Nueva York, 13 de febrero, RIA Novosti.
Al ruso Víctor Bout, preso desde noviembre de año pasado en una cárcel de Nueva York, ya no le quedan esperanzas para una sentencia absolutoria. Todos los recursos de la defensa han sido desestimados, y el próximo 12 de marzo se dictará la condena. En una entrevista de cuatro horas a la corresponsal de RIA Novosti Larisa Saenko, Bout explicó el trasfondo de su caso, sus convicciones políticas y su visión de la situación actual en Estados Unidos y Rusia.
- Usted ha sido el blanco de una operación bastante aparatosa de los servicios secretos estadounidenses que tenía como objetivo extraditar a un ciudadano ruso a EEUU y sentarlo en el banquillo de los acusados. ¿Por qué cree usted que le ha tocado ser ese blanco?
- Mi caso es político y en ningún momento penal. Como dijo Fidel Castro, La Historia me absolverá. Yo era un estorbo para los estadounidenses, porque tenía peso real en África donde tenía negocios e intentaba hacer cosas. Nos dedicábamos a transportar a heridos, salvar vidas, suministrar medicamentos y equipos para hospitales, sistemas de potabilización de agua. Llegamos incluso a transportar elefantes de Sudáfrica a Angola. Los presidentes me encargaban trasladar mercancías a Roma o París o pasar oro a cierto lugar. Mantuve la boca cerrada porque no eran mis secretos. En ocasiones, tipos desconocidos me pedían que compartiera información y colaborara, pero siempre me negué. Creo que por eso decidieron quitarme de en medio, puesto que era un estorbo allí.
Se está destruyendo en el mundo el equilibrio que se alcanzó tras la Segunda Guerra Mundial. En Tailandia, el embajador de EEUU es una figura más importante que el primer ministro. En Sharjah (Emiratos Árabes) me cerraron mi oficina a instancias de los embajadores de EEUU y Reino Unido. Y en África comenzó una segunda ola de colonización, los estadounidenses compran terrenos en Congo, Zambia, Mozambique. La Libia de Gadafi que impulsaba procesos de integración en el continente ya no existe. El continente ha quedado "bajo control".
- Se negó a declararse culpable en todo los cargos imputados. Sin embargo, el jurado dictó un veredicto acusatorio unánime, basándose en las pruebas del caso. ¿Realmente pretendía usted ayudar a luchar contra EEUU en Colombia, suministrando armas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), tal como se desprende de las transcripciones que se leyeron en el juicio?
- En ningún momento dije "iré a matar". Lo que dije conversando con los supuestos representantes de las FARC fue "Tienen ustedes razón". Tengo derecho a tener una opinión propia sobre esa organización. Fueron declarados terroristas por EEUU. Y en realidad luchan por los campesinos y contra la narcomafia.
Me acusaron de intencionalidad, de unas palabras dichas. Pero en América Latina cualquier conversación empieza por expresar antipatía respecto a Estados Unidos. Es un tema incluso más popular que le fútbol. ¿Y acaso hay motivos para quererlos, sobre todo después de lo de Irák o Pakistán?
Sí que estoy en contra de Estados Unidos, de sus ambiciones y la destrucción de la naturaleza. Estados Unidos es un tumor canceroso en el cuerpo de la Tierra. Es una opinión personal, tengo derecho a tenerla. Pero ir a combatir a Colombia no estaba en mis planes. El que me juzguen por mis opiniones es Inquisición medieval, sólo que en lugar de una hoguera tendré cadena perpetua.
- Es la primera vez que está en EEUU y se encuentra en prisión. No obstante, puede escuchar distintas emisoras y leer periódicos. ¿Ha cambiado su opinión sobre este país en los 14 meses que lleva encarcelado?
- EEUU usa una retórica democrática, pero de lo que he entendido aquí en estos 14 meses, se me ponen los pelos de punta. Nosotros los que nos criamos en la URSS estamos vacunados contra la propaganda. Pero lo que hay aquí es una propaganda total a lo Goebbels, sobre todo en lo relativo a los acontecimientos en Moscú. El New York Times es peor que el Pravda soviético, sobre todo en lo que respecta a las manifestaciones rusas. Estoy convencido de que las protestas "Por unas elecciones limpias", si no son un proyecto de Washington, seguro que están orquestadas desde el extranjero. Los que se echan a la calle no son Rusia. Porque en Rusia la gente siempre votará por el orden. Ninguno de sus líderes ha propuesto una ideología nacional. Pero también he comprendido estando en la cárcel que Estados Unidos no es solo la Casa Blanca, aquí hay gente sensata, como Jesse Ventura. Es obvio que la diferencia entre los demócratas y los republicanos es mínima, ya que tanto unos como otros están controlados por la Wall Street. Y el sector más real de la economía son la industria de guerra y las cárceles.
Creo que aquí se está cuajando una revolución social, rebeliones espontáneos por la justicia social. La mayoría de la gente no es de derechas ni de izquierdas, tal como los dividen los políticos. EEUU, por una parte, tiene la ambición de controlar al mundo y por otra, una anarquía interna, con muchas zonas controladas por bandas de gángsters. Creo que la gente se despertará de la esclavitud, romperá sus cadenas y arrasará con la Wall Street.
- Tiene una reputación bastante odiosa, creada por la literatura, el cine y los medios de información. ¿Está usted de acuerdo con los calificativos como "traficante de armas" o "mercader de la muerte"?
-
Jamás he vendido armas y aunque lo hubiera hecho, no es delito, puesto que se
puede matar con una sartén.
Tuve
dos o tres encargos para transportar armas de presidentes de repúblicas
bananeras, pero si no lo hubiera hecho, las habría transportado Lufthansa o
alguien más. No hay ley que castigue a transportistas.
Alguien vendió armas y alguien las compró, y nosotros los que las transportamos
qué tenemos que ver? Todas esas afirmaciones de que he suministrado armas de
Bulgaria, Rumania, Ucrania, son histeria anglosajona carente de fundamento. No
soy ningún mercader de la muerte, y el autor del libro, Douglas Farah, jamás me ha conocido personalmente. El mercader de la
muerte es el propio Estados Unidos, el mayor vendedor de armas en el mundo.- ¿Cómo es que acabó usted en las listas de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU?
- La información deambula de una entidad a otra y nadie se ha molestado en investigarla. La ONU se ha convertido en una panda de burócratas que se dedican a resolver sus problemas personales. No ha dado solución a ningún conflicto en África, llevándolos a un estado congelado. Esto significa que en cualquier antigua zona de conflicto existe un absceso a punto de reventar. Imponer cualquier sanción y cualquier embargo es continuar la guerra. Vi con mis propios ojos en África crisis humanitarias provocadas por las autoridades y ayuda humanitaria robada. Aunque por lo general las aldeas africanas son autosuficientes, como cualquier aldea en general. He aprendido mucho de esa gente. África se parece en algo a Rusia, en su parsimonia meditativa.
- Los medios occidentales informaron que usted conoce los "modus operandi" del tráfico ilegal de armas desde Rusia, que operaba al amparo de personas de muy alto rango en la jerarquía rusa y que era poco menos que amigo íntimo de máximos cargos de Estado...
- No hay ni puede haber ningún comercio ilegal de armas desde Rusia, porque nadie excepto el Gobierno se dedica a ello. En cuanto a las amistades... Bueno, a los amigos esto no se les hace (sonriendo y haciendo un gesto con las manos). Afortunada o desafortunadamente, no tengo amistades de alto rango.
- En un principio, el "caso Bout" era presentado por la defensa como un rebote de los conflictos internos de Washington debido a que su empresa realizaba encargos para transportar mercancías a Irak poco después de empezar la guerra. No obstante, posteriormente conocimos otra hipótesis ajena a la pista de Washington y que afirmaba que usted presuntamente quería tomarle el pelo a sus clientes sencillamente vendiéndoles dos aviones...
- La lógica del proceso es responsabilidad de la jueza que determina qué es lo que se va a estudiar en el proceso y qué es lo que, según su criterio, no tiene relación directa y se prohíbe para mencionar... Así es como se descartó la hipótesis política. En cuanto a Irak, nunca realicé encargos de EEUU. Yo personalmente, jamás, puede que la empresa de mi hermano lo hiciera, pero lo desconozco. Lo que ha sido de esos dos aviones que pretendía vender, ni siquiera lo sé. Puede que todavía sigan en Sharjah...
- Usted parece una persona muy politizada y de fuertes convicciones... ¿Y quién son sus mentores espirituales?
- Cuando a uno le destrozan su negocio, empieza a interesarse por la política. Tengo simpatías por muchos revolucionarios del siglo pasado. Me atrae su humanidad, su resistencia: Che Guevara y Fidel al que Estados Unidos no ha logrado doblegar. Cuba tiene educación gratuita y asistencia médica gratuita, la mejor del mundo. Tuve la oportundad de conocer cómo se vive en América Latina, en África, y pude comprobar que todo lo que escribieron Marx y Engels, lo que escribió Lenin en su obra "El imperialismo, fase superior del capitalismo" es cierto.
Nosotros en Rusia tampoco hemos sido más felices con el llamado capitalismo en los últimos 20 años. Todo se puede comprar, y todo acaba por desilusionar.
Las personas que considero mis guías espirituales son León Tolstói e Iván Ilin. Comparto las ideas de Jesucristo, Buda, Zaratustra, Krisna, aunque no me considero seguidor de ninguna religión en particular.
En África he conocido a muchas personas honradas, en primer lugar, es Nelson Mandela. Aunque no consiguió una vida mejor para su pueblo, porque tuvo miedo de hacer añicos a la compañía De Beers.
- Sin embargo, usted mismo ha sido empresario, hombre de negocios y capitalista.
- Los negocios no fueron para mí una misión de la vida, me daba cuenta de toda su falsedad. Se basan en el principio de engañar. Primero eres el dueño del negocio y luego se adueña de ti. Incluso siento alivio de no tener ahora mis tres móviles que no paraban de sonar. La propia naturaleza rechaza a nuestra civilización con sus cosas de usar y tirar y su desalmada ideología de consumismo. No todo estaba mal en la URSS. El error de Lenin y Stalin consistió en no conservar diversas formas de economía. Stalin cometió muchos atropellos, pero no acumuló riquezas para sí ni para sus familiares y amigos, al contrario mandó fusilar a muchos de ellos. Recibió un país campesino y lo convirtió en una potencia nuclear.
Creo que Rusia necesita un camino distinto al socialismo de la URSS y al caos de la época de Yeltsin. Llámenlo "granja colectiva", "comuna" o "kibutz", pero la gente no puede vivir despegada uno del otro ni de la tierra, como en las grandes ciudades que de hecho se han convertido en un desierto. Me crié en una calle que estaba bajo control de las ancianas, en la que bajo un mismo techo convivían varias generaciones, en la que las bodas y los funerales se celebraban entre todos... Tengo la impresión de que entonces la gente era más feliz. Ojala hicieran regresar a Rusia a todos los intelectuales que la abandonaron, y así podríamos convertirnos en una superpotencia.
- ¿Tiene usted la esperanza de que Rusia consiga que regrese a casa?
- La esperanza es un mecanismo de defensa. ¿Para qué perder energía soñando? Vivo aquí y ahora. La postura de Exteriores muestra que Rusia se ha dado cuenta y pide aplicar el derecho internacional y no el del más fuerte. Desde luego que quiero salir de la cárcel, pero comprendo que hay una realidad y que deben darse ciertas circunstancias. Por ejemplo, a EEUU le puede hacer falta que Rusia le prorrogue la autorización para sobrevolar su territorio transportando mercancías a Afganistán. Soy consciente del enorme cúmulo de problemas internacionales que afronta el Ministerio de Exteriores, además de mi caso.
- ¿Está usted preparando ya su última palabra antes de la lectura de la condena el 12 de marzo, piensa pedir clemencia?
- Presumo que me condenarán a cadena perpetua, pero no derramaré lágrimas. Incluso en prisión incomunicada no han podido quitarme del todo mi libertad. Hasta estoy feliz a mi manera, si entendemos por felicidad la ausencia de conflicto interno. No tengo nada que reprocharme.
No voy a pronunciar la última palabra, no quiero hacer espectáculo. ¿Y además, para quién? "No son sus ojos los que están ciegos, sino sus corazones".
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