Increíble...
Sobraron más de 12 mil boletas para votar desde el extranjero...¿Por qué sobraron?
Se llevaron a cabo en un total de 23 consulados repartidos en EU, España, Francia y Canadá, pero nosotros vimos otras imágenes, largas colas, horas, ¿y sobraron boletas? Habían dicho otra cosas.
¿Alguien mintió?.
Pero, todo conforme al guion establecido en el INE, no hay sorpresa, Claudia Sheiumbam, cerró con 35 millones 924 mil 519 votos, que corresponde a 59.7%; Xóchitl Gálvez, 16 millones 502 mil 697 votos, 27.4% y Jorge Álvarez Máynez, obtuvo 6 millones 204 mil 710 votos, equivalente a 10.3%.
Morena cerró con 27 millones 364 mil 649 votos propios; le siguió el PAN con 9 millones 644 mil 918 votos y después MC, que compitiendo solo superó a todos los demás, al conseguir 6 millones 204 mil 710 votos; el PRI con 5 millones 736 mil 759 votos: PVEM 4 millones 677 mil 57 votos, el PT 3 millones 882 mil 813 votos y finalmente el PRD, con apenas un millón 121 mil 20 votos.
83 mil 144 personas votaron por personas no registradas y un millón 400 mil 144 de votos nulos, 2.3 por ciento.
La encargada de despacho de la Secretaría Ejecutiva, Claudia Suárez, precisó que de manera inicial se preveía recontar 67.33% de los paquetes electorales, pero finalmente se aplicó el voto por voto en 68.16 por ciento.
Falta la calificación: es la quinta vez que lo hace.
El TEPJF será el encargado de calificar la elección y declarar su validez y solo después de ese proceso y extender la constancia de mayoría, Sheiumbam será presidenta electa.
Al entregar la constancia, además notifica a la Cámara de Diputados para que emita un bando solemne que informe a la República la declaración de presidente electo.
INE confirma voto mayoritario en favor de Morena para el Congreso, sin embargo, será hasta el 23 de agosto que el Consejo General del INE distribuya los espacios exactos que le corresponderán a cada partido, una vez que concluya la batalla legal, o sea lo que ocurrió ayer es otra parte del proceso electoral.
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Está muy bien que gane y gobiernen, asi es la democracia, peor no se vale el agandalle..
Es lo que hicieron ayer en Consejo General del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), cuando aprobó -de último-, un acuerdo para modificar la composición del Congreso local, un fraude a la ley...
De último momento Bernardo Valle, supuesto consejero independiente propuso la modificación del proyecto de acuerdo a favor de Morena; pasó de tener 38 a 43 de un plumazo; se comportó como un empleado del poder..
En el perverso acuerdo se quedaron con más diputaciones.
La oposición acudirá a todas las instancias legales para echar atrás el “vulgar atropello”..
¡Cochinero!
Aun asi, no alcanzanm mayoría calificada, les falta uno es facil comprarlo....
¡Pues todo eso está ocurriendo ! Y los hechos indican que lo peor está por venir..., esperemos que no.
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Explosión en el zócalo de Acapulco deja cinco heridos, aparentemente fue un dron..
Una explosión ocurrida en la explanada del zócalo de Acapulco ocasionó al menos cinco personas lesionadas, entre ellas dos mujeres. El estallido fue reportado a las autoridades poco antes de las 6 de la tarde.
Al sitio se desplazaron elementos del cuerpo municipal de bomberos, así como elementos de la policía Turística y la Guardia Nacional. Sobre el piso del zócalo había manchas de sangre, mientras decenas de curiosos miraban cómo eran atendidos los lesionados.
Testimonios refieren que el estruendo se escuchó donde los payasos ofrecen su espectáculo vespertino.
La zona fue acordonada por las autoridades.
Alrededor de las 20:15 horas, el gobierno municipal emitió un comunicado, mediante el cual señala que la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco tuvo conocimiento de una explosión ocurrida en la plaza Juan Álvarez del zócalo de la ciudad.
Al arribar al punto, elementos de la corporación "se percataron que en una de las jardineras se encontraban varias personas lesionadas, auxiliadas en el sitio por elementos de la Guardia Nacional, por lo que se solicitó el apoyo a las unidades médicas".
Según el reporte oficial, sus lesiones no son de gravedad.
Esta es la segunda explosión en el zócalo de Acapulco durante el periodo de la presidenta municipal morenista Abelina López Rodríguez.
La primera ocurrió el pasado 6 de septiembre, cuando un estallido ocurrió alrededor de las 8 de la noche en la explanada del zócalo, cerca del show de los payasos, la cual dejó como saldo tres personas lesionadas.
Aquella ocasión, autoridades aseguraron que el estallido se debió a la sobrecarga de un transformador de energía eléctrica ubicado en una jardinera, aunque testimonios refieren que la explosión fue originada por un artefacto de fabricación casera, el cual fue lanzado por sujetos desconocidos que después escaparon.
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Detienen a seis hombres armados durante operativo en Tila, Chiapas
Seis hombre que portaban armas de fuego fueron detenidos durante el operativo que el Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, Policía del Estado y Fiscalía Estatal desplegaron en el municipio de Tila, en el norte de Chiapas, tras ataques de grupos armados que provocaron el desplazamiento de cientos de familias.
La autoridad identificó a los detenidos como Manuel "N" de 62 años, David "N" de 32 años, Samuel "N" de 38 años, Pedro "N" de 27 años, José "N" de 47 años y Manuel "N" de 26 años.
Todos fueron puestos a disposición del Ministerio Público acusados del delito de resistencia de particulares y portación de arma de fuego sin licencia y en las próximas horas se determinará su situación jurídica.
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Las columnas políticas hoy, lunes 10 de junio de 2024
Bajo Reserva/ EL UNIVERSAL
Hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador comerá con Claudia Sheinbaum Pardo, virtual presidenta electa, en Palacio Nacional. Encuentro en el que, nos dicen, ambos abordarán varios temas, entre ellos, los detalles del proceso de entrega recepción y la definición de qué estados y obras realizadas por el actual gobierno serán visitadas en una gira conjunta. Sin duda, nos hacen ver, uno de los temas que estarán sobre la mesa es el de las reformas constitucionales de AMLO, una de ellas la del Poder Judicial, que la semana pasada tambaleó los mercados e hizo dar un brinco al dólar. Así que habrá que estar pendientes de esta reunión y la reacción que tengan de ella la bolsa y el tipo de cambio.
Tras la debacle electoral, inicia proceso para sustituir a Marko
Nos recuerdan que, aunque Marko Cortés, presidente nacional del PAN, decidió no dejar de inmediato la dirigencia después de la debacle panista en las elecciones del 2 de junio sí ha decidido abrir el proceso de renovación que por estatuto le señala la renovación al acabar el proceso electoral. Nos dicen, que hasta el momento se advierten tres personas que buscarán tomar las riendas del panismo nacional. Nos señalan que se trata del actual coordinador de los diputados federales, Jorge Romero; el senador Damián Zepeda y la exdiputada, Adriana Dávila. Nos dicen que Zepeda busca que la elección a dirigente se abra a la ciudadanía y no se quede en cúpulas, pues advierte que el PAN debe reinventarse, o de lo contrario podría morir como opción política, tal y como sucedió con el PRD.
Sale caro a Alito el pleito con Eruviel Ávila
Nos hacen ver que en el PRI que aún encabeza Alejandro “Alito” Moreno deben estar arrepentidos de dejar ir a varios operadores políticos, principalmente en el Estado de México. Es el caso del exgobernador Eruviel Ávila, quien por diferencias con el dirigente priista abandonó las filas del tricolor para sumarse al Partido Verde, y en estas elecciones ayudó a arrebatar votos al PRI en el que fue su bastión. De hecho, nos señalan, el Estado de México fue el que más votos aportó al Partido Verde en todo el país, con lo que de paso ayudó a consolidar el triunfo de Claudia Sheinbaum. La dupla Eruviel Ávila-Pepe Couttolenc obtuvo más de 600 mil votos en la elección de diputaciones federales, lo que representa para el partido del tucán un aumento de 75% respecto a la elección del 2021. Este incremento contribuye a que el PVEM sea la segunda bancada más importante en la Cámara de Diputados federal, misma posición que tiene en el Congreso estatal, además de haber logrado 20 presidencias municipales en territorio mexiquense. ¿Alguien tiene dudas de quién perdió en el pleito Alito-Eruviel?
El camino hacia la silla presidencial
Ayer, finalizó una parte muy importante de la elección del 2 de junio con la entrega de constancias de mayoría de muchos triunfadores de la contienda, es decir, gobernadores, diputados, senadores y alcaldes. Sin embargo, nos comentan que para la elección presidencial todavía falta un largo camino para entregar la constancia de mayoría a Claudia Sheinbaum, como presidenta electa. Nos adelantan que ayer, el INE integró los cómputos de la elección presidencial y a partir de hoy habrá cuatro días para presentar impugnaciones, y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tiene hasta el 31 de agosto para resolverlas. Después de eso, el Tribunal tiene hasta el 6 de septiembre para entregar la constancia de mayoría y declarar la validez de la elección. Y ya, finalmente, vendrá el 1° de octubre cuando Sheinbaum rinda protesta como titular del Poder Ejecutivo.
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Estrictamente Personal
La hora de la verdad/Raymundo Riva Palacio
El Financiero, junio 10, 2024 |
La hora de la verdad entre Andrés Manuel López Obrador comienza hoy con un problema toral: en qué momento aprobar la reforma judicial. El Presidente quiere colgarse esa medalla con sabor de venganza, antes de que termine su mandato el 30 de septiembre. La presidenta electa, que ha expresado reiteradamente estar de acuerdo en lo que propone su mentor, no está tan segura. Antes de las elecciones sintió la preocupación de empresarios e inversionistas por la reforma provocaría incertidumbre jurídica, que la llevó a considerar tiempos distintos a los de López Obrador para su deliberación y, eventualmente, aprobación.
Este se espera sea el principal tema que tratarán hoy López Obrador y Sheinbaum en Palacio Nacional, tras una semana de escaramuzas políticas, económicas y jurídicas entre los dos durante cinco días, pero en el fondo de ese diálogo está algo más profundo: si López Obrador está realmente dispuesto a dejarla gobernar. El viernes dejó entrever que si, solo si, gobierna como él cree que debe gobernar. De otra forma, anticipó que saldrá del rancho a donde dijo que se retiraría de la vida pública, y señalará donde no esté de acuerdo. Es una amenaza clara con una arma cargada, la revocación de mandato.
La administración que hizo Sheinbaum de López Obrador durante la campaña sacrificando capital político, entró en una nueva dinámica tras ganar las elecciones. López Obrador piensa en él y no le importó la reacción de los mercados ante la posibilidad de que una mayoría calificada en el Congreso, como se perfila tendrá, apruebe la reforma al Poder Judicial y la desaparición de los organismos autónomos, desapareciendo los contrapesos internos y regresándonos a un país que algunos vivimos en los 70, con todo lo que eso conlleva. Sheinbaum no termina el mandato con él. Empieza su presidencia, a la cual López Obrador le etiquetó presupuesto para forzarla a ser una líder subrogada durante al menos un año para que termine lo que dejó pendiente, cuando podrá empezar a gobernar sobre su plataforma y lo que piensa para el país.
La discusión sobre los tiempos para la reforma judicial está siendo la lucha pública más fuerte, pero no es la única. López Obrador quiere que repita el gabinete para mostrar la continuidad a su proyecto. Sheinbaum, que fue electa para continuar con el proyecto, tiene otros planes para el gabinete y varios perfiles acabados –en algunos casos ya operando–. En los tiempos de la campaña tuvo que aceptar imposiciones, como la del ministro Arturo Zaldívar, que primero fue perfilado como consejero jurídico de la Presidencia y después como secretario de Gobernación, a donde ahora están ubicando a otro de los debes presidenciales, Juan Ramón de la Fuente. Quiere el Presidente que repitan Luisa María Alcalde y Raquel Buenrostro, que podrían hacerlo en distintas carteras.
Sheinbaum tiene margen para hacer concesiones, como algunos puestos en el gabinete –salvo uno intransitable hasta este momento, Octavio Romero Oropeza, que a finales del año pasado le pidió al Presidente, su entrañable amigo, repetir en Pemex–, o concilió términos con otros funcionarios, como con el fiscal general, Alejandro Gertz Manero, con quien trabajará al menos dos años, y el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, quien dijo que seguirá en el cargo por tiempo “indefinido”, un periodo que va de meses a dos años, según con quien se hable en sus equipos. Pero hay otros temas donde es más difícil estar en la misma hoja de ruta del Presidente, como el de la reforma al Poder Judicial.
Sheinbaum cree en ella y respalda que la designación de ministros, jueces y magistrados sea por voto popular. En las reuniones donde los empresarios y los inversionistas le expusieron sus preocupaciones, los escuchó, pero no se pronunció. En privado habló de que el mejor escenario para ella sería que Morena y sus aliados no ganaran la mayoría calificada para poder iniciar su gobierno sin esa tensión y procesar su propia iniciativa para reformar al Poder Judicial un poco más adelante. La realidad le quitó ese espacio y López Obrador apresuró los tiempos.
La presidenta electa necesita convencer al Presidente, vista la reacción de los mercados, que utilizar por primera vez la mayoría calificada para colonizar el Poder Judicial y destruir los órganos autónomos –reformas de primera generación democrática–, no es lo más conveniente, ni tampoco prudente, aunque está de acuerdo con él. A López Obrador no le importa lo que suceda a partir del 1 de octubre, pero para Sheinbaum, comenzar con la depreciación del peso más grande al arranque de un gobierno en este siglo, y el mensaje a los inversionistas cuando ha hecho del nearshoring el eje de su estrategia para atraer recursos que financien el crecimiento y apoye los programas sociales, provocará una desconfianza que tardará, si eso es posible, en modificarla.
Sheinbaum se encuentra en una situación comprometida. López Obrador no oculta lo que desea y si no logra la presidenta electa aplazar la discusión de las reformas para el siguiente sexenio, quedará la impresión de que, pese a todas las alertas, no pudo con su antecesor, y abrirá serias dudas de que pueda contener al ciudadano aunque ella porte la banda presidencial. Si tiene éxito, generará confianza y credibilidad ante todos, que cuando hablen con ella sabrán que su palabra sí vale y no depende de las ideas ni de los humores de su predecesor.
López Obrador nunca va a entender, porque así no funciona la mecánica de su mente, que buena parte de su legado depende que le vaya bien a Sheinbaum. Su legado no se medirá en su pasado y concluye el 30 de septiembre. Son los resultados y la consolidación de un régimen nuevo para muchos que necesita dar resultados. Lo que está haciendo el Presidente la lastima antes de asumir la Presidencia, y es un tiro en el pie que él mismo se está dando. La tarea de Sheinbaum a partir de hoy, la definirá a ella, a su Presidencia y a su propio legado.
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¿De qué está hecha la presidenta?/Salvador García Soto
El UNIVERSAL,
Todos sabemos, en este país machista y misógino, que el avance de las mujeres en todos los campos de la vida pública y privada no ha sido fácil y que, lo que a un hombre le cuesta trabajo hacer en México, ya sea en el ámbito laboral, académico, social, familiar y por supuesto en la política, a una mujer le cuesta el doble. Eso lo saben muy bien las generaciones de mujeres que han empujado --desde hace ya varias décadas y hasta siglos-- los temas de la equidad de género e igualdad total y real no sólo en lo legal y constitucional, sino laboral, familiar, estudiantil, cultural, deportiva y, sobre todo, en la vida pública de la nación mexicana.
Por eso cuando una mujer ganó por primera vez la Presidencia de la República, en las elecciones del pasado 2 de junio, muchos celebraron y hablaron del rompimiento de “techos de cristal” que no se habían roto y del avance que eso significa para las luchas femeninas en México. Y seguramente muchos hombres y mujeres lo festejaron con sinceridad y con honestidad, pero también es un hecho que muchos otros mexicanos y mexicanas, que festejaron la primera victoria contundente de una mujer en una elección presidencial, lo hicieron sólo para parecer “políticamente correctos” o “progres”, cuando en realidad no están dispuestos a concederle a una mujer ni el beneficio de la duda ni los márgenes de autonomía e independencia que necesariamente necesita para tomar las decisiones de gobierno y de las reformas o políticas públicas que necesita este país.
La reflexión sobre si apoyaremos o no a una mujer en la Presidencia y, sin dejar de exigirle igual que a un hombre que haga bien su trabajo y que tome las mejores decisiones para el bien del país y sus ciudadanos, viene a cuento por las tensiones políticas y financieras que se vivieron la semana pasada, ante el primer choque frontal de visiones que se exhibió entre el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, en torno al llamado “Plan C” y al paquete de reformas constitucionales que el movimiento de la 4T quiere impulsar para modificar a la Suprema Corte y desaparecer o cambiar a la mayoría de los órganos autónomos constitucionales, que son contrapesos de la Presidencia.
Aunque no es una diferencia de fondo, pero sí de forma (y ya decía Reyes Heroles que en política “la forma es fondo”), el choque entre AMLO y Sheinbaum sí es importante y urgente resolverlo y definirlo, porque ya generó una turbulencia financiera que no augura nada bueno para el siguiente sexenio, que de por sí comenzará la presidenta electa con graves problemas heredados por su tutor y antecesor en materia presupuestal y fiscal, sin contar la violencia en el país, la crisis de la salud pública y los millonarios recursos que aún requerirán las varias obras faraónicas de infraestructura (Dos Bocas, AIFA, Tren Maya e Interoceánico) que tendrá que terminar, corregir y volverlas viables técnica y financieramente la administración de Claudia Sheinbaum.
Las prisas y la soberbia del presidente, que quiere hacer sentir que fue él quien ganó las elecciones, pretenden imponerle al próximo gobierno y a la presidenta reformas controversiales y de gran calado a la Constitución, que no sólo asustan a los mercados y a los inversionistas, porque les cambian las reglas del juego y modifican la certidumbre legal que requieren sus inversiones, sino que además López Obrador quiere realizarlas en los últimos 30 días de su mandato y a rajatabla y sin diálogo ni negociación, “porque lo digo yo y lo manda el pueblo”, con lo que complicará la transición de poderes y le generará una inestabilidad política y financiera que le complicará el arranque del gobierno a la doctora.
Lo más grave es que, en la euforia del triunfo y la soberbia de haber aplastado a la oposición, el presidente pretende tomar decisiones e imponer una agenda que ya no afectará a su gobierno, sino que tendrá efectos transexenales. Y con ello no sólo contradice su discurso de que él no busca influir más allá de su mandato, sino muestra una total incongruencia al descalificar y tratar de opacar a la primera mujer presidenta que tendrá México, a pesar de que fue él quien la apoyó, la impulsó y prácticamente la ungió como candidata desde casi 3 años antes de las elecciones. ¿Entonces? ¿Realmente López Obrador es un convencido de apoyar e impulsar a las mujeres, como siempre presumió por su gabinete paritario entre mujeres y hombres? ¿O más bien esa es sólo una pose discursiva, pero en el fondo cree, como muchos machistas, que las mujeres deben sometérsele y aceptar lo que él decida?
Las preguntas y las dudas que está provocando el presidente con sus actitudes, junto con la incertidumbre y turbulencia que ha generado en el tipo de cambio y los mercados financieros, se tendrían que resolver a la brevedad y mucho depende de la comida que hoy sostendrán la presidenta electa y el mandatario saliente en Palacio Nacional. A estas alturas nadie ignora cómo actúa y cómo ejerce el poder Andrés Manuel López Obrador, de manera personalísima y autoritaria, pero lo que no sabemos todavía y es una incógnita que recorre el país y tendrá que empezar a responderse es: ¿de qué está hecha la presidenta?
Porque ya lo dijo claramente el que es y será el principal asesor de Claudia Sheinbaum en su gobierno, el doctor Juan Ramón de la Fuente, al definir que en esta transición “no habrá ruptura, pero tampoco sumisión”. Y nadie en su sano juicio, esperaría que la doctora se enfrentara o confrontara con quien ha sido su tutor y jefe político, al menos no ahora, pero sí urge que la primera mujer a la que casi 36 millones de mexicanos le dieron su voto y la encomienda histórica de gobernar a este país, empiece a darnos señales claras de que tiene madera y tamaños para cumplir con el mandato ciudadano. Y para ello necesita pedir y, si es necesario exigir, que le den margen para operar su llegada al poder y el respeto que merece su próxima investidura.
NOTAS INDISCRETAS…Entre las muchas listas apócrifas que ya circulan en el mundillo político y hasta en los servicios de mensajería, la mayoría menciona nombres que seguramente estarán en el gabinete, como el del doctor De la Fuente, el de Omar García Harfuch o el Altagracia Gómez, con los que van a la segura, aunque no necesariamente en las posiciones que los mencionan. Por ejemplo en el caso de Juan Ramón, muchos lo ubican como el próximo canciller, aunque tampoco se le descarta como secretario de Gobernación, y en el caso de García Harfuch, todos apuestan por que será el nuevo secretario de Seguridad federal, aunque una fuente del actual gabinete, de las más cercanas a Palacio Nacional, nos asegura que “Omar no irá a la SSyPC porque esa secretaría es meramente normativa y no es la que decide ni ejecuta, en la realidad, la estrategia de seguridad, que todos saben está en manos de las Fuerzas Armadas”. Por lo tanto, dicha fuente dice que el senador electo y hombre de todas las confianzas de la presidenta electa podría tener un nuevo cargo, incluso de nueva creación, desde donde se le daría mucho más poder y facultades para diseñar y ejecutar, junto con el Ejército y la Marina y de manera coordinada, las tareas de inteligencia criminal, seguridad y combate al narcotráfico. Y esa nueva área podría ser algo como una “Secretaría de Inteligencia Nacional”, que podría absorber a la actual Comisión Nacional de Inteligencia, que encabeza el general Audomaro Martínez, y algunas otras áreas que le quitarían a la actual Secretaría de Seguridad y también a los militares. Es decir, que para que pueda hacer lo que sabe hacer, que es dar golpes de precisión al crimen organizado y fortalecer las áreas de inteligencia nacional y criminal, al llamado “Batman” le podrían diseñar una secretaría a la medida. Sólo habrá que ver cómo reaccionan a eso los hombres de verde olivo, que no son necesariamente afectos al súper héroe de Ciudad Caótica… Los dados mandaron Escalera Doble. La semana promete y la presidenta necesita empezar a tomar decisiones.
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El asalto a la razón
Sucesora o rehén de López Obrador/Carlos Marín
Milenio / 10.06.2024 02:40:35
Hace ocho días el presidente López Obrador dijo que platicaría con su sucesora Claudia Sheinbaum el funesto plan C porque “para ver esas iniciativas y otras cosas” debían hacerlo “de manera conjunta”.
Y remató con lo que parecía un lógico, sensato y sincero compromiso:
“No quiero yo imponer nada…”.
Todo indica que mintió:
Pese a los calambres financieros que generó el triunfo aplastante de sus candidatos a diputados y senadores, el viernes dejó claro que antes de irse quiere imponerle a Sheinbaum, cuando menos, otro Poder Judicial.
Convencido de que “la justicia está por encima de los mercados”, le tiene sin cuidado legarle una bomba económica que hace recordar la que López Portillo le dejó a De la Madrid con la descocada nacionalización de la banca en su último informe.
No le importa el grave riesgo de inhibir las inversiones y espantar los capitales que entraña la pretendida elección popular de jueces, magistrados y ministros. Tampoco las señales tranquilizadoras que han dado Sheinbaum, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y el hombre clave de la virtual presidenta electa, Juan Ramón de la Fuente.
Al menos hasta el viernes, Claudia pensaba y decía sobre el plan C:
“Todavía no está definido. Mi posición es que tiene que abrirse un diálogo, tiene que evaluarse la propuesta y en su momento, pues aprobarse, pero tiene que explicarse bien, que la conozca el pueblo de México y que pueda abrirse como normalmente se hace a través de parlamento abierto…”.
Salió así al paso del nerviosismo (segundo en la semana) en los mercados y la depreciación del peso provocados por el coordinador de Morena en San Lázaro (y próximo senador) Ignacio Mier con su frotada de manos para palomear cuanto antes las iniciativas de AMLO y quien, al reparar en las consecuencias de su dislate, se echó para atrás:
“Con el buen juicio que se ha tenido hasta ahora, no podemos anunciar algo que atente contra cuidar (sic) la economía de México”, rectificó.
Ricardo Monreal, en la tribuna del Senado (y futuro diputado), afirmó que Sheinbaum “no fallará a su palabra”.
Peroró:
“Habrá diálogo, no habrá ningún tipo de reformas a rajatabla. No nos vamos a precipitar, vamos a platicar y conversar con todos los sectores. Aprobaremos las reformas constitucionales que sirvan a la población y a la gobernabilidad…”.
Pues con la novedad de que el Presidente dio madruguete neceando para satisfacer su inquina contra el Poder Judicial, y lo hizo en público (en su mañanera) para que Sheinbaum llegue este lunes ante él con una posición fijada.
De la Madrid heredó una economía colapsada y sus dos primeros años se fundieron.
La doctora estará en apuros en 2027, año en que puede aplicársele la revocación de mandato.
Ella en manos de AMLO y éste “retirado” pero conservando su base popular.
Hoy, día de comida doblemente presidencial en Palacio, dudo que el anfitrión ofrezca a su invitada tamales de chipilín.
Pero lo que sea que le sirvan, Claudia ingerirá un desagradable plato de sapos...
cmarin@milenio.com
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Coordenadas
¿Está López Obrador saboteando a Claudia?/Enrique Quintana
El Financiero, junio 10, 2024 |
El viernes previo a las elecciones la cotización del peso frente al dólar estaba en 17 unidades.
El índice de precios y cotizaciones de la Bolsa terminaba ese día en poco más de 55 mil puntos.
El pasado viernes 7 de junio por la tarde, la cotización de nuestra moneda frente al dólar ya estaba en 18.39 pesos. Hubo una devaluación de 8.2 por ciento en una semana.
La bolsa cerró en 52 mil 977 puntos, una caída de 3.7 por ciento.
Hay quien dice, como ganó la izquierda, es lógico que el tipo de cambio suba y la bolsa caiga.
Ni remotamente.
Los mercados financieros anticiparon desde hace mucho el triunfo de Claudia.
Ese no es el tema.
Lo que ocurrió es que se generó una fuerte inquietud respecto a lo que haría el nuevo gobierno con la Constitución y con las leyes, en virtud de la mayoría obtenida.
En primera instancia, un personaje menor en la jerarquía de la 4T, Ignacio Mier, todavía coordinador de los diputados de Morena, dijo que las reformas constitucionales de la 4T se aprobarían en septiembre, antes del inicio del gobierno de Claudia.
Al paso de las horas, y tras la propia corrección de Claudia, señaló que no sería necesariamente así.
Pero, el viernes por la mañana, AMLO no dejó lugar a dudas sobre lo que visualiza respecto a la reforma judicial, por lo menos.
Y, eso fue lo que tiró de nuevo a los mercados.
Pareciera que el presidente López Obrador no le quiere dar márgenes de maniobra a Claudia.
Más allá del tema de la reforma judicial, lo que preocupó a los mercados financieros es que tengamos un esquema en el que la virtual presidenta de la República quede maniatada por López Obrador.
Además, por lo dicho el viernes, en el sentido de que “es más importante la justicia que los mercados”, pareciera que a AMLO no le importa si a Claudia se le incendia financieramente el país.
López Obrador cree que como les ha ido muy bien en México a inversionistas de los mayores fondos de inversión del mundo, así como a los mayores bancos, no van a cambiar sus decisiones sobre el país.
Le puedo asegurar que los mayores bancos y fondos del mundo confían en Claudia y hubieran mantenido una posición muy neutral si Morena no hubiera arrasado y no hubieran obtenido la mayoría calificada entre los diputados, y estuvieran muy cerca de ella entre los senadores.
Pero, con el nuevo escenario, cambiaron las perspectivas.
No se trata solamente de la posibilidad de que prosperen las reformas constitucionales propuestas por AMLO el pasado 5 de febrero, sino que perciben que el actual presidente tendrá muchos más márgenes de acción, directos e indirectos para condicionar el gobierno de Claudia.
El escenario idóneo para la candidata triunfante era obtener la mayoría absoluta, pero no la mayoría calificada en ambas cámaras.
En ese escenario tendría márgenes de maniobra para cambiar leyes, pero la negociación para eventuales reformas constitucionales dependería de ella.
Imagine por un momento al presidente López Obrador observando que Claudia obtuvo 5.8 millones de votos más que él y que el porcentaje de la votación obtenida es 6.6 puntos porcentuales superior al que él obtuvo.
Alguien con el ego del presidente no debe estar nada contento.
Sé que es pura especulación, pero, de facto, AMLO y sus aliados cercanos se pasaron varios días de la semana pasada saboteando a Claudia.
Es decir, creando condiciones para que llegue con inestabilidad… pues finalmente la justicia es más importante que el mercado, como él lo dijo.
Estamos en el filo del desfiladero, ojalá la cordura acabe por controlar los egos.
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¿Quién es Claudia?
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento/
"La pregunta más básica
no es qué es mejor,
sino quién decidirá qué es mejor". nThomas Sowell
Para una política que lanzó su campaña para la Presidencia con el lema "Es Claudia", resulta sorprendente lo poco que la conocemos. Es consecuencia de que se ha limitado a repetir las declaraciones del Presidente. No construyes un "segundo piso de la Cuarta Transformación" con ideas originales.
La virtual Presidenta electa, empero, sí tiene ideas propias. Sus conocimientos científicos contrastan con la ignorancia de la que hace gala López Obrador. En la pandemia, mientras este prescindía de la mascarilla, con la connivencia criminal de su subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, la entonces jefa de Gobierno recomendaba su uso y se presentaba en público con ella. El 9 de febrero de 2021, sin embargo, subrayó: "No van a encontrar una confrontación entre el Presidente y yo... Podemos estar de acuerdo en el uso del cubrebocas o no, pero somos parte de un mismo proyecto de transformación".
Hoy vemos un contraste entre las declaraciones del Presidente y algunos de sus operadores políticos y las de Sheinbaum. El 24 de mayo López Obrador se refirió a los integrantes de la oposición como "traidores a la patria". En la noche de la jornada electoral el líder de Morena, Mario Delgado, se vanaglorió de haber cerrado "el paso a una oposición diminuta moral y políticamente, una minoría racista, clasista y corrupta". Sheinbaum, en cambio, ofreció tolerancia: "Concebimos un México plural, diverso y democrático. Sabemos que el disenso forma parte de la democracia. Y aunque la mayoría del pueblo respalda nuestro proyecto, nuestro deber es y será siempre velar por cada una y cada uno de los mexicanos sin distingos".
La virtual Presidenta electa ofreció un gesto de apertura al nombrar a Juan Ramón de la Fuente como coordinador de su equipo de transición. Pudo haber designado a cualquiera de los miembros de su equipo que descalifican a la oposición, pero el exsecretario de Salud, exrector de la UNAM y exrepresentante ante las Naciones Unidas es todo lo contrario. En entrevistas prometió diálogo y respeto a la oposición. A Guadalupe Juárez y a mí nos dijo en El Heraldo Radio el 6 de junio: "Nosotros vamos a tratar justamente... de actuar desde el principio con el modelo clásico de una democracia, donde las mayorías mandan y las minorías tienen derechos. ¿Qué es lo que pensamos hacer? Ejercer nuestro derecho de mayoría y respetar los derechos de las minorías... Vamos a mantener en todo momento el diálogo".
No hay indicación de que Sheinbaum piense modificar de manera sustancial las políticas de López Obrador. Es verdad que descalificó el madruguete del coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier, para realizar una reforma del Poder Judicial en septiembre: "Todavía no está definido", dijo. "Mi posición es que tiene que abrirse un diálogo, que tiene que evaluarse la propuesta... a través de un parlamento abierto". En campaña, sin embargo, respaldó las reformas que eliminarían la independencia del Poder Judicial y del INE.
Será muy difícil para Sheinbaum deslindarse de quien ha sido su mentor y jefe durante un cuarto de siglo. López Obrador ha prometido retirarse, pero el 7 de junio aclaró: "Yo ya concluyo y no voy a tener representantes. Y solo atendería yo un llamado de mi Presidenta, también, haciendo uso de mi derecho a disentir, toda la vida". No suena como un retiro total, especialmente cuando deja el Congreso y los gobiernos estatales dominados por sus allegados. La experiencia nos dice, sin embargo, que una vez que alguien asume el poder, difícilmente está dispuesto a compartirlo.
· SOBRERREPRESENTACIÓN
El exconsejero electoral Ciro Murayama dice que otorgar a la alianza oficialista una mayoría calificada de 73 por ciento cuando solo obtuvo 54 por ciento de los votos viola "el espíritu de la ley". Quizá. Pero el artículo 54 constitucional establece que el tope de 8 por ciento de sobrerrepresentación se aplica a cada partido político, no habla de alianzas. Dudo que su posición la avale el Tribunal Electoral.
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Autocracia popular/Jesús Silva-Herzog Márquez
EN REFORMA
La elección del domingo pasado fue un paso franco para lograr un cambio de régimen. No fue solamente un voto por un nuevo gobierno, un nuevo reparto de asientos en el Congreso, un relevo en los poderes regionales. Fue una elección que construye una nueva hegemonía. Un bloque de poder que se impone en casi todos los rincones del territorio nacional, que consigue el respaldo de viejos y de jóvenes, del campo y de la ciudad, de universitarios y personas de baja escolaridad, de pobres y de sectores medios.
Es necesario tratar de entender las razones de esta votación que ha sorprendido a todo mundo. Ni los voceros más confiados del oficialismo imaginaban este resultado. Las elecciones revelan lo que suele estar oculto y nos exigen volver a pensar lo que habíamos pensado. El voto oculto tenía intenciones distintas a las que imaginábamos; la votación del 18 no era el tope de la votación para Morena. La clase media no tenía esa urgencia por liberarse del gobierno que algunos habían tomado por evidente. Mucha autocrítica está pendiente. Pero no quiero usar este espacio para pensar en las razones del voto sino en su mensaje y, sobre todo en sus efectos.
El primer efecto de la elección es la consolidación de una hegemonía. Uso esta palabra para describir un predominio tal en el sistema político que anula la competencia y nulifica los equilibrios. Morena no es simplemente un partido mayoritario: un partido que ha ganado dos elecciones presidenciales seguidas y que ha extendido su mando por todo el territorio. Se ha convertido en un partido hegemónico porque se ha vuelto prácticamente la única escalera al poder. Que la semana pasada se haya impuesto aún donde sus gobernadores han sido reprobados enfáticamente prueba que en esos territorios no hay otra sopa que la de Morena. Tenemos una alberca a la que brincan todos los ambiciosos. La esperanza de panistas y priistas que quieran volver al poder tiene un camino claro: hacerse morenistas.
Por supuesto, no hay hegemonía sin la comparsa de las oposiciones. Esa es una de las grandes victorias del partido hegemónico: tiene la oposición con la que soñaba. Carente de propuestas y de liderazgos; encapsulada en sus propios prejuicios, negada a tocar la realidad, ha perdido sentido de futuro. La derrota del PRD fue la última. Las derrotas del PRI y del PAN no parecen provisionales. Tenemos una oposición sin horizonte. Y, mientras tanto, los dirigentes que se regalaron un asiento en el Senado, siguen aferrados a sus puestos.
Por primera vez en décadas, la voz de la oposición será numéricamente irrelevante. La oposición ocupará curules, pero hará de espectador. Debemos seguir la controversia sobre la sobrerrepresentación y escuchar los argumentos que han expuesto los exconsejeros Murayama y Córdova sobre las trampas con las que se pretende inflar la bancada del oficialismo. Soy poco optimista. El oficialismo podrá definir por sí mismo cómo se usa el dinero público y cómo se revisa el gasto. Podrá reescribir la ley sin consulta alguna y, al parecer, podrá cambiar la Constitución si consigue un par de votos en el Senado. Lo que es más alarmante es que a ese poder sin restricciones institucionales debe agregársele un mandato explícito: concluir la demolición de la democracia constitucional. En campaña, la candidata Sheinbaum aceptó la agenda que le impuso su tutor. Pidió el voto para decapitar a la Corte y a los árbitros electorales. Pidió el voto para eliminar las instituciones autónomas. Esa fue la propuesta que le impuso el Presidente y que ella aceptó sin reserva.
Tras su victoria, Sheinbaum ha tratado de enviar señales de serenidad. Ha hablado de diálogo y de apertura, pero no ha revisado su propuesta de campaña Su oferta es una oferta vacía porque propone darle al despotismo modales. De poco sirve la apertura si el propósito innegociable es usar la guillotina contra las instituciones constitucionales. El diálogo es engaño si el desenlace de la decapitación está anunciado. Hoy no está en duda la naturaleza del nuevo régimen. Se trata de una autocracia popular. Un gobierno con respaldo electoral que ha perdido equilibrios y que se propone explícitamente terminar de liquidar los que subsisten. Sheinbaum propone un despotismo con modales. Que los mercados se lo traguen.
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