Un
nuevo congreso del Partido de la Revolución Democrática (PRD) llegó y se fue
levantando apenas un poco más de interés que aquellos realizados los últimos
años. Si bien el 14 Congreso Nacional del PRD se miró con cierta expectativa
por los choques internos dentro de esa organización, principalmente por su
participación dentro del llamado Pacto Por México; su inminente elección para
elegir al presidente nacional y órganos de dirección – el Comité Ejecutivo
Nacional es regularmente electo en sesión de consejo nacional - ; y, un
elemento sorpresa que generó algún interés en los medios: la vuelta de
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano a la palestra del perredismo.
El
inmerecido interés y difusión mediáticos a la figura de Marcelo Ebrard, fue en
los hechos concretos de las votaciones y atención a su discurso y propuestas,
mera anécdota.
El
cónclave en sí transcurrió sin mayor sobresalto tomando en cuenta ediciones
pasadas y al hecho de que aquellos que sí hubieran podido producirlos, fueron
amansados al llegar su guía y pastor, el Prof. René Bejarano – esto dicho sin
sarcasmo alguno – a un benéfico acuerdo para su corriente, Izquierda
Democrática Nacional.
Más sobre ello enseguida. La
mayor preocupación de la dirigencia perredista y , en particular, de su
presidente Jesús Zambrano Grijalva, era ratificar la presencia de su partido en
el Pacto Por México, avalado por los representantes de las bases del mayor
partido de izquierda en el país, además de consolidar el método de elección
propuesto y aprobado en la mesa de Estatutos por mayoría aplastante mayoría de
casi 4 – 1.
Obligadamente
habrá que comentar la participación del Ing. Cárdenas. Resulta triste y
preocupante el episodio por el que pasó el fundador y figura central del
movimiento democratizador al interior del Partido Revolucionario Institucional
(PRI) denominado Corriente Democrática; el candidato a la presidencia de la
república por la coalición de partidos denominada Frente Democrático Nacional
que fue birlado de la victoria por un sistema que utilizaba métodos
fraudulentos sin el mínimo pudor; y la señera figura de la democratización del
país. Cárdenas , habiendo sido desplazado del liderazgo amarillo por Andrés
Manuel López , Obrador, mantuvo una “sana distancia” del ámbito público por
varios años fiel a sus
maneras discretas. La posibilidad de promover la candidatura a la presidencia
del PRD a su hijo Lázaro hace algunos años, fue quizá la única incursión
política del michoacano.
La
reforma energética que ha anunciado el presidente Enrique Peña Nieto – cuyo
partido no ha presentado aún su propuesta a discutir en el congreso federal -
ha propiciado el resurgimiento de la figura política del Ingeniero en el tema
seminal de su corriente política, y quizá, de su biografía: el petróleo.
La
utilización de la figura de su padre el general Lázaro Cárdenas del Río,
expropiador del petróleo mexicano para promover la apertura de PEMEX sin duda
representó un golpe a la familia Cárdenas. Produjo el nuevo activismo de CCS y
su renovada presencia en los medios. Aquí entra la poca estatura de muchos
políticos del PRD. Sin duda que como la figura más respectada dentro del
partido, se ha recurrido a él para que solucione, así sea temporalmente, el
ambiente mezquino que priva en el partido como quizá el único factor de unidad
interna. El que se recurra a él, traído desde el retiro a solucionar el
inmanejable sectarismo y faccionalismo de los dirigentes, habla de la
incapacidad, ya histórica, para mantener la unidad orgánica y política, y de la
triste necesidad de un “caudillo”.
El
tres veces candidato presidencial oyó el canto de las sirenas. Creyó que
estábamos en 1993 y no 2013 y exigió las condiciones de entonces: absoluta
autoridad para nombrar al CEN y candidatos plurinominales. Las corrientes
simplemente dieron media vuelta sin agraviar al legendario líder, pues ya le
habían dado la modificación de los estatutos para legalizar la reelección pero
no estarían dispuestos a regalar aquello de lo que viven y que tanto trabajo
les ha costado obtener.
Seguramente
Cárdenas sabe que su verdadera carta es el referéndum que sí promueve y acata
la dirigencia nacional. Pero aún en crisis está aquí la demostración
fehaciente si bien no tan dolorosamente contundente como cuando la marcha
contra el desafuero, de que los tiempos cambiaron.
Mucho
hay que decir sobre el hecho de que principalmente los que buscan obstaculizar
una nueva dirección encabezada por un miembro de Nueva Izquierda, o “los
chuchos” como coloquialmente se les conoce, hayan utilizado su más preciada
figura histórica para impedir lo que parece un hecho: la elección de Carlos
Navarrete Ruiz como nuevo presidente nacional del PRD.
Pero
antes decíamos que la famosa IDN liderada por su más famoso aún pastor Bejarano
– todos los lunes “oficia” en forma de perorata ante sus “feligreses” de corriente
la línea políitica que han de tomar – había alcanzado provechoso acuerdo con
Jesús Zambrano, su antes odiado rival.
La
mesa que discutió la permanencia del PRD en el Pacto por México votó de forma
verdaderamente impredecible hasta ese momento. Los “chuchos” y los “bejaranos”
votaron en bloque a favor de la permanencia amarilla en dicho mecanismo
oficial. La muy extraña conversión de IDN al pacto se vió reforzada por una
advertencia del propio Bejarano desde la tribuna del congreso en que advertía a
sus propios correligionarios que se tendrían que enfrentar a las consecuencias
de dar un voto en contra del nuevo acuerdo. El efecto colateral fue la
indignación de las otras corrientes aliadas a NI y con presencia en las mesas
del pacto: Alianza Democrática Nacional (ADN) y Foro Nuevo Sol quienes votaron
en contra de la propuesta. Se presume que Bbejarano sacó lo que siempre fue un
secreto a voces: espacios en ls mesas del Pacto. Esto es, su oposición
vociferante a veces, no era porque no le gustara, sino porque no lo dejaban
entrar. Ésta nueva correlación ha dejado heridos a los aliados tradicionales de
NI que ya construían su adhesión a la candidatura de Carlos Navarrete. ¿Cuánto
afectará a la llamada “Tendencia”? No lo sabemos. ¿ Qué tanto respetará Bejarano
a Zambrano y la posible candidatura de unidad? Lo sabemos aún menos.
Lo
que sí podemos decir es que las cosas tomaron un giro diferente distinto a lo
esperado. Será asunto que la muy reconocida capacidad de diálogo y acuerdo de
los “chuchos” sin duda buscará recomponer en aras, si no de la unidad, de una
opción ganadora que podrá conducir al PRD como un todo en la arena política
nacional..
*Antonio
Mondragón Duarte cursó Relaciones Internacionales en la FCPyS de la UNAM.
Trabajó como Secretario Técnico de la fracción del PRD en el Senado de la
República durante las legislaturas LIV y LV. Fue secretario internacional del
presidente nacional del PRD y subsecretario de asuntos internacionales de ese
partido 1993 – 1996. Fue vicepresidente mundial de IUSY, la Internacional
Socialista Juvenil, Se ha desempeñado como asesor parlamentario y docente.
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