Sobre Todo México es de la DEA
De José Luis Marmolejo García
La Redacción
Revista Proceso # 1813, 31 de julio de 2011;
Palabra De Lector
Señor director:
En el número 1812 de Proceso se publicó la nota titulada Todo México es de la DEA, firmada por Jorge Carrasco Araizaga, donde se alude a mi persona y se me atribuyen diversas conductas. Deseo aclarar que todas las afirmaciones al respecto son falsas.
Durante mi gestión como titular de una unidad de investigación de la SIEDO no se permitió que ningún funcionario o policía cometiera actos de tortura ni violatorios de los derechos y garantías en contra de los testigos, presentados o detenidos.
De José Luis Marmolejo García
La Redacción
Revista Proceso # 1813, 31 de julio de 2011;
Palabra De Lector
Señor director:
En el número 1812 de Proceso se publicó la nota titulada Todo México es de la DEA, firmada por Jorge Carrasco Araizaga, donde se alude a mi persona y se me atribuyen diversas conductas. Deseo aclarar que todas las afirmaciones al respecto son falsas.
Durante mi gestión como titular de una unidad de investigación de la SIEDO no se permitió que ningún funcionario o policía cometiera actos de tortura ni violatorios de los derechos y garantías en contra de los testigos, presentados o detenidos.
Las fuentes que proporcionaron información a Proceso tienen la intención de afectar mi imagen y trayectoria profesional, y posiblemente, mediante mentiras que no tienen ningún sustento, obtener algún beneficio para Joaquín Alejandro Senderos Higuera, acusado del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita y violación de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, pues está vinculado con actividades criminales que realizaron integrantes del grupo de origen colombiano denominado Cártel del Norte del Valle.
Durante mi gestión –y como se sigue haciendo en la PGR para evitar falsas acusaciones de tortura–, antes de que un detenido rindiera declaración ministerial y fuera puesto a disposición de los agentes del Ministerio Público, se le sometía a exámenes médicos que certificaran su estado de salud. Lo mismo ocurría cuando terminaban las diligencias a que hubiere lugar, para corroborar que durante su declaración tampoco se le sometió a ninguna acción contraria a la ley. Y ese fue el caso de quien miente diciendo que fue objeto de tratos que vulneraron sus garantías.
Los exámenes quedaron asentados en la averiguación previa que hoy es un proceso penal, en el cual los inculpados no han podido demostrar su inocencia ni tampoco la comisión de algún acto ilegal por parte de sus aprehensores ni de quienes realizaron las actuaciones ministeriales correspondientes.
De igual manera, los declarantes de Proceso mienten cuando afirman que la esposa de Tito Miller fue sometida a presiones o tortura, toda vez que ella permaneció unas cuantas horas en instalaciones de la SIEDO y su ingreso y salida están registrados en los archivos de la institución. A mayor abundamiento, esta dependencia informó de su caso a la embajada de Colombia en México, la cual envió a un funcionario para revisar su situación legal y posteriormente le brindó apoyo para que permaneciera en México después de su estancia en la SIEDO.
Por ende, debe mencionarse que los señalamientos que hablan de una solicitud de dinero, de tortura y de presencia de agentes extranjeros durante las diligencias ministeriales de esos presuntos delincuentes son mentiras, pues el defensor de oficio es un funcionario del Poder Judicial de la Federación, y en caso de haberse presentado cualesquiera de esas supuestas anomalías habría detenido cualquier acto jurídico que se pretendiera llevar a cabo.
Considero que quienes sirvieron de fuentes de información para Proceso buscan escapar de la justicia mediante artilugios mediáticos, ya que ante los tribunales no han podido acreditar su inocencia y buscan afectar la trayectoria profesional de los servidores públicos que participaron en esa investigación.
Atentamente
Licenciado José Luis Marmolejo García
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