- Seguramente será el primero de muchos encuentros.
Este
sábado 23 de marzo de 2013 se reunieron dos papas en la residencia pontificia de
Castel Gandolfo, una reunión calificada como un “encuentro histórico”.
Georg Gänswein, jefe de la Casa Pontificia fue clave en concretar la reunión.
No
se había visto nada igual nunca; los dos vestidos de blanco, los dos con el
tratamiento de Su Santidad; la imagen de estos dos pontífices ha quedado para
la historia.
En
auto se dirigieron hasta el palacio apostólico de Castel Gandolfo; Francisco se
sentó en la parte derecha del automóvil, el lugar tradicional que ocupa el
papa, mientras que Benedicto se colocó en la izquierda.
Una
vez en la residencia se dirigieron a la capilla, y como es correcto Benedicto XVI le cedió el
puesto de honor a Francisco y este lo rechazó diciéndole "Somos
hermanos", tras lo cual los dos juntos iniciaron su rezos de rodillas en
el mismo banco.
Previamente,
ambos se habían fundido en un abrazo
La
visita duró casi tres horas de las cuales mantuvieron un encuentro a solas durante 45 minutos; después comieron junto a sus asistentes privados.
Francisco
regaló a Benedicto XVI un cuadro de la Virgen de la Humildad.
Cuando
se lo entregó, el papa Franisco, quien intercaló el "tú" y el
"usted" a la hora de hablar, dijo a Benedicto XVI :
"Me permita,
cuando lo he visto he pensado en ti por todos los ejemplos de humildad y
ternura que nos ha dado en su pontificado".
Tras
este encuentro, el papa Francisco regresó al Vaticano.
El
helicóptero emprendió el viaje de regreso a las 14.42 horas local en presencia
de Benedicto XVI, que se acercó hasta el helipuerto para despedirle.
Este encuentro pasará a la
historia.
Por
cierto se ha dicho que el Papa emérito le ha dejado a su sucesor un memorando
personal escrito de su puño y letra, una suerte de manual de instrucciones
sobre lo que se va a encontrar a su llegada al Vaticano: Benedicto XVI ha
dejado sobre la mesa del despacho de su sucesor unas 300 páginas escritas
personalmente por él y dirigidas a su atención. Y no me refiero al dossier
sobre el Vatileaks", aseguraba hace unos días el arzobispo Loris
Capovilla, secretario personal de Juan XXIII, en declaraciones al Avennire, el
periódico de la conferencia episcopal italiana. Una posibilidad de la que
también se hace eco el vaticanista Marco Tosatti (El Mundo).
El hombre que hizo posible el encuentro.
El
puente entre los dos papas es Georg Gänswein, jefe de la Casa Pontificia: justo
dos meses antes de anunciar su dimisión Benedicto XVI le dio al nombramiento;
el arzobispo alemán ejercerá de nexo de unión entre los dos Papas, ya que sigue
siendo secretario de Benedicto XVI (además de su confidente) y a la vez se
encargará de organizar las audiencias y los desplazamientos del Papa Francisco.
http://www.aciprensa.com/noticias/encuentro-historico-papa-francisco-visito-a-benedicto-xvi-en-castel-gandolfo-79890/#.UU5o3amEn_8
Federico Lombardi, vocero vaticano explicó detalles en la
vestimenta del Papa Francisco y Benedicto XVI. Este último, señaló, “usa una
sencilla sotana blanca, sin fajín y sin capa. Estos son los dos detalles que
distinguen su vestimenta de la del Papa Francisco, quien usa una capa y un
fajín”.
El
portavoz del Vaticano recordó que esta es “el primer encuentre cara a cara” de
ambos desde que Francisco fue elegido Papa; pero antes Benedicto XVI ha estado
en la mente de Francisco, primero durante su primera aparición en la Loggia
central, y luego en dos llamadas personales: la noche de su elección y el día
de San José”.
Lombardi
recordó que Benedicto XVI “ya había expresado su respeto y obediencia a su
sucesor, en su reunión de despedida con los Cardenales, el 28 de febrero”.
***
Hay
muchos que insisten en comparar a Francisco con su predecesor. Y se inventan de
todo…
ANDREA
TORNIELLI
Vatican
Insider, CIUDAD DEL VATICANO
Una persona a la que quiero mucho me dijo el
otro día: “No puedo dejar de pensar en Benedicto XVI y me siento mal cuando
pienso que él está viendo cuánto afecto y cuánto entusiasmo rodea al nuevo
Papa…”. Según lo poco que podemos saber sobre Ratzinger, no habría que
plantearse qué es lo que podría sentir por el hecho de que su sucesor,
Francisco, obtenga la simpatía de los fieles. Están francamente fuera de lugar
los comentarios de los que se preocupan por esta simpatía que el Papa bergoglio
suscita incluso en los ambientes laicos y en los que normalmente están alejados
de la Iglesia.
Parecería que no se puede ser verdaderamente
católico sin provocar malos humores, fricciones, polémicas o antipatías. ¿Lo
que está sucediendo en estos días es solamente la “luna de miel” con el nuevo
Papa, y se acabará pronto, como toda luna de miel? Esperemos todavía un poco y
saquemos luego nuestras conclusiones. Después de haber reconocido la gran
capacidad de renovación de la Iglesia católica y la capacidad para impulsarse a
pesar del schock de la renuncia de un Papa.
Los primeros días de Papa Francisco han estado
caracterizados por muchos aspectos sobre las diferencias con respecto a su
predecesor. Es cierto que Bergoglio siempre ha llevado a cabo su misión con un
estilo simple, alejándose constantemente de un protocolo objetivamente
anquilosado, de la misma manera que había hecho el Papa Wojtyla desde el inicio
de su Pontificado. Pero ya después de su elección comenzaron a circular
leyendas metropolitanas. Según una de ellas, Francisco habría rechazado la capa de terciopelo rojo bordada diciendo
al maestro de ceremonias pontificias Guido Marini: “¡Esta se la pone usted! El
carnaval ya se acabó”. Un chiste un poco grosero hacia un ceremoniero. Por lo
que ha podido constatar Vatican Insider, estas palabras no salieron nunca de la
boca de Bergoglio. Francisco simplemente dijo que prefería no usarla, sin hacer
ningún chiste sobre el carnaval, sin humillar al obediente maestro de
ceremonias.
La verdadera continuidad entre Benedicto XVI y
Francisco radica en muchos aspectos y en muchas alusiones e insistencias que
hemos escuchado en estos primeros días del nuevo Pontificado: la humildad, la
consciencia de que la Iglesia es guiada por el Señor, el no protagonismo del
Papa. Benedicto XVI, después de su elección, dijo: “el Papa debe hacer
resplandecer la luz de Cristo, no la propia luz”. Francisco, al reunirse con
los periodistas dijo que el “protagonista” es Cristo y no el Papa.
También la sensibilidad ante el cuidado de la
creación (cuyo centro es el hombre) y la defensa del ambiente es un elemento
común entre ambos Pontífices. Por no mencionar el tema del carrierismo y de la
“mundanidad espiritual” en la Iglesia: solamente aquellos que han olvidado las
profundas homilías del Papa Ratzinger sobre estos argumentos pueden creer que
no hay una continuidad esencial . Solamente aquellos que no conocen sus
escritos sobre la liturgia pueden pensar que lo más importante eran los tejidos
y paramentos. En cuanto a la “discontinuidad” entre Ratzinger y Bergoglio,
habría que preguntarse cuánta ayuda recibió Benedicto XVI de sus colaboradores
para transmitir el alma de sus mensajes. De esta manera se puede salvar a Pablo
VI de ciertos “montinianos” que se consideran los únicos custodios de su memoria.
Así habrá que salvar a Benedicto XVI de ciertos “ratzingerianos” que en más de una ocasión han pretendido
enseñarle incluso cómo hacer el Papa.
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