El obispo Salvador Rangel recibió el respaldo de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), pero sus integrantes advirtieron que este tipo de diálogo “no debe ser una forma ordinaria ni algo definitivo”; además, dieron a conocer que no habrá sanciones para el religioso.
El secretario general de la CEM, Alfonso Miranda, señaló en conferencia de prensa, en el marco de la 105 Asamblea Plenaria de la CEM, que “como obispos de México estamos con monseñor Rangel en su trabajo, valiente, arriesgando su vida…”.
El pasado lunes, el obispo Rangel y parte del consejo de presidencia de la CEM se reunieron con Alfonso Navarrete Prida, secretario de Gobernación; “todo fluyó de una manera adecuada cordial, sin ningún tipo de sanción, sino más bien la búsqueda de un trabajo conjunto colaborativo cada uno en la esfera que le corresponde”, dijo Miranda.
El secretario de Gobernación, explicó Alfonso Guardiola, “es consciente de la complejidad del estado de Guerrero, de los lugares en donde trabaja monseñor Rangel y también respetuoso de lo que él realiza en estas zonas, donde no existe control de parte de la autoridad y él tiene que actuar en defensa de las religiosas, de los sacerdotes de su comunidad; tiene que buscar todos los caminos posibles para alcanzar la paz, para que pueda desarrollarse la vida de las familias de los pueblos encomendados a monseñor Rangel… laicidad positiva, trabajo positivo de gobierno con iglesias buscando siempre el bien común”.
Sigifredo Noriega Barceló, obispo de Zacatecas, dijo que “en el caso de monseñor Rangel, nuestra admiración por su valentía, por su testimonio, por ser puente, no por ser muro ante estas situaciones tan complejas y desesperantes que están viviendo aquéllas personas”.
Por su parte, el arzobispo Carlos Garfias Merlos, quien estuvo al frente de la Arquidiócesis de Acapulco, indicó de acuerdo a las circunstancias “si alguien del crimen se acerca a buscarlo a uno, pues hay que atenderlo; ahora, si en un momento dado se necesita buscar la forma de comunicación para aportar hacia la construcción de la paz, puede ser circunstancial, no puede ser nada más una forma ordinaria, ni algo definitivo que esa sea la forma de hacerlo, pero ocasionalmente se podrá hacer. A mí no me ha tocado la experiencia”.
Asimismo, aclaró que los obispos no establecerán ningún pacto o acuerdo con el crimen organizado.
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