El Papa llamó a los jóvenes a no "photoshopear" la realidad ni el corazón
"Los filtros de colores y la alta definición sólo van bien en los videos, pero nunca podemos aplicárselos a los amigos", dijo Francisco
Elisabetta Piqué /
La Nación, 21 de enero de 2018
LIMA.- A horas de partir de Perú -que dejará esta noche después de celebrar una última misa multitudinaria-, el Papa volvió a hacer delirar hoy a una multitud de jóvenes, a quienes alentó a "no perder la esperanza" y a no "photoshopear" la realidad y el corazón.
"Sé que es muy lindo ver las fotos arregladas digitalmente, pero eso sólo sirve para las fotos, no podemos hacerle «photoshop» a los demás, a la realidad, ni a nosotros", dijo, al hablarle a miles de jóvenes congregados en la bellísima Plaza de Armas, en el centro histórico de Lima.
"Los filtros de colores y la alta definición sólo van bien en los videos, pero nunca podemos aplicárselos a los amigos. Hay fotos que son muy lindas, pero están todas trucadas y déjenme decirles que el corazón no se puede «photoshopear», porque ahí es donde se juega el amor verdadero, ahí se juega la felicidad y ahi mostrás lo que sos. ¿Cómo es tu corazón?Jesús no quiere que te «maquillen» el corazón, te ama así como sos y no se olviden, él no se desanima de nosotros", arengó, desde el balcón del Palacio Arzobispal, provocando aplausos.
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Hasta allí llegó en después de haberse reunido con obispos peruanos, a quienes, en un discurso fuerte, llamó a ser "obispos callejeros, con suelas gastadas por andar, por recorrer, por salir al encuentro para anunciar a todos, en todos los lugares, sin asco y sin miedo".
Cientos de jóvenes lo esperaron bajo el sol, coreando "¡Francisco, amigo, Perú está contigo" y un cantito futbolero "¡Cómo no te vamos a querer, cómo no te vamos a querer!". Y el Papa, como había sucedido en Chile , los conquistó con un discurso con léxico juvenil, con términos no sólo digitales, sino también futbolísticos y neologismos.
"Hay momentos donde pareciera que nos vamos quedando fuera del mundial (.) ¡Pero no se den por vencidos, no pierdan la esperanza!", los animó, alentándolos a seguir a Jesús y a los santos de ayer y de hoy del Perú, una tierra "ensantada".
Al insistir que "Jesús te quiere así como sos", invitó a los jóvenes "a agarrar la Biblia y recordar a los amigos que Dios se eligió: Moisés era tartamudo; Abrahán, un anciano; Jeremías, muy joven; Zaqueo, uno de baja estatura; los discípulos, cuando Jesús les decía que tenían que rezar, se dormían; Pablo, un perseguidor de cristianos; Pedro, lo negó. y así podríamos seguir esta lista", dijo.
"Cuando Jesús nos mira no piensa en lo perfecto, sino en todo el amor que tenemos en nuestro corazón para brindar y para brindarlo a Él. No se desanimen, vayan adelante todos juntos, porque la vida vale la pena vivirla con la frente alta", agregó Francisco.
Concluyó luego con la oración mariana del Angelus. Y pidió a los jóvenes rezar por la República Democrática del Congo, "desde donde hoy me llegan noticias preocupantes, para que se hagan esfuerzos para evitar toda forma de violencia y buscar soluciones a favor del bien común"
Por: Elisabetta Piqué
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Francisco advirtió a los jóvenes que “el corazón no se puede ‘photoshopear’” ni maquillar, y les recordó que Jesús “te ama así como eres”.
Sobre el mediodía, dirigió su mensaje desde el balcón del Palacio Arzobispal a los miles de jóvenes y fieles reunidos en la Plaza Mayor de la capital peruana.
Queridos jóvenes:
Me alegra poder reunirme con ustedes. Estos encuentros para mí son muy importantes y más en este año en el cual nos preparamos para el Sínodo sobre los jóvenes.
Sus rostros, sus búsquedas, sus vidas, son importantes para la Iglesia y debemos darle la importancia que se merecen y tener la valentía que tuvieron muchos jóvenes de esta tierra que no se asustaron de amar y jugar su vida por Jesús.
¡Queridos amigos, cuántos ejemplos tienen ustedes! Pienso en san Martín de Porres. Nada le impidió a ese joven cumplir sus sueños, nada le impidió gastar su vida por los demás, nada le impidió amar y lo hizo porque había experimentado que el Señor lo había amado primero. Así como era: mulato, y teniendo que enfrentar muchas privaciones. A los ojos humanos, o de sus amigos, parecía que tenía todo para «perder» pero él supo hacer algo que sería el secreto de su vida: confiar.
Confiar en el Señor que lo amaba, ¿Y saben por qué? Porque el Señor había confiado primero en él; como confía en cada uno de ustedes y no se cansará nunca de confiar. A cada uno de nosotros el Señor nos confía algo, y la respuesta es confiar en Él. Cada uno de ustedes piense ahora en su corazón: qué me confió el Señor? ¿Qué me confió el Señor? Cada uno piense... ¿Qué tengo en mi corazón que me confió el Señor?
Me podrán decir: pero hay veces que se vuelve muy difícil. Los entiendo. En esos momentos pueden venir pensamientos negativos, sentir que hay muchas situaciones que se nos vienen encima y pareciera que nos vamos quedando «fuera del mundial»; pareciera que nos van ganando. Pero no es así, aun en los momentos en que ya se nos viene la descalificación seguir confiando.
Hay momentos donde pueden sentir que se quedan sin poder realizar el deseo de sus vidas, de sus sueños. Todos pasamos por situaciones así. En esos momentos donde parece que se apaga la fe no se olviden que Jesús está a su lado. ¡No se den por vencidos, no pierdan la esperanza! No se olviden de los santos que desde el cielo nos acompañan; acudan a ellos, recen y no se cansen de pedir su intercesión.
Esos santos de ayer pero también de hoy: esta tierra tiene muchos, porque es una tierra «ensantada». Perú es una tierra “ensantada”. Busquen la ayuda y el consejo de personas que ustedes saben que son buenas para aconsejar porque sus rostros muestran alegría y paz. Déjense acompañar por ellas y así andar el camino de la vida.
Pero hay algo más: Jesús quiere verlos en movimiento. A vos te quiere ver llevar adelante tus ideales, y que te animes a seguir sus instrucciones. Él los llevará por el camino de las bienaventuranzas, un camino nada fácil pero apasionante, es un camino que no se puede recorrer sólo, hay que recorrerlo en equipo, donde cada uno puede colaborar con lo mejor de sí.
Jesús cuenta contigo como lo hizo hace mucho tiempo con Santa Rosa de Lima, Santo Toribio, San Juan Macías, San Francisco Solano y tantos otros. Y hoy te pregunta a vos si, al igual que ellos: ¿estás dispuesto, estás dispuesta a seguirlo? [Responden: “Si”] ¿Hoy, mañana, vas a estar dispuesto o dispuesta a seguirlo? [Responden: “Si”] ¿Y dentro de una semana? [responden: “También”] No estés tan seguro, no estés tan segura. Mirá, si querés estar dispuesto a seguirlo, pedíle a Él que te prepare el corazón para estar dispuesto a seguirlo, ¿está claro?
Queridos amigos, el Señor los mira con esperanza, nunca se desanima de nosotros. A veces a nosotros nos pasa que nos desanimamos de un amigo, de una amiga porque nos parecía bueno y después vimos que no era tanto, y bueno, nos desanimamos y lo dejamos de lado. Jesús nunca se desanima, nunca. “Padre, pero si usted supiera las cosas que yo hago..., yo digo una cosa pero hago otra, mi vida no es del todo limpia...”. Así y todo Jesús no se desanima de vos. Y ahora, hagamos un poco de silencio. Cada uno mire en su corazón cómo es la propia vida, la mira en el corazón y vas a encontrar que por momentos hay cosas buenas, que por momentos hay cosas que no son tan buenas, y así y todo, Jesús no se desanima de vos. Y desde tu corazón decíle: “Gracias, Jesús, gracias porque viniste para acompañarme aun cuando estaba en las malas, gracias Jesús”. Se lo decimos todos: “Gracias, Jesús “Gracias, Jesús” (Repiten)
Es muy lindo ver las fotos arregladas digitalmente, pero eso sólo sirve para las fotos, no podemos hacerle «photoshop» a los demás, a la realidad, ni a nosotros. Los filtros de colores y la alta definición sólo andan bien en los videos, pero nunca podemos aplicárselos a los amigos. Hay fotos que son muy lindas, pero están todas trucadas, y déjenme decirles que el corazón no se puede «photoshopear», porque ahí es donde se juega el amor verdadero, ahí se juega la felicidad y ahí mostrás lo que sos: ¿cómo es tu corazón?.
Jesús no quiere que te «maquillen» el corazón; Él te ama así como eres y tiene un sueño para realizar con cada uno de ustedes. No se olviden: Él no se desanima de nosotros. Y si ustedes se desaniman los invito a agarrar la Biblia y acordarse y leer ahí los amigos que Jesús eligió, que Dios eligió:
Moisés era tartamudo; Abrahán, un anciano; Jeremías, era muy joven; Zaqueo, un petizo; los discípulos, cuando Jesús les decía que tenían que rezar, se dormían; la Magdalena, una pecadora pública; Pablo, un perseguidor de cristianos; y Pedro, lo negó, después lo hizo Papa, pero lo negó... y así podríamos seguir esa lista. Jesús te quiere como sos, así como quiso como eran a estos sus amigos, con sus defectos, con ganas de corregirse, pero así como sos, así te ama el Señor. No te maquilles, no te maquilles el corazón, pero mostrate delante de Jesús como sos para que Él te pueda ayudar a progresar en la vida.
Cuando Jesús nos mira, no piensa en lo perfecto somos, sino en todo el amor que tenemos en el corazón para brindar y para seguirlo a Él. Para Él eso es lo importante, eso lo más grande, ¿cuánto amor tengo yo en mi corazón? Y esa pregunta quiero que la hagamos también a nuestra Madre: “Madre, querida Virgen María, mirá el amor que tengo en el corazón, ¿es poco?, ¿es mucho?, no sé si es amor”.
Y tengan por seguro que Ella los acompañará en todos los momentos de su vida, en todas las encrucijadas de sus caminos, especialmente cuando tengan que tomar decisiones importantes. ¡No se desanimen, no se desanimen, vayan adelante, todos juntos! ¡Porque la vida vale la pena vivirla con la frente alta! Que Dios los bendiga.
Estamos en la Plaza Mayor de Lima, un lugar chiquito en una ciudad relativamente chiquita del mundo, pero el mundo es mucho más grande y está lleno de ciudades y de pueblos, y está lleno de problemas, y está lleno de guerras. Y hoy me llegan noticias muy preocupantes desde la República Democrática del Congo. Pensemos en el Congo. En estos momentos, desde esta plaza y con todos estos jóvenes, pido a las autoridades, a los responsables y a todos en ese amado país que pongan su máximo empeño y esfuerzo a fin de evitar toda forma de violencia y buscar soluciones en favor del bien común. Todos juntos, en silencio, rezamos por esta intención, por nuestros hermanos de la República Democrática del Congo.
(Rezo del Angelus)
¡Hasta la vista!
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Francisco advirtió a los jóvenes que “el corazón no se puede ‘photoshopear’” ni maquillar, y les recordó que Jesús “te ama así como eres”.
Sobre el mediodía, dirigió su mensaje desde el balcón del Palacio Arzobispal a los miles de jóvenes y fieles reunidos en la Plaza Mayor de la capital peruana.
Queridos jóvenes:
Me alegra poder reunirme con ustedes. Estos encuentros para mí son muy importantes y más en este año en el cual nos preparamos para el Sínodo sobre los jóvenes.
Sus rostros, sus búsquedas, sus vidas, son importantes para la Iglesia y debemos darle la importancia que se merecen y tener la valentía que tuvieron muchos jóvenes de esta tierra que no se asustaron de amar y jugar su vida por Jesús.
¡Queridos amigos, cuántos ejemplos tienen ustedes! Pienso en san Martín de Porres. Nada le impidió a ese joven cumplir sus sueños, nada le impidió gastar su vida por los demás, nada le impidió amar y lo hizo porque había experimentado que el Señor lo había amado primero. Así como era: mulato, y teniendo que enfrentar muchas privaciones. A los ojos humanos, o de sus amigos, parecía que tenía todo para «perder» pero él supo hacer algo que sería el secreto de su vida: confiar.
Confiar en el Señor que lo amaba, ¿Y saben por qué? Porque el Señor había confiado primero en él; como confía en cada uno de ustedes y no se cansará nunca de confiar. A cada uno de nosotros el Señor nos confía algo, y la respuesta es confiar en Él. Cada uno de ustedes piense ahora en su corazón: qué me confió el Señor? ¿Qué me confió el Señor? Cada uno piense... ¿Qué tengo en mi corazón que me confió el Señor?
Me podrán decir: pero hay veces que se vuelve muy difícil. Los entiendo. En esos momentos pueden venir pensamientos negativos, sentir que hay muchas situaciones que se nos vienen encima y pareciera que nos vamos quedando «fuera del mundial»; pareciera que nos van ganando. Pero no es así, aun en los momentos en que ya se nos viene la descalificación seguir confiando.
Hay momentos donde pueden sentir que se quedan sin poder realizar el deseo de sus vidas, de sus sueños. Todos pasamos por situaciones así. En esos momentos donde parece que se apaga la fe no se olviden que Jesús está a su lado. ¡No se den por vencidos, no pierdan la esperanza! No se olviden de los santos que desde el cielo nos acompañan; acudan a ellos, recen y no se cansen de pedir su intercesión.
Esos santos de ayer pero también de hoy: esta tierra tiene muchos, porque es una tierra «ensantada». Perú es una tierra “ensantada”. Busquen la ayuda y el consejo de personas que ustedes saben que son buenas para aconsejar porque sus rostros muestran alegría y paz. Déjense acompañar por ellas y así andar el camino de la vida.
Pero hay algo más: Jesús quiere verlos en movimiento. A vos te quiere ver llevar adelante tus ideales, y que te animes a seguir sus instrucciones. Él los llevará por el camino de las bienaventuranzas, un camino nada fácil pero apasionante, es un camino que no se puede recorrer sólo, hay que recorrerlo en equipo, donde cada uno puede colaborar con lo mejor de sí.
Jesús cuenta contigo como lo hizo hace mucho tiempo con Santa Rosa de Lima, Santo Toribio, San Juan Macías, San Francisco Solano y tantos otros. Y hoy te pregunta a vos si, al igual que ellos: ¿estás dispuesto, estás dispuesta a seguirlo? [Responden: “Si”] ¿Hoy, mañana, vas a estar dispuesto o dispuesta a seguirlo? [Responden: “Si”] ¿Y dentro de una semana? [responden: “También”] No estés tan seguro, no estés tan segura. Mirá, si querés estar dispuesto a seguirlo, pedíle a Él que te prepare el corazón para estar dispuesto a seguirlo, ¿está claro?
Queridos amigos, el Señor los mira con esperanza, nunca se desanima de nosotros. A veces a nosotros nos pasa que nos desanimamos de un amigo, de una amiga porque nos parecía bueno y después vimos que no era tanto, y bueno, nos desanimamos y lo dejamos de lado. Jesús nunca se desanima, nunca. “Padre, pero si usted supiera las cosas que yo hago..., yo digo una cosa pero hago otra, mi vida no es del todo limpia...”. Así y todo Jesús no se desanima de vos. Y ahora, hagamos un poco de silencio. Cada uno mire en su corazón cómo es la propia vida, la mira en el corazón y vas a encontrar que por momentos hay cosas buenas, que por momentos hay cosas que no son tan buenas, y así y todo, Jesús no se desanima de vos. Y desde tu corazón decíle: “Gracias, Jesús, gracias porque viniste para acompañarme aun cuando estaba en las malas, gracias Jesús”. Se lo decimos todos: “Gracias, Jesús “Gracias, Jesús” (Repiten)
Es muy lindo ver las fotos arregladas digitalmente, pero eso sólo sirve para las fotos, no podemos hacerle «photoshop» a los demás, a la realidad, ni a nosotros. Los filtros de colores y la alta definición sólo andan bien en los videos, pero nunca podemos aplicárselos a los amigos. Hay fotos que son muy lindas, pero están todas trucadas, y déjenme decirles que el corazón no se puede «photoshopear», porque ahí es donde se juega el amor verdadero, ahí se juega la felicidad y ahí mostrás lo que sos: ¿cómo es tu corazón?.
Jesús no quiere que te «maquillen» el corazón; Él te ama así como eres y tiene un sueño para realizar con cada uno de ustedes. No se olviden: Él no se desanima de nosotros. Y si ustedes se desaniman los invito a agarrar la Biblia y acordarse y leer ahí los amigos que Jesús eligió, que Dios eligió:
Moisés era tartamudo; Abrahán, un anciano; Jeremías, era muy joven; Zaqueo, un petizo; los discípulos, cuando Jesús les decía que tenían que rezar, se dormían; la Magdalena, una pecadora pública; Pablo, un perseguidor de cristianos; y Pedro, lo negó, después lo hizo Papa, pero lo negó... y así podríamos seguir esa lista. Jesús te quiere como sos, así como quiso como eran a estos sus amigos, con sus defectos, con ganas de corregirse, pero así como sos, así te ama el Señor. No te maquilles, no te maquilles el corazón, pero mostrate delante de Jesús como sos para que Él te pueda ayudar a progresar en la vida.
Cuando Jesús nos mira, no piensa en lo perfecto somos, sino en todo el amor que tenemos en el corazón para brindar y para seguirlo a Él. Para Él eso es lo importante, eso lo más grande, ¿cuánto amor tengo yo en mi corazón? Y esa pregunta quiero que la hagamos también a nuestra Madre: “Madre, querida Virgen María, mirá el amor que tengo en el corazón, ¿es poco?, ¿es mucho?, no sé si es amor”.
Y tengan por seguro que Ella los acompañará en todos los momentos de su vida, en todas las encrucijadas de sus caminos, especialmente cuando tengan que tomar decisiones importantes. ¡No se desanimen, no se desanimen, vayan adelante, todos juntos! ¡Porque la vida vale la pena vivirla con la frente alta! Que Dios los bendiga.
Estamos en la Plaza Mayor de Lima, un lugar chiquito en una ciudad relativamente chiquita del mundo, pero el mundo es mucho más grande y está lleno de ciudades y de pueblos, y está lleno de problemas, y está lleno de guerras. Y hoy me llegan noticias muy preocupantes desde la República Democrática del Congo. Pensemos en el Congo. En estos momentos, desde esta plaza y con todos estos jóvenes, pido a las autoridades, a los responsables y a todos en ese amado país que pongan su máximo empeño y esfuerzo a fin de evitar toda forma de violencia y buscar soluciones en favor del bien común. Todos juntos, en silencio, rezamos por esta intención, por nuestros hermanos de la República Democrática del Congo.
(Rezo del Angelus)
¡Hasta la vista!
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