26 dic 2022

Las columnas políticas hoy, lunes 26 de diciembre de 2022

Dice Ministra que le 'fusilaron' su proyecto de tesis

Grupo REFORMA.

Cd. de México (26 diciembre 2022).- La Ministra Yasmín Esquivel Mossa denunció ayer que le fusilaron su proyecto de tesis.



Mediante una carta publicada dos días después de la que la UNAM confirmó un "alto nivel de coincidencias" con la tesis de otro alumno graduado en 1986, un año antes, Esquivel aseguró que ella comenzó en 1985 su proyecto de tesis.

"Mi tesis 'Inoperancia de los Sindicatos en los Trabajadores de Confianza del Artículo 123 Apartado A' es un proyecto original y auténtico que empecé a redactar y revisar desde 1985. Un año antes de la tesis 'similar' que habría elaborado el estudiante Edgar Ulises Báez Gutiérrez", acusó la Ministra en una carta.

"He denunciado, ante la Fiscalía correspondiente, el supuesto plagio de mi proyecto de tesis", informó.

En la carta, la Ministra anuncia además que mantiene su aspiración a presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

"Continuaré en la lucha por consolidar un verdadero Estado de derecho y, el próximo 2 de enero buscaré con mi propuesta, que por primera vez en la historia de nuestro País, la Corte sea presidida por una mujer", escribió.

La tesis de Báez para obtener la Licenciatura en Derecho quedó registrada en julio de 1986 y la de Esquivel en septiembre de 1987, 14 meses después.

Por primera vez desde el viernes pasado, la Ministra Esquivel, esposa del empresario José María Riobó, muy cercano al Presidente Andrés Manuel López Obrador, negó las acusaciones de plagio de su tesis,...

"Niego terminante y categóricamente los señalamientos hechos con respecto a un supuesto plagio de mi tesis de licenciatura que ha circulado en redes sociales y en algunos medios de comunicación", sostuvo en un comunicado difundido en su cuenta de Twitter.

La Ministra aseguró que ha denunciado ante la Fiscalía correspondiente el supuesto plagio de su proyecto de tesis y criticó que no haya sido contactada para corroborar y cotejar la información publicada. "Lo cual constituye una falta de ética y profesionalismo periodístico", indicó.

La Ministra aludió a las cartas publicadas por sus sinodales de su examen de titulación, publicadas por ella y donde se resalta "una actitud destacada", y se dijo extrañada que a lo largo de sus 40 años no se hubiera revelado el presunto plagio.

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Tiene Poder Judicial un rezago histórico

Nota de Víctor Fuentes

El Poder Judicial de la Federación (PJF) enfrentó en 2022 la carga de trabajo más alta de su historia, impulsada por amparos administrativos contra actos de los tres niveles de Gobierno, pero también por la reforma laboral, que ahora lo obliga a resolver disputas que correspondían a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA).

El ingreso de nuevos asuntos a los juzgados sumó un millón 346 mil expedientes, superando en 14 por ciento la marca previa fijada en 2019, que fue un millón 176 mil casos, según datos oficiales del Consejo de la Judicatura Federal (CJF).

El PJF iniciará el 2023 con 525 mil casos pendientes de resolver en todas las materias, también por mucho una cifra récord, pues es 11.4 por ciento más alta que la de inicio de 2022.

Este proceso continuará en 2023. El CJF tiene planeado instalar otros 46 tribunales laborales, los cuales costarán 298.7 millones de pesos, además de seis Centros de Justicia Penal Federal, con lo que se llegará a 47. También están previstos otros seis tribunales para otras materias.

Con ello, el CJF llegará por primera vez a más de mil órganos jurisdiccionales bajo su administración, encabezados por más de mil 500 jueces de Distrito y magistrados de Circuito, y tendrá, también por primera vez, más de 50 mil empleados.

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Las columnas políticas hoy, lunes 26 de diciembre de 2022

Templo Mayor/ Reforma

QUE LEVANTE la mano quien le crea a la ministra Yasmín Esquivel Mossa eso de que ella no copió, sino que le copiaron la tesis de la licenciatura en Derecho. ¿No? ¿Nadie le cree?

PRIMERO intentó minimizar la revelación de que su tesis es un plagio. Cuando vio que el asunto creció, lanzó cartas de sus maestros y sinodales avalándola como buena alumna, pero sin poder desmentir el fraude académico. Luego sus cercanos circularon los supuestos antecedentes penales de Édgar Ulises Báez Gutiérrez -el abogado al que le copió la tesis- y ahora salió con que ella empezó ¡a escribirla primero!

LO MÁS GRAVE del nuevo pretextazo de Esquivel no es en sí el cuento de que ella inició en 1985 su trabajo de titulación. Lo que realmente preocupa es que con esto la ministra parece decidida a seguir siendo integrante de la Suprema Corte y, además, mantener su candidatura por la presidencia de la misma. El imperio de la ley pasó a ser el imperio del descaro.

LA FAMA de Andrés Manuel López Obrador ya es internacional. La organización Index for Censorship lo metió en la contienda para encontrar al "Tirano del Año". Claro que el tabasqueño, como la Selección Nacional, seguramente quedará eliminado en la primera ronda pues compite con verdaderos profesionales como el nicaragüense Daniel Ortega, el qatarí Tamim bin Hamad Al Thani y el norcoreano Kim Jong-un.

NO SE TRATA de un juego, sino de una manera bastante original por parte del Índice sobre la Censura para denunciar los abusos a los derechos humanos en diferentes partes del mundo. Y algo sabe del tema este organismo, pues ya tiene 50 años de luchar en favor de la libertad de expresión.

MÁS ALLÁ del resultado de la encuesta, lo significativo es que AMLO haya sido incluido en tan selecta y lamentable lista por sus constantes y cada vez más agresivos ataques a la prensa, cosa que para el organismo resulta peligrosa pues envalentona a quienes amenazan a periodistas, lo que podría derivar en actos violentos. ¿Les suena conocido?

NO HA CUMPLIDO ni siquiera un mes en el cargo y Salomón Jara ya está dejando ver tintes de autoritarismo en su gobierno con la renuncia forzada del fiscal Arturo Peimbert Calvo, quien dejó el cargo cuando todavía le quedaban cinco años a su periodo.

SI BIEN el ex fiscal dijo que dimitía por "razones personales", lo que se dice en Oaxaca es que tuvo que dejar la Fiscalía ante las presiones, perdón, las peticiones del gobernador morenista para torcer la justicia como si fuera quesillo, de ése que se enreda

¡BRRRR! Abríguese bien porque allá afuera está helando. Hace tanto frío que Adán Augusto López tuvo que guardarse las manos en los bolsillos, por no poderlas meter en el Congreso que está de vacaciones.

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Caso de la tesis de la ministra Yasmín Esquivel calienta el invierno

Bajo Reserva/El Universal

Si algo ha calentado estos días invernales es el caso de la tesis de la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel, en el que, por una parte, es acusada de plagiar la tesis con la que obtuvo su título de licenciatura en Derecho por la UNAM, y por otra, ella señala que es la víctima del plagio y de una campaña en su contra para obstaculizar su carrera por la presidencia de la Corte. Ahora, nos hacen ver, la UNAM deberá determinar cuál es la tesis original, y cuál la plagiada. Además, ayer doña Yasmín anunció que presentó ante la fiscalía, sin detallar cuál, una denuncia por el presunto plagio de su tesis. Así, sin pedirlo, el calor llegó a la UNAM y a la fiscalía, pues tienen que dar luz en un tema cuya resolución tendrá un gran impacto en el Poder Judicial, que, en unos cuantos días, deberá elegir a un nuevo titular, proceso en el que la ministra Esquivel es una de las contendientes. ¿Quién dice que esta Navidad y fin de año hace frío? 

Los héroes mexicanos extorsionados

Legisladores de diversos partidos políticos, incluido Morena, han expresado su preocupación por el clima de inseguridad que afecta a los paisanos que visitan México para pasar las fiestas decembrinas con sus familias. A pesar de que se anunció con bombo y platillo el despliegue del Instituto Nacional de Migración para apoyar y protegerlos, siguen siendo víctimas de bandas de extorsionadores y asaltantes.  A su paso por territorio nacional, nos aseguran, están a merced no sólo de la delincuencia organizada, sino también de los malos integrantes de las fuerzas de seguridad, quienes los extorsionan en algunos de los trayectos por carretera. Uno de los legisladores que ha alzado la voz para criticar este tipo de situaciones es el senador zacatecano de Morena, Ricardo Monreal, quien advirtió que este año hubo paisanos que decidieron no venir a México por temor a ser asaltados o extorsionados.  Lo bueno es que son los “héroes” que cada año rompen récord en el envío de remesas al país, y que tan solo este año terminarán mandando unos 60 mil millones de dólares. Imagínese cómo les iría, sino fueran los héroes a los que hay que cuidar y reconocer.  

Rusia coincide con AMLO

Nos hacen ver que, además del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien tampoco le gusta cómo recibe el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a sus visitantes es a Rusia. Nos comentan que la embajada rusa en México tuiteó en su cuenta oficial un mensaje en el que señala: “Coincidimos con el presidente @lopezobrador en que América es mucho más que EE.UU.”, y acompañan su mensaje con la portada de una publicación en la que los presidentes de Ucrania, Volodimir Zelenski, y Estados Unidos, aparecen con nariz de payaso. 

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Estrictamente Personal

Una ministra en problemas/Raymundo Riva Palacio

EL Financiero, diciembre 23, 2022 | 

A menos de dos semanas de votarse quién presidirá la Suprema Corte de Justicia, una de las candidatas más fuertes, Yasmín Esquivel, que tiene el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador, está metida en un serio problema. Por lo pronto es de percepción, luego de que el escritor Guillermo Sheridan la acusó de plagio de tesis de licenciatura, a lo que ella respondió vagamente que era falso y afirmó que eran ataques por ser mujer. Con esa defensa, la ministra Esquivel no va a salir adelante, aunque llegara a tener razón, y que lo que parece un plagio claro, no lo sea.

Las acusaciones de Sheridan contra Esquivel son muy serias. Según el escritor, la ministra entregó su tesis de licenciatura en septiembre de 1987 en la entonces Escuela Nacional de Estudios Profesionales Aragón (hoy Facultad de Estudios Superiores Aragón), pero es idéntica a la que presentó Édgar Ulises Báez en julio de 1986 en la Facultad de Derecho de la UNAM. La directora de tesis fue Martha Rodríguez Ortiz, y según Sheridan, hay otras dos tesis idénticas posteriores, en 2008 y 2010. Estas acusaciones son muy graves, pero tienen forma de verificarse.

El abogado general de la UNAM comenzó ayer a revisar las imputaciones, mientras que la FES Aragón dijo que iniciará un análisis del contenido y las circunstancias del caso, para lo cual actuará con estricto apego a la norma universitaria. No debe ser un proceso tardado, porque la UNAM dispone de una herramienta para saber si hubo plagio o no. El software que tiene la UNAM se llama iThenticate, que desarrolló la empresa Turnitin, que otorga una calificación en su índice de similaridades y presenta una revisión de coincidencias en las numerosas bases de datos, donde compara los textos y proporciona el número de palabras similares que se utilizaron.

Una vez que se termine de revisar el alcance al que llegó la herramienta, se procedería a una siguiente fase, donde pasaría al Tribunal Universitario y a la Comisión de Honor, donde probablemente su directora de tesis sería llamada para escuchar su explicación y versión de los hechos. Los abogados de la UNAM iniciaron desde ayer un análisis jurídico sobre los diferentes escenarios, para tener claridad de los pasos a tomar tras las primeras conclusiones de los análisis que se están realizando.

Lo mejor que le podría suceder a la ministra Esquivel es que mediante el uso de la tecnología, que ha sido utilizada exitosamente en la academia y en la industria editorial, se determinara que no hubo plagio. Las tesis que dio a conocer Sheridan de Esquivel y Báez, sugiere, sin embargo, otra cosa, porque abundan las páginas con similitudes que elevan muchas dudas, no sólo en el fraseo y el contenido, sino en el índice, los capítulos, bibliografía y referencias. La denuncia que hizo el escritor colocó a la UNAM en una situación donde no hay alternativas. Lo que está en juego es su propia credibilidad como institución, donde una maestra, Rodríguez Ortiz, que dijo haber dirigido más de 500 tesis, está en entredicho.

La mancha que hay sobre Esquivel es muy grande, y el momento que se vive no tiene precedente en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde el impacto ha sido enorme. La conversación al interior de la Corte no se limita al proceso de selección de presidente, que deberá dilucidarse el próximo 2 de enero, sino todo lo que representaría en el caso de que se compruebe plagio. Como explicó un funcionario de la Corte, si esto sucediera, ¿qué impacto tendría en las resoluciones de la ministra? ¿Qué impacto por todo su trabajo en el Poder Judicial previo?

Si ella se graduó de licenciada en Derecho, hablando en hipótesis de trabajo, y se comprueba que lo hizo copiando una tesis, es posible que le retiren el título, que es otro de los escenarios que están analizando los abogados para determinar si esa acción está dentro de la norma universitaria. Si esto sucede, que es una de las probabilidades que están observando en la Corte, las preguntas sobre el impacto tendrían como respuesta una secuela terrible: la posibilidad de que todas sus resoluciones, dictámenes y proyectos queden anulados porque los realizó una persona sin título de abogada.

Es decir, no sólo quedaría totalmente fuera del proceso para presidir a la Suprema Corte, sino también estaría violando el artículo 95 de la Constitución, que requiere, para ser electo, probidad en la impartición de justicia, honorabilidad, competencia y antecedentes en el ejercicio de la actividad jurídica, y destrozaría toda su vida pública.

La ministra Esquivel empezó su defensa desde el miércoles y está presionando en diversas instancias para que se sofoquen las acusaciones de plagio. Esquivel y su directora de tesis, la maestra Rodríguez, esgrimieron el mismo argumento para responderle a Sheridan, que era una ataque contra las mujeres. Esta defensa no se sostiene. El tema de género en este caso es irrelevante. La denuncia no fue por ser mujer, sino por haber plagiado una tesis. La defensa tendría que ser con pruebas para demostrar que no fue así.

Pero no es fácil hacer esa defensa por las grandes similitudes con la tesis de Báez. Son tan notorias que aún en el hipotético caso que se determinara que no hubo plagio, no sólo la UNAM cargaría con la sospecha del porqué actuó en defensa de ella, sino que ella misma quedaría impregnada de desconfianza.

El golpe de Sheridan la va a dejar marcada, cualquiera que sea la conclusión de las investigaciones, pero ella, por la defensa que asumió, piensa lo contrario. En la Corte también consideran que, si se concluye que su tesis fue original, no tiene problema para luchar por la presidencia. Sería finalmente la lucha de percepción contra realidad, aunque por lo que se ve en el análisis comparativo de tesis, parece que la denuncia tiene sustento.

Nota: Esta columna dejará de publicarse hasta el 3 de enero.

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El caso de la ministra Esquivel y la sucesión en la Corte/ Mario Maldonado

El beneficiado más visible es el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena

El Universal, 26/12/2022;

Un tsunami ha pasado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y arrastró a una de las figuras principales a suceder al actual presidente Arturo Zaldívar: la ministra Yasmín Esquivel, quien junto con Loretta Ortiz son vistas como las más plegadas al gobierno federal y en especial al presidente Andrés Manuel López Obrador.

El presunto plagio de su tesis de licenciatura ha puesto a Esquivel en un posible punto de no retorno en su intento por ser la nueva presidenta de la Corte. Aunque se rumoró que ya tenía los cuatro votos necesarios para suceder a Zaldívar, la revelación —que no puede entenderse como una simple casualidad— terminaría por descarrilarla.

El beneficiado más visible es el otro ministro fuerte que compite con Esquivel: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien a su vez tiene el apoyo de Zaldívar y de Juan Luis González Alcántara. Se dice que también el del exconsejero Jurídico de la Presidencia, Julio Scherer.

La caída de Esquivel, sin embargo, también podría cambiar el tablero. Los votos “amarrados” que supuestamente tenía no se irían de forma automática con Gutiérrez Ortiz Mena, sino quizá con otro ministro o ministra más neutral, como Javier Laynez, Margarita Ríos Farjat o Norma Piña, también metidos en la carrera.

El cargo de presidente de la Corte es relevante no solo por la interlocución con los otros Poderes de la Unión, sino porque preside a su vez el Consejo de la Judicatura Federal, es decir a los jueces, magistrados y todos los órganos de impartición de justicia y su presupuesto.

El hecho de que una ministra cercana al gobierno coordine el Poder de la Judicatura Federal y su presupuesto encendió la guerra dentro de la Corte. El problema para Esquivel fue que ni el presidente López Obrador ni el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, cabildearon a tiempo para evitar que “la sangre llegara al río”. Creyeron que con la simple operación de la ministra con sus pares era suficiente. Así no ha sucedido en otros sexenios. Ningún presidente se ha desentendido de esa importante votación.

Y pasó lo que pasó: la exhibición del supuesto plagio de su tesis de licenciatura, que Esquivel niega. Ayer la ministra salió a defenderse argumentando que fue ella la plagiada.

Esquivel niega los señalamientos de copiar el trabajo de Edgar Ulises Báez Gutiérrez, y asegura que fue al revés; el abogado en cuestión habría robado su proyecto “Inoperancia de los Sindicatos en los Trabajadores de Confianza del Artículo 123 Apartado A” debido a que Esquivel lo comenzó a redactar y revisar desde 1985, un año antes que la tesis de Báez. Eso denunció ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.

Lo que sí llama la atención es que Edgar Ulises Báez no haya salido a pronunciar una sola palabra sobre el caso.

Sea como sea, Esquivel se ha convertido en blanco perfecto para los críticos del gobierno y del presidente —lo que es parte de la polarización que hay en el país, en buena medida promovida por AMLO—, y de quienes han visto afectados sus intereses por votaciones como la de la Ley de la Industria Eléctrica. Por cierto, el voto clave para que esta ley no se declarara inconstitucional fue el de Gutiérrez Ortiz Mena.

Pocas veces en la historia de la Corte había corrido tanta sangre de cara a una elección. Las acusaciones contra Esquivel difícilmente terminarán por sacarla de la SCJN (habrá que esperar el resultado de las investigaciones), pero sí del sueño de la presidencia. Muy revelador será ver el sentido de los votos de los ministros y ministras este próximo lunes 2 de enero.

@MarioMal

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90% de lealtad, 10% de jurista/Víctor Beltri

Nadando entre tiburones

Excelsior,

Feliz Navidad, señor Presidente. El escándalo de la ministra de la SCJN, y los medios ilegales que utilizó para obtener su título profesional, no sólo es un golpe directo a la línea de flotación del gobierno y su presunta honestidad, sino que representa un parteaguas para la nación entera: no es arriesgado asegurar que, después de esto, nada volverá a ser igual.

El asunto, en los hechos, parece muy claro: la ministra presentó, como de su propia autoría, una tesis profesional prácticamente idéntica a otra anterior, como se demuestra en los registros de la UNAM, y la propia Universidad define esta situación como causal de nulidad del título profesional. Esto supondría, de inmediato, la falta de validez de cualquier actuación en la que hubiera intervenido como abogada: la magnitud de las repercusiones, tratándose de alguien que ha hecho carrera en el Poder Judicial, son simplemente inconcebibles. Y vendrán en cascada: en estos momentos ya no se trata de la legitimidad de una profesionista, sino que los atajos tomados por la ministra han puesto en entredicho no sólo su carrera, sino a la Suprema Corte, al titular del Ejecutivo y, principalmente, a una de las instituciones más antiguas y prestigiadas del país, que no merece celebrar su aniversario 470, el próximo 25 de enero, en medio del escándalo.

Por un lado, la nulidad del título profesional de un ministro de la Corte afectaría la legitimidad de las resoluciones que en tal capacidad hubiera tomado, lo que nos arrojaría a una debacle jurídica como jamás hemos enfrentado. ¿Cuántos amparos, cuántas sentencias, cuántos recursos? La Corte misma es un tema aún más complicado, dado que la posible defenestración de la ministra no sólo cambiaría el equilibrio de fuerzas al interior, sino que le daría al traste a las pretensiones presidenciales de control absoluto sobre los otros poderes de la Unión. El Presidente, por su parte, se juega mucho más al asumir la defensa de una causa indefendible, y que cuestiona lo que —supuestamente— define su mandato: la honestidad valiente al parecer nunca existió, y las ideas expresadas en la Cartilla Moral de Alfonso Reyes son letra que nació muerta aun antes de ser publicadas.

Incrementando la complejidad, la UNAM es una de las instituciones más amadas y reconocidas por el pueblo mexicano, a la cual se le guarda veneración y gratitud: el desprestigio que podría sufrir nuestra universidad, por el capricho de una persona, no será fácilmente perdonado por una ciudadanía que ha creído en la honestidad de este gobierno y que, en su momento, ha tenido que cumplir con los requisitos establecidos para el ejercicio legal de su profesión. La impunidad de la ministra afectaría la credibilidad de nuestra máxima casa de estudios, cuyos títulos profesionales se verían devaluados de inmediato: todos sabemos que hay gente que comete plagios, o que compra su tesis al mejor postor, pero nadie se imaginó —sin embargo— que alguien así pudiera llegar a la Suprema Corte e incluso aspirara a presidirla, con la venia del Presidente. Esto no es, tan sólo, una falta de respeto para cualquier profesionista: lo que estamos presenciando es, sin más, el mayor agravio que el gremio jurídico de nuestro país ha recibido.

Feliz Navidad, señor Presidente. El problema es mayúsculo, y cualquier solución entrañará consecuencias que el titular del Ejecutivo —definitivamente— no tenía entre sus planes. El mandatario no sólo ha perdido uno de sus alfiles más importantes, sino que en el proceso exhibió su hipocresía, mancilló el orgullo Azul y Oro y pisoteó su propia Cartilla Moral. El Presidente se acorraló a sí mismo, y esta vez no puede culpar a nadie más que a su propia estulticia para elegir a sus colaboradores más cercanos: el proverbial 90% de lealtad, y 10% de capacidad, ésta vez le ha salido demasiado caro.

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No es conjura, es una coalición discursiva/Leonardo Curzio

El Universal, 

Una gran amiga de este país, cuyo nombre omito para no comprometerla, me preguntó una noche al terminar la FIL: ¿Qué le pasa a México? Mis amigos de estirpe obradorista me miran con recelo porque expresé entusiasmo por acudir a Guadalajara. Sentí —me dijo— algo así como si esa ventana, que antes era orgullo de México y de su comunidad intelectual, ahora fuese un balcón pecaminoso e indeseable. Mis amigos más críticos del poder asumen ahora que Guadalajara es una de las pocas ferias en las cuales el discurso de Palacio no gravita de manera desproporcionada y se ejerce un debate informado y no los latiguillos más o menos ocurrentes del gobierno.

Los críticos del presidente hablan de una concentración de poder preocupante y de una desmovilización asimétrica de un sector de la opinión pública. Un presidente que se desdobla como bipolar, pues acusa el poder político que él detenta, al poder económico que lo apoya y al mediático que lo secunda de tejer un complot en su contra. Habla y se presenta como si fuese un luchador inerme de una región marginada de la sierra, cuando es el político más poderoso de México.

En la FIL ese modelo de distorsión de los papeles en la escena pública no cuela. El cuento del “lobito bueno al que maltrataban todos los pastores” está bien para la plaza pública, predispuesta al monoteísmo político, pero no para una asamblea de estudiantes e intelectuales.

Los más condescendientes, me decía, sugieren que la FIL sigue siendo valiosa, pero está desequilibrada, pues la potente voz de Palacio no es tratada con equidad, como si en un foro de intelectuales críticos se debiese garantizar la equidad con el mismo rigor con el que se distribuyen los spots de televisión.

Mi sentir —le dije— es que no hay tal cosa como una conjura en contra del poder, ni mucho menos una concertación malévola para desgastarlo. Lo que existe es una coalición discursiva en contra de dos principios generales que son:

a) el rechazo al culto a la personalidad y

b) la regresión a un régimen de partido de Estado en el cual las elecciones se construyen desde el gobierno y los recursos públicos se utilizan para promover a los candidatos del partidazo.

En estos años la esfera de la cultura y el debate público se han partidizado de forma pedestre y poco imaginativa. El discurso del poder ha contaminado la galaxia intelectual y por lo tanto los que antaño eran colegas que luchaban por desmontar el régimen autoritario, hoy aparecen en trincheras diferentes. La clase intelectual mexicana ha desarrollado ya muchos anticuerpos y (salvo que se tenga un interés directo en mantener este estado de cosas) la defensa del pluralismo pasa por denunciar esa concentración de poder. Nada personal.

Más allá de las saludables rivalidades y los devastadores celos, nuestra clase intelectual está en su mayoría en contra de la concentración de poder. El poder político (se apellide Peña Nieto o López Obrador) no encuentra por tanto en la FIL un ecosistema propicio para sus lemas ya que es un espacio en el cual la libertad de pensamiento es fundamental. Como decía el cantautor: “La libertad no puede tomar asiento… porque la libertad es estar siempre de paso”.

Analista. @leonardocurzio

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MMD/Denise Dresser

en REFORMA

El presidente López Obrador insiste en que jamás traicionará la transformación, romperá su palabra, incumplirá lo prometido o tomará una decisión en contra del pueblo. Pero lo hace al proveerle cobertura política a la ministra Yasmín Esquivel. La apodada "ministra contratista", que llegó a la Suprema Corte como favor a José María Riobóo, uno de los asesores preferidos de AMLO. La mujer criticada debido a una trayectoria caracterizada por conflictos de interés, y ahora ensombrecida por la acusación de una tesis fraudulenta. Al defenderla, AMLO vuelve a traicionar a quienes votaron por él. Aseguró que no seleccionaría ni protegería a ministros de la Corte cuestionables como lo había hecho Peña Nieto. Pero hace lo mismo.

Peña Nieto designó a su amigo Eduardo Medina Mora, y AMLO designó a su amiga Yasmín Esquivel. Ambos sacrificaron el principio de que la Suprema Corte no sólo debe ser independiente sino parecerlo, porque su credibilidad deviene de su imparcialidad. Pero Peña Nieto promovió a alguien para pagar favores, asegurar votos, influenciar sentencias y la 4T no ha roto con esa tradición. A la Suprema Corte deberían llegar personas en el ápice de su profesión: respetados, respetadas, admirados, admiradas. Yasmín Esquivel no cumple con esas credenciales y la tormenta sobre su tesis sólo lo constata.

Como reportó hace años la revista Proceso, la hoy ministra mintió al Senado sobre el conflicto de interés que ensombreció su paso por el Tribunal de Justicia Administrativa, y en el tema de la Supervía votó para favorecer a su esposo, en vez de recusarse.

Hoy el problema con Esquivel no es sólo su cuatitud sino cuestionamientos legítimos sobre su capacidad, su ética y el cumplimiento de requisitos para permanecer en el puesto. No es sólo que en voto tras voto haya mimetizado las posturas presidenciales, respaldando la prisión preventiva oficiosa y el populismo penal, manifestando su desprecio a la presunción de inocencia, avalando la inconstitucionalidad de la reforma energética, apoyando la militarización y tantos votos más. La ministra Esquivel abiertamente desconoce precedentes asentados por la Suprema Corte en materia de derechos, y subvierte el papel que debería desempeñar como tribunal constitucional. Para ella, como para el Presidente, la Constitución tiene el mismo valor que un rollo de papel de baño. En esa proclividad, es Totalmente Palacio.

Ojalá que el meollo de la ministra fuera un momento aleccionador para AMLO, para Morena, y para el Senado. Ojalá el Presidente entendiera el costo reputacional de mantener en la Corte a alguien que no merecía estar ahí. Ojalá Morena comprendiera que carga con la culpa de disminuir la calidad de la justicia, por ponerla al servicio de AMLO. Ojalá el Senado reconociera el pésimo proceso de designación de ministros de la Corte, denunciado desde hace años por el movimiento #SinCuotasNiCuates, y el observatorio ciudadano "Designaciones públicas". Ya sea por trueque, miedo o sumisión, los senadores no desempeñan el papel de contrapeso que les corresponde a la hora de votar las ternas propuestas por el Presidente. Y el lopezobradorismo imita una vieja propensión a debilitar las instituciones, colocándolas a la orden de quien gobierna. La "4T" tenía la oportunidad de corregir un procedimiento viciado, pero ha elegido empeorarlo.

Con la Ministra Moralmente Derrotada (MMD) todos perdemos. Pierde AMLO al defender lo indefendible. Pierde Morena al avalar lo que denunció en el plagio de Peña Nieto. Pierde la Suprema Corte al convertirse en otro sitio en donde sobreviven incondicionales, o políticamente protegidos, o magistradas sin requisitos como una licenciatura válida en Derecho. Pierde la UNAM si no le retira el título que obtuvo de forma tramposa, e investiga lo que ocurrió en su caso y otros más. Pierden los miembros del Senado -incluidos los de oposición- por no escrutinar a alguien que tenía la bendición presidencial pero no la integridad suficiente. Más importante aún: pierde México porque si Yasmín Esquivel se queda en la Corte, la institución no podrá recuperar su credibilidad jamás. Se comprobará que fue nombrada para hacerle los encargos al Presidente, no para defender la Constitución. Y seguiría desprestigiando al Máximo Tribunal por muchos años, cuando después del tema de la tesis no debería permanecer ni un día más.

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Sin baraja ni ruta/Jesús Silva-Herzog Márquez

en REFORMA

Termina 2022 y la agenda sigue siendo la del gobierno. No han logrado las oposiciones cambiar la conversación. Reactivas, responden cotidianamente a las pistas de Palacio y no son capaces de ocupar el centro del espacio público. Es cierto que el año se va con un par de victorias significativas de las oposiciones. Una movilización ciudadana que expresó con claridad que, para miles, las instituciones democráticas se sienten propias y merecen defensa. Una coalición legislativa que pudo detener una reforma constitucional devastadora. Las oposiciones lograron impedir que el gobierno descabezara al Instituto Nacional Electoral. Al mismo tiempo, el año deja muestras muy claras de la debilidad esencial de esas oposiciones. La máquina de hacer leyes la controla firmemente el régimen y con ella puede hacer un daño enorme. Fue aprobada así una reforma electoral muy nociva que debilita y desprofesionaliza al árbitro. Con el pretexto de la austeridad, se corroe la estructura institucional de la democracia.

Pero la debilidad mayor de las oposiciones es la torpeza con la que se mueven hacia la elección presidencial. El tiempo pasa y las confusiones en ese frente son enormes. El contraste no puede ser mayor. En el oficialismo hay competidores abiertos y una ruta clara. Se muestra el látigo de la disciplina que intimida a quienes pudieran coquetear con alguna alternativa. La baraja es visible. A los precandidatos se les promueve desde la Presidencia y se usan con descaro los recursos públicos para beneficiar a quien parece la favorita del Palacio. El mecanismo de decisión es también conocido. La candidatura se decidirá a partir de una encuesta. Es claro que el instrumento se está diseñando para la opacidad. No se hará una pregunta llana, sino una serie de preguntas cuya ponderación es un misterio. Por supuesto, no se diseña un instrumento técnico sino un mecanismo que magnifica la discrecionalidad del supremo elector.

Pero no pretendo hacer aquí la crítica del nuevo tapadismo. Lo que me interesa en este espacio es resaltar el contraste. A unos meses de que se decidan las candidaturas por la Presidencia de la República, el oficialismo tiene contendientes e itinerario. Conocemos los nombres de los tapados y el mecanismo formal que se usará para decidir la candidatura del continuismo. La oposición no tiene baraja ni ruta.

No es temprano para pedirlas. La formación de una candidatura competitiva exige tiempo, sobre todo en un frente opositor que no ha encontrado figuras que hagan sombra a los personajes del régimen. No aparecen en el Congreso, ni en los gobiernos estatales, ni en la estructura de los partidos. El PRI, hace unos meses, en la brevísima pausa entre un escándalo y otro de su dirigente, organizó un desfile de pretendientes que fue una llamarada de petate. Se presentaron, expresaron su ambición, dieron alguna entrevista al día siguiente y volvieron a sumirse en la oscuridad. El evento no fue el inicio de un recorrido, sino un instante. El PAN podrá hacer una lista de sus personajes, pero sigue sin estrategia para subirse al escenario. Las oposiciones, en efecto, siguen siendo espectadoras. Miran la política y esperan sin definir un plan de acción.

Siendo grave ese desierto, lo es más la falta de claridad en el rumbo para definir la opción opositora. No hay hasta este momento ninguna pista del camino que seguirán las oposiciones para definir su candidatura. Solamente el deseo de buscar una candidatura común, pero no la manera en que ésta se construiría. Lo que resulta crucial para lograr ese objetivo es el acuerdo procesal. No el acuerdo de programa sino el acuerdo de proceso. Antes que cualquier otra cosa, es indispensable la definición de las reglas para cocinar la alternativa. Si los partidos de oposición quieren llegar juntos a la elección, deberían haber definido ya el método para sellar esa alianza. ¿Se cree de veras que un pacto entre las dirigencias de los partidos viejos puede ser plataforma de lanzamiento de una opción viable? Quien apuesta por el humo blanco del cónclave opositor diseña un fracaso estrepitoso.

Para que haya alternativa es urgente el trazo de la ruta. Si hay método, habrá contendientes.

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Reforma verde

TOLVANERA / Roberto Zamarripa

en REFORMA

El IFE (hoy INE) fue el lujo del bipartidismo. Tras el fraude electoral de 1988 paulatinamente fue abriéndose un sistema electoral profesional, eficiente y democrático amarrado con los nudos de la desconfianza partidista y ciudadana que lo hicieron caro.

En 1979 la izquierda sufrió fraude electoral en comicios distritales y municipales. En Tlapa, Guerrero, a Othón Salazar le quitaron la diputación del distrito V, con el robo de casillas o en Juchitán, donde a balazos le robaron la elección municipal al candidato Leopoldo de Gyves y su organización local Cocei.

El PAN lo vivía desde 1958 y los abusos de los ochenta (Sonora, Nuevo León, Sinaloa, Durango, Chihuahua) que dieron surgimiento a Los Bárbaros del Norte. El respeto al voto fue centro de la movilización política de toda la oposición y reventó en 1988 haciendo causa común en la emblemática protesta que encabezaron Rosario Ibarra, del trotskista PRT, Cuauhtémoc Cárdenas, del FDN, y Manuel Clouthier del PAN.

La reconstitución del poder priista tras las elecciones de 1988 ocupó del apoyo del PAN. La democracia electoral goteó en las milpas blanquiazules. Para 1997 la democracia incipiente se sostuvo en un tripié: PRI-PAN-PRD. El sistema electoral fue mejorado y consolidó su autonomía del gobierno pero no le colocó el antídoto de la neutralidad. No todos eran José Woldenberg. Los primeros consejeros ciudadanos tras agotar su tiempo arbitral usaron el instituto de trampolín político (Santiago Creel es el pulido ejemplo).

El IFE ayudó a la alternancia vía la derecha con sustento amplio. La coalición de centro derecha que llevó a Vicente Fox a la Presidencia tenía un ingrediente de izquierda en el afán de tumbar al PRI. Aunque esa alternancia llegó con la reconversión de las televisoras de factores de obediencia del gobierno a factores de cogobierno y hasta de mando. El dominio de las televisoras pervirtió la conducta electoral. El IFE quedó sometido no solo a un mandato de partidos (cuotas) sino a uno de televisoras. Incluso coló consejeros electorales. Así como había telebancadas había también teleconsejeros electorales. Y surgieron los telecandidatos a distintos puestos, incluso la Presidencia. ¿Quién se hace cargo de esa perversión que tanto daño hizo a la democracia?

El desastre electoral del 2006 no fue únicamente responsabilidad del INE. Ahí caló la consecuencia. La democracia se desgarró. Los partidos abusaron en la constitución de instituciones autónomas al atascarse en el nombramiento de sus cuates y cómplices y no actualizaron el catálogo democrático.

El INE (después del IFE) incrementó gastos, producto de la desconfianza y producto de la burocracia. Aun así se produjeron reformas electorales que corrigieron algunas de las perversidades.

Las elecciones del 2018 significaron un abrupto cambio en el orden y peso de los factores. Morena se convierte en el eje de gobierno apedreado por partidos empequeñecidos: opositores que se apean a la derecha y pierden programa. La democracia electoral, imperfecta y acotada, le hace justicia al más desconfiado, Morena, que entonces se acomodó a las reglas existentes.

En el ciclo de las venganzas (deshacer los rastros del 2006) se tuerce al INE. La reforma electoral aprobada recientemente por el Congreso contiene atisbos de actualizaciones: voto electrónico, representación de minorías y desmonta la estructura electoral en nombre del ahorro con la predecible mutilación de capacidades ejecutivas del INE. Lastima al Instituto.

El Partido Verde fue (entre 1990 y 2017) el partido de las televisoras que corrompió al sistema electoral. Hoy se eterniza por ser cómplice de la revancha. El Verde fue el ariete del priismo para atacar al PRD y Morena, el principal instigador de las acciones contra AMLO, el abierto violador de normas electorales con el abuso en la spotización, el robo de recursos públicos, la chapuza en candidaturas, el dinero en efectivo a trasmano. Hoy es el héroe de una película que dice reivindicar las causas nobles de la democracia popular.

No puede condenarse el pasado corrupto con el entronizamiento de los principales pervertidores del sistema electoral y consumar una reforma verde, sin maduración.

robertozamarripa2017@gmail.com

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El más atacado

JAQUE MATE / Sergio Sarmiento

en REFORMA

"Todo esto fue inspirado por

el principio -que es bastante cierto

por sí mismo- que en la gran mentira 

hay siempre una cierta fuerza

de credibilidad". Adolf Hitler, Mi lucha

Entre las muchas afirmaciones que el presidente López Obrador repite constantemente destaca la de que es el Presidente más atacado después de Madero. Ésta es, sin embargo, una mentira expresada con insistencia en un esfuerzo por volverla verdad. Lo que sí es cierto es que AMLO es el Presidente que más ha atacado a supuestos rivales o enemigos.

Solamente hasta el 28 de septiembre de 2020, Luis Estrada, director de Spin, Taller de Comunicación Política, registraba que AMLO había dicho 15 veces que era el Presidente más atacado desde Madero o en los últimos 100 años. La afirmación la ha repetido muchas veces más desde entonces.

El 25 de septiembre de 2020 el Presidente presentó en su mañanera un "estudio", realizado por su subalterna Jessica Ramírez, que analizaba 95 textos publicados en ocho periódicos el día anterior con "opiniones sobre la 4T". Ni el Presidente ni nadie explicó la metodología, pero el resultado fue que 66 por ciento de las opiniones eran negativas, 23 por ciento neutrales y 11 por ciento positivas. Éste fue el sustento para repetir que era el Presidente más atacado.

Spin hizo entonces un análisis de las columnas de los mismos periódicos, menos uno que todavía no existía, el mismo 24 de septiembre, pero del segundo año de gobierno de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Encontró que, en 2008, 61 por ciento de las columnas fueron negativas para Calderón, 30 por ciento neutrales y 9 por ciento positivas; en 2014, 73 por ciento fueron negativas para Peña Nieto, 17 por ciento neutrales y 10 por ciento positivas. No es un estudio completo, como no lo fue el de AMLO, pero sí sugiere que la afirmación de que es el Presidente más atacado es una mentira. 

Sí hay buenas razones para pensar, en contraste, que López Obrador ha sido el Presidente que más ha atacado a otros. Sus conferencias de prensa, que se alargan cada vez más, ya se usan poco para dar información, pero se han vuelto escenario de discursos de odio en los que una y otra vez descalifica a quienes ve como sus enemigos.

Este 23 de diciembre el Presidente dio su conferencia de prensa número mil. Spin le ha detectado un promedio de 94 mentiras diarias, por lo que ya estamos cerca de las 100 mil acumuladas. Algunas son tan absurdas que sorprende que las diga sin sonrojar. El 22 de diciembre, por ejemplo, afirmó: "Logramos que todos los pacientes de Covid fueran atendidos en una cama. No se nos murió nadie fuera de los hospitales, como sucedió en otros países". Decenas de miles de familias pueden ofrecer otros datos. El mismo 23 de diciembre afirmó que "No hay nadie que haya quebrado" en su gobierno.

Las mañaneras han sido plataforma para lanzar ataques, descalificaciones y difamaciones. Reforma, Claudio X. González Guajardo y muchos periodistas, políticos y empresarios han sido víctimas. Lo peor es que el número de agresiones ha venido aumentando. Según Spin, Joaquín López Dóriga fue atacado por el Presidente solo dos veces en 2018 y 2019, pero 51 en 2022; Carlos Loret de Mola pasó de cinco a 230; Enrique Krauze, de siete a 101.

Los presidentes mexicanos siempre se han quejado de sus adversarios. Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría y José López Portillo fueron particularmente acerbos con sus críticos, a quienes acusaban de causar todos los problemas de sus gobiernos. Pero tenemos registrados apenas una decena de ataques de cada uno de ellos. López Obrador, en cambio, arremete diariamente. Es el Presidente que más ha atacado a los demás.

· SIN ODIOS

En su mañanera del 23 de diciembre en Villahermosa AMLO declaró: "Yo no odio, yo practico la doctrina del amor al prójimo sinceramente. Entonces, no le deseo mal a nadie". Para un Presidente que no odia, la cantidad de descalificaciones y difamaciones que reparte cotidianamente es sorprendente.

www.sergiosarmiento.com

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