Un
millón para el Papa. Los mártires laicos, "primeros apóstoles en
Corea"
Papa
Francisco en Seúl beatifica a 124 coreanos que hace dos siglos perdieron la
vida debido a su fe. Ayudaron a los pobres y «su ejemplo tiene mucho que
decirnos, que vivimos en una sociedad en la que al lado a inmensas riquezas
crece de forma silenciosa la más abyecta pobreza»
ANDREA
TORNIELLI
Vatican Insider, SEÚL
«Los
laicos fueron los primeros apóstoles de Corea». Hace calor mientras cientos de
miles de fieles (800 mil según el cálculo de padre Lombardi; un millón según
los organizadores) escuchan en absoluto silencio las palabras de Papa
Francisco, que en la enorme plaza de la Puerta de Gwanghwamun en Seúl acaba de
beatificar a 124 nuevos mártires coreanos, en este tercer día de su viaje
asiático. Fue la ocasión para que el Papa insistiera en la importancia de los
laicos para la misión de la Iglesia. Francisco saludó a las personas de la
plaza lo más que pudo, sobre todo a los familiares de las víctimas del ferry
"Se Wol", con quienes se detuvo a charlar.
La
misa, celebrada con los paramentos rojos, color que simboliza el martirio,
comenzó con el rito de beatificación. Paul Yun Ji-Chung y sus 123 compañeros
mártires constituyen la primera generación de católicos coreanos. Paul fue
martirizado con su primo por haber violado los rituales confucianos al
organizar funerales católicos para su madre. En el grupo de compañeros, todos
laicos, hay un solo sacerdote, James Ju Mun-mo, chino, que fue el primer
sacerdote que pisó la península coreana, el primero que celebró misa en esta
tierra. Era famoso por su compromiso misionero y, a seis años de su llegada,
los católicos eran 10 mil. Después de su decapitación, su cabeza fue expuesta
al público. Un gran y largo aplauso saludó la proyección de la imagen de los
124 nuevos mártires en las dos mega-pantallas que había a ambos lados del
altar.
«Cristo
es victorioso y su victoria es la nuestra. Hoy celebramos esta victoria en
Paolo Yun Ji-chung y en sus 123 compañeros», dijo Francisco en la homilía. «
«Todos
vivieron y murieron por Cristo y ahora reinan con Él en la alegría y en la
gloria […] en la muerte y en la resurrección de su hijo, Dios nos ha dado la
victoria más grande de todas». Bergoglio subrayó la importancia de su vocación
laica en virtud del bautismo. «En la misteriosa providencia de Dios, la fe
cristiana no llega a a Corea mediante los misioneros; entró gracias a los
corazones y las mentes de la misma gente coreana. Fue estimulada por la
curiosidad intelectual, por la búsqueda de la verdad religiosa. Mediante un
encuentro inicial con el Evangelio, los primeros cristianos abrieron sus mentes
a Jesús. Querían conocer más sobre este Cristo que sufrió, murió y resucitó de
entre los muertos».
«Los
laicos fueron los primeros apóstoles de Corea -dijo el Papa. ¡Esta historia nos
dice mucho sobre la importancia, la dignidad y la belleza de la vocación de los
laicos!». Francisco recordó a los sacerdotes y a los consagrados que Jesús no
pide «alejarnos del mundo», sino que los envía para que sean «levadura de
santidad y verdad. Los mártires nos indican el camino».
El
Papa después dijo que los nuevos beatos «sabían el precio de ser discípulos,
estaban dispuestos a grandes sacrificios y a dejarse despojar de todo lo que
pudiera alejarles de Cristo: los bienes de la tierra, el prestigio, el honor,
porque sabían que solo Cristo era su verdadero tesoro». Hoy, «a menudo experimentamos
que nuestra fe es puesta a la prueba en el mundo, y de muchísimas maneras se
nos pide llegar a compromisos sobre la fe, diluir las exigencias radicales del
Evangelio y adecuarnos al espíritu de los tiempos. Sin embargo, los mártires
nos llaman a poner a Cristo por encima de todo y a ver todo lo demás en este
mundo en relación con Él y con su reino eterno. Ellos nos provocan para que nos
preguntemos si hay algo por lo que estaríamos dispuestos a morir».
Además,
desde su cuenta de Twitter, Francisco indicó al mundo que "Los mártires
nos enseñan que la riqueza, el prestigio y el honor son de poca importancia:
Cristo es el único y verdadero tesoro"
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