uno solo, las interpretaciones y consecuencias están por verse. Por lo pronto, esto se volvió un “petardo” político que Rocha Moya no quiere tener en sus manos, al decir que las negociaciones se realizan en la dirigencia nacional de Morena, mientras que Mario Delgado regresa la responsabilidad a Sinaloa porque ya no necesita más conflictos de los que se le han acumulado en la designación de los 15 candidatos a gobernadores.
Le preguntaron a “El Químico” Benítez si en su reunión con Rubén Rocha, del viernes 8 de enero en Mazatlán, le había dado a conocer la oposición a la alianza de Morena con el PAS y la intrigante respuesta que dio abre preguntas peores. “¡N’ombre!, y algunas cosas más fuertes”, dijo. ¿A qué se refiere? ¿Qué más sabe que no ha dicho? ¿Con qué saldrá en la nueva guerra política que libra?
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