Por esa condición, ambos debieron presentar ante el INE el certificado de nacionalidad mexicana, que expide la Secretaría de Relaciones Exteriores, haciendo constar que renunciaron de manera expresa y por escrito a su otra nacionalidad....Hay otros candidatos/Jorge Alcocer V.
Reforma, 29 May. 2018
No hay semana sin alguna referencia, académica o periodística, a la "crisis del presidencialismo mexicano". Esa "crisis", como otras que han sido proclamadas a diestra y siniestra, dura ya décadas; recuerdo que a finales de los años 80 del siglo pasado, en nuestras discusiones en el Comité Central del PSUM, el cambio de régimen político ya era tema. Sin embargo, hoy son los candidatos presidenciales los que acaparan la difusión publicitaria y concentran la atención de la opinión pública; de los 4 que aspiran a la Silla, ninguno ofrece romperla o enviarla al museo.
Puede ser que mi percepción esté sesgada por vivir en la CDMX, pero no creo equivocarme al afirmar que los spots de televisión y radio que partidos y coaliciones han difundido desde el inicio de las pre- campañas son acaparados por sus respectivos candidatos presidenciales, mientras que a las de gobernador o jefe de Gobierno corresponde un distante segundo lugar. Los spots dedicados a candidatos a dipu- tados federales, senadores, diputados locales y presidentes municipales son, como regla, garbanzos de a li- bra, a pesar de que la LGIPE (Art. 171) determina que al menos un 30% del total deben ser para campañas legislativas.
Para colmo, la atención de la opinión pública ("que es la opinión publicada", decía don Miguel Ángel Granados Chapa) está en unos pocos casos de candidatos plurinominales, que no hacen campaña, o al menos la ley no regula su actividad proselitista. Por ejemplo, un funcionario público puede seguir en su chamba aunque sea candidato pluri con lugar privilegiado en la respectiva lista; además, la ley no contempla un tope de gasto para esos candidatos, pues se supone que como no hacen campaña no gastan.
Atención aparte reciben quienes se durmieron con una chaqueta partidista y despertaron con otra, iluminados por una misteriosa revelación que los convirtió a la nueva religión política o al reconocimiento de los atributos y virtudes de quienes, a cambio del chaquetazo, les han otorgado la seguridad de dieta y fuero por 3 o 6 años. Nada mal para los conversos.
Otros que alguna atención merecen son quienes van, de nuevo, por curul o escaño plurinominal, brincando de una Cámara a la otra, o de un Congreso local al federal. Lo que hasta 1994 era excepción, a partir de 1997 se volvió práctica usual entre dirigentes de los partidos, sin importar tamaño. Este año solo el PRI se salva del llamado chapulineo, debido a que en su última Asamblea Nacional modificaron Estatutos para prohibir tal práctica, a la que ahora se agrega el relevo de estafeta entre cónyuges, o de padres a hijos, que antes era raro encontrar. Recuerdo el caso de un dirigente del PPS que por 4 legislaturas alternó curul con su esposa. Hoy eso es uso y costumbre de la clase política, sin distingo de partido.
Como las coaliciones electorales no comprenden las listas plurinominales, cada uno de los 9 partidos registró las suyas. En ellas es posible encontrar de todo, desde la renta o cambalache de lugares hasta la inclusión de quienes han estado sujetos a procesos penales por delitos del fuero común o federal. Casos llamativos son los de Napoleón Gómez Urrutia y Nestora Salgado García, candidatos plurinominales de Morena al Senado, uno en el lugar 6 y la otra en el 9 de la lista nacional.
Napoleón y Nestora tienen algo en común: ambos obtuvieron otra nacionalidad; canadiense el primero, estadunidense la segunda (lo primero está reconocido por el candidato, lo segundo fue señalado por Elena Poniatowska en La Jornada el 17 de mayo de 2015). Por esa condición, ambos debieron presentar ante el INE el certificado de nacionalidad mexicana, que expide la Secretaría de Relaciones Exteriores, haciendo constar que renunciaron de manera expresa y por escrito a su otra nacionalidad. De acuerdo a la Constitución y a la Ley de Nacionalidad si no hicieron esa renuncia y no cuentan con el certificado no deberían haber sido registrados por el INE.
Para bien o para mal hay otros candidatos y otras campañas, aunque Usted no se entere....
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