1 ene 2023

Las columnas políticas hoy, domingo 1 de enero de 2023

 El supuesto testimonio de Edgar Ulises Báez Gutiérrez, ofrecido por la Ministra Yasmín Esquivel, en el que dijo haber tomado referencias y texto de la tesis de la juzgadora, fue el que provocó que las autoridades universitarias retrasaran su resolución, informó el Rector Enrique Graue.

En un comunicado, señaló que el Comité de Integridad Académica y Científica de la FES Aragón ya había determinado que la tesis original que fue plagiada fue la presentada en 1986 por Báez Gutiérrez.

Comunicado del 31 de diciembre.

LA UNAM INFORMA

A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA 

A LA SOCIEDAD MEXICANA

La Rectoría de la UNAM recibió de la Dirección de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, la minuta y comunicado del Comité de Integridad Académica y Científica de esa entidad académica, en relación al presunto plagio de la tesis profesional que involucra a una ex alumna que presentó su examen profesional en 1987. Asimismo, se tuvo conocimiento de su pronunciamiento público, emitido el 30 de diciembre.

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Las columnas políticas hoy, domingo 1 de enero de 2023

Templo Mayor/REFORMA..

BIENVENIDA, bienvenido al año 2023 que promete ser uno de los más complicados de los que se tenga memoria. ¿Qué sucederá este año? Estas son las profecías del vidente NostradAMLOus.

PROFECÍA UNO: este año habrá viajes. El gobierno federal no parece interesado en comprar los refuerzos de vacunas para las nuevas variantes de Covid, por lo que si usted quiere protegerse, tendrá que volar a Estados Unidos a hacerlo.

PROFECÍA DOS: aunque en el horóscopo chino es el año del conejo, en México seguirá siendo el año de la rata para el PVEM. Los pupilos de Jorge Emilio González Martínez protagonizarán escándalos de corrupción, especialmente en San Luis Potosí, Edomex y Quintana Roo.

PROFECÍA TRES: el partido naranja se pondrá al rojo vivo. La familia feliz de Movimiento Ciudadano entrará en crisis conforme se acerque la elección presidencial. Dante Delgado sigue firme en que irán solos en todas las elecciones, pero su liderazgo será seriamente cuestionado por quienes dicen que es momento de encabezar alianzas y derrocar a Morena. Peligro de una ruptura total con Enrique Alfaro y todo su capital político.

PROFECÍA CUATRO: será un año complicado para la Suprema Corte. Al no quedar en la presidencia la enviada de Palacio Nacional, el golpeteo desde el Ejecutivo será incesante. Ya el propio AMLO se encargó de ponerle tache a quien llama "el ministro más rico".

PROFECÍA CINCO: la llegada de cuatro nuevos consejeros electorales al INE (entre ellos su nuevo presidente) será agitada en las formas. Dos de los elegidos llegarán con la misión de inventar todo tipo de denuncias contra Lorenzo Córdova y Ciro Murayama. El verdadero reto, sin embargo, será encontrar la forma de garantizar la organización y limpieza de las elecciones pese al recorte de recursos y personal.

PROFECÍA SEIS: el gobierno no se preocupó por crecer la economía por estrategia, ahora lo tendrá que hacer por necesidad. La 4T llega al penúltimo año con una economía deprimida, con todos los fideicomisos saqueados, sin guardaditos para exprimir y con ingresos tributarios reducidos. La falta de recursos le va a pegar al ánimo presidencial y a los proyectos del sexenio, incluidos los programas sociales.

PROFECÍA SIETE: Bueno, en realidad esto no es profecía, sino una triste realidad. El crimen organizado seguirá con una actitud cada vez más desafiante, debido a la fallida estrategia gubernamental de "dejar hacer y dejar pasar". Se dejó crecer el monstruo y ahora no hay manera de controlarlo.

SEA COMO SEA, 2023 trae 365 páginas en blanco para escribir en ellas una nueva historia personal y para México. Que sea un buen año (o al menos no tan amlo, perdón... no tan malo).    

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109 mil desaparecidos y… ¿328 mil capos y sicarios?/Juan Pablo Becerra-Acosta M.

EL universal

México está lleno de maldad y no queremos verlo. O casi nadie quiere admitirlo. 

Predomina un estado de negación colectiva que a estas alturas no solo resulta inaudito, sino que es inadmisible por ser tan vergonzoso. 

Hay un descomunal elefante blanco en la habitación… y quién desea hablar de él. Casi todos prefieren ignorarlo. Es más fácil hacer como que no está ahí, aunque en sus fauces tenga, hasta las 18:00 horas de este viernes, los nombres de 109,512 personas desaparecidas y no localizadas (27 mil 324 de éstas son mujeres) que han sido contabilizadas en nuestro país desde 1964. 

Peor noticia, la mayoría de esas desapariciones ocurrió a partir de diciembre de 2006, cuando empezó, abiertamente, la guerra contra el crimen organizado y entre cárteles: se trata de 91,272 personas (21 mil 991 mujeres, 24%) desaparecidas en ese lapso. 

Qué incómodo tener semejante mastodonte en la sala, ¿verdad?, porque no solo se trata de la desaparición de esas mujeres y hombres, sino del otro furioso elefante sentado en el comedor, que es mucho más grande y horroroso porque representa a la cantidad de personas (es un decir) que participaron en todas esas desapariciones. ¿Cuántos sicarios perpetraron la desaparición de cada una de esas 109 mil 512 personas? Seamos optimistas: mínimo dos que sometieron y levantaron a cada víctima, bajo las órdenes de cuando menos un capo. ¿Unos 328 mil 536 sujetos desde Gustavo Díaz Ordaz hasta Andrés Manuel López Obrador, más decenas y decenas de gobernadores, fiscales y policías ineficientes, negligentes, omisos, quizá cómplices? 

¿Ese es el tamaño del mamut asesino que hemos engendrado en México y del cual nadie quiere hablar, salvo cuando un caso nos cimbra durante algunos días? ¿Un monstruo enloquecido con más de un cuarto de millón de colmillos canallas, 273 mil 816 sicarios y capos que han pululado impunemente en las calles desde 2006? 

Si por curiosidad usted ha osado leer esta columna hasta ahora, seguro que ya estará molesto. O al menos, incómodo. ¿Por qué a este tipo se le ocurre escribir sobre los desaparecidos justamente el último día del año? ¿Este malvado nos quiere echar a perder la cena y el reventón? No, no quiero boicotearle sus alimentos de Noche Vieja ni sus festejos de Año Nuevo, porque espero que esté leyendo lo que tecleo por la mañana, tal vez al mediodía, máximo antes de comer, y luego usted se olvidará del tema, como lo hacen cada día los gobiernos municipales, estatales y el federal, y todas las fiscalías del país. 

Sé que usted preferiría que yo le deseara feliz año, salud, amor y dinero, y sí, puras bendiciones le envío para usted y los suyos, lectora-lector, pero este 2023 no dejemos de hacer comunidad porque allá afuera hay más de cien mil familias (más de 90 mil desde 2006) que esta noche tendrán un nudo en la garganta porque no saben dónde está su hijo, su hija, sus nietos, sus madres, sus padres, sus hermanos, sus amigos desaparecidos. ¿Se imagina padecer semejante mutilación? 

Déjeme soñar: basta ya. Ojalá este sea el año en que inicie el fin de esta tragedia, de esta emergencia nacional, porque, ¿qué país del mundo ha generado más de 91 mil desaparecidos en los últimos 16 años y el infierno no cesa? 

¿Cuál, además de México? 

El extraordinario poeta chileno Raúl Zurita, que padeció en piel y alma las vilezas de la dictadura de Pinochet, ha escrito: 

“El instante en que un ser humano pierde la vida como víctima de otros seres humanos borra las fronteras del pasado y del futuro para erigir el rostro más desolador de lo imprescriptible. No hay palabras para nombrar el horror absoluto, para dar cuenta del instante exacto en que un cuerpo torturado hasta hace un momento pasa a ser un desaparecido; no tenemos imágenes para fijar ese segundo infinitesimal en que alguien se convierte en sus despojos.” 

Pues eso, la desgarradora incertidumbre individual y colectiva que describe la pluma de Raúl.

jp.becerra.acosta.m@gmail.com

Twitter: @jpbecerraacosta 

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Despreciar al jefe/Eduardo Caccia

en REFORMA

Acompañé a un querido amigo (le llamaré Alberto) a comprar una caja de puros que pensaba regalar en Navidad. Fuimos a un centro comercial que tiene un establecimiento especializado, sitio que se ostenta como "Comunidad de amantes del habano, whisky, tequila y cocktails", un espacio muy bien puesto, que invita a quedarse un rato disfrutando mundanos placeres. Lo que pasó es una lección empresarial para quienes pretenden forjar una buena reputación y hacer crecer el negocio.

Alberto, emocionado, como niño llegando a una juguetería, solicitó acceso al cuarto donde los puros son mantenidos a la temperatura y humedad correctas (walk in humidor). Un empleado del establecimiento nos advirtió que sólo podría ingresar uno de nosotros, argumentando que más de dos personas afectan las condiciones atmosféricas en detrimento del producto. Mi amigo, fumador experimentado, con años de visitar estos expendios en varias partes del mundo, mostró su extrañeza. El empleado se limitó a señalar una placa que mencionaba sus políticas. Sugerí a Alberto que entrara él. Desde afuera yo observaba al dependiente tomar los puros con un guante negro, sin que Alberto los palpara. Otra insólita restricción del lugar era la prohibición de tocar los habanos, ritual que, como sabe todo fumador avezado, es parte del cortejo. Alberto poco a poco migró su entusiasmo en desencanto. Salió del humidor con las manos en la espalda. No obstante, compró una caja (de la marca cuyo nombre evoca las vicisitudes de dos amantes de Verona).

Luego de pagar una buena cantidad, mi compañero, visiblemente incómodo, quiso decirle algo al custodio, digo, al empleado quien, como ya atendía a otro cliente (para el negocio, potencial transgresor), se limitó a señalar que esperara. Convencí a Alberto de irnos y mientras caminábamos se desahogó conmigo. Juró que nunca más compraría en ese lugar. Se sintió maltratado y desdeñado por un tipo que, si bien puede argumentar a su favor que tiene instrucciones superiores (e incluso tengan datos científicos para sus restricciones), le falta mucho tacto para lograr una experiencia positiva.

Asombra ver establecimientos que, con gran inversión y expectativas, abren sus puertas para recibir a quien debería ser la persona más importante: el cliente, para luego descubrir que sus políticas y sus empleados tiran todo por la borda.

Se atribuye a Sam Walton este inspirador mensaje: "Soy el hombre que va a un restaurante, se sienta a la mesa y espera pacientemente mientras el mesero hace todo menos tomar mi pedido. Soy el hombre que va a una tienda y espera en silencio mientras los vendedores terminan sus conversaciones privadas (...) Soy el hombre que, cuando entra a un establecimiento comercial, parece estar pidiendo un favor, rogando por una sonrisa o esperando sólo ser notado. Debes estar pensando que soy una persona callada, paciente, del tipo que nunca crea problemas... te equivocas. ¿Sabes quién soy? ¡Soy el cliente que nunca volverá!". Y añade que se divierte viendo los millones gastados en anuncios para llevar clientes al negocio y luego no recibir buen servicio. "Sólo hay un jefe: el cliente. Y puede despedir a toda la gente de la empresa, del presidente al conserje, simplemente llevando su dinero a otro lugar".

Todo establecimiento es libre de poner sus reglas y tratar su mercancía como si fueran libros incunables (bueno, no, me consta que en las bóvedas donde se salvaguardan esos tesoros, en condiciones climáticas óptimas, sí entran más de tres personas). Quizá parte de la filosofía de esta casa de habanos es intimidar al visitante, haciéndolo sentir poco merecedor de estar ahí. Quizá el displicente empleado trata así a todos los clientes, harto tal vez de los novatos y mirones que entran sin comprar y que además no tienen nociones básicas del mundo del tabaco. Quizá su única capacitación ha sido "cuida que no toquen los habanos". No lo sé. Lo que resulta evidente es que no tuvo la sensibilidad para detectar a un conocedor, un buen cliente que no piensa volver y que además comentará lo sucedido entre su comunidad de amantes del habano, whisky, tequila y cocktails.

La experiencia del consumidor se rompe por lo más delgado. Despreciar al jefe siempre es un tiro en el pie.

@eduardo_caccia

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SCJN: desafío interamericano/Simón Hernández León

en REFORMA

México se encuentra en la antesala de una sentencia internacional que transformará significativamente la comprensión y operación de los derechos humanos en nuestro sistema constitucional. En 2023 la Corte Interamericana resolverá el caso de Daniel García y Reyes Alpízar en el que se prevé una condena por la prisión preventiva oficiosa. En este contexto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación tiene un rol decisivo en el cumplimiento de las obligaciones internacionales del Estado mexicano.

Al interior de la Suprema Corte coexisten visiones opuestas sobre la posición de los tratados de derechos humanos y la prevalencia de la Constitución. De ahí que en la elección de su presidencia resulte crucial la postura sobre sentencias internacionales en casos de restricciones constitucionales que, por cierto, no han tenido posicionamiento en el debate público, ni se reflejan en los proyectos de las y los candidatos Alberto Pérez, Alfredo Gutiérrez, Javier Laynez, Norma Piña y Yasmín Esquivel.

La postura sobre la prisión preventiva oficiosa es crucial para quien aspire a presidir el Máximo Tribunal. La Corte deberá definirse entre una visión soberanista basada en una noción anquilosada de la supremacía constitucional o un constitucionalismo dialógico con el derecho internacional, dinámico y progresivo, evitando convalidar la postura que ha defendido el presidente López Obrador y parte del Congreso de la Unión.

La complejidad de esta inminente condena radica en el escenario de potencial desacato a un fallo internacional que ordenará eventual e inevitablemente una reforma para eliminar de la Constitución esta figura que existe desde 2008 y que, sumada a la ampliación del catálogo de delitos de prisión automática realizada en 2019, resultan violatorias de derechos humanos.

Actualmente, los precedentes de la Suprema Corte apuntan en sentido contrario a la jurisprudencia de la Corte IDH cuando la violación de derechos se encuentra constitucionalizada: En 2013 el Pleno estableció que los tratados de derechos humanos están en el mismo nivel que la Constitución, esto es, que conforman la Ley Suprema de la Unión y que todas las sentencias de la Corte IDH son vinculantes. Sin embargo, también determinó que las restricciones de derechos establecidas en la Constitución debían prevalecer sobre los tratados internacionales.

Esta decisión adoptada por mayoría en la Contradicción de tesis 293/2011 constituye jurisprudencia obligatoria para todos los órganos jurisdiccionales. Por ello, la prisión preventiva oficiosa como figura constitucional resulta irrevisable a nivel interno, como se evidenció en la última discusión sobre el tema. Así, la responsabilidad internacional es atribuible al Legislativo por introducirla en la norma fundamental, con la corresponsabilidad de la Suprema Corte por la jurisprudencia de la prevalencia de las restricciones constitucionales sobre los tratados internacionales.

El mayor riesgo de confrontación jurisprudencial con el sistema interamericano proviene de la decisión del Expediente Varios 1396/2011: al analizar el alcance de los casos de Inés Fernández y Valentina Rosendo -víctimas de graves violaciones de derechos cometidas por integrantes del Ejército, incluyendo la tortura sexual-, el Pleno resolvió por mayoría de 6 votos que las restricciones constitucionales prevalecen siempre sobre las sentencias de la Corte IDH. Hasta ahora el criterio es solo tesis aislada. De la integración que en 2014 lo decidió continúan en funciones Alberto Pérez, Jorge Pardo y Luis María Aguilar. Del bloque que votó en contra permanecen Alfredo Gutiérrez y Arturo Zaldívar.

El tema será replanteado nuevamente desde el ámbito internacional. La vigencia del sistema interamericano, dar cumplimiento a una sentencia que ordene reformar la Constitución y con ello dar paso a una nueva época judicial, resultan asignaturas trascendentales para la nueva presidencia de la Suprema Corte.

El autor es Coordinador de la Licenciatura en Derecho de la Universidad Iberoamericana Puebla.

@hele_simon

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