13 abr 2018

Los Legionarios aceptan reunirse con víctimas, y pagar en su caso, reparación del daño

Los Legionarios de Cristo informaron que se reunirán con las personas que denunciaron haber sido víctimas de los abusos sexuales de su fundador el padre Marcial Maciel Degollado, y reiteraron su pedido de perdón por estos hechos.
En un comunicado publicado este 13 de abril, los legionarios respondieron a la carta enviada el 26 de marzo y firmada por José de Jesús Barba Martín y José Antonio Pérez Olvera, dos de las víctimas de Maciel que denunciaron los abusos desde 1997. Ambos pidieron que su caso sea incluido en la agenda del Capítulo General que se desarrolla en Roma.
El comunicado indica que el director general, P. Eduardo Robles, “después de haber hablado con su Consejo, presentó la carta al Capítulo General extraordinario, e informó al Capítulo de que el gobierno general buscará un acercamiento personal a cada uno de los firmantes de la misiva y responderá a sus peticiones”.
Según informó la agencia AP, los firmantes piden una compensación por los daños sufridos.
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OFICINA DE COMUNICACIÓN INTERNACIONAL COMUNICADO



 Respecto a la carta enviada a los Legionarios de Cristo por José de Jesús Barba Martín y José Antonio Pérez Olvera, la Congregación de los Legionarios de Cristo desea expresar lo siguiente:
1. El 26 de marzo de 2018, el director general recibió una carta digital firmada por José de Jesús Barba Martín y José Antonio Pérez Olvera, dos de las personas que denunciaron los abusos del P. Maciel públicamente en 1997, solicitando la inclusión de su petición en la Agenda del Capítulo General.
2. El director general, después de haber hablado con su Consejo, presentó la carta al Capítulo General extraordinario, e informó al Capítulo de que el gobierno general buscará un acercamiento personal a cada uno de los firmantes de la misiva y responderá a sus peticiones.
3. Pedimos perdón a todas las víctimas que a lo largo de nuestra historia han sufrido algún tipo de abuso, sabiendo que esta petición de perdón nunca será suficiente para sanar las profundas heridas. Con relación al P. Maciel, el Capítulo General de 2014 dijo:
a. «(...)Queremos expresar nuestro hondo pesar por el abuso de seminaristas menores de edad, los actos inmorales con hombres y mujeres adultos, el uso arbitrario de su autoridad y de bienes, el consumo desmesurado de medicamentos adictivos y el haber presentado como propios escritos publicados por terceros. Nos resulta incomprensible la incoherencia de seguirse presentando durante décadas como sacerdote y testigo de la fe mientras ocultaba estas conductas inmorales. Todo esto lo reprobamos firmemente. Nos apena que muchas víctimas y personas afectadas hayan esperado en vano una petición de perdón y de reconciliación por parte del P. Maciel y hoy queremos hacerla nosotros, expresando nuestra solidaridad con todas ellas» (Mensaje del Capítulo General de 2014, 4).
b. «Los padres capitulares hemos escuchado la manera en que los superiores mayores de la congregación han ido conociendo estos aspectos escondidos de la vida de nuestro fundador, cómo intentaron discernir la respuesta que había que dar, teniendo en cuenta las exigencias éticas y morales, y cómo han llevado a cabo el proceso de comunicación. Junto con ellos, hoy reconocemos con tristeza la incapacidad inicial de creer los testimonios de las personas que habían sido víctimas del P. Maciel, el largo silencio institucional y, más adelante, los titubeos y errores de juicio a la hora de informar a los miembros de la congregación y a las demás personas. Pedimos perdón por estas deficiencias que han aumentado el dolor y desconcierto de muchos» (Mensaje del Capítulo General de 2014, 5).
4. Como afirmó el Capítulo de 2014, y ha sido reiterado durante el reciente Capítulo General extraordinario, seguimos manteniendo el firme «compromiso de seguir buscando la reconciliación» (Mensaje del Capítulo General de 2014, 8, 1.o) en modo personal con cada una de las víctimas.
5. Reconocemos que un abuso, independientemente de su naturaleza, causa un dolor profundo y daña a quien lo ha sufrido, a su familia y también a la Iglesia. Conscientes del compromiso como Iglesia y por nuestra historia institucional, estamos firmemente comprometidos en seguir implementando nuestra política de ambientes seguros para los menores y adultos vulnerables que tienen contacto con las personas que participan en nuestras actividades apostólicas, educativas y pastorales.
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El padre Maciel Degollado; el “pecado” de Juan Pablo II /Fred Alvarez Palafox
 Publicado en La Otra Opinión, 25 de abril de 2014
Esta mañana  de viernes 25 de abril, a dos días de que el beato Juan Pablo II, sea elevado a los altares, el ex vocero vaticano Joaquín Navarro-Valls, apareció en Sala de Prensa del Vaticano, para tener un encuentro con periodistas y recordar a su exjefe Juan Pablo II, y de repente apareció el tema de Marcial Maciel Degollado y del que aprovechó para precisar que “hacia finales de su pontificado” el papa polaco supo que se habían iniciado investigaciones contra el fundador de la Congregación de Los Legionarios de Cristo, pero que a su fallecimiento -en abril de 2005-, el proceso todavía no había sido concluido,  dijo textual:
 “El primer paso fue mandar a (Charles J.) Scicluna, (promotor de justicia de la Doctrina de la Fe), a hablar con todas las personas. Esto ocurrió durante el pontificado de Juan Pablo II y el papa fue informado de este proceso. Comprobar un caso de estas dimensiones tomó tiempo, aunque estaba referido a una sola persona tenía muchos involucrados. Cuando todo el material recopilado por Scicluna fue traído aquí y se llegaron a las conclusiones, ya el papa había fallecido”, subrayó.
Aseguró Navarro Valls que, al inicio del pontificado de Benedicto XVI -31 días después- , él personalmente habló con el papa y le señaló que, pese a tratarse de un caso triste, debía ser comunicado a la opinión pública. Entonces el pontífice no reflexionó mucho, le hizo un par de preguntas y decidió: “informe mañana”. Entonces Navarro precisó: “Al otro día yo lo hice”.
En efecto, en aquel tiempo  por motivos de edad avanzada, el reverendo Maciel se retiró del cargo de superior general de la Congregación de los Legionarios de Cristo.
Recuerdo perfectamente –gracias a mi amiga bitácora- que 31 días después de que Ratzinger se convirtiera en Benedicto XVI, el vocero de los Legionarios de Cristo en Roma, Rafael Jácome LC, enviaba a los medios un comunicado en el que aseguraba que la Santa Sede había comunicado a los Legionarios que "no hay, ni habrá" ningún proceso canónico contra Marcial Maciel. Es decir, según Rafael Jácome,  el proceso habría sido desechado. El vocero difundía una charla con Ciro Benedettini, quien se desempeña como vicecoordinador de la sala de prensa del Vaticano.
Y es que  aquel comunicado oficial del que habla Navarro Valls no fue muy claro, por lo que para la Legión de Cristo fue manipulable. Los Legionarios dijeron en un comunicado: "el no haber iniciado un proceso canónico demuestra su inocencia."(¿?) Más adelante agrega: Él (Maciel)...ha aceptado este comunicado con fe, con total serenidad y con tranquilidad de conciencia, sabiendo que se trata de una nueva cruz que Dios,… ha permitido que sufra y de la que obtendrá muchas gracias para la Legión de Cristo y para el Movimiento Regnum Christi."
Eso esta escrito.
Empero, un año después (mayo de 2006) –y quizá por la presión mediática-, y de acuerdo con las conclusiones del fiscal Scliuna de testimonios de por lo menos 30 denunciantes, se decidió “invitar” al padre Marcial Maciel a retirarse a una “vida de oración y penitencia”, sin llevarlo a un proceso canónico debido a su avanzada edad, como había afirmado el padre Jacome.
La invitación incluía la prohibición de celebrar misas públicas o dar conferencias, presentaciones o entrevistas. Y aunque esta decisión dio cierta credibilidad a las acusaciones de pederastia en su contra, también cerró a los demandantes cualquier posibilidad de llevarlo a juicio y probar sus dichos ante los tribunales del Vaticano.
Este es parte del comunicado sobre la investigación al Padre Marcial Maciel:
“...en virtud del «motu proprio» «Sacramentorum sanctitatis tutela» promulgado el 30 de abril de 2001 por el siervo de Dios Juan Pablo II, el entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Su Eminencia el cardenal Joseph Ratzinger, autorizó una investigación de las acusaciones. Mientras tanto tiene lugar la muerte del Papa Juan Pablo II y la elección del cardenal Ratzinger como nuevo pontífice.
(Y)  Después de haber sometido los resultados de la investigación a atento estudio, la Congregación para la Doctrina de la Fe, bajo la guía del nuevo prefecto, Su Eminencia el cardenal William Levada, ha decidido –teniendo en cuenta tanto la edad avanzada del reverendo Maciel como su débil salud– renunciar a un proceso canónico e invitar al padre a una vida reservada de oración y penitencia, renunciando a todo ministerio público. El Santo Padre ha aprobado estas decisiones.”
Y un poco cuidando a su exjefe y amigo el papa, dijo Navarro Valls dijo hoy ante reporteros: “Juan Pablo II no tuvo en la mano el resultado de esta investigación pero sabía que había comenzado el proceso, para ir a fondo en ese caso”.
Estas declaraciones han empezado a genera reacciones, sobretodo porque se comentaron en Roma a tan sólo dos días de que el papa polaco sea elevado a los altares. Y de alguna manera contamina la fiesta al papa Polaco, que no a Juan XXIII.
Juan Pablo II sabia, sin duda
Sin duda que Juan Pablo II sabia del caso, y le había encomendado el asunto al prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger, quien a su vez se la encomendó a una gente de toda su confianza el sacerdote maltés  Charles J. Scicluna, quien justamente estuvo en México, cuando en Roma estaban los funerales de Juan Pablo II. (el 3 de abril llegaba a México discretamente, y se hospedó en una casa de huéspedes en San Pedro de Los Pinos).
Hay que hacerle una pregunta a don Joaquín Navarro Valls, sólo que nos precisé a que se refiere con eso de que Juan Pablo II sabía “a finales del pontificado” de las acusaciones de Maciel.
¿Se refiere don Joaquín diciembre de 2004 cuando las denuncias fueron reabiertas por instrucciones del mismísimo Joseph Ratzinger, justo pocos días de Juan Pablo II le hiciera un homenaje a Marcial Maciel por sus sesenta años de ordenación sacerdotal?
Por que hay otras versiones
Hace unos meses el arzobispo de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, y quien fuera secretario personal de Juan Pablo II durante más de 40 años, aseguró que el futuro santo nunca supo la verdad sobre la vida inmoral que llevaba el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. "Lo sé yo también, pero razonando a posteriori, que el Santo Padre nunca debió haber recibido a ese individuo (se refiere a Maciel). Pero Juan Pablo II cuando lo encontró ¡no sabía nada, absolutamente nada!", dijo el Cardenal, en declaraciones compiladas en el libro-entrevista "He vivido con un santo", escrito por el periodista Gian Franco Svidercoschi.
Stanislaw Dziwisz explicó que la lenta reacción ante las denuncias de abusos se debió a la burocracia en el Vaticano. "Son, por desgracia, las consecuencias de una estructura aún extremadamente burocrática", lamentó.
¿De que burocracia habla Monseñor Stanislaw Dziwisz?
¡ El perteneció a esa burocracia!
Pero, con todo respeto
Al cardenal Dziwisz Juan Pablo II si sabía del caso.
Lo que sabemos es que las investigaciones formales en contra de Maciel se iniciaron el 20 de febrero de 1999, cuando la abogada Martha Wegan les dijo a sus clientes –las victimas de Maciel- que la congregación para la Doctrina de la Fe a cargo de Joseph Ratzinger había aceptado el caso que recibió el título oficial "Absolutionis complicis (A. Jurado et alii -Rev. Marcial Maciel Degollado)".
Luego vino el «motu proprio» (léase decreto papal)  «Sacramentorum sanctitatis tutela» promulgado el 30 de abril de 2001 por Juan Pablo II, el entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, donde autorizó una investigación de las acusaciones.
Aunque José  -Pepe- Barba, exlegionario dice que Roma sabia del caso desde mucho antes. Seguramente sabían pero no había una acusación formal ante el tribunal de la Santa Sede. Aunque a decir verdad, es que las investigaciones debía de haber empezado en octubre de 1998 cuando la Congregación recibió formalmente a través de abogados acusaciones, que en parte -1996 y 1997- ya se habían hecho públicas en medios impresos y electrónicos, contra Marcial Maciel “por delitos reservados a la competencia exclusiva del Dicasterio”.
Recordemos que ya en 1997, el periódico norteamericano Hartford Courant,  había dado a conocer los abusos sexuales de Maciel. Después dos medios en México -La Jornada primero y CNI Canal 40, después- dieron espacio a las denuncias que un grupo de ex miembros de la Legión de Cristo decidió hacer contra el sacerdote por abusar sexualmente de ellos cuando tenían entre 12 y 17 años de edad); ahí estaba Pepe Barba, a quien conocí años atrás por medio de un amigo común: el sacerdote diocesano Antonio Roqueñí Ornelas (1934-2006), ex-presidente del Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de la arquidiócesis de México.
Véase en La Otra Opinión: “ Mi amigo el Padre Roqueñí/Fred Álvarez, 29 de noviembre de 2013).
Por cierto, Roqueñí intervino en ese asunto. Hasta el mismo Pepe Barba se le olvida, lo digo con todo respeto. (Barba es una de las víctimas)
 En junio de 2009 publique un largo reportaje sobre el tema en la revista Código Topo de Excélsior que dirige Jorge Fernández Menéndez, la comparto en este espacio, ya que en mucho nos ayuda, sobretodo en la línea del tiempo.
Gracias a este reportaje me busco un alto enviado de la Legión de Cristo para charlar, no me hizo ningún reclamo, al contrario, me dijo que el texto tenía información contundente.
Este es el texto:

#Los pecados del padre Marcial Maciel Degollado /Fred AlvarezRevista Código Topo de Excélsior, junio de 2009.

El pasado 30 de marzo (de 2009) el padre Álvaro Corcuera dio a conocer una carta de la Curia Vaticana donde el Papa Benedicto XVI ordena una inspección* (la carta) –léase una visita apostólica-, a los Legionarios de Cristo, congregación fundada por el fallecido sacerdote mexicano Marcial Maciel, investigado por abusos sexuales a seminaristas y del que recientemente se supo que tuvo una hija con una de sus amantes.
Un mes después, la agencia Notimex informa que la Comisión que auditará a la congregación por órdenes del papa Benedicto XVI, estará compuesta por tres obispos y un sacerdote, a saber: Ricardo Watty Urquidi, obispo de la diócesis de Tepic; Charles Joseph Chaput, arzobispo de Denver y Giuseppe Versaldi, obispo de Alejandría (Italia), y el sacerdote jesuita Gianfranco Ghirlanda, rector de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
La inspección, "visita apostólica" en el argot de la Iglesia católica fue notificada a la Congregación a través de una carta del secretario de Estado de la Santa Sede, Tarcisio Bertone, con fecha 10 de marzo dirigida al actual líder de los Legionarios de Cristo, el padre Álvaro Corcuera.
El número dos del Vaticano informa al padre Corcuera que la inspección la realizará "un equipo de prelados" y afectará a todas las instituciones de la congregación. Bertone precisa que la inspección es "de fundamental importancia" y hay que verla "con amplitud de miras y limpio corazón".
El Secretario de Estado asegura al padre que los Legionarios "siempre" podrán contar con la ayuda de la Santa Sede "para que, a través de la verdad y la transparencia, y en un clima de diálogo fraterno y constructivo, superen las dificultades existentes".
La inspección a las instituciones de la congregación se anuncia dos meses después de que los Legionarios de Cristo confirmaran que Maciel -fallecido en 2008 - tuvo una amante con la que concibió una hija.
Tras la misiva de Bertone -pero por alguna razón 20 días después- el padre Corcuera escribió una carta a todos sus hermanos donde les comunica la iniciativa ordenada por Benedicto XVI, les dijo: "he agradecido cordialmente al Pontífice esta ulterior ayuda que nos ofrece para afrontar las actuales vicisitudes relacionadas con los hechos graves en la vida de nuestro padre fundador, que ya fueron objeto de las investigaciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe concluida en 2006 y los que han salido a la luz recientemente".
El sucesor (de momento, ya que seguramente será destituido) de Maciel agrega que están "profundamente apenados" y pide perdón a quienes se hayan sentido lastimados por las acciones de Maciel. "Confirmemos nuestra entrega y elevemos nuestras oraciones para que Dios nos conceda seguir buscando la santidad a la que Él nos llama y para que podamos llevar a plenitud el carisma que Él nos ha confiado", concluye el director general.
Años de investigación sin ningún avance.
En efecto, las investigaciones al padre Maciel se inician en octubre de 1998 cuando la Congregación para la Doctrina de la Fe recibió formalmente acusaciones, que en parte -1996 y 1997- ya se habían hecho públicas en medios impresos y electrónicos, contra Marcial Maciel “por delitos reservados a la competencia exclusiva del Dicasterio” (en 1997, el periódico norteamericano Hartford Courant, fue el primero que dio a conocer los abusos sexuales del padre Marcial Maciel.
Dos medios en México —La Jornada primero y CNI Canal 40, después— dieron espacio a la denuncia que un grupo de ex miembros de la Legión de Cristo decidió hacer contra el sacerdote por abusar sexualmente de ellos cuando tenían entre 12 y 17 años de edad).
Y no fue sino hasta el 20 de febrero de 1999, cuando la abogada Martha Wegan les dijo a sus clientes que la congregación había aceptado el caso que recibió el título oficial "Absolutionis complicis (A. Jurado et alii -Rev. Marcial Maciel Degollado)".
 Es conveniente señalar que en junio de ese año el entonces sacerdote Alberto Athie envió una carta a Joseph Ratzinger. a través del obispo Carlos Talavera y en ella se narraban algunos testimonios contra Maciel.  Ratzinger –supuestamente- al leer la misiva le habría dicho a Monseñor Talavera: "Lamentablemente éste es un asunto muy delicado. El Santo Padre estima mucho al padre Maciel, quien ha hecho mucho bien a la Iglesia; no es prudente abrir el caso". Punto.
Sin embargo, dos años después el 30 de abril de 2001, Juan Pablo II promulga el «motu proprio» «Sacramentorum sanctitatis tutela», por lo que el entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger, autorizó una investigación de las acusaciones.
Un año después, el 15 de abril de 2002, el tema resurgió en los medios, esta vez con mayor fuerza en el programa Círculo rojo, a cargo de Carmen Aristegui y Javier Solórzano en canal 2 de Televisa. Ello quizá obligó –una semana después- a que el padre Maciel emitiera una declaración para negar las acusaciones y para expresar su disgusto por las ofensas en su contra de algunos antiguos Legionarios de Cristo., les dijo:
“delante de Dios y con total tranquilidad de conciencia declaro categóricamente que estas acusaciones que se hacen contra mí son falsas. Yo nunca he tenido el tipo de comportamiento abominable del cual me acusan estas personas y no hay nada que pueda ser más ajeno a mi manera de tratar a las personas, como consta a cualquiera de los miles de legionarios que me conocen”.
El caso quedo aparentemente en el limbo varios meses, y no fue sino hasta diciembre de 2004 que las denuncias fueron reabiertas por instrucciones del mismísimo Joseph Ratzinger, justo pocos días de Juan Pablo II le hiciera un homenaje a Marcial Maciel por sus sesenta años de ordenación sacerdotal.
En efecto, el martes 30 de noviembre ante la presencia de más de siete mil personas Juan Pablo II animó y bendijo al padre Marcial Maciel Degollado, con motivo del sexagésimo aniversario de su ordenación sacerdotal.
En el discurso pronunciado en italiano dijo: “imparto de corazón al querido padre Maciel y a todos vosotros que estáis aquí presentes una especial bendición apostólica”.
Atestiguaron esa bendición papal el obispo del Opus Dei, Javier Echeverría, el Cardenal eslovaco Josef Tomko, prefecto emérito de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Edmund Szoka, presidente del Gobernatorato de la Ciudad del Vaticano; el italiano Agostino Cacciavillan, presidente emérito de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica; e Ignace Moussa Daoud, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales.
Por parte de México asistieron (en las primeras filas) el obispo legionario de Cancún, Pedro Elizondo Cárdenas; el Arzobispo de Durango, Héctor González Martínez; Emilio Berlie Belaunzarán, obispo de Yucatán, Onésimo Cepeda Silva, obispo de Ecatepec; el obispo de Cuernavaca, Florencio Olvera; y el de Tehuantepec, Felipe Padilla.
Estaban ahí también el Embajador de México ante la Santa Sede, Javier Moctezuma Barragán; el de Estados Unidos, Jim Nicholson; y el Gobernador de la Banca Central de Italia, Antonio Fazio.
En ese momento de los pecados de Maciel nadie dijo nada.
Pero cualquier analista que observará el ambiente debía concluir que estas celebraciones en vida a Maciel confirmaban que la congregación era una de los más cercanas de Juan Pablo II, incluso más cercana que Los Focolares y el Opus Dei.
Es más. Unos días antes –el 25 de noviembre- , en un servicio religioso celebrado el Papa agradeció al padre Maciel – esta vez en voz de Leonardo Sandrí- sus seis décadas al frente de la Legión de Cristo. "Me siento feliz de unirme al cántico de loas de agradecimiento al Señor que se eleva por todas las grandes cosas de estos 60 años de intenso, generoso y prolífico ministerio sacerdotal", dijo Juan Pablo II en un mensaje a Maciel, leído por el Arzobispo argentino Leonardo Sandri, entonces sustituto de la Secretaría de Estado.
La misa de acción de gracias se celebraba en la Basílica de San Paolo Fuori le Mura, a la que asistieron unas 4 mil personas. Sentado en el atrio, el fundador de la Legión agradeció el apoyo brindado por Juan Pablo II en sus 26 años de Pontificado. "No ha sido un camino fácil. Seguiré orando para continuar adelante con fidelidad al Señor por el tiempo que él me quiera conceder, procurando ser, como siempre, un restaurador dócil para la extensión del reino de Jesucristo en la Tierra", dijo Maciel.
Y claro en primera fila estaban el Cardenal italiano Ángelo Sodano, Secretario de Estado, Junto a él estaban el Arzobispo de la Ciudad de México, Norberto Rivera; el Cardenal español del Opus Dei, Julián Herranz; el colombiano Darío Castrillón Hoyos, prefecto de la Congregación para el Clero; el español Eduardo Martínez Somalo, Camarlengo de la Santa Sede, y el ex Arzobispo de Boston, Bernard Law. (acusado años después de haber permitido abusos sexuales).
¡No estuvo Ratzinger!
Por cierto no estuvo presente en ninguno de los festejos Joseph Ratzinger. ‘Nadie se olía lo que vendría unos días después. Obviamente el reabrir el caso causo una verdadera sorpresa no se podía creer, sobre todo a dos días que el mismo papa le hiciera tantos homenajes y bendiciones a su amigo Marcial Maciel.
 Ello provocó que se reabrieran heridas.
 Empero, la decisión estaba tomada. La oficina de Ratzinger decidió entrevistar a las presuntas víctimas y se nombró un fiscal especial para el caso el padre maltes Charles J. Scicluna. Y es que curiosamente el caso no avanzo mientras lo tuvo en sus manos el subsecretario de la Congregación, monseñor Gianfranco Girotti.
José Barba me confirmo que ellos fueron notificados de la reapertura del caso el 2 de diciembre por medio de su abogada, la canonista Martha Wegan. Es decir, dos días después de que Juan Pablo II bendijera a Maciel.
Curiosamente un mes después, en enero de 2005 -ya muy enfermó Juan Pablo II-, y después de encabezarlos por 64 años, Marcial Maciel dejaba de ser el director general de la legión por motivos de edad y “y por "su deseo de ver florecer en vida a la congregación bajo la dirección de su sucesor" el sacerdote mexicano Álvaro Corcuera Martínez del Río de 47 años de edad.
El 2 de abril de 2005 a las 21: 37 horas muere Karol Joseph Wojtyla a la edad de 84 años.
Y e19 de abril Joseph Ratzinger es nombrado Papa y decide adoptar el nombre de Benedicto XVI; el 13 de mayo, nombra a William Joseph Levada Núñez nuevo presidente para la Congregación de la Doctrina de la Fe. Un año después Marcial Maciel Degollado fue invitado por dicha Congregación al retiro sacerdotal, fue suspendido Ad divinis para ejercer públicamente su cargo ministerial. La decisión estaba tomada, tenía por lo menos cuatro meses de haberse resuelto. Seguramente se dio a conocer debido a que la información se filtro a la revista estadounidense National catholic Reporter.
El comunicado oficial de la oficina de Prensa del Vaticano: La Stampa, decía: “Después de haber sometido los resultados de la investigación a atento estudio, la Congregación para la Doctrina de la Fe, bajo la guía del nuevo prefecto, Su Eminencia el cardenal William Levada, ha decidido -teniendo en cuenta tanto la edad avanzada del reverendo Maciel como su débil salud -renunciar a un proceso canónico e invitar al padre a una vida reservada de oración y penitencia, renunciando a todo ministerio público. El Santo Padre ha aprobado estas decisiones. Independientemente de la persona del fundador, se reconoce con gratitud el benemérito apostolado de los Legionarios de Cristo y de la asociación Regnum Christi.”
Ese fue el comunicado, no hubo ningún dictamen de la Congregación, por lo menos no se dio a conocer en ese momento.
Ante el Comunicado de la Santa Sede la Legión de Cristo y el Movimiento Regnum Christi, respondieron: “En relación con la noticia de la conclusión de la investigación de las acusaciones hechas al padre Marcial Maciel, nuestro venerado padre fundador, la Congregación de los Legionarios de Cristo informa cuanto sigue:
1. El P. Marcial Maciel ha recibido a lo largo de su vida un sinnúmero de acusaciones. En los últimos años, algunas de ellas fueron presentadas a la Santa Sede para que abriera un proceso canónico.
2. Ante las acusaciones hechas en su contra, él afirmó su inocencia y siguiendo el ejemplo de Jesucristo optó siempre por no defenderse de ninguna manera.
3. Considerando su avanzada edad y su precario estado de salud, la Santa Sede decidió no realizar el proceso canónico e «invitar al padre a una vida reservada de oración y penitencia, renunciando a todo ministerio público».
4. Él, con el espíritu de obediencia a la Iglesia que siempre lo ha caracterizado, ha aceptado este comunicado con fe, con total serenidad y con tranquilidad de conciencia, sabiendo que se trata de una nueva cruz que Dios, el Padre de Misericordia, ha permitido que sufra y de la que obtendrá muchas gracias para la Legión de Cristo y para el Movimiento Regnum Christi.
5. Los legionarios y miembros del Movimiento Regnum Christi, a ejemplo del padre Maciel y unidos a él, acogemos y acogeremos siempre todas las disposiciones de la Santa Sede con profundo espíritu de obediencia y fe y renovamos nuestro compromiso de trabajar con toda intensidad para realizar nuestro carisma de la caridad y extender el Reino de Cristo sirviendo a la Iglesia.
En tanto, la Conferencia el Episcopado Mexicano dirigido por Monseñor Carlos Aguiar Retes, emitió un comunicado fechado el 19 de mayo de 2006 que decía: “La Conferencia del Episcopado Mexicano manifiesta la plena comunión con el Santo Padre Benedicto XVI en la decisión tomada sobre la investigación de las acusaciones hechas al padre Marcial Maciel”
Pero el retiro de Maciel de su actividad sacerdotal y llevar una vida retirada de rezos y penitencias cayó como un balde de agua fría.
¡Fue un severo golpe!
Un castigo que no había recibido ningún fundador de congregación. ‘
La decisión fue severísima, semejante a degradar a un general de cinco estrellas a soldado raso y sobre todo para el fundador de una congregación quien regularmente se muere dirigiéndola.
Sin embargo, la lectura que nos dejó en ese entonces Benedicto XVI es que no cumplió como muchos hubieran querido: hacer justicia.
Todo parecía que la historia concluiría con el retiro de Marcial en 2005, por motivos de edad avanzada, y después en 2006 con la renuncia a una vida de rezos y penitencias, y porque no-, tiempo después con su deceso el 29 de enero de 2008 se iniciaría un proceso canónico para elevarlo a los altares. Esa era la estrategia de los Legionarios.
Basta ver todos los homenajes que le hicieron después de su muerte –curiosamente dada a conocer dos días después- sobretodo el de la Universidad Anáhuac que convocó a miles de integrantes de la congregación Legionarios de Cristo -seminaristas, benefactores y alumnos de colegios, universidades y escuelas apostólicas- para darle el “último adiós”.
La misa fue encabezada por los sacerdotes Jorge Cortés, Eduardo Robles Gil y Manuel Torres. Participaron 52 sacerdotes legionarios y 22 de distintas ordenes; por alguna razón no acudieron ninguno de altos jerarcas de la Iglesia católica.
El padre Maciel fue sepultado la mañana del sábado 2 de febrero en total hermetismo; sólo asistieron familiares, miembros de esta congregación y algunos representantes de la jerarquía católica mexicana.
Según el comunicado en el que la congregación notificó la muerte, Maciel deseaba un funeral “en un clima de oración, de forma sencilla y privada”. Maciel Degollado murió sin pedir perdón a sus víctimas, porque la “gran oportunidad que pudo haber tenido de reconocer la verdad, de pedir perdón, se fue”.
La pregunta que hicimos entonces fue ¿qué pasará después de su muerte de Maciel? Todo apuntaba que se iniciaría la canonización fast track que estaba preparada. Pero un año después las cosas cambiaron. La difusión en febrero pasado en el periódico The New York Times y el reconocimiento de la “doble vida” y de la existencia de una hija fue durísima.
La divulgación de los “pecados de Maciel” no fue un asunto casual. Seguramente fue resultado de una presión que desde hace varios meses ejercía la Congregación de la Doctrina de la Fe de la Santa Sede.
No es incidental que a mediados de enero de 2009 y antes de llegar a México al encuentro Mundial de las Familias con la representación papal, el cardenal Tarcisio Bertone haya visitado Cancún,– la noche del 12 de enero-, donde se entrevistó en privado con el obispo legionario Pedro Pablo Elizondo Cárdenas. Seguramente hablaron del tema, al tal grado de que en “círculos eclesiales circuló la versión de que el cardenal italiano traía un mensaje para la Legión”.
La información no podía ocultarse más. El padre Marcial Maciel había llegado demasiado lejos, había cometido varios pecados, aparentemente el mayor de ellos fue haber dejado descendencia: una hija. Este sería el último clavo en su cruz. Benedicto XVI de alguna manera empezaba a cumplir un añejo compromiso hecho en privado cuando era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe: hacer justicia.
La filtración periodística
La “filtración periodística” de The New York Times precipitó los hechos. Pero hay que precisar que fue un blog –Exlcblog- quien primero filtro la noticia el lunes 2 de febrero. Scott Reilly, director territorial en Atlanta, Georgia, de los Legionarios de Cristo, dijo a quienes trabajan con él que tenía información de que el Padre Maciel había tenido “una amante, al menos un hijo y llevó una doble vida”.
“la Legión de Cristo lo ha dejado de considerar su guía espiritual”, concluía el padre Reilly. Un día después la agencia Catholic News Agency confirmaba la noticia. Un vocero de los Legionarios, Jim Fair, dijo :“Hemos aprendido algunas cosas de la vida de nuestro fundador”. “Son sorprendentes y difíciles de entender. Lo que podemos confirmar es que hubo aspectos inapropiados para un sacerdote católico”.
Fair concluyó: “Maciel murió hace un año; lo que haya hecho en la tierra queda ahora entre él y Dios; serán el juicio y la misericordia de Dios las que se hagan cargo de él”.
Y el miércoles 3 de febrero The New York Times publicaba la noticia. La influyente orden había sido cimbrada por nuevas revelaciones de que su fundador, Marcial Maciel, había tenido un amorío con una mujer y procreó a una hija mientras él y su orden se ganaban la aclamación de Juan Pablo II.
El periódico menciono que antes de la difusión Álvaro Corcuera, visitó discretamente sus comunidades y seminarios religiosos en EU.
A manera de conclusión
Es posible que estos acontecimientos públicos no sean los únicos ni los últimos hechos que lamentar de la vida del padre Maciel.
Por último hay un texto que merece la pena destacar denominado “Soy Legionario de Cristo” fue publicado en Reforma (9/02/2009,) a pocos días de darse a conocer la noticia de los amoríos de Maciel, está firmado por un sacerdote de la legión: el Padre Juan Pedro Oriol Muño, gente muy más cercana al fundador (hijo de Ignacio María de Oriol y Urquijo, y sobrino de Iñigo Oriol e Ybarra, aquel hombre que en 1946 apoyara a Maciel para trasladar a 36 legionarios, a la Pontificia Universidad de Comillas, en Santander, España).
Llama la atención el tono y el dolor en el texto. El Padre Oriol pide perdón a nombre propia, del superior y de sus hermanos legionarios. Escribe: “En éste y en muchos medios de comunicación salí en defensa abierta del Padre Maciel, eso sí, sin juzgar a los que decían lo contrario. Siendo sincero, hubiera dado lo que fuera por haberlo podido defender aún más. Sí, así fue. Con un dolor que es difícil describir y del que no quiero hacer el menor alarde, hemos conocido que nuestro fundador llevaba una doble vida, y dentro de ésta, empiezan a darse a conocer datos que para nosotros eran impensables y que hoy aún nos cuesta creer que sean verdad, pero lo son.”
Concluye: “A los que tienen dudas de nosotros y tienen preparadas las piedras para arrojarlas, les pedimos que sigan el camino de la verdad y no mezclen mentiras, que tanto confunden y dañan. Estamos seguros que "la verdad nos hará libres", y hoy más que nunca los Legionarios de Cristo la aceptamos y queremos vivirla, cueste lo que cueste, obedeciendo al Papa, sirviendo a la Iglesia y dando la vida por las almas hasta el final”
El “golpe de la doble vida de Maciel fue duro, se ve que todavía muchos no lo creen. Al padre Oriol, le costó trabajo, se percibe en el texto. Y cómo dice “la verdad nos hará libres”.
No sabemos qué sorpresas vayan a encontrar los comisionados nombrados por el papa. Seguramente tendremos algunas. Y aunque inédito, la orden religiosa podría renunciar o desconocer a su fundador y que Álvaro Corcuera, “heredero” del puesto renuncie con un claro reconocimiento de que se equivocó. No basta pedir perdón a quienes ni siquiera fueron capaces de escuchar: “estamos profundamente apenados y pedimos sincero perdón a Dios y a quienes hayan sido lastimados por este motivo.”, dijo el padre Corcuera.
Seguramente una de las consecuencias inmediatas de estos escándalos sea una retirada tanto de algunos sacerdotes legionarios como de miembros del Regnum Christi.
Todavía no lo podemos medir.
La orden hasta ahora solo ha reconocido hasta ahora el “mal menor” que es el asunto de los affaires amorosos y la existencia de descendencia directa del padre Maciel, pero quizás falta el tema más espinoso y duro de aceptar y reconocer, que son las acusaciones de pederastia. Hay claros indicios de que varios legionarios conocían desde antes de la muerte del padre Maciel su pasado pecaminoso. No es azaroso que en 2007, en una acción sin precedentes en la historia del papado, Benedicto XVI revocará dos votos privados que los legionarios tenían ante la misma orden. Así, desparecieron por decreto el voto que impedía a los religiosos, primero, que criticaran cualquier aspecto de la persona del superior, incluido su carácter moral, y segundo, que desearan cargos en la congregación y por supuesto maquinar de cualquier modo para conseguirlos.
De los comisionados conocemos al Obispo de Tepic Watty Urquidi Urquidi. Hombre serio, un pastor sin protagonismo mediático; en 2005 cuando era obispo de Nuevo Laredo emitió junto con otros prelados de la región Pastoral Noreste la declaración Narcotráfico y Violencia Social. Monseñor Watty por cierto pertenece a la Comunidad del Espíritu Santo, de la que fue su Superior; muchos años fue cercano al Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, debido a que fue su obispo auxiliar. De su experiencia en estas cosas debemos decir que fue dentro de la CEM Presidente de la Comisión Episcopal para los Religiosos, y Vocal de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe.
¿Quiénes son los Visitadores? ¿Cómo y cuándo realizarán su visita?, se preguntan los LC, ellos mismos responde en su página web:
“Estamos todavía a la espera de una notificación de la Santa Sede con estos datos. Muy probablemente la Visita Apostólica iniciará después de Pascua y durará algunos meses.”
¿Qué implicaciones tiene la Visita Apostólica para la vida de la congregación y de sus miembros?
“Durante el tiempo de la Visita Apostólica nuestra vida y nuestro apostolado seguirán su curso ordinario. Además estaremos a disposición para acoger con fe y espíritu sobrenatural a los Visitadores en nuestros centros y obras, colaborando con ellos y facilitando su misión.“
Al margen:
Según datos del L’Osservatore Romano, los legionarios y los miembros del movimiento Regnum Christi –brazo seglar de la orden, en el que participan laicos y sacerdotes– controlan 150 colegios, 21 institutos superiores y nueve universidades. En México la más representativa es la Universidad Anáhuac.
Cuenta con 760 sacerdotes y más de 2500 seminaristas, en 125 casas religiosas y centros de formación. Dirigen más de 600 centros dedicados a la formación y trabajo apostólico de los laicos.
Varias fuentes indican que la Legión de Cristo tiene un presupuesto de 650 millones de dólares) y para atraer a jóvenes seminaristas a su causa.
La carta de Tarciso Bertone a los Legionarios Comunicado de Los Legionarios de Cristo al hacer públicas la carta de una visita apostólica
La web de Los Legionarios de Cristo, dice: "Deseamos compartir con los miembros del Regnum Christi y con todos nuestros hermanos y amigos en Cristo las dos cartas que anuncian una Visita Apostólica a las instituciones de los Legionarios de Cristo. Invitamos a nuestros lectores a seguir acompañándonos con sus oraciones y con su colaboración para que esta ayuda especial del Santo Padre redunde en frutos de auténtica entrega a Dios y de fecundidad apostólica al servicio de la Iglesia. Al final de este artículo se encuentran algunas preguntas y respuestas sobre la Visita Apostólica."
¡Venga tu Reino! CONGREGATIOLEGIONARIORUM CHRISTI
DIRECTOR GENERALIS
***
Las cartas
Roma, 29 de marzo de 2009
A todos los legionarios de Cristo
Muy estimados en Jesucristo:
Con profunda gratitud hemos experimentado en este período de la vida de nuestra congregación la cercanía de la Santa Sede. El Papa y sus más estrechos colabora­dores nos han confirmado en nuestra misión al servicio de la Iglesia y nos han ofrecido, con solicitud paternal, su consejo y apoyo.
Deseo compartir con ustedes la carta que me escribió el Eminentísimo Cardenal Secretario de Estado de Su Santidad el pasado 10 de marzo (cf. anexo).
Ahí el Cardenal Tarcisio Bertone nos asegura que el Santo Padre nos renueva su cercanía, “su solidaridad y su plegaria”, y nos comunica que el Papa ha decidido que se lleve a cabo una Visita Apostólica de las instituciones de los Legionarios de Cristo.
He agradecido cordialmente al Santo Padre esta ulterior ayuda que nos ofrece para afrontar las actuales vicisitudes relacionadas con los hechos graves en la vida de nuestro padre fundador que ya fueron objeto de las investigaciones de la Congre­gación de la Doctrina de la Fe concluidas en mayo de 2006, y los que han salido a la luz más recientemente.
Estamos profundamente apenados y pedimos sincero perdón a Dios y a quienes hayan sido lastimados por este motivo. Llenos de confianza en la Providencia divina y en nuestra Madre, la Iglesia, que vela por el auténtico bien de sus hijos, nos disponemos ahora a acoger a los visitadores Apostólicos que, a lo largo de los próximos meses, vienen a conocer de cerca la vida y el apostolado de la Legión de Cristo. Confirmemos nuestra entrega y elevemos nuestras oraciones para que Dios nos conceda seguir buscando la santidad a la que Él nos llama y para que podamos llevar a plenitud el carisma que Él nos ha confiado. Que María Santísima nos acompañe y nos lleve a amar cada día más a su Hijo Jesucristo.
Suyo afmo. en Cristo y la Legión,
P. Álvaro Corcuera, L.C.
Anexo: Carta de S. E. R. Cardenal Tarcisio Bertone
* * * * * *
Secretaria de Estado
Primera Sección – Asuntos Generales Vaticano, 10 de marzo de 2009
Reverendo Padre,
En la Santa Cuaresma, tiempo de gracia y salvación, me es grato recordar que son muchos los que se están beneficiando de las obras educativas y apostólicas que los Legionarios de Cristo promueven en diversas partes del mundo, movidos por el deseo de establecer, según las exigencias de la justicia y la caridad, el Reino de Cristo entre los intelectuales, profesionales y personas comprometidas en la acción social y en la enseñanza.
Puesto que esta misión es de fundamental importancia y merece la pena consagrarse a ella con amplitud de miras y limpio corazón, quisiera transmitirle, como Director General, que Su Santidad Benedicto XVI renueva a los Legionarios de Cristo, a los miembros del Movimiento Regnum Christi y a cuantos les son cercanos espiritualmente, su solidaridad y su plegaria en estos momentos delicados.
El Santo Padre, consciente de los altos ideales que los animan, y de la entereza y espíritu de oración con que están afrontando las actuales vicisitudes, los alienta a seguir buscando el bien de la Iglesia y de la sociedad, mediante las iniciativas e instituciones que les son propias. A este respecto, podrán contar siempre con la ayuda de la Santa Sede, para que a través de la verdad y la transparencia, en un clima de diálogo fraterno y constructivo, superen las dificultades existentes.
En este sentido, el Papa ha decidido llevar a cabo por medio de un equipo de Prelados una Visita Apostólica a las instituciones de los Legionarios de Cristo. A la vez que me uno a los sentimientos del Sumo Pontífice, encomiendo a todos los Legionarios y miembros del Movimiento Regnum Christi a la maternal protección de Nuestra Señora de Guadalupe, y aprovecho la ocasión para reiterarle el testimonio de mi consideración y estima en Cristo.
Cardenal Tarcisio Bertone
Secretario de Estado de Su Santidad
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Rev.do P. Álvaro CORCUERA MARTÍNEZ DEL RÍO, LC
Director General de los Legionarios de Cristo

Via Aurelia, 67700165 Roma

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