REPORTAJE: televisión
Obama confidencial
Un documental de la HBO retrata la intimidad de tres años en la vida del presidente
TONI GARCÍA - Pasadena -
Obama confidencial
Un documental de la HBO retrata la intimidad de tres años en la vida del presidente
TONI GARCÍA - Pasadena -
El País, 01/08/2009
El 27 de julio de 2004 la productora y cámara de televisión Amy Rice estaba en su apartamento de Nueva York viendo la retransmisión en directo de la Convención Nacional Demócrata. Un joven senador llamado Barack Obama tomó el estrado y pronunció uno de los discursos más alabados de los últimos años. Su entrada al mundo de la alta política y (por esta vez no es un cliché) de la historia.
Los siguientes 18 meses se esfumaron en proponer insistentemente a Obama rodar un documental sobre su figura. Ante la falta de respuesta del equipo del senador, la joven productora decidió contactar al veterano Stuart Blumberg y a su socio, el actor Edward Norton. Ellos contaban con las necesarias conexiones en las esferas de Washington. "Finalmente, nos dieron autorización en mayo de 2006, sin saber muy bien qué hacíamos allí", comentaba Rice ayer a EL PAÍS en una suite del Langham Hotel de Pasadena, cerca de Los Ángeles. Allí se presentaba a un grupo selecto de prensa internacional el resultado de casi cinco años de trabajo: By the people: the election of Barack Obama.
El documental es una de las joyas de la programación de la nueva temporada de la HBO, seguramente la cadena de televisión más influyente de la década (de su factoría han salido éxitos como Los Soprano o The Wire).
Recorre en dos horas y con sorprendente nitidez los 19 meses en los que Barack Obama pasó de ser un desconocido a ocupar el Despacho Oval de la Casa Blanca. "Me inspiraba, me parecía el Martin Luther King de nuestra generación pero pensaba que pasarían años antes de verle involucrado en una campaña por la presidencia. Después pensé que sería imposible que ganara, pero al tiempo que más y más personas se iban sumando a su candidatura y los Clinton parecían más y más desesperados empecé a comprender que aquel hombre podía ganar", explica Rice. La realizadora perdió a su hermano en los atentados del 11 de septiembre en las Torres Gemelas. Un hecho que funcionó como "un motor personal muy importante para empezar este proyecto".
El documental, que muestra a un Obama sonriente, relajado, se diría que sorprendentemente tranquilo, contiene momentos totalmente cómicos (las llamadas de uno de los voluntarios de la campaña, de 11 años, a diversos votantes o la preparación de los debates con el candidato John McCain) y otros de corte dramático, más, digamos, a la altura de la historia.
Son las entretelas del milagro Obama. Un acceso a todas las áreas del universo del presidente. Se le ve, por ejemplo, romper a llorar después de conocer la noticia de la muerte de su abuela, un día antes de la celebración de las elecciones. Rice se toma también su tiempo para mostrar la parte más aburrida de un político (los bostezos del candidato y sus quejas -entre carcajadas- de que pasa demasiado tiempo estrechando manos). Y, a medida que el acceso al candidato se restringe aprovecha para virar hacia otros personajes clave del entorno del actual presidente de los Estados Unidos, como David Axelrod, considerado el estratega del movimiento que llevó a Obama a la Casa Blanca, o David Plouffe, el jefe de campaña. "Créeme, no queríamos hacer un documental en el que solo y exclusivamente apareciera Obama, era mucho más interesante mostrar lo que sucedía a su alrededor. Además, trabajar sobre el terreno te ayuda a procesar las cosas de forma distinta. Cuando le escuchabas pronunciar el mismo discurso 10 veces seguidas en una semana dejabas de verle como una celebridad y empezabas a verle como un político. Esa fue la parte más fascinante de la campaña, ver la transformación de Obama a lo largo de esos dos años".
By the people es el concentrado de casi dos años de trabajo en los que se grabaron "casi 600 horas de metraje". "Pondremos un montón de extras en el DVD pero este es nuestro montaje definitivo", afirmaba Alicia Sams, co-directora del proyecto, para quien ha sido "sumamente difícil" concluir el proceso de edición. "Sabíamos que el equilibrio era algo fundamental y no queríamos hacer algo ñoño simplemente porque teníamos acceso, así que a lo largo del metraje saltamos a otros sujetos que -creíamos- nos daban la perspectiva correcta de lo que fue aquella campaña y lo extraordinario de su planificación. Obviamente este es un documental amistoso, porque le admiramos, pero eso no significa que no quisiéramos contar la historia a nuestra manera".
Durante la presentación en Los Ángeles el propio Edward Norton atajó las preguntas de la prensa sobre la vigencia del documental ahora que los índices de popularidad de Obama no están tan boyantes como entonces. "La historia es historia. La campaña de Obama para convertirse en presidente es algo que va a permanecer ahí independientemente de cuál sea el momento político del presidente. No me importan los altos y bajos de su presidencia. Cuando se estrene
[en noviembre en los Estados Unidos; habrá que esperar más en las pantallas españolas] muchas cosas pueden haber cambiado pero la validez de la historia no habrá cambiado en absoluto: quedará ahí para siempre".
También los presidentes de HBO defendieron el proyecto ante las acusaciones de la cadena de ser demasiado "azul" (tradicionalmente, el color de los demócratas). "No hemos comprado este documental porque sea azul o rojo [republicano], lo hemos adquirido porque es un gran documental", afirmaba Michael Lombardo, co presidente de la cadena. "La única pega que ha puesto el presidente Obama, que vio la cinta hace unas semanas, es que él sale demasiado. Nos dijo que le hubiera gustado salir menos", contó Rice entre risas. La cineasta salvó pronto su "único miedo": "Descubrir que no era de verdad, que me había equivocado, pero afortunadamente no me equivocaba: Obama es un hombre excepcional".
Como la vida misma
HBO sigue apostando por los documentales (la cadena cuenta con una división especializada) y de entre los presentados este año destaca Fixer: The taking of Ajmal Naqshbandi, que cuenta la historia del mediador afgano (fixer, en inglés) Ajmal Naqshbandi, que fue secuestrado en 2007 junto a un periodista italiano. Finalmente lo asesinaron los talibanes. Naqshbandi fue liberado inicialmente después de las negociaciones de los gobiernos italiano y agfano con los guerrilleros, pero en la confusión de la liberación fue retenido de nuevo y utilizado como moneda de cambio para un futuro intercambio de prisioneros al que las autoridades se negaron y que acabó costándole la vida.
El documental, dirigido por Ian Olds, contiene imágenes durísimas y persigue desenmascarar la violencia de las diferentes facciones talibanes en Afganistán y la indefensión de los trabajadores locales que emplea la prensa internacional que cubre el conflicto.
La nueva parrilla de no ficción de la cadena también incluye proyectos como The nine lives of Marion Barry, sobre un político considerado una especie de ave fénix, que ha conseguido salir indemne de innumerables escándalos. Boy interrupted relata la historia de un chico de 15 años con un trastorno bipolar y los esfuerzos de su familia por mantenerle a salvo, y Youth knows no pain, que sigue durante dos años a Mitch McCabe, la hija de un cirujano plástico obsesionada con no envejecer y sus visitas a reputados especialistas estadounidenses en busca del remedio infalible.
Sheila Nevins, presidenta de la división de HBO dedicada a los documentales, explicó a EL PAÍS que los temas tratados este año -"y especialmente el documental sobre Ajmal Naqshbandi"- son "terribles". "Y algunas veces es difícil no apartar la vista pero no podemos dejar de hablar de ello porque no nos guste: estos documentales son importantes para cambiar nuestra mirada al mundo. Finalmente, así es la vida, este es el planeta en que vivimos y debemos acostumbrarnos a ello en lugar de mirar hacia otro lado".
El 27 de julio de 2004 la productora y cámara de televisión Amy Rice estaba en su apartamento de Nueva York viendo la retransmisión en directo de la Convención Nacional Demócrata. Un joven senador llamado Barack Obama tomó el estrado y pronunció uno de los discursos más alabados de los últimos años. Su entrada al mundo de la alta política y (por esta vez no es un cliché) de la historia.
Los siguientes 18 meses se esfumaron en proponer insistentemente a Obama rodar un documental sobre su figura. Ante la falta de respuesta del equipo del senador, la joven productora decidió contactar al veterano Stuart Blumberg y a su socio, el actor Edward Norton. Ellos contaban con las necesarias conexiones en las esferas de Washington. "Finalmente, nos dieron autorización en mayo de 2006, sin saber muy bien qué hacíamos allí", comentaba Rice ayer a EL PAÍS en una suite del Langham Hotel de Pasadena, cerca de Los Ángeles. Allí se presentaba a un grupo selecto de prensa internacional el resultado de casi cinco años de trabajo: By the people: the election of Barack Obama.
El documental es una de las joyas de la programación de la nueva temporada de la HBO, seguramente la cadena de televisión más influyente de la década (de su factoría han salido éxitos como Los Soprano o The Wire).
Recorre en dos horas y con sorprendente nitidez los 19 meses en los que Barack Obama pasó de ser un desconocido a ocupar el Despacho Oval de la Casa Blanca. "Me inspiraba, me parecía el Martin Luther King de nuestra generación pero pensaba que pasarían años antes de verle involucrado en una campaña por la presidencia. Después pensé que sería imposible que ganara, pero al tiempo que más y más personas se iban sumando a su candidatura y los Clinton parecían más y más desesperados empecé a comprender que aquel hombre podía ganar", explica Rice. La realizadora perdió a su hermano en los atentados del 11 de septiembre en las Torres Gemelas. Un hecho que funcionó como "un motor personal muy importante para empezar este proyecto".
El documental, que muestra a un Obama sonriente, relajado, se diría que sorprendentemente tranquilo, contiene momentos totalmente cómicos (las llamadas de uno de los voluntarios de la campaña, de 11 años, a diversos votantes o la preparación de los debates con el candidato John McCain) y otros de corte dramático, más, digamos, a la altura de la historia.
Son las entretelas del milagro Obama. Un acceso a todas las áreas del universo del presidente. Se le ve, por ejemplo, romper a llorar después de conocer la noticia de la muerte de su abuela, un día antes de la celebración de las elecciones. Rice se toma también su tiempo para mostrar la parte más aburrida de un político (los bostezos del candidato y sus quejas -entre carcajadas- de que pasa demasiado tiempo estrechando manos). Y, a medida que el acceso al candidato se restringe aprovecha para virar hacia otros personajes clave del entorno del actual presidente de los Estados Unidos, como David Axelrod, considerado el estratega del movimiento que llevó a Obama a la Casa Blanca, o David Plouffe, el jefe de campaña. "Créeme, no queríamos hacer un documental en el que solo y exclusivamente apareciera Obama, era mucho más interesante mostrar lo que sucedía a su alrededor. Además, trabajar sobre el terreno te ayuda a procesar las cosas de forma distinta. Cuando le escuchabas pronunciar el mismo discurso 10 veces seguidas en una semana dejabas de verle como una celebridad y empezabas a verle como un político. Esa fue la parte más fascinante de la campaña, ver la transformación de Obama a lo largo de esos dos años".
By the people es el concentrado de casi dos años de trabajo en los que se grabaron "casi 600 horas de metraje". "Pondremos un montón de extras en el DVD pero este es nuestro montaje definitivo", afirmaba Alicia Sams, co-directora del proyecto, para quien ha sido "sumamente difícil" concluir el proceso de edición. "Sabíamos que el equilibrio era algo fundamental y no queríamos hacer algo ñoño simplemente porque teníamos acceso, así que a lo largo del metraje saltamos a otros sujetos que -creíamos- nos daban la perspectiva correcta de lo que fue aquella campaña y lo extraordinario de su planificación. Obviamente este es un documental amistoso, porque le admiramos, pero eso no significa que no quisiéramos contar la historia a nuestra manera".
Durante la presentación en Los Ángeles el propio Edward Norton atajó las preguntas de la prensa sobre la vigencia del documental ahora que los índices de popularidad de Obama no están tan boyantes como entonces. "La historia es historia. La campaña de Obama para convertirse en presidente es algo que va a permanecer ahí independientemente de cuál sea el momento político del presidente. No me importan los altos y bajos de su presidencia. Cuando se estrene
[en noviembre en los Estados Unidos; habrá que esperar más en las pantallas españolas] muchas cosas pueden haber cambiado pero la validez de la historia no habrá cambiado en absoluto: quedará ahí para siempre".
También los presidentes de HBO defendieron el proyecto ante las acusaciones de la cadena de ser demasiado "azul" (tradicionalmente, el color de los demócratas). "No hemos comprado este documental porque sea azul o rojo [republicano], lo hemos adquirido porque es un gran documental", afirmaba Michael Lombardo, co presidente de la cadena. "La única pega que ha puesto el presidente Obama, que vio la cinta hace unas semanas, es que él sale demasiado. Nos dijo que le hubiera gustado salir menos", contó Rice entre risas. La cineasta salvó pronto su "único miedo": "Descubrir que no era de verdad, que me había equivocado, pero afortunadamente no me equivocaba: Obama es un hombre excepcional".
Como la vida misma
HBO sigue apostando por los documentales (la cadena cuenta con una división especializada) y de entre los presentados este año destaca Fixer: The taking of Ajmal Naqshbandi, que cuenta la historia del mediador afgano (fixer, en inglés) Ajmal Naqshbandi, que fue secuestrado en 2007 junto a un periodista italiano. Finalmente lo asesinaron los talibanes. Naqshbandi fue liberado inicialmente después de las negociaciones de los gobiernos italiano y agfano con los guerrilleros, pero en la confusión de la liberación fue retenido de nuevo y utilizado como moneda de cambio para un futuro intercambio de prisioneros al que las autoridades se negaron y que acabó costándole la vida.
El documental, dirigido por Ian Olds, contiene imágenes durísimas y persigue desenmascarar la violencia de las diferentes facciones talibanes en Afganistán y la indefensión de los trabajadores locales que emplea la prensa internacional que cubre el conflicto.
La nueva parrilla de no ficción de la cadena también incluye proyectos como The nine lives of Marion Barry, sobre un político considerado una especie de ave fénix, que ha conseguido salir indemne de innumerables escándalos. Boy interrupted relata la historia de un chico de 15 años con un trastorno bipolar y los esfuerzos de su familia por mantenerle a salvo, y Youth knows no pain, que sigue durante dos años a Mitch McCabe, la hija de un cirujano plástico obsesionada con no envejecer y sus visitas a reputados especialistas estadounidenses en busca del remedio infalible.
Sheila Nevins, presidenta de la división de HBO dedicada a los documentales, explicó a EL PAÍS que los temas tratados este año -"y especialmente el documental sobre Ajmal Naqshbandi"- son "terribles". "Y algunas veces es difícil no apartar la vista pero no podemos dejar de hablar de ello porque no nos guste: estos documentales son importantes para cambiar nuestra mirada al mundo. Finalmente, así es la vida, este es el planeta en que vivimos y debemos acostumbrarnos a ello en lugar de mirar hacia otro lado".
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