23 dic 2022

Las columnas políticas hoy, viernes 23 de diciembre de 2022

UNAM encuentra "alto nivel de coincidencia" en tesis de ministra Yasmín Esquivel señalada por plagio

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó que derivado de un cotejo pormenorizado de la tesis presentada por la ministra Yasmín Esquivel, contra otra presentada un año antes, encontró "alto nivel de conciencias" entre ambos textos.

En un pronunciamiento, expuso que este resultado se hará de conocimiento del Comité de Integridad Académica y Científica de la FES Aragón, de donde es egresada la ministra en licenciatura en derecho.

La UNAM señaló que esta institución educativa será la encargada de revisar el caso respetando el debido proceso legal y en apego a los procedimientos y tiempos establecidos en la normatividad universitaria.

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Las columnas políticas hoy, viernes 23 de diciembre de 2022

¿Podría ser Durazo la “corcholata” bajo la manga?

Bajo Reserva/El Universal

Nos comentan que la batalla por la elección de los consejeros del Instituto Nacional Electoral ya llegó al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Ayer se citó a sesión extraordinaria para la discusión de dos impugnaciones contra la Cámara de Diputados, por el acuerdo emitido por la Junta de Coordinación Política para el proceso de designación del Comité Técnico de Evaluación, conformado por perfiles enviados por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el INAI y la propia Cámara. Veremos si logran frenar a alguno de los integrantes antes de que comience la selección de consejeros. Por lo pronto, perfiles como los elegidos por la CNDH, que propuso a una candidata con especialidad en yoga de la risa y ningún conocimiento electoral, estarán bajo la lupa.

Prepara ministra Yasmín Esquivel su defensa

Nos comentan que la más feliz con la investigación que realizará la UNAM sobre la autoría de su tesis de titulación como licenciada en Derecho es la ministra Yasmín Esquivel Mossa. Nos dicen que el principal motivo de tranquilidad de la ministra Yasmín Esquivel Mossa, quien busca presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es que ella puede demostrar que inició su tesis en 1985 y cumplió con todos los requisitos de titulación, y que la tesis que presentó el pasante Édgar Ulises Báez, para obtener el título de licenciado en Derecho, misma que la acusan de haber plagiado, se publicó en julio de 1986. La última palabra la tendrá el Comité de Integridad Académica y Científica de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, que ha prometido realizar un análisis pormenorizado del contenido y las circunstancias del caso. Como buena jueza, doña Yasmín seguramente acatara el fallo.

El chango y el león de Noroña, en busca de vida eterna

Nos cuentan que quien le entró a la guerra de anuncios espectaculares para promocionarse es el diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña, quien ya no ve como un insulto el apodo de Changoleón que le endilgó la senadora panista Lilly Téllez en mayo pasado. Por el contrario, el legislador petista está utilizando su imagen caricaturizada con dos marionetas en las manos, la de un chango y la de un león, para promocionarse e invitar a los ciudadanos a afiliarse a su partido. Como no prosperó la famosa “cláusula de vida eterna” que aseguraba a los partidos pequeños la retención de su registro, aunque obtuvieran una baja votación, nos hacen ver que don Gerardo se ha tenido que poner las pilas. Incluso abrazando el apodo que le puso la senadora azul.

Los gatos inocentes

Uno de los temas pendientes que en Presidencia de la República se han propuesto sacar adelante antes de que cierre el año, es un recorrido prometido a los medios por Palacio Nacional para constatar el estado de los gatitos que habitan desde hace años en ese recinto histórico que ahora es residencia del presidente Andrés Manuel López Obrador. Después de haber reagendado en dos ocasiones, el 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, será la fecha en que se presente el tan esperado recorrido “michi”. ¿Será que a los mininos les quieran ver la cara de inocentes palomitas?

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Estrictamente Personal

Una ministra en problemas/Raymundo Riva Palacio

EL FINANCIERO, diciembre 23, 2022 | 

A menos de dos semanas de votarse quién presidirá la Suprema Corte de Justicia, una de las candidatas más fuertes, Yasmín Esquivel, que tiene el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador, está metida en un serio problema. Por lo pronto es de percepción, luego de que el escritor Guillermo Sheridan la acusó de plagio de tesis de licenciatura, a lo que ella respondió vagamente que era falso y afirmó que eran ataques por ser mujer. Con esa defensa, la ministra Esquivel no va a salir adelante, aunque llegara a tener razón, y que lo que parece un plagio claro, no lo sea.

Las acusaciones de Sheridan contra Esquivel son muy serias. Según el escritor, la ministra entregó su tesis de licenciatura en septiembre de 1987 en la entonces Escuela Nacional de Estudios Profesionales Aragón (hoy Facultad de Estudios Superiores Aragón), pero es idéntica a la que presentó Édgar Ulises Báez en julio de 1986 en la Facultad de Derecho de la UNAM. La directora de tesis fue Martha Rodríguez Ortiz, y según Sheridan, hay otras dos tesis idénticas posteriores, en 2008 y 2010. Estas acusaciones son muy graves, pero tienen forma de verificarse.

El abogado general de la UNAM comenzó ayer a revisar las imputaciones, mientras que la FES Aragón dijo que iniciará un análisis del contenido y las circunstancias del caso, para lo cual actuará con estricto apego a la norma universitaria. No debe ser un proceso tardado, porque la UNAM dispone de una herramienta para saber si hubo plagio o no. El software que tiene la UNAM se llama iThenticate, que desarrolló la empresa Turnitin, que otorga una calificación en su índice de similaridades y presenta una revisión de coincidencias en las numerosas bases de datos, donde compara los textos y proporciona el número de palabras similares que se utilizaron.

Una vez que se termine de revisar el alcance al que llegó la herramienta, se procedería a una siguiente fase, donde pasaría al Tribunal Universitario y a la Comisión de Honor, donde probablemente su directora de tesis sería llamada para escuchar su explicación y versión de los hechos. Los abogados de la UNAM iniciaron desde ayer un análisis jurídico sobre los diferentes escenarios, para tener claridad de los pasos a tomar tras las primeras conclusiones de los análisis que se están realizando.

Lo mejor que le podría suceder a la ministra Esquivel es que mediante el uso de la tecnología, que ha sido utilizada exitosamente en la academia y en la industria editorial, se determinara que no hubo plagio. Las tesis que dio a conocer Sheridan de Esquivel y Báez, sugiere, sin embargo, otra cosa, porque abundan las páginas con similitudes que elevan muchas dudas, no sólo en el fraseo y el contenido, sino en el índice, los capítulos, bibliografía y referencias. La denuncia que hizo el escritor colocó a la UNAM en una situación donde no hay alternativas. Lo que está en juego es su propia credibilidad como institución, donde una maestra, Rodríguez Ortiz, que dijo haber dirigido más de 500 tesis, está en entredicho.

La mancha que hay sobre Esquivel es muy grande, y el momento que se vive no tiene precedente en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde el impacto ha sido enorme. La conversación al interior de la Corte no se limita al proceso de selección de presidente, que deberá dilucidarse el próximo 2 de enero, sino todo lo que representaría en el caso de que se compruebe plagio. Como explicó un funcionario de la Corte, si esto sucediera, ¿qué impacto tendría en las resoluciones de la ministra? ¿Qué impacto por todo su trabajo en el Poder Judicial previo?

Si ella se graduó de licenciada en Derecho, hablando en hipótesis de trabajo, y se comprueba que lo hizo copiando una tesis, es posible que le retiren el título, que es otro de los escenarios que están analizando los abogados para determinar si esa acción está dentro de la norma universitaria. Si esto sucede, que es una de las probabilidades que están observando en la Corte, las preguntas sobre el impacto tendrían como respuesta una secuela terrible: la posibilidad de que todas sus resoluciones, dictámenes y proyectos queden anulados porque los realizó una persona sin título de abogada.

Es decir, no sólo quedaría totalmente fuera del proceso para presidir a la Suprema Corte, sino también estaría violando el artículo 95 de la Constitución, que requiere, para ser electo, probidad en la impartición de justicia, honorabilidad, competencia y antecedentes en el ejercicio de la actividad jurídica, y destrozaría toda su vida pública.

La ministra Esquivel empezó su defensa desde el miércoles y está presionando en diversas instancias para que se sofoquen las acusaciones de plagio. Esquivel y su directora de tesis, la maestra Rodríguez, esgrimieron el mismo argumento para responderle a Sheridan, que era una ataque contra las mujeres. Esta defensa no se sostiene. El tema de género en este caso es irrelevante. La denuncia no fue por ser mujer, sino por haber plagiado una tesis. La defensa tendría que ser con pruebas para demostrar que no fue así.

Pero no es fácil hacer esa defensa por las grandes similitudes con la tesis de Báez. Son tan notorias que aún en el hipotético caso que se determinara que no hubo plagio, no sólo la UNAM cargaría con la sospecha del porqué actuó en defensa de ella, sino que ella misma quedaría impregnada de desconfianza.

El golpe de Sheridan la va a dejar marcada, cualquiera que sea la conclusión de las investigaciones, pero ella, por la defensa que asumió, piensa lo contrario. En la Corte también consideran que, si se concluye que su tesis fue original, no tiene problema para luchar por la presidencia. Sería finalmente la lucha de percepción contra realidad, aunque por lo que se ve en el análisis comparativo de tesis, parece que la denuncia tiene sustento.

Nota: Esta columna dejará de publicarse hasta el 3 de enero.

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NEXOS > 

Plagio (no me refiero a la novela de Aguilar Camín/Jorge G. Castañeda

Nexos, Diciembre 22, 2022;

El plagio es un asunto complicado. Existe en la academia, en la prensa, en la literatura, y desde luego en las escuelas y universidades entre alumnos. Cuando le toca a uno leer y calificar trabajos de posgrado, la tarea es difícil porque a partir de cierta edad los profesores titulares con antigüedad no estamos necesariamente al día en materia de las publicaciones recientes en el ámbito que nos corresponde. Algunos incluso nos volvemos medio huevones. No detectamos los pasajes entresacados de obras que no conocemos y nos meten goles. Por eso han surgido programas o software para detectar el plagio: CopyLeaks, Copyscape, Dupli Checker, Plagiarisma, Tineye, entre otras. Son muy útiles para este tipo de tareas, pero también para evitar el plagio inconsciente o el autoplagio. En ocasiones uno mismo publica una idea, una hipótesis, una especulación que otros han divulgado antes, y que uno recogió de ellos sin recordarlo.

Aunque en mi caso no me ha ocurrido nunca, es perfectamente factible que haya plagios involuntarios, casi inocentes. Recomiendo vivamente la novela de Aguilar Camín, Plagio, a quienes les interesa el tema. Tal vez a Yasmín Esquivel le divertiría ahora en vacaciones. Salvo que su caso no corresponde a ninguna de las configuraciones citadas. Según lo publicado por Guillermo Sheridan, experto cazador de plagiarios, la tesis de licenciatura de la ministra es idéntica a la de Edgar Ulises Báez, quien defendió la suya un año antes en la Facultad de Derecho de la UNAM (y ya aparecieron otras dos, por cierto). Conociendo bien a Sheridan, con independencia de quien le dio el pitazo —parece que fue Arturo Zaldívar— probablemente recurrió a uno de los programas mencionados para medir el grado del plagio. Debe acercarse al 100 %.

Normalmente, si se trata de un caso que involucra a una institución —un periódico, una editorial, una universidad— es ella misma quien investiga, concluye y, en su caso, castiga. Las consecuencias para quien plagia pueden ser graves —Joe Biden tuvo que abandonar su campaña presidencial de 1987 por haberse fusilado un discurso de Neil Kinnock, el laborista inglés— o únicamente una amonestación menor —el caso de Fareed Zakaria en Time—, ver cuestionado un premio importante —de la FIL de Guadalajara, para Bryce Echenique— o simplemente la sanción moral y reputacional. En ocasiones también se pierde un empleo, sobre todo en la academia; un alumno puede ser expulsado si se demuestra de manera palmaria su pecado.

La ministra debiera ser investigada por quien le otorgó el título —la ENEP Aragón, parte de la UNAM—, por su empleador actual —la Suprema Corte— y por aquellas instituciones a las que perteneció gracias a un título universitario obtenido de manera espuria. Obviamente no por su club de bridge, donde nada de esto importa. Y si el resultado de la investigación es concluyente, debe retirársele el título universitario, así como cualquier adscripción profesional originada en el mismo. Huelga decir que su pertenencia en la Corte terminaría.

Todo esto sucedería en un país normal. Más aún, acontece con gran frecuencia en muchos países, y existen ejemplos en México, aunque no abundan. Pero tratándose de una ministra de la Suprema Corte, nombrada por López Obrador, con los vínculos conocidos de su marido con la casa presidencial, me atrevo a vaticinar que nada de esto va a pasar. La UNAM, ya sea vía Comité de Ética, vía la Facultad de Derecho, o vía la ENEP, no osará meterse con Palacio, a pesar de que la ahora FES Aragón anunció que iniciará una investigación. La Corte se dará por bien servida con haber bajado a Esquivel de la contienda por suceder a Zaldívar como presidenta. La comentocracia se burlará en redes sociales, pero habrá poca reflexión sobre el tema en sí mismo, y su existencia omnipresente en nuestras propias filas, casi siempre sin consecuencias. Viva México.


 

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