El poema original de Amado Nervo fue publicado en 1915 en el Arquero Divino y dice:
El día que me quieras tendrá más luz que junio;
la noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.
Las fuentes cristalinas
irán por las laderas
saltando cantarinas
el día que me quieras.
El día que me quieras, los sotos escondidos
resonarán arpegios nunca jamás oídos.
Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras
que hubo y habrá en el mundo serán cuando me quieras.
Cogidas de la mano cual rubias hermanitas,
luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por montes y praderas,
delante de tus pasos, el día que me quieras...
Y si deshojas una, te dirá su inocente
postrer pétalo blanco: ¡Apasionadamente!
Al reventar el alba del día que me quieras,
tendrán todos los tréboles cuatro hojas agoreras,
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos,
florecerán las místicas corolas de los lotos.
El día que me quieras será cada celaje
ala maravillosa; cada arrebol, miraje
de "Las Mil y una Noches"; cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte un altar.
El día que me quieras, para nosotros dos
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios….
Amado Nervo: Poeta nayarita nacido en Tepic, en 1870, difunto en Montevideo, Uruguay el 24 de mayo de 1919.
Una gran parte del poema lo musicalizó Manuel Esperón, y lo grabó nuestro charro Jorge Negrete en el filme “Me he de comer esa tuna”...
https://www.youtube.com/watch?v=VzRchDlJzuY
de Gardel y Lepera...
El día que me quieras/
Acaricia mi ensueño
el suave murmullo
de tu suspirar.
Cómo ríe la vida
si tus ojos negros
me quieren mirar.
Y si es mío el amparo
de tu risa leve
que es como un cantar,
ella aquieta mi herida,
todo, todo se olvida.
El día que me quieras
la rosa que engalana
se vestirá de fiesta
con su mejor color.
Y al viento las campanas
dirán que ya eres mía,
y locas las fontanas
se contarán su amor.
La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar.
Y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa que verás
que eres mi consuelo.
El día que me quieras
no habrá más que armonía.
Será clara la aurora
y alegre el manantial.
Traerá quieta la brisa
rumor de melodía.
Y nos darán las fuentes
su canto de cristal.
El día que me quieras
endulzarán sus cuerdas
el pájaro cantor.
Florecerá la vida,
no existirá el dolor.
La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar.
Y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo.
Luciérnaga curiosa que verás
que eres mi consuelo.
Este poema hecho tango de Alfredo Le Pera (1900-1935) es maravilloso; la música fue compuesta por el propio Carlos Gardel.
La grabación original fue realizada el 19 de marzo de 1935, con el acompañamiento de su orquesta. Fue utilizada en la película que él mismo protagonizó, también titulada "El día que me quieras".
Nadie duda de la influencia de Amado Nervo en ellos, por lo que muchos lo consideramos una paráfrasis - frase que expresa el mismo contenido que otra pero con diferente estructura sintáctica. del poema homónimo de Nervo, incluido en su libro póstumo, "El arquero divino" (1919).
Recordemos que nuestro poeta vivió en Bs As, y murió en Montevideo, tierra del tango.
Hay algunos autores que afirman que Le Pera le había pedido autorización a la familia Padilla Nervo para usar el título y varias frases del poema original.
En la web www.todotango.com, se afirma que José Plaja - difunto el 11 de septiembre de 1982- quien fue profesor de Gardel y uno de los 3 sobrevivientes del accidente de Medellín, Colombia precisó que la canción no era de Lepera: "La de “El día que me quieras" no fue suya. Eso se arregló con la familia de Amado Nervo, que dio la autorización para que se hiciera una canción con ella."
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