Revista PROCESO # 2151, A 20 de enero de 2018
Insiste el PRD en que el gobierno le apadrine su "pacto por la paz”/ÁLVARO DELGADO
El nuevo presidente nacional del PRD, Manuel Granados Covarrubias, sostiene que Miguel Ángel Mancera no es su jefe político y se define como articulador de los esfuerzos de todas las expresiones de ese partido, de ahí su “preocupación” por lograr un acuerdo nacional por la paz con el gobierno federal. Esta iniciativa lo llevó a reunirse con Miguel Ángel Osorio Chong cuando era titular de la Secretaría de Gobernación, y con su sucesor Alfonso Navarrete Prida. Para él lo prioritario, ahora, es el asesinato de militantes del PRD; después vendrá el asunto de las campañas electorales y el intervencionismo del gobierno en las elecciones.
Frustrada su candidatura presidencial ante el panista Ricardo Anaya, el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, al menos logró colocar en la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en el que ni siquiera milita, a Manuel Granados Covarrubias.
–¿Mancera es su jefe político? –se le pregunta a Granados.
–Mancera es mi amigo y lo será toda mi vida.
–¿Manda Mancera en el PRD?
–Manda Manuel Granados.
Exdiputado local del PRD, del que fue coordinador parlamentario, y consejero jurídico de Mancera hasta el 9 de diciembre, cuando asumió el cargo, Granados se define como articulador de los esfuerzos de todas las expresiones de ese partido.
–¿Pero Mancera influye en usted, siendo su promotor?
–Yo escucho siempre a los gobernadores del PRD, incluido Miguel Ángel Mancera, tomo opinión de los líderes de las expresiones, genero acuerdos y tomo decisiones.
Granados Covarrubias es un iztapalapense de 43 años, doctor en derecho y administración pública e hijo del exdiputado priista Manuel Granados Chirinos. Su arribo a la dirigencia del PRD, en el que milita desde hace tres años, ha implicado un acelerado aprendizaje de la lógica interna de este partido que está a la baja.
–¿El PRD está desahuciado?
–De ninguna manera. El partido que recibo está en unidad y mi elección fue por unanimidad de todas las expresiones.
–Ocupa la silla que ocuparon Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador, que ya no están en el PRD.
–Tengo una amplia comunicación con Muñoz Ledo y con Cárdenas. Tenemos encuentros periódicos y eso genera también intercambio de ideas.
Pero por el PRD no votan ni sus militantes: En este partido militan 5.2 millones de personas, según las cifras que oficializó el Instituto Nacional Electoral (INE), pero en los comicios federales de 2015 sólo obtuvo 4 millones 335 mil votos.
Pacto por la paz
Ahora el PRD ha decidido aliarse de manera casi total con los partidos Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC) para lanzar a un candidato común a la Presidencia de la República, diputados federales y senadores, así como en elecciones estatales, en un entorno de violencia que dio a Granados la oportunidad de encabezar su primera acción como presidente de su partido, además de vestir a Anaya con un chaleco amarillo que le quedó grande.
En efecto, Granados se reunió el viernes 5 con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para expresarle su preocupación por el asesinato de militantes del PRD en Jalisco, Nayarit, Baja California Sur, Tabasco y Guerrero, y, sobre todo, para proponerle convocar a un acuerdo nacional por la paz.
“Mi acercamiento con Osorio tuvo como propósito, primero, expresar nuestra preocupación por el incremento de la violencia. En segundo término, proponer una reconciliación social y un encuentro amplio, no sólo con los actores políticos, sino con las instituciones que en materia de seguridad pudieran darnos a nosotros una radiografía para facilitar los protocolos de actuación para generar coincidencias, y donde somos gobierno también aportar propuestas.”
Granados le explicó a Osorio Chong que en el PRD se considera que la coordinación institucional en materia de capacitación y profesionalización, así como de seguimiento de los protocolos de seguridad, puede generar condiciones para el “gran acuerdo nacional por la paz” que le propuso.
–¿Y él a qué se comprometió?
–En primer término, decía que el aspecto fundamental era efectivamente preservar, desde las instituciones, el orden y la seguridad. Y se comprometió a convocarnos a una mesa amplia para revisar los protocolos de seguridad durante el proceso electoral. Pero yo fui más allá: Le dije que tendría que ser un programa nacional, no de las campañas, no de blindar a los candidatos. Lo que nosotros decimos es: ¿Cómo hacemos para pactar un gran acuerdo nacional que nos permita disminuir entre todos la incidencia? Ese es el planteamiento.
–¿Y qué respondió Osorio?
–Dijo que íbamos a reunirnos la siguiente semana, que él iba a convocar a esa mesa amplia de partidos políticos y de autoridades que tuviera que incidir en esta materia, cosa que ya no se logró por su salida de la Secretaría de Gobernación.
En efecto, cinco días después, el miércoles 10, Osorio Chong renunció como secretario de Gobernación y lo sustituyó Alfonso Navarrete Prida, a quien inmediatamente Granados le solicitó audiencia para formularle el mismo planteamiento.
“Me la dio, pero coincidió con un evento público y me impidió estar en esa reunión”, lamenta Granados, luego de que el nuevo titular de Gobernación, responsable de la relación del gobierno federal con los partidos políticos, le dio la cita para el lunes 15, justo el día en que Anaya fue a la sede nacional del PRD a ser ungido como su candidato presidencial.
Ese mismo día fue la entrevista de Granados con el reportero, a quien le adelantó que le haría a Navarrete Prida el mismo planteamiento que le hizo a Osorio: “Nuestro principal eje es cómo contribuimos desde el PRD a recobrar la paz en el país”.
La reunión de Granados con el secretario de Gobernación se celebró el jueves 18, al término de la cual el funcionario admitió, ante la prensa, que México atraviesa por un “ciclo muy negativo” en materia de seguridad y llamó a que los gobiernos de los estados y federal actúen con responsabilidad “sin estarnos echando la bolita”.
Navarrete Prida retomó lo que le planteó Granados, en el sentido de que lo procedente era instalar una mesa de diálogo, no formular un pacto de civilidad:
“No es un tema de pactos de civilidad o no, la legislación en materia electoral es muy clara, sino de condiciones que permitan dentro de un marco de paz, civilidad, poner sobre la mesa preocupaciones de partidos políticos y sus dirigentes, y que el gobierno, asumiendo su responsabilidad, pueda coadyuvar a que se desarrolle este año en las mejores condiciones posibles para los mexicanos.”
Tras la reunión y esta declaración, el presidente del PRD reconoce que Navarrete Prida ha sido receptivo no sólo en cuanto a las agresiones y asesinatos de perredistas, sino a la propuesta de instalar una mesa de diálogo amplia para revisar el tema de la violencia en el país,
“El aceptó esta propuesta, va a convocar a esta mesa de diálogo amplia con los partidos políticos, donde se revise esta información regional con base en la información que cada uno de nosotros tenga en ese sentido. Ese fue el principal acuerdo.”
–¿En la reunión hizo un diagnóstico de la violencia en el país?
–No. Sólo lo que respondió a los medios, en que reconocía que había un esquema que habrá que revisar de manera inmediata en los estados, justo por la propuesta que realizó el PRD.
–¿Le dio fecha para instalar esta mesa?
–No. Él dijo que a la brevedad estaría atendiendo este tema e instruyó al subsecretario de Gobierno (Manuel Cadena) a que le hiciera el planteamiento del primer encuentro.
–¿Qué evaluación hace de esa actitud?
–La verdad es que para nosotros es una preocupación al interior del PRD que, primero, se le dé seguimiento al asesinato de nuestros compañeros, que se nos informe de las carpetas de investigación correspondientes y generar estas condiciones de seguimiento, y, por otro lado, revisar que, más allá del proceso electoral, tiene que ver con los niveles de violencia en el país y que habría que poner un esquema de coordinación institucional.
Tal como Navarrete Prida les dijo a los periodistas, la mesa no es un pacto de civilidad, subraya Granados: “Le dije: ‘El planteamiento no es un pacto de civilidad, no vengo a proponer un pacto, sino cómo revisamos las estrategias, los protocolos, en dónde participamos nosotros para generar un acuerdo amplio que garantice la paz”.
El gobierno en las elecciones
Pese a que los cambios en el gabinete de Enrique Peña Nieto han sido interpretados como parte de una estrategia para favorecer a los candidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), entre ellos al presidenciable José Antonio Meade, Granados aclara que no habló con Navarrete del eventual intervencionismo del gobierno en las elecciones. “Nada en materia electoral, sólo la seguridad”.
–¿No preocupa al PRD que puedan darse, desde el gobierno, acciones a favor del candidato del PRI y en contra de la oposición?
–No, mi diálogo fue únicamente en términos de los temas que nos preocupan: El esclarecimiento de los asesinatos de nuestros compañeros y el tema de la seguridad nacional.
–¿No ve relevante advertir que no intervenga el gobierno en la elección?
–Eso será un tema de agenda que seguramente tendremos que revisar en el Frente y generar algún acuerdo.
“Con México al Frente”, la alianza de PAN-PRD-MC, no ha formulado, en efecto, ningún planteamiento formal sobre el eventual intervencionismo del gobierno de Peña en las elecciones, y de hecho tampoco ha emitido un pronunciamiento conjunto sobre la propuesta de Granados al gobierno sobre la violencia.
–¿Ya platicó de esto con los presidentes de PAN y MC?
–Sí, estamos en un frente. Yo creo que todos estamos en una agenda común. La preocupación de todos es la violencia que hay en el país y esta medida no debería implicar, bajo ninguna circunstancia, un freno político en una decisión en la que todos coincidimos.
–¿Y con Morena y con el PRI?
–Ellos tendrán que fijar sus posiciones sobre este particular.
Barrales, limpia
Como consejero jurídico del gobierno de Mancera, Granados tuvo relevancia clave en uno de sus proyectos: la aprobación de su primera Constitución, y las circunstancias políticas lo han hecho que sea sucesor de Alejandra Barrales, la virtual candidata a jefa de Gobierno de la CDMX, tanto en la Asamblea Legislativa como en el PRD.
En 2012, Granados asumió la Comisión de Gobierno de la ALDF que dejó Barrales, quien perdió la nominación para jefa de gobierno ante Mancera, y como tal investigó las acusaciones contra ella por presuntos desvíos del Fideicomiso de Apoyo a la Educación y Empleo de las y los Jóvenes, que otorgaron becas a instituciones privadas, que a su vez devolvieron recursos en especie usados por ella en la campaña interna por la candidatura del PRD.
–¿Tiene pendientes Barrales por las becas?
–No –responde Granados–: La investigación se hizo, se hicieron las denuncias correspondientes y no hay ninguna responsabilidad para los legisladores y no hay tampoco una responsabilidad directa de quienes integraron esa legislatura. Hubo trabajadores administrativos a los que se les inició en su momento la averiguación correspondiente.
Granados relevó a Barrales como presidenta del PRD, en cuya gestión se le atribuyen, por parte de perredistas, despilfarros y maniobras para un supuesto esquema de austeridad para donar recursos a los damnificados del terremoto de septiembre, que ni siquiera se ha concretado.
–¿Tampoco tiene pendientes Barrales en el PRD?
–No. Tenemos un PRD con finanzas sanas.
Cuidadoso en sus respuestas, el presidente del PRD es bondadoso con Peña Nieto y los saldos de cinco años de gobierno. Esta es su opinión:
“Al final calculamos nosotros que, como todo actor político, ha generado una forma de gobierno propia, en algunos puntos no incidente con el PRD, pero que lo que más importa en verdad son las y los mexicanos: cómo disminuimos la brecha de la pobreza. ¿Hay indignación social? Sí, por el tema de la desigualdad, el tema de la pobreza, de la falta de oportunidades. Pero eso es todo un proceso, justo en este momento que estamos en una campaña electoral o en ciernes a su inicio, lo que diferenciará a unos de otros es la propuesta.”
–Hablando como presidente del PRD, ¿ha sido buen presidente Peña Nieto?
–Peña Nieto tiene también esta valoración ciudadana. O sea, las mediciones ahí están. Más allá del PRD es la respuesta del conjunto de mexicanas y mexicanos.
–¿Cómo es?
–Pues que no tiene un buen resultado en su gobierno, no tiene un resultado social que han decidido aceptar los mexicanos.
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