Inicio del denominado caso Watergate ,cincuenta años después.
Un día como el de hoy pero en 1972, hace 50 años, la policía de EU detuvo a cinco personas en el complejo de edificios Watergate, en Washington DC, fueron acusados de intentar instalar micrófonos ocultos en las oficinas del Partido Demócrata.
Meses despues, en septiembre, los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein llevaron el tema a las portadas del Washington Post, entonces no tuvo relevancia mediática.
En enero de 1973, los cinco detenidos se declararon culpables de los cargos de robo y allanamiento, pero uno de ellos, James McCord, decidió enviarle una carta a la jueza encargada del caso asegurando que había recibido presiones y amenazas a su familia para que se declarara culpable.
Durante meses siguientes, la presión al entorno de Nixon aumentó, hasta que el Congreso decidió abrir una investigación sobre lo sucedido.
Nixon reaccionó y despidió a algunos de sus cercanos, ya que ellos estuvieron involucradas en los espionajes de Watergate; y éstos, al sentirse traicionadas por el presidente, decidieron revelar que el mandatario acostumbraba a grabar todas las conversaciones que mantenía en el Despacho Oval.
Y las grabaciones se volvió un tema clave para conocer si la Casa Blanca estaba o no involucrada en el escándalo; la tensión se elevó cuando la Corte solicitó al presidente que entregara esas grabaciones y este se negó, causando un conflicto institucional sin precedentes para esa época.
Tras varias negativas, Nixon entregó de forma parcial las cintas y después de que se descubriera que aún faltaban grabaciones se vio obligado a entregar la totalidad del contenido.
Lo revelado en los audios fue un escándalo de proporciones históricas. Nixon no solamente había intentado espiar a los demócratas, sino que, durante el inicio de las investigaciones del caso, trató de usar a la CIA para torpedear cualquier indagación que pudiera hacer sobre el tema el FBI.
Esta cuestión hizo que perdiera el apoyo de su propio partido y que se iniciara un proceso de ‘impeachment’ que finalmente no se ejecutó, ya que Richard Nixon dimitió antes , el 8 de agosto de 1974.
Empero, Nixon no enfrentó ningún cargo, ya que un mes después fue indultado por su sucesor, el vicepresidente Gerald Ford.
Al final 48 personas del entorno del presidente fueron condenadas a diferentes penas de prisión, esos fueron "Todos los hombres del presidente".
La “guardia de palacio” eran un grupo de asesores y altos cargos que mantenía a Nixon “aislado” y alejado de la realidad y de la opinión pública; aquella “guardia” la formaban el jefe de gabinete, Bob Haldeman, el consejero de Seguridad Nacional Henry Kissinger, el fiscal general, John Mitchell y el asesor John Ehlrichman.
John Mitchell está considerado el “cerebro” del Watergate, fue quien dirigió el comité de reelección del presidente y como recuerda a Efe Clarke dedicó cientos de miles de dólares a numerosas operaciones ilegales, incluidos las colgadas telefónicos y micros como los que pensaban instalar en las oficinas demócratas.
Todos menos Kissinger acabaron cumpliendo condena por conspiración y obstrucción a la justicia.
Jorge Fernández en excélsior comenta hoy que en 1977, Nixon concedió una serie de entrevistas al periodista británico David Frost. Allí dijo que había “defraudado al pueblo estadunidense”, pero que no había obstruido la justicia. Nixon agregó que un presidente tiene amplia autoridad y no puede infringir la ley. “Cuando el presidente lo hace, eso significa que no es ilegal”, aseguró en la entrevista.
El trabajo periodístico hizo que Nixon fuera -y siga siendo- el único presidente que ha dimitido en toda la historia de su país, los reporteros Bob Woodward y Carl Bernstein recibieron el premio Pulitzer y demostraron la importancia que tiene el periodismo como mecanismo de control en una democracia.
En 1976 Holywood llevó el tema las pantallas bajo la dirección Alan J. Pakula y el guion de William Goldman; los protagonistas fueron Robert Redford, Dustin Hoffman, Jack Warden, Jason Robards, Martin Balsam, Hal Holbrook y Jane Alexander en los papeles principales.
Un elemento clave de los periodistas es el haber contactado al Garganta Profunda, cuya identidad permaneció oculta hasta que el 31 de mayo de 2005 la la revista Vanity Fair la reveló en una exclusiva que bajo el apodo de Garganta Profunda se escondía el otrora subdirector del FBI William Mark Felt. En ese momento, Felt tenía 91 años y padecía demencia senil; murió en diciembre de 2008.
Ese mismo 31 de mayo de 2005, Woodward, Bernstein y el director del Post, Ben Bradlee, firmaron un comunicado conjunto que confirmaba la identidad de Felt, con ellos se ponía así fin a un misterio que había durado más de 30 años..
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