9 jun 2025

En este país la osadía literaria se castiga con silencio, dice Gonzalo Martré, creador de Fantomas

Gonzalo Martré

En este país la osadía literaria se castiga con silencio, dice Gonzalo Martré, creador de Fantomas

Georgina Hidalgo , junio 9, 2025, MaremotoM,

Es una lástima que se conozca mejor a Martré por sus contribuciones a la ciencia ficción y la novela negra que como sátiro. Su versión de Fantomas a la mexicana despertaría gran interés entre los franceses que idolatraron a principios de siglo XX al famoso enmascarado y al que incluso revivieron en la serie Lupin. A sus 98 años “y ya sintiendo pasos en la azotea” el prolífico escritor Martré, alias el ingeniero químico Mario Trejo, recuerda todos esos momentos en su casa de la Sinatel…

Ciudad de México, 9 de junio (MaremotoM).- Un sábado de 1968, Alfredo Cardona Peña, poeta, excelente cuentista de ciencia ficción y fantasía y director de la sección de historietas de la Editorial Novaro, entró a la cantina “Salón Palacio” donde ya “sesionaba” la Liga de Escritores y Artistas Borrachos (LEAB). Iban en su primera ronda cuando le escucharon decir que buscaba argumentistas para la historieta de Fantomas. ¿Quién de los presentes se interesaba?

El grupo, mofa de aquella Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR)  (en los 30 integraron con mucha seriedad Octavio Paz, Tamayo, Manuel Álvarez Bravo, Juan Soriano y María Izquierdo), estaba constituido por jóvenes entre 25 y 30 años, excepto el nuevo “miembro de número”, el escritor autodidacta y sin presunciones Gonzalo Martré, que tenía 40, levantó la mano junto con Xorge del Campo, Gerardo de la Torre.

Martré, que en realidad era el seudónimo del ingeniero químico Mario Trejo, no sabía que iban a “esquirolear” a Guillermo Mendizábal y Rubén Lara, creador y dibujante de la versión mexicana de Fantomas, la amenaza elegante a quienes Novaro había recién había despojado de sus derechos de autor.

“Nos dio un argumento con su respectiva historieta para que viéramos cómo se hacía y nos dijo que al sábado siguiente se lo lleváramos a la cantina. Los vio, los corrigió, los publicó y nos pagó mil pesos a cada uno. En aquel entonces mil pesos eran muchos pesos, el valor del dinero mexicano era alto, por ejemplo, la cubalibre en la cantina costaba 5 pesos y la botella entera 70. Xorge del Campo no entregó más porque dijo que no había estudiado una licenciatura, una maestría y un doctorado para hacer historietas. De la Torre y yo éramos autodidactas y no teníamos esa presunción por eso aceptamos, sobre todo porque la paga era muy buena. De la Torre se retiró al año porque halló en la televisión independiente empleo de guionista mejor pagado y yo me quedé solo haciendo los argumentos porque los míos eran muy buenos”.

A sus 98 años, el escritor Martré, recuerda esos momentos en su casa del oriente portaleño. Pasó casi una década (de 1969 a 1978) como argumentista único de Fantomas, la amenaza elegante y su mezcla peculiar de sátira y ciencia ficción no solo conformó la identidad más kitsch del ladrón de altos vuelos francés sino que le atrajo las más insólitas filias y fobias.

“Duré nueve años como argumentista único de Fantomas, a la propuesta original de Guillermo Mendizábal le hice algunos cambios, entre ellos meter personajes famosos interactuando en las aventuras y un día se me ocurrió el asunto de la quema de libros y metí a Cortázar, entre otros cuatro universalmente conocidos (Susang Sontag, Octavio Paz, Alberto Moravia).

“En Novaro trabajaba Luis Guillermo Piazza, argentino y amigo de Cortázar quien le envió un ejemplar de “La inteligencia en llamas” a su paisano que vivía en París (el título fue creado de común consenso entre Alfredo Cardona y yo); Julio declaró que como no le habían pedido permiso para figurar en esa historieta, él iba a tomar al personaje con sus características para hacer un folletín e hizo ”Fantomas contra los vampiros multinacionales” que Piazza se encargó de que fuese publicado por el diario “Excélsior” cuando su director era ya Julio Scherer.  El folletín tuvo un éxito mundial y en México Fantomas se posicionó como la mejor historieta y era muy bien vendida.”

Fantomas, la inteligencia en llamas, apareció en febrero de 1975. El título de la historieta fue tomado de uno de los versos de Muerte sin fin, poema de José Gorostiza de Los Contemporáneos. En este homenaje a Oh inteligencia, soledad en llamas, vemos a Fantomas acudir en ayuda de los grandes pensadores del momento para devolver las obras maestras de la literatura y las bibliotecas más importantes del mundo que unos fanáticos comandados por el filósofo George Steiner deciden quemar. La respuesta de Julio Cortázar retoma el argumento de la quema de libros y bibliotecas de Martré y la liga con toda una reflexión económica del capitalismo para llamar al héroe a boicotear a los corporativos mundiales.

Es cierto que bajo la pluma de Guillermo Mendizábal, Fantomas el enmascarado ladrón francés creado por Marcell Allain (1885-1970) y Pierre Souvestre (1874-1914), se transformó en un recurrente viajero del tiempo y gozaba de despojar a los más ricos de sus malhabidos tesoros, pero fue con Martré que personajes como el profesor Semo, el robot C2 y la supercomputadora Alphaville XXI se “tropicalizaron” para dar certeza científica a sus aventuras y se explotó más la cachondería de los lectores integrando a un singular equipo de mujeres voluptuosas con nombres de signos zodiacales como la mil disfraces Aries, la hacker Sagitario y la atrevida Tauro.

Como otro de sus sellos destaca el que artistas, políticos corruptos, escritores, periodistas, gente común, ricos y pobres de la vida pública mexicana comenzaron a aparecer retratados sin pudores ni hipocresías, como una burla a las apariencias que tanto se aprecia guardar en la vida real. Algunos de sus “clientes” recurrentes eran  Paco Ignacio Taibo II (aka el Botijón de Gijón), el filántropo Carlos Slim (aka el Gordo Mills), las reporteras Ana María Longui y Carmen Mariástegui y hasta la tríada de cineastas Cuarón, Del Toro e Iñáritu, entre muchos políticos prianistas.

Es una lástima que se conozca mejor a Martré por sus contribuciones a la ciencia ficción y la novela negra que como sátiro. Su versión de Fantomas a la mexicana despertaría gran interés entre los franceses que idolatraron a principios de siglo XX al famoso enmascarado y al que incluso revivieron en la serie Lupin.

En la sátira Martré cosechó otros grandes logros, como la gran novela “El chanfalla era un gandalla”, que en 2023 reeditó y regaló la Autoridad del Centro Histórico, una novela digna de Lizardi que nos lleva a seguir la azarosa y complicada vida de un niño de la calle del Centro Histórico que termina como flamante agente de la secreta en los años 70. A través de la vida de este chamaco mata-ratas retratado por Diego Rivera en uno de sus murales de San Idelfonso atestiguamos el devenir de 40 años de la moderna Ciudad de México.

La editorial Novaro, por su parte, no corrió con la suerte del exitoso  Martré y su ladrón metrosexual Fantomas. La editorial era propiedad de Miguel Alemán Velazco y de Bruno Pagliai (el Slim de entonces) y según Martré: “Resultó que el gerente general de Novaro,un sujeto apellidado Martínez Parente, desfalcó tanto a la editorial que fue cesado y demandado penalmente; los dueños, Alemán y Pagliai decidieron sacarla de la barranca e hicieron recorte de personal, en lugar de Cardona pusieron a su secretario de apellido Navarrete, un imbécil redomado y yo renuncié a seguir haciendo argumentos porque el tipo era insufrible. Finalmente no pudieron sanear la empresa y la vendieron a un panameño que acabó de liquidarla”.

En 2013, a proposito de los 100 años de vida del personaje, Martré lo transportó a una dimensión desconocida llamada MESSICO, donde el héroe del buen vivir, viejo sin dinero y atrapado en este país tropical debe comenzar de cero.

Así  lo recuerda: “Fue por consejo de mi amigo Carlos Gómez Carro, investigador literario de la UAM-Azcapotzalco, que me puse a escribir El regreso de Fantomas, sobre todo porque me aseguró que la publicaría la UAM, lo cual cumplió y tiró 2 mil ejemplares que se vendieron en un año. En esa novela resucité a Fantomas apegándome a la estructura de la historieta pero como ya no tenía la censura de Novaro su escenario fue México.  Resucitar a Fantomas fue muy gratificante para mí. Luego escribí otra novela “La justicia de Fantomas”, también con escenario en México pero ya no fue publicada por la UAM, considero que es mejor, más satírica que la primera y se agotó la edición pero no tan pronto”.

 ¿La amenaza Martré?

Autor prolífico de al menos 40 libros, ¿Por qué Gonzalo Martré es un autor condenado al underground? ¿Será porque en la novela negra y la ciencia ficción encontró también a sus primeros enemigos en el mundillo editorial? Así se lo explica él mismo: “La rivalidad de Martré con Paco Ignacio Taibo II comenzó por “envidias” durante su presidencia de la Asociación Mexicana de Ciencias Ficción y Fantasía (AMCYF) de 1989 a 1991, cuando con “un grupo compuesto por Mauricio Shwarz, Héctor Chavarría y unos diez más, hice una revista mensual, un ciclo de cine de CF en el museo Universum de la UNAM, un taller para narradores, organicé la Tercera Convención Nacional de la CF y también escribí un libro: “La CF en México” en el cual está la historia de la CF y sus principales escritores y obras; pero yo tenía un enemigo que por pura envidia tronó la AMCYF: Pago Ignacio Taibo II, quien al terminar mi gestión intrigó para que quedara al frente de  la AMCYF gente suya, ineptos que no supieron continuar con los programas y la AMCYF desapareció”.

En 1994, a la salida del autor de Sombra de la Sombra, de la editorial Planeta, Martré fue llamado por el gerente de la editorial para lanzar una serie de novela negra. “Fui llamado para ello y escribí cuatro obras, pero dicho gerente, que no pudo sacar al buey de la barranca, fue sustituido por otro y éste llamó de nuevo al “Botijón de Gijón”, quien ni tardo ni perezoso decidió que mis cuatro novelas no fueran publicadas. Unos pocos años después encontré quien me las publicara.” Entre esas obras estaba quizás la primera narco novela titulada El cadáver errante, sátira hilarante sobre la ineficacia de policías y narcos basada en un hecho real ocurrido en Sinaloa, en la que el personaje central es un joven detective  privado inexperto y además torpe, más bien pendejo.

No hubo controversias ni enfrentamientos con sus detractores. Solo una decisión impuesta desde sitios de poder que retrasó la llegada de lectores sedientos a las frescas e irreverentes aguas literarias del golfo Martré, pero al final llegamos y hemos abrevado de su lenguaje directo, sexoso y escatológico, erudito y morboso. “En este país -dice el escritor – la osadía literaria se castiga con silencio”.

Georgina Hidalgo 

Georgina Hidalgo: Nació en ciudad de México, en 1972. Periodista. Escribió "Vodka Naka" (Producciones Salario del Miedo/Almadía), un libro de crónicas en la Rusia de Putin.


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