El
último Papa que renunció: Gregorio XII, en 1415, presionado
El Mundo, 11 febrero 2013
Julio MARTÍN ALARCÓN
El
Concilio de Constanza
Fue
durante el periodo de crisis desatado tras el Cisma de Occidente (1378-1417) en
el que llegó a haber hasta tres papas simultáneos, denominados
"antipapas": Benedicto XIII, Gregorio XII y Alejandro V
Durante
la baja Edad Media, a finales del siglo XIV, la Iglesia sufrió un periodo
convulso tras establecer el Papado en la ciudad francesa de Aviñón (1309-1377),
que derivó en el denominado Cisma de Occidente (1378-1417). Durante el periodo
de Aviñón, a donde se había traslado en Pontificado por la inestabilidad
política en Italia, se eligieron siete papas, el último de los cuales, Gregorio
XI, trasladó, sin embargo, la sede de nuevo a Roma (1378), donde murió el mismo
año.
En
Fondi los cardenales franceses se aprestaron a elegir un nuevo Papa, Clemente
VII, ignorando el cónclave de Roma, en el que las presiones populares y
políticas instaron a sus cardenales a elegir a un nuevo Pontífice, si no
romano, al menos italiano. En 1378, fue elegido Urbano VI, oriundo de Itri,
región de Lazio y arzobispo de Bari, quedando así, el antipapa de Aviñón y el
de Roma. Había comenzado el cisma que se prolongaría a la muerte de Clemente
VII y Urbano VI con la elección de otros dos nuevos “antipapas”, el español
Pedro Martínez de Luna (1328-1423), nombrado como Benedicto XIII en Aviñón y la
sucesión en Roma de Bonifacio IX, Inocencio VII y Gregorio XII, el veneciano
Angelo Correr.
Durante
el papado de los enfrentados Benedicto y Gregorio, se produce el Concilio de
Pisa, que pretende arreglar la situación cismática eligiendo a un nuevo Papa
que sirva para deponer a la vez a los dos anteriores, pero ni Gregorio XII, ni Benedicto
XIII, reconocen la validez del Concilio de Pisa, al que acusaron de
anticanónico ya que según sus argumentos sólo el Papa tenía potestad para
convocarlo. No obstante, en Pisa se elige a un nuevo Pontífice, Alejandro V, (de
1409-1410) lo que produce la aún más
confusa situación de tres “antipapas” simultáneos.
Alejandro
V moría al año siguiente de ser elegido y el nuevo antipapa que le sucedía,
Juan XXIII (no confundir con el Papa Juan XXIII del siglo XX) convoca el
Concilio de Constanza (1414-1418), en el que se cambia el sistema de votación.
El nuevo concilio, que tuerce los planes de Juan XXIII, resuelve su abdicación
el 29 de mayo de 1415 y la renuncia de Gregorio XII, que acepta, presionado, el
4 de julio de ese mismo año, y declara válido el concilio, por lo que el único
antipapa que queda es el español Benedicto XIII, que además ha sido expulsado
de Aviñón.
La
elección de Martín V durante este concilio, en 1417, supone el fin del Gran
Cisma de Occidente y aunque Benedicto seguirá declarándose Papa hasta su muerte
en 1423 en Peñíscola, Castellón (de ahí la expresión “seguir en sus trece”),
esgrimiendo como argumento que era el único cardenal que quedaba anterior al
cisma, la Iglesia se había reunificado en torno a la figura del nuevo Pontífice
poniendo fin a la disputa. Antes de Gregorio XII había renunciado Celestino V,
el 13 de diciembre de 1294 en Nápoles, voluntariamente tras alegar problemas de
salud, Benedicto IX en 1045 (también forzado) y Juan XVIII en 1009.
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