Otros desgarradores testimonios fueron presentados el 28 de abril en la sede de la ONU.
El
activista Jacqueline Isaac ha contado la tremenda historia de una pequeña
cristiana residente en Mosul quemada viva por los terroristas del Estado
Islámico de Irak y Siria (Isis)
Jacqueline Isaac, activista que con la organización Roads of Success rescata niñas de las garras del Estado Islámico, compartió el caso durante el Congreso Internacional WeAreN2016, en defensa de la libertad religiosa y otros derechos humanos, realizado en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, a fines de abril.
La historia la recoge el diario diario británico Telegraph, quien revela que los sicarios del ISIS llegaron al hogar
familiar a reclamar el ‘yizya’, un impuesto revolucionario que los yihadistas
cobran a las minorías que residen en la zona, como los cristianos, musulmanes
chiitas o alauitas.
La
pequeña se encontraba en la ducha mientras los terroristas exigían el tributo.
La madre reclamó a los hombres que esperasen a que su hija saliera del baño,
a lo que éstos se negaron. En ese momento, sin ningún tipo de miramiento,
decidieron prenderle fuego con una antorcha al baño con la pequeña dentro. La
propia Isaac relató las palabras de la madre en una conferencia, celebrada el
pasado mes en Nueva York, sobre la terrible experiencia de los cristianos a
manos del Estado Islámico: "Me dijeron: 'no tienes unos segundos' y
encendió la casa con una antorcha desde el baño a la hija se duchaba en
él."
La
niña sobrevivió al incendio provocado pero finalmente falleció en el hospital a
causa de las quemaduras de cuarto y tercer grado. "La llevaron rápidamente
al hospital y la pequeña murió en los brazos de su madre. Lo último que le dijo
fue: "perdónalos".
Otros
desgarradores testimonios fueron presentados el 28 de abril en la sede de la
ONU.
Entre
estos se encontraba la historia de Samia Sleman, una joven yazidí secuestrada y
convertida en esclava sexual por ISIS.
Los
terroristas musulmanes guardan particular odio por los yazidíes –creyentes de
una religión antigua y previa al Islam– porque los consideran adoradores del
demonio.
“Por
favor, sálvennos del ISIS”, clamó Samia, y aseguró que “solo la comunidad
cristiana internacional puede salvarnos”.
Samia
recordó que los militantes del Estado Islámico “violaban a niñas yazidíes de 7
y 8 años y mataban a los hombres y mujeres mayores”.
“Solo
querían a las niñas como esclavas sexuales”, dijo, y señaló entre lágrimas que
“nos vendían o nos regalaban”.
Jacqueline
Isaac apuntó a otro caso, en el que “una niña se murió porque la violaron
tantas veces que su cuerpo no pudo aguantar más”.
El
Congreso WeAreN2016 solicitó a las Naciones Unidas que reconozcan, como lo
hicieron previamente el Parlamento Europeo y Estados Unidos, que el Estado
Islámico ejecuta un genocidio contra cristianos y otras minorías religiosas en
Medio Oriente.
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