27 nov 2013

El Congreso del PRD/Antonio Mondragón


 Un nuevo congreso del Partido de la Revolución Democrática (PRD) llegó y se fue levantando apenas un poco más de interés que aquellos realizados los últimos años. Si bien el 14 Congreso Nacional del PRD se miró con cierta expectativa por los choques internos dentro de esa organización, principalmente por su participación dentro del llamado Pacto Por México; su inminente elección para elegir al presidente nacional y órganos de dirección – el Comité Ejecutivo Nacional es regularmente electo en sesión de consejo nacional - ; y, un elemento sorpresa que generó algún interés en los medios: la vuelta de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano a la palestra del perredismo.

El inmerecido interés y difusión mediáticos a la figura de Marcelo Ebrard, fue en los hechos concretos de las votaciones y atención a su discurso y propuestas, mera anécdota.
 El cónclave en sí transcurrió sin mayor sobresalto tomando en cuenta ediciones pasadas y al hecho de que aquellos que sí hubieran podido producirlos, fueron amansados al llegar su guía y pastor, el Prof. René Bejarano – esto dicho sin sarcasmo alguno – a un benéfico acuerdo para su corriente, Izquierda Democrática Nacional. 

Más sobre ello enseguida. La mayor preocupación de la dirigencia perredista y , en particular, de su presidente Jesús Zambrano Grijalva, era ratificar la presencia de su partido en el Pacto Por México, avalado por los representantes de las bases del mayor partido de izquierda en el país, además de consolidar el método de elección propuesto y aprobado en la mesa de Estatutos por mayoría aplastante mayoría de casi 4 – 1.
 Obligadamente habrá que comentar la participación del Ing. Cárdenas. Resulta triste y preocupante el episodio por el que pasó el fundador y figura central del movimiento democratizador al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI) denominado Corriente Democrática; el candidato a la presidencia de la república por la coalición de partidos denominada Frente Democrático Nacional que fue birlado de la victoria por un sistema que utilizaba métodos fraudulentos sin el mínimo pudor; y la señera figura de la democratización del país. Cárdenas , habiendo sido desplazado del liderazgo amarillo por Andrés Manuel López , Obrador, mantuvo una “sana distancia” del ámbito público por varios años fiel a sus maneras discretas. La posibilidad de promover la candidatura a la presidencia del PRD a su hijo Lázaro hace algunos años, fue quizá la única incursión política del michoacano.
 La reforma energética que ha anunciado el presidente Enrique Peña Nieto – cuyo partido no ha presentado aún su propuesta a discutir en el congreso federal - ha propiciado el resurgimiento de la figura política del Ingeniero en el tema seminal de su corriente política, y quizá, de su biografía: el petróleo.
 La utilización de la figura de su padre el general Lázaro Cárdenas del Río, expropiador del petróleo mexicano para promover la apertura de PEMEX sin duda representó un golpe a la familia Cárdenas. Produjo el nuevo activismo de CCS y su renovada presencia en los medios. Aquí entra la poca estatura de muchos políticos del PRD. Sin duda que como la figura más respectada dentro del partido, se ha recurrido a él para que solucione, así sea temporalmente, el ambiente mezquino que priva en el partido como quizá el único factor de unidad interna. El que se recurra a él, traído desde el retiro a solucionar el inmanejable sectarismo y faccionalismo de los dirigentes, habla de la incapacidad, ya histórica, para mantener la unidad orgánica y política, y de la triste necesidad de un “caudillo”.
 El tres veces candidato presidencial oyó el canto de las sirenas. Creyó que estábamos en 1993 y no 2013 y exigió las condiciones de entonces: absoluta autoridad para nombrar al CEN y candidatos plurinominales. Las corrientes simplemente dieron media vuelta sin agraviar al legendario líder, pues ya le habían dado la modificación de los estatutos para legalizar la reelección pero no estarían dispuestos a regalar aquello de lo que viven y que tanto trabajo les ha costado obtener.
 Seguramente Cárdenas sabe que su verdadera carta es el referéndum que sí promueve y acata la dirigencia nacional. Pero aún en crisis está aquí la demostración fehaciente si bien no tan dolorosamente contundente como cuando la marcha contra el desafuero, de que los tiempos cambiaron.
 Mucho hay que decir sobre el hecho de que principalmente los que buscan obstaculizar una nueva dirección encabezada por un miembro de Nueva Izquierda, o “los chuchos” como coloquialmente se les conoce, hayan utilizado su más preciada figura histórica para impedir lo que parece un hecho: la elección de Carlos Navarrete Ruiz como nuevo presidente nacional del PRD.
 Pero antes decíamos que la famosa IDN liderada por su más famoso aún pastor Bejarano – todos los lunes “oficia” en forma de perorata ante sus “feligreses” de corriente la línea políitica que han de tomar – había alcanzado provechoso acuerdo con Jesús Zambrano, su antes odiado rival.
 La mesa que discutió la permanencia del PRD en el Pacto por México votó de forma verdaderamente impredecible hasta ese momento. Los “chuchos” y los “bejaranos” votaron en bloque a favor de la permanencia amarilla en dicho mecanismo oficial. La muy extraña conversión de IDN al pacto se vió reforzada por una advertencia del propio Bejarano desde la tribuna del congreso en que advertía a sus propios correligionarios que se tendrían que enfrentar a las consecuencias de dar un voto en contra del nuevo acuerdo. El efecto colateral fue la indignación de las otras corrientes aliadas a NI y con presencia en las mesas del pacto: Alianza Democrática Nacional (ADN) y Foro Nuevo Sol quienes votaron en contra de la propuesta. Se presume que Bbejarano sacó lo que siempre fue un secreto a voces: espacios en ls mesas del Pacto. Esto es, su oposición vociferante a veces, no era porque no le gustara, sino porque no lo dejaban entrar. Ésta nueva correlación ha dejado heridos a los aliados tradicionales de NI que ya construían su adhesión a la candidatura de Carlos Navarrete. ¿Cuánto afectará a la llamada “Tendencia”? No lo sabemos. ¿ Qué tanto respetará Bejarano a Zambrano y la posible candidatura de unidad? Lo sabemos aún menos.
 Lo que sí podemos decir es que las cosas tomaron un giro diferente distinto a lo esperado. Será asunto que la muy reconocida capacidad de diálogo y acuerdo de los “chuchos” sin duda buscará recomponer en aras, si no de la unidad, de una opción ganadora que podrá conducir al PRD como un todo en la arena política nacional..
*Antonio Mondragón Duarte cursó Relaciones Internacionales en la FCPyS de la UNAM. Trabajó como Secretario Técnico de la fracción del PRD en el Senado de la República durante las legislaturas LIV y LV. Fue secretario internacional del presidente nacional del PRD y subsecretario de asuntos internacionales de ese partido 1993 – 1996. Fue vicepresidente mundial de IUSY, la Internacional Socialista Juvenil, Se ha desempeñado como asesor parlamentario y docente.

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