Crece el encono
ÁLVARO DELGADO, reportero
Revista Proceso (www.proceso.com.mx) # 1709, 2 de agosto de 2009;
ÁLVARO DELGADO, reportero
Revista Proceso (www.proceso.com.mx) # 1709, 2 de agosto de 2009;
Algunos militantes del PAN se deslindan del presidente Felipe Calderón en su intento por ungir como próximo líder nacional del partido a César Nava y le espetan, indignados: “un candidato único no se elige”. Además le recuerdan que Acción Nacional no es un partido de Estado, al tiempo que le advierten que quizá su candidato no obtenga las dos terceras partes de los votos de los consejeros nacionales panistas. De suceder lo anterior, sería la catástrofe...
Convertida la residencia oficial de Los Pinos en sede alterna del Partido Acción Nacional (PAN), a donde hizo desfilar a numerosos correligionarios, Felipe Calderón ha conducido la unción de César Nava como presidente de esa estructura partidaria y administra también, al margen de los órganos estatutarios, el análisis de la catástrofe electoral, como en la reunión “secreta” a la que convocó en el Estado de México.
Uno a uno, días tras día desde el 5 de julio, cuando sobrevino la debacle electoral, comparecieron ante Calderón numerosos panistas como Germán Martínez –quien le presentó su renuncia a la presidencia del PAN antes que a su partido–, los gobernadores –en dos ocasiones– y los entonces prospectos a la sucesión: Nava, Héctor Larios, Ernesto Ruffo y hasta Josefina Vázquez Mota.
Pero, también, hizo llamar a adversarios internos como el senador Santiago Creel y el diputado electo Javier Corral, quienes inclusive –junto con el senador Ricardo García Cervantes– concurrieron al cónclave celebrado el sábado 25 y parte del domingo 26 de julio, en el Centro Nestlé de Formación, en Ocoyoacac, de cuya deliberación se entregará un documento al Consejo Nacional, la instancia donde estatutariamente debe darse esa discusión.
Convocada por el propio Calderón, según declaró a la agencia Notimex el secretario general del PAN, Rogelio Carbajal, en la reunión –a la que asistió Vicente Fox– se hizo acompañar de un grupo de funcionarios encabezados por la jefa de la Oficina de la Presidencia, Patricia Flores, y sus asesoras Alejandra Sota y Sofía Frech.
Pese a ello, y en lo que ha sido el único pronunciamiento público sobre su partido desde la elección del 5 de julio, Calderón afirmó que es respetuoso de la vida interna del PAN y calificó de “injusto” ser señalado como autor de la imposición de Nava, su exsecretario particular que, este sábado 8, busca asumir el cargo, en una incierta sesión del Consejo Nacional.
Sin embargo, la palabra presidencial no tiene credibilidad entre consejeros opositores a él, como el diputado Juan José Rodríguez Prats, el principal historiador vivo del PAN, pese a sus casi tres décadas de militancia priista: “¡Nunca había visto yo, en 40 años de vida política, un proceso tan veloz de desmemoria y olvido como el PAN lo ha tenido de su tradición y de sus principios!”
Manuel Espino, expresidente del PAN y quien fue excluido de la reunión convocada por Calderón, afirma que la imposición de Nava es inequívoca y el encuentro en Ocoyoacac sólo es parte de la estrategia. “Fue una reunión al más puro estilo de El Yunque: secreta y selectiva.”
Según él, ante la oposición de Martínez a celebrar esa reunión, Luis Felipe Bravo Mena, secretario particular de Calderón, se encargó de convocar a los invitados. “Fue para definir una jugada que habrá de implementarse en el partido, pero que se lleva a cabo en un espacio que no es institucional, de espaldas al Consejo Nacional”.
–¿Esa reunión resuelve la crisis en el PAN?
–No. Esa reunión, en vez de resolver, complica, porque da para el sospechosismo. Me parece muy extraño que quienes fueron invitados a esa reunión parecen haber hecho votos de silencio. A algunos los vi muy decididos a defender la dignidad del partido, y ahora los veo muy callados.
–¿Como Creel y García Cervantes…?
–No voy a mencionar nombres, pero sí lo que dijo el presidente de que es injusto que se le atribuya la imposición de Nava. Lo que es injusto para el partido es pretender disimular o negar lo que es evidente, lo que se puede constatar por hechos consumados.
“Entiendo el interés político del presidente de querer desvincularse de este enredo que se generó en su gobierno, pero lamentablemente no es creíble. Yo no estoy contando mentiras, me constan las presiones. Y supongo que ni Larios ni Humberto Aguilar ni Corral ni García Cervantes ni Creel cuentan mentiras públicamente. Saben y les consta algo y por eso fueron a denunciar.
“Y me cuesta trabajo creer que el presidente no sea lo que hacen sus muchachitos. Si en este país hay un lugar donde no se mueve la hoja de un árbol sin el consentimiento del jefe es en Los Pinos.”
¡Que Nava renuncie!
Así, en medio de un creciente encono entre dirigentes, cuyos propagandistas de Nava acusan hasta de “cobardes” e “incongruentes” a sus detractores; en medio de la opacidad en el origen de los recursos que usa el candidato oficial para financiar sus traslados –en aviones y helicópteros privados–, y sin un debate institucional sobre la crisis que padece, el Consejo Nacional sesionará, este sábado 8, sólo para elegir al sucesor de Martínez.
Sin embargo, los consejeros consultados por Proceso advierten que sigue latente la posibilidad de que Nava, quien posee el mismo estigma del dedazo que Martínez, no obtenga las dos terceras partes de los votos de los consejeros nacionales que asistan a la sesión y, por tanto, se profundice una crisis que va más allá de la catástrofe electoral y la propia sucesión panista.
La crisis tiene que ver, según los consejeros, con la lógica de facción, la impunidad de conductas fraudulentas, complicidades al más alto nivel, cacicazgos, alejamiento de la sociedad, y hasta dirigencias estatales cooptadas por gobiernos priistas, temas que no se han discutido institucionalmente.
“Lamento que lleguemos bajo el estigma de la candidatura oficial y que ellos produzca una gran abstención, y ahí sí puede haber una afectación institucional y una fractura mayor”, advierte Corral, quien, pese al acercamiento con Calderón, no depone su conducta crítica.
Renuente a revelar detalles del encuentro “privado, no secreto”, en el que asegura que “no fue de conclusiones, negociaciones ni candidaturas”, Corral advierte: “Todos debemos evitar la fractura por ese hecho que sería lastimoso no sólo para el equipo gobernante, sino para todos los miembros del Consejo Nacional.”
–¿Existe aún el riego de que Nava no sea electo?
–Existe la posibilidad de que un gran número de consejeros nos abstengamos ese día.
Según él, Calderón está receptivo, “con ganas de rectificar cosas” en el PAN y en el gobierno: “Obviamente mis diferendos fundamentales con él, que son dos, siguen: “Sus aliados externos, que no le han dado ni bienes al país ni ventajas al partido ni creo que prestigio a él, y también difiero del lanzamiento de la candidatura de Nava.”
El diputado federal Juan José Rodríguez Prats, también consejero nacional, afirma que va en ascenso el número de miembros del máximo órgano de dirección que no asistirán o se abstendrán, porque un candidato único no se elige. “Es como las asambleas priistas: Se registraba uno y se elegía por ovación. ¡Eso no puede ser! ¡Como fue con Germán Martínez!”
El mismo deslinde de Calderón, dice, gravita en contra de Nava, porque “el consejero que haya recibido alguna señal de que los dados están cargados pueden decir que no hay tal y, por tanto, no dé su apoyo a Nava”.
Por ello, Rodríguez Prats exige, públicamente, que Nava renuncie a la candidatura por haber sido él el que afirmó, como se publicó en Proceso, que Calderón rige sus decisiones.
“El culpable real de que esa impresión la tengan muchísimos panistas y esté en la opinión pública totalmente arraigada –basta ver editoriales, caricaturas, todo mundo está señalando que hay un dedazo– se llama César Nava. Si es congruente debe declinar y abrirse de nuevo el registro para ir a una contienda respetable.”
–¿Una declinación “por el bien del partido”?
–Exacto. Yo a lo que apelo es a la conciencia de militante panista de César Nava: que no le haga daño al PAN dándole prioridad a su ambición personal por sobre el interés del partido.
El legislador tabasqueño plantea que la renuncia sería una salida decorosa para Nava. “Es una salida mucho más digna –todo el panismo se lo agradecería–, que aferrarse a que siendo candidato único se enfrente a un riesgo grave: que no alcance las dos terceras partes del Consejo Nacional, sobre todo ahora que hay conciencia en los consejeros que no hay consigna.”
El propio exgobernador Ernesto Ruffo, quien habló con Calderón el 15 de julio, a instancias de Bravo Mena, advierte que su posible presidencia por consenso no está cancelada. “Si César no obtiene las dos terceras partes, entonces tiene que hacerse otra convocatoria”, dijo al reportero la tarde del 31 de julio.
–¿Usted se sostiene en ser presidente de consenso?
–Sí, yo estoy de una manera pasiva-activa, si se vale decir eso: Pasivo porque yo no ando hablándole a los consejeros ni dando historia a favor ni en contra, y activo porque cuando se da un consenso hay que aprovecharlo.
Impunidad y complicidades
Para el consejero nacional Adrián Fernández Cabrera, exsecretario general de Carlos Castillo Peraza y secretario general adjunto con Calderón –de quien se distanció–, “la crisis del PAN no es por la catástrofe electoral” ni por la elección de Nava que, según él, será ungido por los consejeros.
La situación del PAN, dice, es más compleja: “Crisis de identidad, de ejercicio de poder, de camaradería castrense, crisis de trabajo en equipo. En eso nos podemos centrar para poder reconstruir el partido y poder enfrentar los próximos episodios electorales.”
Más que haya candidato único a la presidencia del PAN o si es Nava, su amigo, a Fernández le preocupa que lo hay porque se ha impuesto la visión de un solo grupo del partido: “Hay una falta de sensibilidad, no se conoce cómo se mueven las cosas al interior del PAN, hay una prepotencia absoluta y hay un desconocimiento de la normatividad.”
Pero, además, ya no hay discusión en el Consejo Nacional, el máximo órgano de dirección del PAN. “Matamos el diálogo, la discusión, la confrontación de ideas que siempre había enriquecido al PAN”.
Por eso, dice, a la militancia le molestan reuniones como la que encabezó Calderón en el Estado de México, no porque se hagan en sí, sino porque es donde se toman las decisiones que corresponden al partido.
“Lo que no voy a aceptar es un documento de ellos para el Consejo Nacional, no voy aceptar una imposición de los que estuvieron en esa reunión, que ni siquiera tengo certeza de quiénes fueron, como una decisión de un órgano colegiado del partido.”
Pese a que él planteó que primero debía darse una reflexión antes de la elección del sustituto de Martínez, Fernández Cabrera dice que la realidad es que Nava será electo por el Consejo Nacional, pese a que habrá oposición.
“No me gusta el candidato único, no me gusta que se haya resuelto en la Presidencia de la República, no me gustan muchas cosas, pero es nuestra realidad y va a ser el presidente del partido”.
Y plantea: “Lo que yo esperaría es que se sacuda esa imagen que va a cargar de que fue impuesto desde Los Pinos, que todo el sistema operó, que no fue electo democráticamente porque era el único, etcétera, no importa, que se sacuda eso, pero que convoque a un ejercicio de reflexión y se suspenda toda actividad electoral hasta que nos pongamos de acuerdo sobre qué partido queremos. Una cuestión drástica.”
Se debe convocar, además, a sectores de la sociedad para que planteen cómo quieren al PAN, discutir la relación del partido con los militantes, la sociedad y el gobierno.
–¿No se ve que la relación de Nava con Calderón será distinta a la de Germán?
–No, pero hay una diferencia: Hay un grupo muy importante de consejeros nacionales, y algunos miembros del CEN, que ya se dieron cuenta de que esa relación no funciona. No me gusta que Nava sea el candidato, porque entiendo que se va a subordinar al presidente de la República como lo hizo Germán, o más, no lo sé, pero habrá un poco más de equilibrios dentro del partido por las experiencias dadas.
Y además, dice, hay otro elemento: “Mucha gente que se está animando a hablar y eso es muy positivo. Antes les daba miedo hablar porque pensaban que podían perder su trabajo, que no les iban a dar lo que les prometieron. En esa gente pongo la esperanza para rescatar al partido.”
Al respecto, Javier Corral, quien aclara que la reunión de Ocoyoacac no sustituye a los órganos estatutarios del PAN, ve positivo también que, pese a las voces que buscan inhibir la discusión sobre los problemas del PAN, se multipliquen las expresiones que buscan “orear” los temas.
“Debemos reencontrarnos con la ética del partido, romper con una red de complicidad que hemos consentido de dirigentes del partido y servidores públicos”, expone Corral, quien insiste en que el momento exige restaurar la vida democrática del PAN y restablecer su legalidad interna.
Pero, además, urge: “Tenemos que rescatar el PAN en muchos estados de las manos de los gobernadores del PRI, no del PAN. ¡Hay muchas dirigencias estatales del PAN cooptadas por gobiernos priistas!”
Y la impunidad es muy grave, como lo acredita el fraude cometido en su contra en Chihuahua, donde hasta votaron muertos en Batopilas, la tierra natal de Manuel Gómez Morín, fundador del PAN. “No hay una sola acción, una sola, que sancione a los responsables de la afrenta”.
Fernández Cabrera, quien fue coordinador de la campaña de Creel por la candidatura presidencial y quien denunció el fraude cometido por Calderón en Yucatán, coincide que los fraudes no se castigan en el PAN, como el cometido contra Corral. “No va a pasar nada, y no va a pasar porque eso está permitido, si no es que instruido desde instancias más arriba del partido”.
Lo reconoce: “¡Es terrible! No lo puedo comprobar y no lo debería decir, pero el problema es que esto es una complicidad y, si entramos a esto, de ahora en adelante se acabó el PAN. El PAN como partido político, como fue concebido, como un partido de legalidad, de congruencia, ya no lo vamos a tener.”
–Si no se sanciona adulterar la voluntad popular interna, ¿qué puede esperarse hacia fuera?
–El problema es de congruencia. Muchos entramos al PAN porque no queríamos un partido de Estado, porque no queríamos fraude en las elecciones, porque queríamos que fueran postulados los mejores, y hoy en el PAN tenemos un partido de Estado, hoy en el PAN se postula al que convenga, independientemente de que no se respetan las reglas ni la voluntad, y hasta fraudes internos vemos. Eso es lo que está motivando que mucha gente deje de participar y que venga la catástrofe electoral que tenemos hoy.
Convertida la residencia oficial de Los Pinos en sede alterna del Partido Acción Nacional (PAN), a donde hizo desfilar a numerosos correligionarios, Felipe Calderón ha conducido la unción de César Nava como presidente de esa estructura partidaria y administra también, al margen de los órganos estatutarios, el análisis de la catástrofe electoral, como en la reunión “secreta” a la que convocó en el Estado de México.
Uno a uno, días tras día desde el 5 de julio, cuando sobrevino la debacle electoral, comparecieron ante Calderón numerosos panistas como Germán Martínez –quien le presentó su renuncia a la presidencia del PAN antes que a su partido–, los gobernadores –en dos ocasiones– y los entonces prospectos a la sucesión: Nava, Héctor Larios, Ernesto Ruffo y hasta Josefina Vázquez Mota.
Pero, también, hizo llamar a adversarios internos como el senador Santiago Creel y el diputado electo Javier Corral, quienes inclusive –junto con el senador Ricardo García Cervantes– concurrieron al cónclave celebrado el sábado 25 y parte del domingo 26 de julio, en el Centro Nestlé de Formación, en Ocoyoacac, de cuya deliberación se entregará un documento al Consejo Nacional, la instancia donde estatutariamente debe darse esa discusión.
Convocada por el propio Calderón, según declaró a la agencia Notimex el secretario general del PAN, Rogelio Carbajal, en la reunión –a la que asistió Vicente Fox– se hizo acompañar de un grupo de funcionarios encabezados por la jefa de la Oficina de la Presidencia, Patricia Flores, y sus asesoras Alejandra Sota y Sofía Frech.
Pese a ello, y en lo que ha sido el único pronunciamiento público sobre su partido desde la elección del 5 de julio, Calderón afirmó que es respetuoso de la vida interna del PAN y calificó de “injusto” ser señalado como autor de la imposición de Nava, su exsecretario particular que, este sábado 8, busca asumir el cargo, en una incierta sesión del Consejo Nacional.
Sin embargo, la palabra presidencial no tiene credibilidad entre consejeros opositores a él, como el diputado Juan José Rodríguez Prats, el principal historiador vivo del PAN, pese a sus casi tres décadas de militancia priista: “¡Nunca había visto yo, en 40 años de vida política, un proceso tan veloz de desmemoria y olvido como el PAN lo ha tenido de su tradición y de sus principios!”
Manuel Espino, expresidente del PAN y quien fue excluido de la reunión convocada por Calderón, afirma que la imposición de Nava es inequívoca y el encuentro en Ocoyoacac sólo es parte de la estrategia. “Fue una reunión al más puro estilo de El Yunque: secreta y selectiva.”
Según él, ante la oposición de Martínez a celebrar esa reunión, Luis Felipe Bravo Mena, secretario particular de Calderón, se encargó de convocar a los invitados. “Fue para definir una jugada que habrá de implementarse en el partido, pero que se lleva a cabo en un espacio que no es institucional, de espaldas al Consejo Nacional”.
–¿Esa reunión resuelve la crisis en el PAN?
–No. Esa reunión, en vez de resolver, complica, porque da para el sospechosismo. Me parece muy extraño que quienes fueron invitados a esa reunión parecen haber hecho votos de silencio. A algunos los vi muy decididos a defender la dignidad del partido, y ahora los veo muy callados.
–¿Como Creel y García Cervantes…?
–No voy a mencionar nombres, pero sí lo que dijo el presidente de que es injusto que se le atribuya la imposición de Nava. Lo que es injusto para el partido es pretender disimular o negar lo que es evidente, lo que se puede constatar por hechos consumados.
“Entiendo el interés político del presidente de querer desvincularse de este enredo que se generó en su gobierno, pero lamentablemente no es creíble. Yo no estoy contando mentiras, me constan las presiones. Y supongo que ni Larios ni Humberto Aguilar ni Corral ni García Cervantes ni Creel cuentan mentiras públicamente. Saben y les consta algo y por eso fueron a denunciar.
“Y me cuesta trabajo creer que el presidente no sea lo que hacen sus muchachitos. Si en este país hay un lugar donde no se mueve la hoja de un árbol sin el consentimiento del jefe es en Los Pinos.”
¡Que Nava renuncie!
Así, en medio de un creciente encono entre dirigentes, cuyos propagandistas de Nava acusan hasta de “cobardes” e “incongruentes” a sus detractores; en medio de la opacidad en el origen de los recursos que usa el candidato oficial para financiar sus traslados –en aviones y helicópteros privados–, y sin un debate institucional sobre la crisis que padece, el Consejo Nacional sesionará, este sábado 8, sólo para elegir al sucesor de Martínez.
Sin embargo, los consejeros consultados por Proceso advierten que sigue latente la posibilidad de que Nava, quien posee el mismo estigma del dedazo que Martínez, no obtenga las dos terceras partes de los votos de los consejeros nacionales que asistan a la sesión y, por tanto, se profundice una crisis que va más allá de la catástrofe electoral y la propia sucesión panista.
La crisis tiene que ver, según los consejeros, con la lógica de facción, la impunidad de conductas fraudulentas, complicidades al más alto nivel, cacicazgos, alejamiento de la sociedad, y hasta dirigencias estatales cooptadas por gobiernos priistas, temas que no se han discutido institucionalmente.
“Lamento que lleguemos bajo el estigma de la candidatura oficial y que ellos produzca una gran abstención, y ahí sí puede haber una afectación institucional y una fractura mayor”, advierte Corral, quien, pese al acercamiento con Calderón, no depone su conducta crítica.
Renuente a revelar detalles del encuentro “privado, no secreto”, en el que asegura que “no fue de conclusiones, negociaciones ni candidaturas”, Corral advierte: “Todos debemos evitar la fractura por ese hecho que sería lastimoso no sólo para el equipo gobernante, sino para todos los miembros del Consejo Nacional.”
–¿Existe aún el riego de que Nava no sea electo?
–Existe la posibilidad de que un gran número de consejeros nos abstengamos ese día.
Según él, Calderón está receptivo, “con ganas de rectificar cosas” en el PAN y en el gobierno: “Obviamente mis diferendos fundamentales con él, que son dos, siguen: “Sus aliados externos, que no le han dado ni bienes al país ni ventajas al partido ni creo que prestigio a él, y también difiero del lanzamiento de la candidatura de Nava.”
El diputado federal Juan José Rodríguez Prats, también consejero nacional, afirma que va en ascenso el número de miembros del máximo órgano de dirección que no asistirán o se abstendrán, porque un candidato único no se elige. “Es como las asambleas priistas: Se registraba uno y se elegía por ovación. ¡Eso no puede ser! ¡Como fue con Germán Martínez!”
El mismo deslinde de Calderón, dice, gravita en contra de Nava, porque “el consejero que haya recibido alguna señal de que los dados están cargados pueden decir que no hay tal y, por tanto, no dé su apoyo a Nava”.
Por ello, Rodríguez Prats exige, públicamente, que Nava renuncie a la candidatura por haber sido él el que afirmó, como se publicó en Proceso, que Calderón rige sus decisiones.
“El culpable real de que esa impresión la tengan muchísimos panistas y esté en la opinión pública totalmente arraigada –basta ver editoriales, caricaturas, todo mundo está señalando que hay un dedazo– se llama César Nava. Si es congruente debe declinar y abrirse de nuevo el registro para ir a una contienda respetable.”
–¿Una declinación “por el bien del partido”?
–Exacto. Yo a lo que apelo es a la conciencia de militante panista de César Nava: que no le haga daño al PAN dándole prioridad a su ambición personal por sobre el interés del partido.
El legislador tabasqueño plantea que la renuncia sería una salida decorosa para Nava. “Es una salida mucho más digna –todo el panismo se lo agradecería–, que aferrarse a que siendo candidato único se enfrente a un riesgo grave: que no alcance las dos terceras partes del Consejo Nacional, sobre todo ahora que hay conciencia en los consejeros que no hay consigna.”
El propio exgobernador Ernesto Ruffo, quien habló con Calderón el 15 de julio, a instancias de Bravo Mena, advierte que su posible presidencia por consenso no está cancelada. “Si César no obtiene las dos terceras partes, entonces tiene que hacerse otra convocatoria”, dijo al reportero la tarde del 31 de julio.
–¿Usted se sostiene en ser presidente de consenso?
–Sí, yo estoy de una manera pasiva-activa, si se vale decir eso: Pasivo porque yo no ando hablándole a los consejeros ni dando historia a favor ni en contra, y activo porque cuando se da un consenso hay que aprovecharlo.
Impunidad y complicidades
Para el consejero nacional Adrián Fernández Cabrera, exsecretario general de Carlos Castillo Peraza y secretario general adjunto con Calderón –de quien se distanció–, “la crisis del PAN no es por la catástrofe electoral” ni por la elección de Nava que, según él, será ungido por los consejeros.
La situación del PAN, dice, es más compleja: “Crisis de identidad, de ejercicio de poder, de camaradería castrense, crisis de trabajo en equipo. En eso nos podemos centrar para poder reconstruir el partido y poder enfrentar los próximos episodios electorales.”
Más que haya candidato único a la presidencia del PAN o si es Nava, su amigo, a Fernández le preocupa que lo hay porque se ha impuesto la visión de un solo grupo del partido: “Hay una falta de sensibilidad, no se conoce cómo se mueven las cosas al interior del PAN, hay una prepotencia absoluta y hay un desconocimiento de la normatividad.”
Pero, además, ya no hay discusión en el Consejo Nacional, el máximo órgano de dirección del PAN. “Matamos el diálogo, la discusión, la confrontación de ideas que siempre había enriquecido al PAN”.
Por eso, dice, a la militancia le molestan reuniones como la que encabezó Calderón en el Estado de México, no porque se hagan en sí, sino porque es donde se toman las decisiones que corresponden al partido.
“Lo que no voy a aceptar es un documento de ellos para el Consejo Nacional, no voy aceptar una imposición de los que estuvieron en esa reunión, que ni siquiera tengo certeza de quiénes fueron, como una decisión de un órgano colegiado del partido.”
Pese a que él planteó que primero debía darse una reflexión antes de la elección del sustituto de Martínez, Fernández Cabrera dice que la realidad es que Nava será electo por el Consejo Nacional, pese a que habrá oposición.
“No me gusta el candidato único, no me gusta que se haya resuelto en la Presidencia de la República, no me gustan muchas cosas, pero es nuestra realidad y va a ser el presidente del partido”.
Y plantea: “Lo que yo esperaría es que se sacuda esa imagen que va a cargar de que fue impuesto desde Los Pinos, que todo el sistema operó, que no fue electo democráticamente porque era el único, etcétera, no importa, que se sacuda eso, pero que convoque a un ejercicio de reflexión y se suspenda toda actividad electoral hasta que nos pongamos de acuerdo sobre qué partido queremos. Una cuestión drástica.”
Se debe convocar, además, a sectores de la sociedad para que planteen cómo quieren al PAN, discutir la relación del partido con los militantes, la sociedad y el gobierno.
–¿No se ve que la relación de Nava con Calderón será distinta a la de Germán?
–No, pero hay una diferencia: Hay un grupo muy importante de consejeros nacionales, y algunos miembros del CEN, que ya se dieron cuenta de que esa relación no funciona. No me gusta que Nava sea el candidato, porque entiendo que se va a subordinar al presidente de la República como lo hizo Germán, o más, no lo sé, pero habrá un poco más de equilibrios dentro del partido por las experiencias dadas.
Y además, dice, hay otro elemento: “Mucha gente que se está animando a hablar y eso es muy positivo. Antes les daba miedo hablar porque pensaban que podían perder su trabajo, que no les iban a dar lo que les prometieron. En esa gente pongo la esperanza para rescatar al partido.”
Al respecto, Javier Corral, quien aclara que la reunión de Ocoyoacac no sustituye a los órganos estatutarios del PAN, ve positivo también que, pese a las voces que buscan inhibir la discusión sobre los problemas del PAN, se multipliquen las expresiones que buscan “orear” los temas.
“Debemos reencontrarnos con la ética del partido, romper con una red de complicidad que hemos consentido de dirigentes del partido y servidores públicos”, expone Corral, quien insiste en que el momento exige restaurar la vida democrática del PAN y restablecer su legalidad interna.
Pero, además, urge: “Tenemos que rescatar el PAN en muchos estados de las manos de los gobernadores del PRI, no del PAN. ¡Hay muchas dirigencias estatales del PAN cooptadas por gobiernos priistas!”
Y la impunidad es muy grave, como lo acredita el fraude cometido en su contra en Chihuahua, donde hasta votaron muertos en Batopilas, la tierra natal de Manuel Gómez Morín, fundador del PAN. “No hay una sola acción, una sola, que sancione a los responsables de la afrenta”.
Fernández Cabrera, quien fue coordinador de la campaña de Creel por la candidatura presidencial y quien denunció el fraude cometido por Calderón en Yucatán, coincide que los fraudes no se castigan en el PAN, como el cometido contra Corral. “No va a pasar nada, y no va a pasar porque eso está permitido, si no es que instruido desde instancias más arriba del partido”.
Lo reconoce: “¡Es terrible! No lo puedo comprobar y no lo debería decir, pero el problema es que esto es una complicidad y, si entramos a esto, de ahora en adelante se acabó el PAN. El PAN como partido político, como fue concebido, como un partido de legalidad, de congruencia, ya no lo vamos a tener.”
–Si no se sanciona adulterar la voluntad popular interna, ¿qué puede esperarse hacia fuera?
–El problema es de congruencia. Muchos entramos al PAN porque no queríamos un partido de Estado, porque no queríamos fraude en las elecciones, porque queríamos que fueran postulados los mejores, y hoy en el PAN tenemos un partido de Estado, hoy en el PAN se postula al que convenga, independientemente de que no se respetan las reglas ni la voluntad, y hasta fraudes internos vemos. Eso es lo que está motivando que mucha gente deje de participar y que venga la catástrofe electoral que tenemos hoy.
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