La
iglesia también ‘descarta’ a las víctimas: Alberto Athié
- Aunque el papa Francisco tiene claro el problema de la pederastia, se comportó de manera similar a Juan Pablo II cuando protegió a un cardenal.
PARIS
ALEJANDRO SALAZAR | NACIÓN |
La Silla Rota, 2016-02-19 15:39:00
CIUDAD
DE MÉXICO (La Silla Rota).- Al no abordar el papa Francisco los delitos de
pederastia cometidos por clérigos católicos y omitir hablar sobre Ayotzinapa,
los miles de desaparecidos, los feminicidios, quedó evidenciado que “la iglesia
también descarta a las víctimas”, afirmó el ex sacerdote Alberto Athié, en
entrevista con La Silla Rota.
Señaló
que para la visita del máximo jerarca católico a México, se habría negociado
para que una serie de temas no fueran tocados y que algunas reuniones no se
realizarán, “con lo que vimos que no sólo los políticos, los empresarios, los
narcotraficantes, sino también la iglesia descarta a las víctimas, lo que
implica un nuevo agravio”.
Ante
las declaraciones del papa Francisco –en el vuelo de regreso al Vaticano- sobre
la renuncien los obispos que protegen a curas pederastas, señaló que es tardía,
pero que revela que es consciente de la problemática.
“Esa
afirmación del Papa me parece muy importante, porque por un lado, obviamente
tiene muy claro que existen obispos que encubren no sólo en otras partes del
mundo sino también en México, y que esos obispos que encubren a sacerdotes no
deben continuar ejerciendo su ministerio de obispos”, indicó.
Alberto
Athié aseguró que al papa Francisco le faltó contundencia y compromiso para
combatir estos delitos que se siguen presentando, ya que él puede hacer más
porque se sancione a quienes han incurrido en este delito.
“No
es todo, porque encubrir a un pederasta en México y en cualquier otro país, es
un delito y debería también rendir cuentas ante las autoridades civiles, pero
(el papa Francisco) no toca eso, lo único que dice es habría que presentar la
renuncia, que cuando él tendría abrirles un proceso de acuerdo al nuevo
tribunal eclesiástico (regido por la Congregación para la Doctrina de la Fe)
que abrió, con pruebas distintas a las que presente un obispo”, señaló.
El
ex sacerdote expuso que si papa trató de justificar que no se abordó los
delitos de pederastia cometidos por los sacerdotes por el trabajo previo
realizado por del cardenal Joseph Ratzinger y luego Benedicto XVI, “cuando
realmente sabemos que es totalmente falso”, porque hay un mecanismo de
protección dentro de la iglesia.
“El
trabajo de Ratzinger fue mantener el asunto congelado teniendo toda la
información del mundo hasta el último momento ya de la muerte del papa Juan
Pablo II, fue cuando decide abrir la investigación a finales de 2004, y luego
mandar a su casa a (Marcial) Maciel sin tocarlo. Hasta el 2010 cuando ya había
muerto, decir efectivamente había cometido crímenes y delitos”, explicó.
Aunque
el papa Francisco tiene claro el problema de la pederastia, se comportó de
manera similar a Juan Pablo II cuando protegió a un cardenal que encubrió a
sacerdotes de su diócesis”, apuntó Alberto Athié.
“Está
consciente de la gravedad de una realidad que se había negado por muchos años,
el mismo Juan Pablo II sacó al cardenal (Bernard) Law, que había encubierto
muchos sacerdotes de su diócesis, y lo sacó del país para que no lo juzgaran
por encubrimiento, delito gravísimo en los Estados Unidos. (El papa Francisco)
es consciente de esto, sin embargo, sacó a (Jozef) Wesolowski de Republica
Dominicana, en los mismos términos en que lo hizo Juan Pablo II y se lo llevó”,
aseguró.
Adelantó
que se promoverá en México una iniciativa para denunciar y presentar evidencias
contra clérigos que hayan incurrido en el delito de pederastia para que sean
retirados de su ministerio y también puedan cumplir una sentencia civil.
“Esta
palabra aunque es tardía y no va a tener el mismo efecto que si lo hubiera
dicho en la catedral, hay que tomársela, y eso es lo que vamos a hacer, vamos a
tomarle la palabra, vamos a enviar todos los elementos que tenemos, todas las
pruebas, de todos los que sabemos que han encubierto en México, el cardenal
(Norberto) Rivera con Maciel, con Nicolás Aguilar, con el padre Carlos López,
el arzobispo de San Luis Potosí, con el caso de Eduardo Córdova, el arzobispo
de Oaxaca con el caso con el caso del padre Silvestre, y otros obispos que
tenemos elementos para ellos”, aseveró Alberto Athié.
Caso
padre Silvestre Hernández (Oaxaca)
El
sacerdote de la arquidiócesis de Antequera, Gerardo Silvestre Hernández, desde
el año 2006 cometió múltiples abusos sexuales en contra de más de 45 niños de
cuatro comunidades indígenas del estado de Oaxaca (Huitzo, Camotlán, Villa Alta
y San Juan y Santa María Ozolotepec), encubierto por el arzobispo de la
arquidiócesis de Antequera José Luis Chávez Botello.
En
el año 2006 el padre Silvestre Hernández ocupó un interinato de seis meses en
la parroquia de Huitzo, en donde abusó sexualmente de un niño de nueve años de
edad que era acólito de la parroquia, se interpone la primera denuncia en el
año 2012, quedó asentado en la averiguación previa 22/DS/2012.
En
el año 2008 es trasladado a la parroquia de Camotlán, donde se presume que
durante su estancia abuso de 45 víctimas, entre las cuales hay un anciano y el
resto son niños.
El
Diacono Ángel Noguera y el padre Apolonio informan al Arzobispo José Luis
Chávez Botello de las violaciones cometidas por el padre Silvestre Hernández en
la Parroquia de Camotlán. Chávez Botello ordena al Padre Apolonio que no
interviniera más escuchando a las víctimas, con la justificación de que con
ello dividía a la iglesia y al clero, al enterarse de lo sucedido Chávez
Botello trasladó al padre Silvestre Hernández a la parroquia principal de la
sierra, Villa Alta, en donde lo nombra Decano de la región, en dicha región
sigue cometiendo abusos contra niños de la comunidad entre el año 2009 y 2010;
un profesor de la comunidad graba las confesiones de dos amigos del padre
Silvestre Hernández donde aportan información que el mismo Silvestre Hernández
les había comentado sobre su conducta.
En
julio del 2009 un grupo de siete sacerdotes dio aviso al Arzobispo de la Arquidiócesis de
Antequera, José Luis Chávez Botello sobre los delitos y abusos cometidos por el
padre Silvestre Hernández. El arzobispo fue omiso a los señalamientos, enviando
al padre Wilfrido Mayrén Peláez, (conocido como padre Uvi, apoderado de la
Diócesis), a Villa Alta para amedrentar a la madre de una de las víctimas, la
cual había denunciado los hechos cometidos por Silvestre Hernández en contra de
su hijo.
El
arzobispo José Luis Chávez Botello lo vuelve a trasladar esta vez a la
parroquia de San Juan y Santa maría Ozolotepec cumpliendo allí un interinato de
un año.
El
12 de julio de 2010 los Sacerdotes denunciantes enviaron una carta al Vaticano
señalando su preocupación por los casos de abuso sexual cometidos, alertando
sobre el probable encubrimiento del arzobispo José Luis Chávez Botello hacia el
padre Silvestre Hernández por los múltiples casos de abuso sexual cometidos
contra niños indígenas zapotecos de la sierra.
Después
de hacer llegar la carta al Vaticano y de dar a conocer los casos de abuso
sexual cometidos por el padre Silvestre Hernández contra niños indígenas, el
Vaticano ordena una investigación sobre la presunta culpabilidad del padre
Silvestre Hernández, el arzobispo de Puebla Monseñor Víctor Sánchez fue quien
realizó la investigación llamando a los sacerdotes presentados por el arzobispo
José Luis Chávez Botello para ser testigos del caso, al igual llamó a declarar
a los sacerdotes firmantes del documento enviado a la Congregación para la
Doctrina de la Fe.
Desde
un principio los sacerdotes llamados por el arzobispo José Luis Chávez Botello
trataron de inculpar a los sacerdotes denunciantes, aludiendo que éstos tenían
problemas de poder y psicológicos por lo cual querían confrontarse con el
arzobispo. El arzobispo Víctor Sánchez se esmeró por ser imparcial, conociendo
también la situación personal del padre Uvi en relación con el arzobispo José
Luis Chávez Botello; escuchó a todos los sacerdotes pero nunca llamó a
testificar a las víctimas y familiares de estas.
El
17 de febrero de 2011la Congregación para la Doctrina de la Fe concluye por la
información enviada por el arzobispo Víctor Sánchez que “Sobre el Rev.
Silvestre Hernández no pesa denuncia verosímil que justifique la intervención
de este Dicasterio en su ámbito de competencia, por lo que la causa queda
desestimada en su mérito”.
En
febrero del 2012 se da a conocer en los medios locales y nacionales la denuncia
por parte del papá de un niño de la comunidad parroquial de Huitzo, agredido
sexualmente en el año 2006 por el padre Silvestre Hernández, iniciándose la
averiguación previa 22/DS/2012 por parte de la autoridad civil, por el presunto
delito de abuso sexual contra niños indígenas zapotecos cometidos por el padre
Silvestre Hernández, por lo que el arzobispo José Luis Chávez Botello retira al
padre Gerardo Silvestre Hernández de la parroquia de San Juan y Santa María
Ozolotepec.
El
12 de agosto del 2013 la agencia del Ministerio Público adscrita a la Subprocuraduría
de Delitos contra Mujer por razón de género ejercitó la acción penal en contra
de Silvestre Hernández, por el delito de corrupción de menores, solicitando la
orden de aprehensión correspondiente.
El
juez Séptimo Penal del Distrito Judicial del Centro libró la orden de
aprehensión correspondiente, bajo el
proceso penal 140/2013 por el delito corrupción de menores. El 29 de noviembre
del 2013 el padre Gerardo Silvestre Hernández es recluido en el centro de
Reinserción Social número 12, con sede en Tlaxiaco.
El
5 de diciembre del 2013 el juez Séptimo Penal del Distrito Judicial del Centro,
dictó auto de formal prisión en contra de Silvestre Hernández en virtud de
encontrar acreditados los elementos por el delito de corrupción de menores y su
probable responsabilidad. Declinó la competencia hacia el Juzgado Mixto de
Primera Instancia de Villa Alta, en razón de que los hechos ocurrieron en dicha
comunidad, bajo el expediente penal número 01/2014.
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